Despertó con un fuerte dolor en el cuerpo pero sobre todo en la cabeza, sentía una fuerte presión en la coronilla y la sien así como en los oídos. Se sentó despacio llevando una de sus manos a su rostro y fue en ese momento en que sus ojos negros notaron que se encontraba en el suelo arenoso cubierto con una manta suave color blanca y que su ropa no era la misma que tenía la noche anterior.
Su mano se situó sobre su pecho para asegurarse si el colgante aun estaba en su sitio, luego sonrió al sentir con sus antebrazos que su pecho seguía plano. Un agradable olor a comida le llegó a su nariz haciendo que se girase en su improvisada cama en busca de aquel delicioso aroma a comida.
Se sorprendió al encontrarse con la figura del rubio frente a una pequeña fogata asando a unas lagartijas de pequeño tamaño, sus ojos azules fijos en la comida que preparaba.
-Naruto-le llamó suavemente sin comprender porque el rubio estaba allí con él, si se habían separado con la resolución de no verse más-¿qué haces aquí? ¿Cómo es qué...?
El rubio lleva su mirada hacia el moreno que le sigue mirando con duda, confusión y sorpresa. Aun no sabía muy bien que responder más si Sasuke le preguntaba sobre la noche anterior, no sabría cómo explicar lo que hizo además tampoco quería recordarlo y siendo sincero no quería que el moreno lo supiera.
-Que bueno que hayas despertado. Debes tener hambre...ven, aprovecha que encontré estos animales. Saben delicioso asados-decía sonriendo
-No has respondido lo que pregunté ¿cómo es que estás aquí?
-...Coincidencia...decidí tomar este camino, ya sabes; atravesar el desierto-dice mientras retira del fuego el alimento-y entonces te encontré, estabas tirado en el suelo y tu ropa en mal estado entonces me sentí responsable de ti...
-No entiendo-susurra recordando los hechos anteriores. Sobre la pelea que tuvo con ese tipo extraño usuario tierra, su duro enfrentamiento y el haber sido derrotado por ese tipo, además recuerda bien la amenaza de llevarlo con alguien y obtener dinero por su causa-había un tipo...ayer había un hombre que apareció de la nada, me atacó y aunque me enfrenté a él yo no estaba en mis mejores momentos y...
-Come, se va enfriar-el rubio le entrega un picho con la lagartija. Quiere evitar ese tema, no quiere recordar la forma en que lo encontró siendo casi ahogado con tierra por su atacante. Porque lo que menos quiere es volver a enfurecerse, salir de control frente a Sasuke-la verdad no vi a nadie ni nada raro...pero me imaginé que tal vez tuviste problemas con algún animal.
-Imposible que no hayas visto nada...si...si había arena por todos lados y...
-Siendo como haya pasado, ahora estás bien. No pienses más en eso, de seguro se arrepintió o que se yo...solo come. Vamos a salir del desierto y necesito que tengas energías
-¿Vamos? creí que todo estaba claro. Yo puedo seguir solo con este viaje, no es necesaria tu compañía
-Como te explico-el rubio suspira-voy a ir contigo, el desierto es peligroso hay poca comida y hay que buscar lo más comestible pero creo que tu no conoces esos animales y si es cierto lo que dices...no es bueno que estés solo, atraes problemas
-Puedo cuidarme solo
Naruto frunce el seño y aprieta sus manos formando puños
-Claro, por eso te encontré lleno de tierra y a punto de morir ahogado además de las fachas de tu ropa. ¿Qué crees que hubiera pasado si no soy yo quién te encuentra? ah...te hubieran robado ese cristal y tu "otra identidad" estaría al descubierto...y ya te puedes imaginar que te harían-responde molesto y con rabia
-Eso no pasó y sé que habría hecho lo posible por impedir algo...no me trates como una niña-replica-me sé cuidar solo, no necesito niñeras
Estaba enojándose con Sasuke por su comportamiento, el estaba preocupado por el moreno incluso estalló como nunca por él y este chico se rehúsa a aceptar su presencia en el viaje y por nada le haría caso a ese muchachito, iría con él quisiera o no y lo protegería aunque Sasuke no quisiera.
