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All you need is love por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Seguimos con el punto de vista de Harry.

 


 


All you need is love


VIII


Hermano


 


 


 


Apenas llegó una hora apropiada, Sirius, Remus y yo ya nos encontrábamos en la puerta de la casa Black. Danny nos miró entre sorprendido y entusiasmado, nervioso y anhelante, me atrevería a decir que él estaba a la espera de nuestra llegada o la de Remus al menos. Nos dejó pasar, nos invitó a desayunar, hasta ahí todo iba como las normas de etiqueta dictan, incluso Kreacher parecía relativamente normal. Luego pasamos a una especie de sala, con tantos cambios que hay en esta casa es difícil reconocerla, parecía más iluminada, más limpia… más habitable.


--Danny… me da tanto gusto que estés vivo. –dijo Sirius.


--Y a mí que ya estés bien. –contestó Danny seguramente refiriéndose al estado de Sirius luego de salir del Velo –Apuesto que estás cansado, si lo deseas, puedes recostarte y descansar o si lo prefieres, puedes usar uno de los cuartos de invitados.


--Estoy bien, ya me perdí quince años de tu vida como para iniciar a perder más tiempo otra vez. –admitió mi padrino.


--No iré a ningún lado, para tu mala suerte, así que descansa. –insistió Danny.


--Muchacho, te faltan años para intentar decirme qué hacer. –respondió Sirius en broma.


--Bien. Al momento que te desmayes te echaré de la casa. –contestó de igual manera mi hermano.


Así iniciaron una extraña plática sobe el dueño de la casa Black aunque todo era en broma, Sirius dejó en claro que nunca le gustó esta casa ni añoró e título de su familia y tampoco le importaba que él heredara la las bóvedas principales de la familia Black, la que tenía para uso personal sumado a las ganancias de su corta pero excelente carrera de Auror bastaba además de remarcar reiteradas veces que lo suyo era nuestro, así el ambiente forzado se esfumó y la atmósfera iniciaba a llenarse de una extraña sensación. Pronto Remus se incluyó en la plática de los dos pelinegros, hablan tan natural, como si de verdad se conocieran desde hace mucho tiempo y como si no hubiera peligro. Me limité a observarlos y reír ante sus ocurrencias, no es que me sintiera excluido o nuevamente celoso, simplemente quería hacer permanente esta imagen en mi mente y disfrutar de ellos.


Danny actuaba ya sin pretender nada, actuaba siempre siendo él mismo; Sirius se veía feliz, quedaba muy poco de la deplorable condición en la que llegó a la Madriguera; Remus desprendía una extraña aura de serenidad pese a estar ‘regañando’ a Sirius, tener a uno de sus mejores amigos de vuelta y a mi hermano le hicieron tanto bien, incluso se veía rejuvenecido y no  tan cansado pese a la reciente luna llena.


Verlos así me permitió fantasear conque, así se hubiera visto mi familia, tan solo faltaban mis padres y ya estaríamos completos.


Antes de ahogar un suspiro, un cojín se estrelló contra mi cara, noté que había un gran silencio y busqué en la dirección de donde creí el cojín salió disparado. Me miraban expectantes los dos adultos y mi hermano, cada uno con un cojín en el aire listo para ‘atacar’ a quien más cerca tenían… a excepción de Danny, su mano estaba suspendida en el aire, sin duda el cojín que fue a dar a mi cara él lo había lanzado. ¿En qué momento iniciaron una ‘guerra de cojines’? ¿Cómo es que Remus estuviera participando en algo tan ‘inmaduro’?


Pfff, era genial.


Sonreí de lado, tomé el cojín en mis manos y me encaminé a los que seguían sin quitarme los ojos de encima, al ver que me uniría a su juego reiniciaron con la ‘batalla’. Danny consiguió otro cojín y así estuvimos por un buen rato, ya corríamos alrededor de los sillones en la sala, escapábamos a la concina y comedor cuando Remus y Sirius hicieron equipo y hechizaron los cojines, Danny y yo hicimos equipo también y de alguna manera terminamos ganando.


Fue todo un caos.


Fue todo tan divertido.  


