All you need is love
VII
Acercamiento II
Genial, tan solo me llevó tres días enteros el llegar a estas conclusiones. Al salir de mi… ‘guarida’, me enteré de los movimientos (escasos) que hacía mi hermano. Esa misma mañana tenía que asistir a Gringotts junto a mi tutor legal, así que mi tutor legal era Dumbledore, y por supuesto algunos miembros de la Orden para mi protección. Entonces lo vi por segunda vez, parecía cambiado, ya no se notaba nervioso ni con temor, estaba bastante seguro de sí… volví a envidiarlo pero, lo que me impidió hablarle, fue el recuerdo de nuestro primer encuentro, me sentí avergonzado.
Casi no escuché lo que sucedió en la reunión, tan sólo pensaba en lo extraño que era estar cerca de mi hermano, divagaba en lo que podría decirle para entablar una conversación, abrir camino para disculparme y decirle que quería conocerlo… que quería ser un buen hermano para él. Que también lo necesitaba… ya no quería estar solo.
De pronto, escucho que se ha cambiado el nombre, que intentó evitar ser llamado ‘Potter’, que no quiere nada que ver con… migo. Me entero que es heredero del título y la casa Black, dejé de escuchar, no podía reprochar nada, yo lo causé. Al término de la reunión, alcanzamos Danny antes que se marchara, el profesor Dumbledore intentó persuadirlo de volver a reunirse con nosotros, hablar con calma y ponerle al corriente de lo que sucedía, asesorarlo para su ingreso en algún colegio de magia. Me entusiasmó la idea que él fuera aceptado en Hogwarts, que estuviéramos juntos en las aventuras que sin querer se topaban con mis amigos y conmigo. Pero él tan solo pidió conocer a Snape.
Volví a apagar mi molestia y sentimiento de rechazo con el recuerdo de lo sucedido en la Madriguera, yo lo había provocado. Me lo merecía. Tan solo lo observé marcharse, sin mirar a tras ni una sola vez. El profesor Dumbledore trató de darme ánimos, pero no pude evitar volver a mi estado de reflexión, esta vez, para averiguar la manera de hablar con Danny.
Los informes que Snape le daba a Dumbledore eran precisos pero poco detallados, los escuché también, el profesor me permitió estar presente. Así me enteré que mi hermano es meticuloso, bastante dedicado, que está un poco perdido debido al accidente donde perdió a sus seres queridos, que su ingenio es abrumador, que es bastante listo aunque parezca despistado y que guarda tantos secretos que hablan de valentía, astucia, dolor y una reciente soledad que se expande cada vez más. No mentiré, saber esto, me hizo sentirme un poco más miserable de lo que ya me sentía, ciertamente no le hice bien a mi hermano en el instante en que nos conocimos; fallé como hermano dese el inicio. Espero poder solucionarlo.
También nos enteramos que Danny estaba tramando algo, algo que tenía que ver con Sirius.
Estuve dando vueltas al último tema del que se nos informó. ¿Qué podría tramar mi hermano? ¿Por qué necesitaba saber de Sirius? ¿Acaso no sabía algo que nosotros no?... ¿Acaso, sabía una manera de traerlo de vuelta? ¿Por qué no pedía ayuda?
Así estuve por otro par de días. Días en los que nos enteramos que Danny había desaparecido, me angustié y varias veces estuve a punto de escaparme para ir a buscarlo… aunque no tenía idea de un lugar al que pudiera ir e iniciar la búsqueda, me dijeron que en el Ministerio no estaba, nuestros aliados no hallaron rastro. Fueron unos días desastrosos, jamás pensé que tener un hermano sería tan estresante, la preocupación por su seguridad era lo que más me importaba y por lo que más me sentía con el deber de estar a su lado, me sentí con esa necesidad de protegerlo.
Y, luego, luego veo que Snape aparece con mi padrino. Fue difícil de asimilar que Sirius estaba de regreso, en mal estado pero de regreso, luego, el enterarme que fue Danny quien lo salvó, justo como imaginamos desde el principio… pensé en que tenía un hermano increíble, y, terminé preocupado. Otra vez. ¿Cuándo se supone que podré protegerlo?
