El ruido de las personas andando ya de un lado para otro me despierta. Ha pasada ya demasiado tiempo desde que es tuve rodeado de tantas personas, y más aún des de que conviví de esta manera con ellos. Me levanto, estirándome. Aun no me acostumbro del todo a los pequeños espacios que tenemos para dormir.
.- buenos días.- me dice la voz adormilada de mi compañero, su nombre es Brice y actúa en los espectáculos aéreos, de esos donde hacen danzas hipnóticas enredados en largos pliegues de tela o aros.
.-buenos días.- respondo, mientras me termino de abrochar los zapatos. En un lugar tan pequeño, no es de extrañar que todas las personas se conozcan bastante bien. En el poco tiempo que he estado acá, conozco la vida de casi todos los integrantes de este circo, que no son pocos precisamente. Tampoco me extraña que ellos conozcan lo poco que he dicho sobre mí.
.- maestro Merle.- me extraño al ver solo a uno de los gemelos entrar.
.- ¿sí?-
.- ¿hoy también vamos a practicar?-
.- si… ¿hay algo que quieras decir?-
.- queremos ir a dar una vuelta.- entiendo entonces que lo que quiere es pedirme el día libre. Desde que entre hemos estado trabajando, pues ni siquiera yo mismo sabía que de manera podía hacer que ellos participaran, el truco más cliché e ilusionista es el de hacer que desaparezca y aparezca el otro en otro lado. Ellos trabajan bastante bien, y no mentían al decir que les daba igual ser chicos o chicas.
.- bueno, supongo que podemos tomarnos un descanso…. ¿Dónde está el otro gemelo?- pregunto, con curiosidad y sin atreverme a decir un nombre.
.- Chiharu dijo que no era apropiado que entrara en la carpa de dos chicos.- ah, con que hablo con Hotaru entonces. Me causa gracia que se comporten tan extravagantemente y ella tenga reparos al momento de entrar a la carpa de dos hombres.
.- ya veo. Entonces ensayaremos mañana, aún tenemos actos para mostrar y pronto tendremos día libre.- Hotaru asiente y sale de la carpa. Yo salgo unos momentos después, respirando profundamente el aire de la nueva ciudad, en la que llevamos apenas unos días.
Hemos viajado mucho, armando y desarmando todo. Muy pocas veces salí de parís, después de lo de Paul, yo mismo me impuse a quedarme en Francia, en un intento de recordarle por siempre. Ahora, he dejado atrás todo eso. Como no tengo nada que hacer, me dirijo a la carpa principal. Siempre hay gente aquí, pues todos se mantienen en forma para sus actos aquí, junto a los postes logro ver a Kalet junto con los otros trapecistas. Me dirijo hacia las bancas, sentándome a observar. Zima llega, abrazando a Alyssa por atrás. Rio discretamente, viendo como ella intenta escapar, subiendo las escaleras del poste.
Hace tiempo que no he podido verle haciendo acrobacias, con mis ensayos y todo lo demás, ni siquiera en las funciones he podido escaparme para verle. Ahora, de nuevo le veo allá arriba. Sonrió al ver el gesto de concentración que siempre pone cuando está a punto de comenzar. Kalet no comienza, pero no tarda en saltar también, y yo como de costumbre siento el malestar en mi estómago al verle suspendido en el aire.
.- Merle.- Zima llega a mi lado, sonriendo. Lleva una cámara fotográfica.
.- ¿para qué es eso?-
.- Alyssa y Bonnie estrenan atuendo hoy.- explica, agitando un poco la cámara.- y tenía tiempo sin verles allá arriba.-
.- ¿no se molestan?-
.- ¿Kalet se molesta porque vienes a verle?- me responde, yo niego, sonriendo.
.- no es igual, para nada igual. Yo estoy saliendo con Kalet. Y tú…- su sonrisa se hace más amplia, y sé que no tengo que terminar mi frase. El tiempo que he salido con Kalet, ha sido realmente agradable. Puedo estar con él sin temor de que nos descubran, Kalet no es tan tímido como parecía, y lo único de lo que me puedo quejar, es que de alguna manera, cuando estoy con él, las cosas no terminan tan bien como esperaría. Con eso me refiero a que, en más de una ocasión, hemos estado a punto de terminar en la cama, pero Kalet siempre me detiene. No comprendo el porqué, pues el también parece inconforme con eso, a mí no me molesta, pues no estoy con el solo para terminar en la cama.