Incluso en medio de la diversión, noté que Danny y yo hacíamos buen equipo, bueno, cada quien por su lado pero al fin y al cabo terminábamos haciendo cosas que nos beneficiaban a ambos, nuestros ‘objetivos’ eran similares pero con diferentes perspectivas, nuestras acciones complementaban la estrategia del otro, así es como ganamos. Sé que suena extraño y que tal vez no me pueda explicar bien, lo importante es que sentí que, ‘compartíamos’ una especie de conexión. Supongo que es lo que más se acerca, una conexión es lo que nos hacía un buen equipo.


De un momento a otro, me quedé solo con Danny en la sala, rodeados del relleno a algunos cojines que se rompieron… estaba a solas con mi hermano. Era hora de arreglar las cosas.


--Danny –llame, esperé a que me corrigiera al llamarlo así mas no hizo más que prestarme atención –lamento la manera en que actué la primera vez que nos conocimos, fui un idiota.


--Sí lo fuiste –dijo, creí que tal vez no me perdonaría –aunque no ayudé mucho. La verdad, tengo serios problemas con quienes intentan ordenarme o acusan injustamente, así que no pude evitar complicarte las cosas.


--En este tiempo, estuve pensando y llegué a la conclusión que estaba celoso, la envidia de tu vida normar eclipsó mi alegría de saber que tenía un hermano. –dije con sinceridad, fui un idiota y Danny merecía saber la verdad.


--Normal… créeme, nada es normal en mi vida. –dijo con diversión y algo de melancolía –Viví… hee, no le contarás a nadie lo que te diga, ¿Verdad?


--No si así lo quieres. –admití.


--Hm, ¿Qué tan bueno eres en Oclumencia? –iba a contestar cuando una tercera voz interrumpió.


--Nada bueno. Mr Potter carece de la concentración necesaria para un simple escudo mental, incluso, me atrevería a decir que carece de concentración total. –esa voz, sin duda era él.


--Severus… ­–iba a hablar Danny pero también fue interrumpido.


--¡Snivellius! Pero qué sorpresa, ¿Hoy no hay pobres almas que torturar? –intervino mi padrino.


--Sirius, basta. –ahora intervenía Remus.


--Sólo hay una pobre alma pulguienta a la que quisiera torturar. –exclamaba Snape.


--¿Es eso una declaración? No sabía que te atraía de esa manera, Snivellius. –dijo mi padrino con una extraña sonrisa.


Ew… creo que tendré pesadillas esta noche. El humor de Sirius es algo extraño, más con Snape, desde que despertó que Snape era quien le daba pociones cuando Poppy no estaba cerca. Me costaba creer que el maestro en pociones estuviera al tanto del progreso de mi padrino aunque sólo decía que estaba ahí por pedido de Dumbledore y de la misma Poppy… yo creí que era por mi hermano. Salí de mis recuerdos con la ácida voz del padrino de mi hermano.


--Eres un… –iniciaba Snape.


--… ¿Adonis? ¿Un dios? ¿Un buen hombre con el que quieres pasar el resto de tu vida? –preguntaba Sirius.


Esta discusión ya no me está gustando. Intenté concentrarme en otra cosa, ¿Qué es lo querría decir Danny con lo de oclumencia?... ¿Dónde está Danny?... Lo busqué en donde estaba sentado hace unos momentos, pero ya no estaba ni en la sala. ¿Dónde podrá estar? ¿A caso salió? ¿Y si le pasa algo?


Mis absurdas preguntas de complejo de hermano quedaron calladas al verlo bajar de las escaleras… que no había notado antes. Insisto en que estoy enloqueciendo. Justo en el momento en que mi hermano toca el suelo de la sala, las escaleras por las que había bajado desaparecieron. Danny debió ver mi confusión pues llegó a sentarse a un lado mío y me dijo que era una manera de protección para sus aposentos. Eso era nuevo, no recuerdo que eso sucediese con anterioridad.


Ignorando la ‘discusión’ de nuestros padrinos, Danny me dijo que no le gustaba se divulgara lo que él nos contaría sobre su vida, dijo que si no era bueno en oclumancia tan solo evitara pensar en él cuando esté cerca y a la vista de Dumbledore y de Moody.  Dijo que el director entraba a la mente de las personas sin permiso y que Moddy sabía leer el lenguaje corporal y facial demasiado bien. Aunque me costaba creerlo, supuse que era por esto que él era sí con el director y actuaba de la manera más aristocrática en presencia de Moody.


Tras prometerle que tampoco les contaría a mis amigos, cosa que me extrañó, volvió a hablar como antes que nos interrumpieran.


