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I Don't Deserve You por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Adivinen quien volvió~ si ¡YO! y adivinen quien tiene tanta tarea que apenas pude respirar. Exacto: ¡YO! y debería esta haciendola en este momento pero la vagancia y el yaoi me lo impiden(?) LOL

Al fin pude terminar este cap, semanas intentando escribirlo pero nada, no me salía o no tenia tiempo para escribirlo. Se me está secando el cerebro ;-; ay. O quizas es otra idea que ronda mi mente y no me deja terminar este fic e.e

 

Bien, mucha palabrería. a disfrutar de mi sensualidad(?) digo, fic.

Disfruten~

Capítulo 10:


 


Takao había corrió, literal, al departamento de Kise, olvidándose de Midorima y sus propios problemas. El rubio estaba destrozado, sus ojos rojizos y acuosos por las lágrimas, su rostro rojo de la ira, pero eso no fue lo que le alertó sino sus gritos y quejas.


 


—¡Me duele! ¡Ayudame! ¡Llama a una ambulancia!


 


Eso hizo mientras sostenía la mano de su amigo. Veía como Kise respiraba de forma agitada y se sostenía el vientre. Oh, mierda.


 


—Kise, debes calmarte. Respira.


 


—Me duele mucho —gimoteaba.


 


—Kise, creo… creo que estas embrazado…


 


El rubio miró a su amigo, congelado y con los ojos desorbitados. Estaba en shock.


 


—No… no, eso no puede ser… no puedo estar… esperando un hijo de ese infeliz ¡Ay!


 


En ese intente la puerta fue abierta y dos paramédicos entraron con una camilla. Todo sucedió tan rápido que en menos de lo que se esperaba ya estaban en el hospital, Kise fue trasladado rápidamente a emergencias por lo que a Takao solo le quedó esperar.


 


 


 


 


 


Kuroko llegó más tarde de lo previsto, Kagami le dijo que ya le había informado de aquel encuentro a Akashi. La realidad cayó sobre él pesadamente, recordó que aún no estaba completamente seguro, recordó que Akashi lo estaba ayudando demasiado y que el pelirrojo además estaba enamorado de él. No se arrepentía de las horas que pasó con Reo pero no tenía cara para ver a Akashi directamente.


 


Entró a la casa, un silencio mortal se hacía presente en el aire, no creía que eso fuera bueno.


 


—Es tarde, Tetsuya —la voz de Akashi cortó el terrible silencio.


 


—Buenas noches, Akashi–kun —saludó como casualmente haría, ¿Qué más podía hacer además de eso?—. Disculpe mi demora.


 


—Taiga, puedes retirarte —el pelirrojo ignoró completamente lo que Kuroko dijo—. Gracias por tus servicios.


 


—Cualquier cosa avísame si me necesitas —dijo el más alto—. Nos vemos, Akashi, Kuroko.


 


—Saluda a Nash de mi parte —Kagami solo se despidió con la mano antes de cerrar la puerta principal.


 


El silencio volvió a reinar, Akashi y Kuroko se veían fijamente sin decir nada hasta que el pelirrojo se levantó del sillón y entró a la cocina. El peli celeste lo siguió, quería hablar con Akashi de lo sucedido, no quería que estuvieran molestos.


 


—Estuve con Reo–kun, por eso me tardé.


 


—Lo sé, Tetsuya —fue su seca contestación mientras bebía un vaso de agua.


 


—Entonces, ¿Por qué estas molesto?


 


—Quizás porque no te tomaste el tiempo de avisar. Quizás porque estaba muy preocupado de no recibir una llamada tuya en todo este tiempo. Quizás… porque me duele saber que amas a un hombre que no puede darte un futuro mientras yo estoy dispuesto a darte mi vida, si así lo quieres.


 


—Akashi–kun, ya hablamos de esto… sabes que te quiero —Kuroko sentía su cuerpo temblar mientras miraba a los ojos al pelirrojo— pero es a él a quien amo.