.- oye…- yo volteo a ver a Zima.- ¿tienes algún problema con Ryder?-
.- ¿con quién?- pregunto, pues con su acento, no he entendido a que se refiere.
.- Ryder, el domador.- me hace una seña discreta, e igual de discreto, veo en dirección a donde ella me señala. Conozco poco al domador, pues no es muy sociable. Es más, creo que nadie aquí le conoce lo suficiente. Nunca le veo ensayar, y la únicas veces que le oigo hablar es para dar órdenes. Ahora, el me ve fijamente, no parece molesto, feliz o algo así. Desde mi lugar, parece tener una expresión pensativa, evaluando.
.- no, no he hablado con él.-
.- ¿seguro?-
.- sí. No creo haber hecho nada para molestarle.- eso es verdad, pues solo me he limitado a hacer lo de siempre. Ryder está sentado también, con uno de sus tigres a un lado. Yo sigo pensando que si encerrara al felino, las personas se acercarían más a él.
.- es raro. Supongo que no es nada.- ella sigue mirando a los trapecistas, yo también lo hago, pero mi mente está en el extraño suceso.
.- ¡Merle!- Kalet me llama desde el poste, capturando toda mi atención. Cuando le veo, agita su mano antes de dejarse caer, haciendo que mi corazón de detenga unos segundos hasta que cae en la red. Después de dar unos pasos tambaleantes llega al borde y salta.
.- no deberías hacer eso, puedes lastimarte.- le digo, cuando llega a mí. Zima le hace un saludo con la cabeza y se va en dirección al poste, donde están las chicas.
.- hago eso siempre, no pasa nada. ¿Dónde están los Kazahaya?-
.- pidieron el día libre.- mis ojos recorren todo su cuerpo. Si algo note desde la primera vez que le vi, es el buen físico que tiene. Digo, no es algo que se pueda pasar por alto con esos ajustados trajes que usan. Después de años haciendo ese tipo de ejercicios, no es de extrañar que tenga tal físico.
.- ¿no tienes nada que hacer?- me pregunta, sonando alegre.
.- ¿quieres hacer algo? Soy todo tuyo.-le digo, inclinándome y extendiéndole una rosa azul, de nuevo. El suelta una carcajada, tomando la flor.
.- solo quiero estar contigo. ¿Comemos algo aquí?-
.- claro.-
.- deja me cambio.-
.- por mí no lo hagas.- le digo, recorriéndole de nuevo ante sus ojos. Él se sonroja, dándome un golpe suave en el hombro.
.- voy a cambiarme.-
.- te espero aquí.- le digo, pero Kalet ya se ha dado la vuelta. Mientras le sigo con la mirada, veo que Ryder me observa de nuevo. Yo le sostengo la mirada unos momentos, antes de que el felino le demande atención de nuevo. El solo le palmea la cabeza, bajando la mirada. Veo que dice algo, ¿está hablando con el tigre? No me extrañaría. Hasta la hora de la función, la he pasado con Kalet, Zima, los demás trapecistas y Chiharu y Hotaru, que llegaron un rato después. Es realmente divertido estar con ellos, pues Zima no deja de tomar fotografías y acosar a las chicas. La hora de la función llega, y todos nos vamos a preparar.
.- ¿Cómo lo hicimos hoy?- preguntan los gemelos, impidiéndome el paso para llegar a Kalet.
.- bastante bien. Tuvieron mucha práctica antes, y eso se nota.- ambos sonríen, pero su sonrisa es algo perturbadora.
.- tú también eres un gran mago…-
.- nunca habíamos hecho trucos como estos.- les doy unas palmaditas en la cabeza a ambos, pasando por un lado para ir con Kalet. Kalet está solo, bostezando mientras recoge algunas cosas regadas.
.- hola.- Kalet pega un brinco.
.- ah, eres tú. Me asustaste.- Kalet bosteza de nuevo.
.- ¿estás cansado?-
.- un poco, no dormí muy bien.-
.- es peligroso que subas así, deberías descansar.-
.- tienes razón.- yo sonrió, tomándole la mano y levantándola hasta besarle. El solo ríe, como cada que hago una muestra de cariño de este tipo. Es realmente extraño poder hacer estas cosas, con Paul no había mucho que pudiera hacer, y no estoy muy seguro de que le gustara. Ver el rostro feliz de Kalet me hace imaginar a Paul, sonriendo. Kalet no es Paul, pero… es como volver a tener una oportunidad.