-No me importa, iré contigo quieras o no. Así que te aguantas porque voy a seguir acompañándote, ahora termina de comer
Sasuke se queda sorprendido ante el tono de voz con que el rubio le habló, si bien lo conoce desde hace poco estaba acostumbrado a escuchar siempre a Naruto con su voz algo aniñada y alegre en cambio ahora había algo diferente en ese chico sonriente. Algo verdaderamente extraño porque incluso el chico en un principio se mostraba indiferente a lo que le había contado y luego el extraño enojo.
"Esconde algo, de eso estoy seguro" pensaba el moreno mientras mordía con cierta reticencia la improvisada brocheta que al final tenía muy buen sabor.
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Los llamados "perros de tierra" no eran otros que un grupo de pandilleros en su gran mayoría usuarios tierra algunos usando los mencionados animales y así provocando el terror y se dedicaban a robar a quienes pasaban por su territorio el gran desierto "Marrone" que quedaba muy cerca del pueblo "Vento" y limitaba con la gran ciudad de Suna. Dichos territorios les facilitaban para ejercer su trabajo ya que las personas que solían transitar por allí eran siempre comerciantes o en algunos casos turistas.
Sin embargo las personas comenzaron a utilizar otros caminos inhabilitando el paso por aquel desierto. Aun había pocas personas que se arriesgaban a cruzar pero siempre tenían el mismo destino. Sus pertenencias les eran robadas o incluso hasta sus mismas víctimas eran capturadas para ser vendidas como si de esclavos se tratasen, pero eso solo pasaba si el Jefe del equipo decidía que la persona raptada valía.
Ellos conocían muy bien el territorio tanto como si se tratara de la palma de sus manos, es por esa razón que cuando en la noche uno de sus compañeros salió en busca de una nueva víctima -que ya tenían visualizada desde que ingresó al desierto- esperaron para que regresara con nuevos objetos que vender. Más aquel pandillero no regresó y el Jefe que era un tipo "especial" se percató de una presencia amenazante en su territorio.
Y así con aquella curiosidad por saciar partió con algunos de sus compañeros al lugar donde sintió aquel poder encontrando una escena grotesca y propia de un ataque bestial. Solo le bastó ver las condiciones en que el pandillero fue encontrado para entender que lo había atacado de tal manera. Sus acompañantes temblaron visiblemente ante sus ojos turquesa y sonrió.
Sonrió porque nunca pensó en encontrar a otro de su clase y en su territorio, sin embargo su sonrisa no era de felicidad por el encuentro, sino de ansias por destruirlo, necesitaba saciar la sed de sangre y muerte.
-Vamos a encontrar al que hizo esto...y lo haré pagar con su sangre-menciona el jefe con una mueca maligna
-S-Señor...está este pedazo de tela-habla uno de sus acompañantes asustados por el semblante del muchacho-tal vez sirva para encontrarlo más rápido
El mencionado lo toma entre sus manos y luego lo lleva a su nariz, aquella prenda huele muy diferente a lo que pensó. Es un aroma masculino pero suave y muy agradable.
-No es de la persona que hizo esto, no es necesario contar con el olfato de Kiba...yo sabré como encontrar a esta persona si es que se le puede llamar así a un demonio
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El sol calentaba sin misericordia aquella mañana no solo sus cuerpos sino la arena haciendo que el caminar fuera pesado por dicho bochorno y humedad del ambiente, las gotas de sudor resbalaban por sus rostros, cuello y espalda.
Sasuke trató de cubrirse con su mano el rostro para disminuir la calidez en su cabeza. Odiaba sudar tanto, aunque ese clima caliente no le era tan difícil como el frío al que tuvo que enfrentarse antes, así que sería capaz de resistir aquel molesto clima desde que tuvieran comida y agua. Aunque ahora que lo pensaba, no sabía cuánto tardarían en ese desierto ni cuánto duraría el agua que ambos llevaban, solo esperaba que fuera suficiente.