Mientras, tenía frente a mí a mi padrino, la figura en la que tanto quiero aferrarme, en quien desearía fuera como un padre para mí aunque, lo veo más bien como un tío, el tío favorito del que nunca te quieres separar… y verlo así, casi medio muerto, apenas respirando, tan pálido y frágil. Sentí miedo que esta vez la vida se le escapara y ya no hubiera forma de que pudiera regresar, sentí alegría al tenerlo de vuelta, sentí gratitud hacia Danny. Mie hermano.
Sirius estaba en malas condiciones, ¿Cómo estaría Danny? ¿Estaba herido? ¿Necesitaba ir a San Mungo? ¿Alguien cuidaba de él? Quise ir a verlo. Quise ir a su lado y cuidarlo. Pero me fue negado, en primera, no estábamos en buenos términos, en segunda, no podía entrar en su casa, y en tercera, y lo más estúpido a mi parecer, Danny era sospechoso por haber logrado algo que ni siquiera se había imaginado en toda la historia de la Magia: sacar a una persona del Velo… más que eso, ‘entrar’ al Velo.
Tan solo Snape podía entrar al lugar donde Danny vivía y podía estar a su lado. Ni qué decir que mi desprecio hacia él se incrementaba cada que me resaltaban ese hecho, la estúpida sonrisa de autosuficiencia en el rostro de Snape me hacían desear lanzarle uno que otro cruciatus, no cabía duda que él disfrutaba verme desesperado, verme impotente, verme tan alejado de mi hermano.
Pese a nuestras diferencias, le fue pedido por Dumbledore que hiciera lo posible por arreglar una reunión con Danny. Necesitábamos respuestas. Necesitábamos saber que Danny estuviera bien. Snape no aseguró nada más que velar por la salud de mi hermano. Me obligué a confiar en él, después de todo, parece que por el momento es la persona en la que más confía Danny. Volví con Sirius, estuve a su lado aun en contra de los cometarios de varias personas, estuve al lado de mi padrino junto a Remus, ambos esperábamos a que Sirius despertara, ambos veíamos a Sirius como si su presencia fuera un sueño… uno del que no queríamos despertar.
Despertó pronto gracias a los cuidados y pócimas de Poppy. Sus ojos necesitados de contacto humano nos obligaron, a Remus y a mí, a no dejarlo solo en ningún momento. Hablamos poco, evitamos preguntarle, por más que nos quemara la lengua, sobre lo que ocurrió en el Velo, intentábamos hacerlo reír y ponerlo al día. Luego nos preguntó por su salvador. Le dijimos lo referente a Danny… pese a no ser el momento, los cuestioné sobre la existencia de mi hermano. Dijeron lo mismo que Dumbledore: era un secreto. Después de pedirme disculpas por su largo y doloroso silencio, me contaron algunas anécdotas de nuestro nacimiento y las veces que llegaron a vernos aún de bebes… Sirius pidió verlo, hablar con él, asegurarse que Danny estaba bien.
Sin esperarlo en realidad, nos llegó la noticia de la pronta reunión con Danny, acordaron realizarla en la Madriguera, aunque Danny sólo pedía a ‘las personas necesarias’ para discutir su ‘educación’. La verdad, estuve al tanto que nadie perdería la oportunidad de volver a ver a mi hermano y de hacerle preguntas, yo entre ellos. Las horas pasaron y ya teníamos a Danny frente a nosotros en la sala de la Madriguera, nos miraba molesto, intentaba terminar con esta reunión apenas hubo empezado.
Volvió a mostrarse como él, sin intención de ser tratado como sospechoso, seguro de sí mismo, sin temor a decir lo piensa, sin mostrar temor alguno ante las amenazas de Moddy. El manejo de la situación le era natural, me sorprendió el gran avance que aseguró hizo en sus estudios, moría de ganas por saber más de mi hermano aunque esta vez sin presiones. Evitaba mirarme, sin embargo, se mostró diferente con Remus. Claro, era la primera vez que lo veía y él no lo acusó de nada ni le recibió de manera hostil. Me sentí celoso. Otra vez. Remus consiguió la confianza de Danny en su primer encuentro.