Acompaño a Kalet a la carpa, donde me entretengo más de la cuenta con él, y no hablando precisamente. Si me detengo de no continuar, es solo porque me di cuenta de que las carpas no son muy privadas que digamos.
.- ¿Qué haces?- me detengo en medio del camino entre mi carpa y la de Kalet, no porque quiera, sino porque hay un tigre en medio. El animal no se mueve, pero me está mirando fijamente, sus ojos brillan un poco en la oscuridad. A lo lejos, aun escucho el rumor del circo. Hay algo en esto que no me agrada.- vamos, regresa con tu amo.-
.- solo está evaluándote.- la voz, profunda y seria, proviene de un lado de las carpas.
.- ¿no debería estar en su jaula o algo?-
.- Anúbis no… tú, te llamas Merle ¿no?- reconozco a Ryder. Es casi tan alto como yo, con el cabello rubio y corto, y una expresión indiferente en sus ojos grises. También lleva un traje, y unas botas.
.- ¿necesitas algo?-
.- Anúbis solo está cerciorándose de que todo continúe bien. Fue una gran sorpresa que un mago ingresara aquí.-
.- ¿Qué?...- el tigre hace una especie de ronroneo.
.- tienes razón. No es prudente hablar aquí. Si quieres hablar, será en otro lugar.- yo ya no sé qué pensar, así que sigo lentamente a Ryder hasta estar lo suficientemente alejado del circo.
.- aquí ya han tenido magos, no es ninguna sorpresa…-
.-No de esos magos. Sé que usas magia verdadera.-
.- ¡¿Qué?! ¿Cómo….?- sus palabras me sorprenden, poniéndome a la defensiva. ¿Debería irme, preguntar, atacar?
.- tienes una magia muy notoria. Anúbis pudo olerla desde que ingresaste al circo en parís. Estuvimos pensando mucho que significaba tu aparición.-
.- ¿Cómo que estuvieron?....- me fijo detalladamente en él, notando por primera vez el medallón que cuelga de su cuello. Es plateado, con algunas gemas brillantes. Había escuchado sobre ellos, pero nunca había conocido a alguien como él.
.- tú también eres uno.- digo, viéndolo fijamente.- también eres un mago, un encantador.- él no dice nada, su expresión no cambia, pero el tigre a su lado cambia su forma. Es algo grotesco ver el cambio en la oscuridad, pero en pocos segundos en lugar del tigre esta un joven, de piel pálida y cabello oscuro. Del tigre solo quedan sus ojos verdes, y un extraño atuendo rayado. Un mago encantador se especializa en usar su magia para encantar, para hacer que los demás sean manipulados, en especial los animales. Con humanos no funciona igual. Todo concentrado en un artefacto, en su caso, el medallón.
.- Anúbis, eso no se hace fuera.- si quería algún tipo de respuesta, ya no la necesito. No sonrió, porque no sé qué debo hacer ahora. Hace algunos años, este encuentro podría ser solo malo.
.- bonito compañero.-
.- ¿Cuáles son tus intenciones aquí?- pregunta Ryder.
.- ¿Por qué no había notado que eras un mago también?- respondo, pues aún estoy a la defensiva. El me ve, a su lado, Anúbis solo corretea siguiendo luciérnagas.
.- cuando te uniste al circo, pensamos que lo habías notado y por eso te unías. Llevo mucho evitando contacto con otros magos, así que estuve alerta. Anúbis también estuvo muy nervioso. Pero… tú nos ignoraste. Al comienzo pensamos que estabas fingiendo, en cambio tenías toda tu atención en otra persona ¿de verdad estas aquí por el chico trapecista?- esto es tan inverosímil. ¿Qué tantas sorpresas más tiene este circo?
.- yo entre aquí por Kalet. No había notado que tú eras un mago.-
.- me acabo de dar cuenta.-
.- ¿y ahora qué? ¿Pretendes tener un duelo?- respondo, serio también. No es lo que yo quiero, pero tampoco voy a negarme. Anúbis regresa a nuestro lado, tenso también.
.- ¿es lo que quieres?-
.- no.- una tenue sonrisa aparece en sus labios.