 


—¿Y él te ama?


 


—Si —dijo sin titubear, no podía dudar de él luego de ese día.


 


—Si te ama, entonces el estaría dispuesto a dejarte por tu bien.


 


Kuroko abrió ampliamente los ojos.


 


—Eso es imposible —dijo casi sin voz—. Reo–kun y yo nos amamos demasiado como para dejarnos. Yo no lo dejaré, no.


 


—Entonces no se aman tanto como tú dices.


 


La voz fría de Akashi lo paralizó. ¿Cómo podía decir eso? Prácticamente habían dado todo por el bienestar del otro, había aceptado estar vigilado las 24 horas del día y no ir al burdel nuevamente hasta que atraparan a ese hombre.


 


—No me importa que lo dudes —dijo con la voz entrecortada—. Yo lo amo, él me ama, no vamos a separarnos.


 


Akashi tomó a Kuroko de los brazos y lo estampó contra la pared, tenía una mirada amenazante. El peli celeste tembló bajo su tacto pero esto no impidió que el mayor lo presionara aún más.


 


—No lo entiendes, ¿verdad? No solo te pones en riesgo a ti, también a tu madre, tu hermano no nacido y tus amigos. ¿No piensas que ese hombre puede usarlos para lastimarte? —acercó más su rostro, sus respiraciones se entremezclaban peligrosamente—. Kuroko, yo puedo protegerte pero debes ayudarme a hacerlo. Te amo, y con una sola palabra tuya pondré el mundo a tus pies.


 


Lo besó. Sus labios atraparon los del menor, su lengua se introdujo en su cavidad masajeando cada parte, explorando cada rincón y batallando por dominarlo. Se apartó de sus labios para descender por el blanquecino cuello de Kuroko, sin saber cómo ambos habían llegado al suelo, sus manos se paseaban desesperadas por sus cuerpos y sus respiraciones salían rápidas de sus bocas.


 


—Basta… Akashi–kun… —dijo casi en un susurro, no quería dejarlo, su cuerpo deseaba ese contacto, a esa dulce boca recorriéndolo entero, pero debía. No era correcto teniendo aun a Reo como su novio. Su celular sonó haciendo que por fin ambos se separaran—. ¿Diga?


 


Kuro–chan, es Kazunari. Debes venir rápido al hospital.


 


—¿Qué sucede? —eso lo despertó completamente.


 


Es Kise. No puedo decírtelo por teléfono, debes venir —y colgó.


 


Kuroko miró a Akashi tímidamente, no se sentía cómodo en la posición en la que estaban pero debía hablar.


 


—Kise–kun está en el hospital, debo ir a verlo.


 


—Te llevaré hasta allá.


 


Akashi tomó las llaves de su auto y ambos salieron, acompañados de unos escoltas claro está. En el camino no dijeron nada, no estaban como para hablar de eso en ese momento. Kuroko aún estaba un poco confundido.


 


Cuando llegaron al hospital, Tetsuya se apresuró a preguntar por Kise, para su suerte Takao llegó hasta él para informarle mejor. Su semblante era de pura preocupación, sus manos temblaban notoriamente.


 


—¿Está bien, Takao–kun?


 


—Está estable, ahora descansa. No debe alterarse más —Takao tragó el nudo que se le había formado en la garganta, aquello era difícil de procesar. Tomó las manos de Kuroko y lo llevó hacia un lugar apartado, no quería que nadie los escuchará y mucho menos Akashi—. Kuro–chan, Kise está en cinta.


 


—¿Qué? —el peli celeste abrió en demasía los ojos por la incredulidad. ¿Cómo era eso posible?


 


—No se cuidó y ahora está esperando un bebé, y ya sabemos que es de Aomine Daiki —tomó aire—, pero Kise me dijo que él le estaba montando los cuernos.


 


Ahora si Kuroko no pudo ni articular un monosílabo, ¿Aomine engañando a Kise? No lo podía creer. Bueno, lo había visto un par de veces en el burdel de Nijimura, pero de allí a tener un amante era otro caso. Sintió pena por Kise, enterarse que vendría un bebé y luego que su pareja lo engañaba debía ser muy fuerte.