--Mi vida no es ‘normal’, nunca lo fue. Mis padres, eran científicos brillantes y caza fantasmas profesionales, inventaban armas y artefactos para cazar a los ‘seres hectoplásmicos’ y regresarlos a donde pertenecen o usarlos como conejillo de indias para sus armas. Viví en el pueblo más infestado de fantasmas que te pudieras imaginar, al menos dos veces al día te encontrabas con algún fantasma… –contaba mi hermano –… mi hermana era una sabelotodo entrometida pero siempre estuvo ahí para ayudarme, nos llevábamos de una manera extraña, ella muy inteligente y yo apenas y aprobaba las materias lo que nos traía problemas… -en ocasiones su voz sonaba cargada de cariño, melancolía y unas ganas enormes de llorar –… y mis amigos y yo tuvimos que encargarnos de dirigir a mis compañeros de escuela para rescatar a nuestros padres, fue la primera vez que mis compañeros me tomaban en cuenta pero al ser el único que conocía el funcionamiento de las armas Fenton no tenían opción…


Cuando inició a hablar sobre sus ‘padres’, el silencio de la sala indicaba que nuestros padrinos y Remus estaban escuchándolo de igual forma. Al fin aprendí un poco sobre mi hermano, y sí, retiro lo antes dicho… la normalidad tampoco encajaba en su vida. Seguí escuchándolo, sus encuentros con esos fantasmas distintos a lo que habitan en Hogwarts por lo que describía, Remus se lo hiso saber y así fue como iniciaron las preguntas. Había cosas que no entendíamos, la mayoría sobre las armas y cosas tecnológicas del mundo muggle y Danny intentaba explicarnos y una que otra vez deseaba que la tecnología funcionara para que nos mostrara las cosas de las que estaba hablando.


Quizá estaba demasiado extasiado con saber un poco más de Danny, sin embargo, no pude evitar sentir que había algo más que ocultaba. Tal vez omitía algunas experiencias con sus amigos o sus padres y hermana pero, sin duda, algo ocultaba. Pero como dije, estaba tan contento al escuchar y al saber un poco más sobre su vida que intenté ignorar esa sensación de ‘mentira, eso es mentira y eso también’.


Quizá esta sensación la teníamos todos puesto que Danny empezó a hacernos preguntas a nosotros de igual manera. De esas preguntas, también aprendí cosas nuevas, como que yo soy mayor que Danny por tres minutos y medio, que el color azul de sus ojos es herencia de uno de mis abuelos, que mientras Danny se quedaba dormido en brazos de mamá yo prefería que papá me leyera un cuento o con una de sus anécdotas, que cuando nuestros padrinos se encontraban en la casa Potter solían ‘competir’ con las habilidades que su respectivo ahijado mostraba… y, que después del ataque, y luego se saber que yo estaba bien, cada uno de ellos (Snape y Remus) buscó a Danny a su manera, en diferentes lugares y por tanto tiempo hasta ahora.


Al sentir el ambiente algo triste, Danny pidió que nos contaran algunas anécdotas de cuando nacimos o de cosas que hayamos hecho juntos. Hubo bastantes, unas algo embarazosas y otras que nos permitía ver el orgullo en los ojos de los mayores. Fue muy extraño, para mí, ver alguna emoción en Snape… fue más extraño que durante todo el día no hubo miradas de odio ni más peleas entre él y Sirius.


Fue un día agradable, un día en el que me pude acercar más a mi hermano.


Al despedirnos, con algo de reticencia y prometiendo volver al siguiente día, Danny volvió a sorprendernos. Nos dijo que habría un cuarto disponible para cada uno de nosotros, dijo que sería para cuando quisiéramos pasar la noche con él… o si quisiéramos mudarnos.


Al quedarnos sin palabras, Danny empezó a ponerse nervioso, sus mejillas se sonrojaron y trataba de cambiar el tema, incluso dijo que lo de ‘mudarse’ era un broma y que no nos lo tomáramos en serio. Corté su explicación al acercarme y abrazarlo.


Fue un impulso natural, un impulso que brotaba de la alegría de saberme cerca de mi hermano… de saberme aceptado como para querer estar más cerca, como para pedirme que me mudara con él. Fue en ese momento que supe él me había perdonado de nuestro desastroso primer encuentro. Fue en ese momento que supe que me había aceptado como su hermano.


Tengo un hermano, su nombre es Danny.


 


 


 


>>Continuará...


 

Notas finales:

Gracias por leer.


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