.- yo tampoco lo deseo.- nunca antes había sentido que unas palabras pudieran relajarme más. Todas mis reservas desaparecen.- ¿Cuál es tu historia?-
.- no hay mucho que decir, viví en parís desde siempre, poco más de doscientos años… tuve pocos duelos, no he tenido aprendices… ¿Por qué tu estas aquí?-
.- vivir alejándose de todos es la mejor forma de que no nos encuentren. No queremos problemas. Mi enseñanza no fue completa, mi maestra murió en un combate y no me moleste en conseguir otro maestro. Anúbis era originalmente de ella.- su mano acaricia el cabello del chico-tigre. Hasta el momento, no le he escuchado hablar. Quizá no pueda hacerlo, si es un tigre real… si es un encantador, debe tener varias décadas más que yo, y debe ser de los últimos que quedan.
.- bueno, tengo entendido que desde hace algunos años ya no hay tantos combates. A mí nunca me han molestado en parís.-
.- desde que pasó lo de mi maestra, me aleje de todo eso.- repite.- he pasado todo el tiempo en compañía de Anúbis.- por la expresión del tigre, me imagino que si aun tuviera la cola, esta estaría agitándose feliz.
.- yo… yo he estado solo.- Ryder arquea una ceja. Sus facciones son bastante masculinas, y atractivas, aun con las cicatrices.
.- ¿no has estado con nadie? ¿Y por eso buscas a Kalet?-
.- yo… bien, no he pensado eso.- un sonido gutural nos interrumpe. Anúbis está jalando la manga de Ryder, demandando su atención.
.- si, ya lo sé… y no tiene nada de malo. Anúbis dice que deberíamos regresar, es tarde.- yo no me había dado cuenta de la hora, la revelación aquí es muy grande como para ignorarla. Solo asiento con la cabeza, Anúbis salta, adelantándose.
Ryder solo hace un gesto de despedida cuando nuestros caminos se separan. Yo sigo a mi carpa, pensando en muchas cosas. Kalet, Paul, Ryder… no sé qué tan bueno sea conocer a Ryder.
Unos días después, de nuevo en la carpa principal, me encuentro solo. El ensayo del día ya ha terminado, y me dedico solo a observar a Kalet. No le he dicho sobre Ryder aun. Una sensación peluda en mi mano me sobresalta. Anúbis está ahí, restregándose en mi mano.
.- hola, Anúbis.- el tigre ronronea, inclinado su cabeza. Entendiendo las intenciones, acaricio su cabeza.
.- le agradaste a Anúbis.- Ryder llega conmigo, sentándose a mi lado.- ahora que sabemos que no eres enemigo.-
.- Anúbis es fantástico.- Ryder solo asiente. Las personas que nos ven, ponen todas las mismas expresiones de confusión y perplejidad. Considerando que hasta ahora Ryder no había hablado con nadie más de lo necesario, no son raras sus miradas.
.- ¿Merle?- Kalet está frente a nosotros, mirándonos con la misma duda en sus ojos.
.- nosotros nos vamos.- Ryder se levanta, seguido de Anúbis, es difícil ver al tigre como el animal peligroso que es al verlo anoche como un joven que persigue luciérnagas.- hablamos luego.-
.- ¿Qué pasa Kalet?- pregunto cuando Ryder ya se ha alejado. Kalet ha seguido con la mirada a Ryder, y voltea cuando le llamo.
.- nada… ¿desde cuando eres amigo de Ryder?- el tono de Kalet es curioso, no hay reproche en su voz.
.- no sé si puedes llamarle amigos, pero… anoche charlamos un poco.-
.- umm, es algo… atemorizante. Su tigre también me da miedo.-
.- Anúbis es un buen chico.- respondo.
.- ¿Anúbis? ¿El tigre tiene nombre?- yo rio suavemente. Kalet se ve bastante lindo con esa expresión de confusión. No puedo evitar levantarme y besar la mueca de sus labios.- es bueno que seas amigo de él. No tiene muchos amigos por aquí.- pues muy solo no ha estado, Anúbis no deja de ser compañía.
.- sí.-
.- ah… Morgan me ha dicho que tienes descanso en tres días. Yo tendré función también, pero ya le pedí que nos diera un día a los dos. Podríamos… podríamos ir por ahí.-
.- claro, sabes que yo haré lo que me pidas.- Kalet se sonroja un poco. ¿Qué tan malo es que este comparando a Paul y Kalet? Es muy extraño…. sé que Kalet no es Paul, lo sé muy bien, pero no puedo evitar sentir que también estoy de vuelta con Paul.