Miró a Naruto desde su lugar -el rubio caminaba adelante suyo y a una distancia prudente- sin duda había algo raro en el. Estaba demasiado callado, serio y distante. Algo le molestaba y lo tenía pensativo, ido en su propia mente.
"No es como si quisiera saber qué problema tiene" se dijo a si mismo mirando la espalda del rubio
Mientras tanto, Naruto luchaba con sus pensamientos, con sus recuerdos de la noche anterior. Se había jurado...prometido no mencionarlo ni pensarlo, borrarlo de su mente porque así no era él y estaba asustado con su proceder.
El despertar de su poder demoniaco se debía a la necesidad que surgió en el de proteger a Sasuke pero más que nada al deseo infinito de destruir con sus propias manos al que le causo daño al moreno.
No podía mentir sobre eso, le seguía importando demasiado lo que pudiera pasarle a ese chico, por eso su preocupación por lo que pudiera pasarle, esa confusión en su cabeza y corazón que le daba vueltas comenzaba a aclararse después de escuchar las palabras de ese tipo que se atrevió a lastimar al moreno e intentó llevárselo quien sabe con qué intención perversa. Porque era sincero en decir que si cuando conoció a Sasuko le impresionó su belleza, Sasuke no se quedaba atrás en realidad siendo chico seguía poseyendo aquel atractivo hermoso, elegante y misterioso.
Así que la confusión se iba disipando al darse cuenta que le gustaba Sasuke...el chico.
Esa fue la razón por la cual mató al extraño que intentó secuestrar al moreno y de la peor manera, esparciendo el interior de aquel ser por el suelo y aplastando cada parte con risas malignas. Disfrutó incluso cuando el otro suplicaba clemencia por su vida, pero el rubio no escuchó sus suplicas, estaba cegado por la rabia y la ira.
Pero el temor de lo que hizo llegó cuando recuperó la conciencia de sus actos sintiéndose salvaje e inhumano, asustado porque Sasuke se asustara por lo que es realmente, decidió alejarse con el moreno a otro lugar y desaparecer de sus ropas el rastro de sangre de su víctima. Ahora tenía que pensar bien en como ocultar su nuevo yo, ese que intentaba apoderarse de su cuerpo y posiblemente del causante de su despertar.
-¡Hey!-escuchó el grito del moreno y el golpe en su espalda-no sé en qué piensas y no me importa pero es necesario que hablemos sobre nuestras provisiones
El rubio miró como el rostro siempre pálido del moreno se mostraba rojo debido al infernal calor, sin pensarlo mucho se atrevió a tocar una de las mejillas.
-Cubre tu rostro. Con esa piel puede ser delicado la exposición al sol
Sasuke se le quedó mirando y apartó la mano que le acariciaba, otra vez el rubio ignoraba sus palabras y le salía con algo fuera de lugar, porque el que lo tocará era fuera de lugar.
-Estoy hablando de las provisiones propiamente de agua-frunce el seño molesto-y no me toques. No me gusta
-No te preocupes por eso aunque no creas sé como encargarme de eso además no tardaremos en llegar a Suna, allí nos espera un sitió con temperatura normal y cómoda, y mucha comida deliciosa
-El ahora es más importante
-Hm...¿Cómo te lo hago entender? no te preocupes, mientras estés conmigo yo me encargo de todo
Ahora las mejillas del moreno se iluminaron más de lo que estaban pero esta vez no era culpa del sol y todo por esas palabras. Se dio la vuelta y siguió caminando "es estúpido que me ponga así por unas palabras tontas y comunes" pensaba
El rubio se rasco la nuca nervioso. Esas palabras tenían un contenido implícito bastante sutil pero significativo en su modo de ser. Soltó un suspiro y siguió al moreno, en realidad debían salir pronto de ese desierto.