 


—¿Kise–kun se lo dijo?


 


—No, acabamos de enterarnos —Takao se llevó las manos a la cabeza, aun no sabía si debía avisarle o no a Aomine sobre el estado de Kise—. Todo pasó muy rápido, casi pierde al bebé. Seguro que si viene, Kise se pondrá peor.


 


—¿Familiares del paciente Kise Ryota? —una enfermera se acercó a ellos.


 


—Somos nosotros —contestó Kuroko, no eran exactamente familia pero si se consideraban como tal.


 


—Ryota–san ya ha despertado, si desean pueden pasar a verlo pero traten de no alterarlo.


 


—Muchas gracias por avisarnos.


 


Los dos amigos se encaminaron hasta la habitación del rubio. Kise se encontraba recostado en la cama, acariciaba su vientre de forma ausente, no había ni un rastro de felicidad o tristeza en su rostro. Eso los asustó de sobremanera.


 


—¿Kise–kun?


 


El nombrado los miró para luego regresar su vista a su vientre.


 


—Voy a tener un bebé —dijo con la voz apagada, rota—. No sé qué voy a hacer ahora.


 


—Tenerlo y vivir por él —dijo con voz firme el pelinegro del grupo—. No puedes echarte a morir en este momento, él no se merece esto.


 


—No le han dicho, ¿cierto?


 


—No.


 


—Bien. Quiero hablar personalmente con él —Kise no parecía muy seguro pero sus amigos respetaron su decisión.


 


Se quedaron charlando un par de horas, tratando de distraer a Kise. Él poco a poco iba recuperando su alegría pero aún era un duro golpe que digerir, sabían que tarde o temprano ellos debían aclarar las cosas.


 


Kuroko volvió a casa a altas horas de la noche encontrándose una escena desagradable. La casa había sido asaltada, habían hombres heridos de bala.


 


—¿Qué paso aquí?


 


—Intentaron entrar a la fuerza, querían llevarse a la señorita Kaoru —habló uno de los guardaespaldas.


 


—¿Qué? ¿Mi madre está bien?


 


—Si, por suerte pudimos detenerlos. Atrapamos a unos de esos hombres y lo llevaremos a la policía para que sean procesados e interrogados.


 


Kuroko entró rápidamente a la casa en busca de su madre. La vio sentada en uno de los sillones, abrazaba su, un poco abultado vientre. Ella elevó su rostro para mirarlo, se veía asustada. Kuroko rápidamente fue a abrazarla, estaba temblando.


 


—Tenia tanto miedo —gimoteó en su hombro—. Qué bueno que no estabas aquí… temía que te ocurriera algo.


 


—Está bien, mamá. Él no nos va a hacer nada.


 


Kuroko tuvo que aguantarse las ganas de largarse a llorar en ese momento, su madre pudo haber sido herida y él no podía hacer nada nada para evitarlo. Temía por su seguridad, por la de sus amigos y por Reo.


 


Akashi tenía razón, todos corrían peligro y no podían estar completamente seguros hasta que atraparan a Ren.


 


Volvió a abrazar a su madre. Tomó su decisión, se arrepentiría en el futuro y lo sabía pero debía garantizarle la vida a sus seres queridos. Debía ser fuerte, no solo por él si no por las personas que amaba.


 


Aun si eso significaba sacrificar su propia felicidad.

Notas finales:

¿Y ahora que pasará? :o

¿Kise perdonará a Aomine?

¿Será que las cosas entre Akashi y Kuroko se pondrán intesas?

¿Takao tambien descubrirá las aventurillas de Midorima y lo mandará a volar¿

¿Y que pasará con la relación de Reo y Tetsu?

 

Eso y más en el próximo cap (o próximos). Nos leemos o/ saben que sus reviems alimentan mi oscuro corazón :3


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