Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I Don't Deserve You por Kris Kuro Angel

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, mis hermosuras. Traje sensualidad ~

Hemos llegado al final de esta historia, fue un largo camino accidentado pero por fin cumplí mi travesía. No me alcanzan las palabras para agradecerles su leal compañía y bonitos comentarios. Gracias y mil gracias por tener tanta paciencia y no quemarme el rancho(? También me disculpo si no llene las expectativas pero este es el mejor final que se me pudo ocurrir.

Nuevamente les doy gracias por seguirme hasta el final, espero volvamos a leernos en un futuro. Siempre estarán en mi corazón, les envió un enorme abrazo y todo mi cariño. Love u~

Midorima observaba al chico pelinegro de ojos brillantes y mejillas sonrosadas, la emoción de Takao casi lo contagiaba. No podía hacer más que estar allí para escucharlo.   —¿Puedes creerlo? ¡Funcionó, Shin-chan! ¡Funcionó! —exclamó Takao.   —Te dije que si lo haría.   Desde hacía un tiempo Takao se había sometido a un tratamiento de fertilidad, no tenía altas expectativas de que funcionara pero lo hizo porque quería un hijo con Kise. Su deseo fue más grande que su escepticismo. Ahora veía sus esperanzas materializadas, Kise estaba en estado.   —Nuestra pequeña Daisy tendrá un hermanito al fin —canturreó—. ¿Y como les va a ti y a Izuki con el bebé no tan bebé?   Midorima suspiró al recordar el shock que le causó saber ese noticia, Izuki estaba nervioso porque no se consideraba capaz de ser un buen padre. Trabajaron mucho en ello, hicieron terapia incluso hasta el nacimiento de su hijo tres años atrás.   —Nos va muy bien, es un niño muy obediente e Izuki se ha entregado en cuerpo y alma para él.   Takao sonrió, estaba verdaderamente contento de que Midorima haya decidido casarse con Izuki pese al descontento de sus padres y los de Takao, pero cada uno había tomado su camino. Le había tomado un tiempo perdonarlo, pero luego de lo vivido siete años atrás sabía que no podía vivir con ese rencor.   —Bien, no te quito más tiempo —dijo colocándose de pie—. Voy a prepararme para darle la noticia a Kuro-chan.   —Oh, cierto. ¿Cómo sigue Kuroko?   —Pues está bien, aunque lo vi un poco cansado la ultima vez. Tener tres hijos que criar lo está drenando. Bueno, eso y lo otro —comentó burlón. Midorima negó con la cabeza, por lo menos Takao seguía tan pícaro como siempre—. Nos vemos, Shin-chan.   Midorima se puso de pie y abrazó a Takao, por lo menos le había permitido hacerlo. Lo vio irse por el pasillo hasta la salida y tuvo un recuerdo de siete años atrás cuando, definitivamente, separaron sus caminos. Intentó recuperarlo una última vez, pero Takao no podía dejar solo a Kise y su hija. Estaba tan comprometido y tan enamorado que ya no había cabida para la duda o para otro camino, esa fue su decisión y Midorima solo pudo respetarlo. Daiki no estaba y sabía que esa niña necesitaba de un padre.   Vio a Takao alejarse, yendo en dirección a donde su familia lo esperaba. Su hija y su esposo.   Midorima volvió su atención al presente y pensó en tal vez llevar a Izuki y su hijo a cenar.       ******       Reo escuchaba a sus habladores amigos atentamente, poniéndose al tanto de la vida de cada uno después de algún tiempo de no verse. Kotaro era un abogado que estaba teniendo gran reconocimiento últimamente e Izuki aunque se había dedicado a la crianza de su hijo, estaba sacando estudios a distancia. Él pensó en como la vida les había cambiado tan drásticamente, debía estar agradecido con su Madam por haberles dejado esa pequeña fortuna. No sabía si Nijimura había presentido su muerte o todo fue por casualidad.   —Reo-nee, ya casi no se nota tu cicatriz —señaló Kotaro.   —Es cierto, dentro de poco ya no se notará.   