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El viento era fuerte haciendo que la arena se levantara más de lo normal haciendo que ambos chicos se cubrieran parte de sus rostros con turbantes para así protegerse. Según la posición del sol eran pasadas las tres de la tarde, debían encontrar un sitio donde quedarse porque el viento traía el presagio de una tormenta de arena.
-¡Tenemos que cubrirnos con algo!-habló en voz alta el rubio-y...abrazarnos para evitar separarnos
-¡Lo que sea pero pronto!-grito también Sasuke intentó acercarse al rubio pero por extraño que pareciera no podía llegar con él, le parecía como si algo lo sujetara de los pies-¡no puedo moverme!
-¡Sigue tratando!-le exigió estirando sus brazos hacia el moreno-¡rápido!
Sin embargo el rubio también lo notó. Había algo bajo la arena o dentro de la arena que le impedía también llegar a Sasuke, con todas sus fuerzas intentó levantar sus piernas pero por más que lo intentaba no podía hacer nada. Notaba que Sasuke también se esforzaba por soltarse pero sus intentos eran nulos.
La arena empezó a formarse como una gran ola con toda la intención de cubrirlos y fue entonces cuando se dieron cuenta que no era una tormenta de arena, sino un ataque que quería matarlos y fueron cubiertos con rudeza mientras sentían que todo su cuerpo era aplastado teniendo dificultad para respirar.
Muy cerca de allí se encontraba el dueño de aquel poder presionando con sus manos para que sus víctimas murieran en el acto. Pero sabía bien que si uno de esos chicos era el demonio que mató a uno de sus pandilleros haría acto de presencia en cualquier momento y eso lo tenía deseoso, necesitaba enfrentarse a él.
-¡Genial Jefe!
-Aun no termina-susurro con voz ronca mientras veía que bajo su arena un color rojo brillaba, saliendo de allí los dos chicos disparados como si se tratasen de un rayo.
Los ojos del rubio estaban rojos pero a pesar de ello mantenía su semblante preocupado por como pudiera estar el moreno, miro de reojo hasta donde habían tres personas, empero su atención se centro por un momento en el chico pelirrojo que emanaba un aura muy parecida a la suya, solo que más aterradora.
Sin duda se encargaría de ese tipo pero primero debía asegurarse de que Sasuke estuviera bien
-¿Estás bien? ¿Te pasó algo?
-Si...estoy bien-contestó como pudo tosiendo y parando con las preguntas del rubio-Naruto...-se sorprendió en sobremanera al ver los ojos del chico rojos y brillantes-¿qué pasó? tus ojos...-susurro sin comprender aquello. ¿Por qué esos ojos rojos? esa pregunta invadía su cabeza.
-He venido a cobrarme una deuda
El moreno sin querer separar su mirada de la rojiza del rubio busca al dueño de aquella voz encontrando que es un joven casi de la edad del rubio. Sus cabellos son cortos y rojos, piel pálida y lo poco que puede ver tiene ojos turquesa, emana una extraña aura peligrosa.
-No te conocemos como para deberte algo así que aléjate-el moreno se pone de pie y lo encara, ese chico sin cejas le mira fijamente
-Conozco tu olor-responde el pelirrojo-soy Gaara el señor de este desierto y el demonio que te acompaña destruyó a uno de mis hombres-contesta caminando lentamente en su dirección-he venido a cobrarme
-No entiendo, este idiota...el no mataría ni una mosca...además-sus ojos negros se enfocan de nuevo el rubio propiamente en sus ojos rojos que ahora se ven más amenazantes-...un demonio...el...
-Mantente detrás de mi-susurro el rubio ocultando su mirada con su flequillo.
-Si crees o no es tu problema, al fin y al cabo-sonríe tétrico-voy a matarlos-sus ojos se oscurecen por completo ante un sorprendido Sasuke y un dispuesto Naruto para la lucha que se viene