Fue Remus quien dio un abrazo, quien brindaba protección y quien le aseguraba que todo estaría bien. Supongo, que eso es lo que debía haber hecho cuando me enteré que Danny era mi hermano. Se veía tan vulnerable en los brazos de Remus, sí que mi hermano necesitaba consuelo, y yo no supe dárselo. Volví a sentir vergüenza, ¿Qué clase de hermano era yo?
No solo yo me di cuenta de su cambio de actitud, de su necesidad de calor humano, pues él mismo trató que dejaran de mirarlo. Lo pidió, ordenó, con un tono de voz nada congruente con la imagen que teníamos en frente. Por pedido del profesor Dumbledore todos se alejaron, menos él, Remus y yo. Danny intentó recuperarse, cuando Dumbledore lo llamó, dijo algo que me hizo pensar que jamás podría acercarme a él, a mi propio hermano.
Me llamó la atención la aclaración de su nombre. Me pregunté cómo me permitiría llamarle. Nuestra atención se vio desviada de su apresurada despedida a la entrada de un más repuesto Sirius. Intercambiaron miradas, un par de palabras y el encuentro era casi arruinado por un repentino desvanecimiento de Sirius. Me apresuré a tratar de evitar su caída más Danny se me adelantó.
A pesar de la indiferencia que mi hermano se aferraba a mostrar, no pudo evitar ir al rescate de Sirius, claro que se dio cuenta de esto, luego no hizo ademán de moverse para ayudarnos a Remus y a mí de llevar a Sirius al sillón más próximo. Volvió a despedirse pero se vio asaltado en preguntas por Moddy, esta vez iba a intervenir, las constantes preguntas y las acusaciones lo estaban hartando y a mí de paso, no quería que la distancia entre nosotros incrementara aún más.
Él contestó, de manera simple, de manera desafiante, de manera tan suya. Sus respuestas hizo reía a Sirius, una risa de verdad, cargada de tantas emociones, al igual que Remus… luego Danny se unió a ellos. Esas risas, repletas de sentimientos ocultos, secretos a voces, no pude evitar unirme a ellos… sin duda entendí el significado de sus risas, era algo que yo también deseaba expresar. Nos miramos entre nosotros al darnos cuenta. Y no nos importó. Seguimos riendo hasta que pudimos, hasta el límite de evitar que nuestras risas se convirtieran en llanto. Solo ahí nos detuvimos.
Al terminar de reír, nos volvimos a mirar, había tantas cosas que queríamos decir. No aquí ni frente a estas personas por lo que a Danny respecta. Se levantó de donde había caído debido a la risa, nos sonrió y dijo que podríamos ir a su casa cuando así lo deseáramos. Sólo a Remus le pidió lo más pronto posible, dijo necesitar tutorías en la práctica de la magia. Y luego se fue, siendo seguido por Snape muy de cerca, muy protector.
Al menos, sin planearlo, avancé con mi hermano. Pensé en ir a visitarlo con Remus, luego pensé mejor esperaría a que Sirius se recuperase pero él se me adelantó diciendo que lo visitaríamos al día siguiente, iríamos con Remus a primera hora. Iríamos con o sin el consentimiento de Poppy. Creo que Dumbledore habló con notros e intentó darnos algunos consejos para poder sacarle información… la verdad, no le presté atención. Es decir, vería a mi hermano, al hermano que herí a penas nos conocimos. ¿Cómo debería actuar? ¿Qué explicación debería de darle? ¿Podría arrepentirse de invitarnos, cambiar de opinión y mandar una lechuza o un mensaje con Snape de que no quiere vernos?
Estaba demasiado nervioso y emocionado como para contestar o poner atención a lo que sucedía a mi alrededor. Ignoré las preguntas, los consejos y las teorías que se estaban formando en mis narices, mismas sospechas y alocadas teorías a las que no les dediqué ni uno solo de mis pensamientos.
Vería a mi hermano y hablaría con él… eso era lo que contaba.
>>Continuará...