Reo llevó una mano a su mejilla y pensó en las operaciones a las que tuvo que someterse para reducir su tejido dañado.   —Kuroko-kun aun no ha regresado, pensé que seguía de reposo —comentó Izuki.   —Lo está, pero fue al cementerio a dejarle flores a sus padres —dijo Reo.   —¿Esas dos personas al lado de la tumba de Nijimura-san son sus padres? —preguntó Kotaro—. Bueno, uno era el padre adoptivo... ¿no?   —Si, y el otro fue el amado de Nijimura-san —dijo Reo, recordando aquella foto en la que vio a Chihiro y apreció cuan parecido era con su Tetsu.   —Que extraño es el destino.   Reo iba a decir algo más pero el llanto de su hijo menor lo alertó, se disculpó con sus amigos y fue a verlo. Vio al pequeño de seis meses dando patadas al aire y llorando, suspiró tomándolo en brazos. Era un consentido que odiaba despertar solo.    —Tetsu-chan no está en casa así que no hagas más berrinches —le dijo al enfurruñado infante, el bebé estaba engreído con Tetsuya.   Volvió a la sala con su hijo en brazos, quien veía a todos con el ceño fruncido.   —¡El pequeño Aka-chan ha crecido! —exclamó Kotaro viendo al bebé—. Y tiene esa mirada enojada otra vez.   —A Seiji-chan no le agrada que le griten —dijo Reo acariciando el entrecejo de su hijo—. Solo soporta a Chi-chan cuando grita.   —No se como le hacen para cuidar de tres niños, yo apenas puedo con uno y eso que no es desobediente —comentó Izuki.   —Shun-chan y Chi-chan ya están grandecitos y podemos manejarlos mejor, Seiji-chan se comporta muy bien aunque está engreído con que Tetsu-chan lo cargue todo el día.   —Me imagino que debe ser difícil para ti compartir la atención de Kuroko-kun con tantas personas —comentó Izuki burlón.   —Al principio nuestra convivencia fue algo horrible... incluso después de hacerme los exámenes médicos que me confirmaron que estoy limpio, no pude tener una relación normal con Tetsu-chan —Reo aun se sentía perturbado por aquel abuso del que Tetsuya fue testigo—, y tener a Akashi cerca lo hacía peor.   —Aunque ahora se llevan de maravilla, ¿no? —Kotaro arqueó las cejas en una mueca sugerente y pícara, recibiendo un golpecito por parte de Reo—. ¡Auch! No es mentira, Reo-nee. Incluso aceptaste llevar su apellido.... y compartir al pequeño Kuroko.   A Reo se le tiñeron levemente las mejillas de rosa. Sintió a su bebé acomodarse cerca de su cuello, sabía que le estaba molestando la voz chillona de Kotaro.   —L-Le debo mucho... Él nos salvó la vida y cuidó de Tetsu-chan cuando yo no pude. Estoy agradecido con él, que nos protegiera y nos acogiera como su familia —dijo recordando cuando Akashi les propuso registrarlos legalmente como parte de su familia y que los niños llevaran su apellido, fue un momento de conmoción para él y Tetsuya pero al final terminaron aceptándolo—. Estuve solo gran parte de mi vida y ahora tengo una familia numerosa, no puedo negar que soy feliz... aunque a veces me resulta complicado explicarle a los niños porque tienen tres padres.   —No entiendo como funcionan las relaciones poliamorosas, pero si eres genuinamente feliz sabes que tienes todo mi apoyo —dijo Izuki tratando de mantener el ambiente animado—. Además, mira a esos niños preciosos que han nacido de ustedes, incluyendo a Shun también.   —Yo estuve en un trio una vez pero nunca los tuve adentro al mismo tiempo, ¿ustedes lo han hecho? ¿es posible? —preguntó el rubio haciendo que el rostro de Reo e Izuki se colorearán de rojo intenso. Kotaro se ganó otro golpe propinado por un cojín lanzado por Izuki—. ¿Qué? Solo hice una pregunta.   —¡Eso es algo privado! Es asunto de pareja... trio... ¡Es algo intimo!   Kotaro resopló.   —Si es posible pero no lo hacemos mucho... Tetsu-chan queda adolorido —dijo casi en un susurro aun sonrojado y rogando que Seiji nunca recordase esa conversación en el futuro.   Kotaro iba a hacer otro comentario directo pero la puerta principal fue abierta, por ella ingresaron dos niños de edad similar, uno de cabellera negra y otro de cabellera celeste, seguidos de Tetsuya y Seijuuro. Los pequeños fueron corriendo a donde se encontraba Reo.   —¡Papi! —gritaron los niños casi arrojándose sobre Reo.   —Niños, tengan cuidado —alertó Tetsuya—. Hola, Izuki-kun, Kotaro-kun. ¿Cómo les ha ido?    —Como nunca —contestó Kotaro—. Bien, nosotros ya nos vamos. Tengo un montón de papeleo que revisar.   —Yo también debo ir a buscar a mi hijo, Shintaro-san nos llevara a cenar —Izuki se acercó a Tetsuya y lo abrazó—. Me alegra mucho verte bien, Kuroko-kun —se separó del chico observando que estaba un poco más alto, su cabello menos rebelde y sus ojos melancólicos no habían perdido su brillo—. Cuidate y cuida de Reo-nee.   —Lo haré —respondió con una sonrisa.   —Nos vemos, Akashi-san.   —Saludame a Shintaro —el pelinegro asintió.   —Nos vemos, familia Akashi —Kotaro le sacudió el cabello a los hijos más grandes de la familia—. Volveremos pronto.   Kotaro e Izuki salieron con una gran sonrisa y paz en sus corazones, después de tanto dolor, tanto sufrimiento, su amigo había encontrado su lugar en el mundo.   Kuroko se acercó a Reo y depositó un beso en su boca, Seiji aprovechó esa cercanía para colgarse del cuello de Tetsuya.   —Este pequeño está engreído contigo —farfulló Reo—. No recuerdo que Shun-chan y Chi-chan fueran así.   —Salió igual de posesivo que el padre —dijo Kuroko burlón sosteniendo cerca de su corazón a su hijo menor y acariciando sus rojos cabellos.   —Sigo aquí, Tetsuya —Akashi tomó asiento en el sillón individual y Shun escaló hasta sentarse en su regazo.   Kuroko solo rió enternecido por ver esa escena, mientras se acurrucaba cerca de Reo y Chihiro, el hijo de ambos. Tetsuya siempre pensó que, inconscientemente, su pequeño Chihiro sabía que Reo era su verdadero padre y por eso siempre estaba cerca de él. Por su parte, Shun admiraba a Akashi y, pese a ser ligeramente más pequeño que Chihiro, siempre trataba de dar una imagen de fuerza e imponencia. Ser siempre el protector de sus dos hermanos.   A Akashi no le molestaba, para él los tres pequeños eran sus hijos y a los tres los adoraba como no creyó adorar a alguien más que a Tetsuya.   —Seijuuro —canturreó Tetsuya y Akashi lo miró con los ojos entrecerrados, raramente Tetsuya lo llamaba por su nombre—, ven aquí —señaló el lado del sofá que estaba vacío.   Akashi no tardó en obedecerle, en cerrar la distancia y acurrucarse junto con Shun al lado del peliceleste. La imagen de los tres adultos con sus retoños en brazos podría ser vista como anormal o inmoral por no cumplir con los patrones de una familia normal, pero ¿qué iban a saber los que eran ajenos a ellos todo lo que pasaron? El dolor, la angustia, el desamor y la desesperación, ¿que iban a saber sobre todos los obstáculos y sacrificios que tuvieron que afrontar para llegar a donde estaban? Si su amor no era convencional, daba igual. Ninguno de ellos vivió una vida "normal" después de todo.   —Takao-kun y Kise-kun vendrán en la tarde. Kise-kun me dijo que debían darnos una noticia —comentó Kuroko.   —¿Lo viste? —inquirió Reo.   —Si, estaba con Daisy llevándole flores a Daiki —esta vez fue Akashi quien respondió.   —¿Me pregunto que querrán decirnos?    —Lo intuyo pero mejor esperemos a que ellos mismos lo confirmen...   Tres pares de ojos observaban atentos a sus padres hablar, perdidos entre ellos y el sonido de sus voces, como si el mundo solo eran ellos y nadie más. En cuanto amor y dulzura eran entonadas las palabras y entregados los besos discretos, sinceros. Olvidando por completo que en algún momento pensaron que no merecían ese amor y ahora lo valía todo para ellos.     FIN.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).