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All you need is love por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

He aquí la continuación... desde el punto de vista de Danny.

XIII


El otro lado de la moneda


Tras las pocas horas que hablamos, me di cuenta que en efecto, Tom no era malo… tan solo era humano. Cometió errores, como todos los cometemos pero la diferencia es que él ha intentado solucionarlos… aunque sin éxito. Lo más duro que una persona enfrenta cuando decide ‘cambiar’ es tener credibilidad. Tom está consciente del daño que hizo y que para tener el perdón de los sobrevivientes a ‘su reino de terror’ del pasado necesita hacer algo realmente bueno para desvanecer las sospechas que recaen en sus hombros. Pero, al ser clasificado como alguien “malvado”, realmente no ha tenido la oportunidad de demostrarlo.


Y sí, me ofrecí a ayudarlo. Después que me aseguró, me prometió y perjuró que no dañaría a Harry.  Y no, no le dije quién era yo ni el por qué buscaba la seguridad de Harry Potter, me cae bien Tom pero aun no tanto como para hablarle de Daniel Potter-Black Fenton. Claro que no me iba a contar su vida así como así, a cambio le conté sobre mi vida como Phantom, desde que morí o mejor dicho desde el accidente que cambió mi vida: los malos entendidos en el lugar que decidí proteger, los fantasmas que conocí, sus historias, los líos que causaron, mi casi segunda muerte a causa de distintos fantasmas y los otros casos donde los fantasmas sólo eran influenciados o amenazados para hacer cosas malas.


Me contó de su vida actual, tiene claro sus errores y los recuerda cada que va a tomar una decisión importante para no volver a caer, con paciencia ha logrado hacer que sus seguidores "recuperen la razón”, al ser alguien tan culto y estudioso sabe cómo tratarlos, incluso a Bellatrix, una de sus más fieles seguidoras y algo más dañada, logró estabilizara. Me siento como dando un reporte médico… el caso es que después de estos años corrigió sus ideales, ya no son tan extremos ni cerrados, son más justos y tienen sentido.


--¿Qué te hizo cambiar de opinión? –pregunté en verdad ansioso de saber la respuesta.


--Eres muy chico para entenderlo. –dijo para tomar un sorbo de su té.


Estábamos sentados en una pequeña mesa, en un salón escondido tras el trono, parecía ser su salón privado, había un par de ventanales que daban vista al crepúsculo en el horizonte.


--Mírame, soy un fantasma, ya no creceré. Así que contesta, quizá me sirva de experiencia. –presioné.


Tom me miró, supuse que mi posición en flor de loto frotando varios centímetros sobre el asiento, mis manos recargadas en mis rodillas y mi mirada curiosa le harían darme una respuesta negativa… pero no fue así.


--Fue hace dieciséis años. –inició –Justo en la cúspide de mi poder sobre el Mundo Mágico, donde los únicos que se oponían a mí era esa organización, la Orden del Fénix, al estar tan cerca de conquistarlo todo, me llegó información valiosa, una profecía que auguraba mi derrota. Hice cosas estúpidas por impedirla… terminé haciendo que esa profecía se cumpliera. Pero no de la forma que todos hubieran pensado… menos yo.


Comenzó a contar con una expresión perdida en los recuerdos, parecía estar viendo lo que contaba justo en ese momento que las palabras salían por su boca.


>>Llegué a la casa Potter, me deshice del padre y de la madre mientras mi temor por ver terminado el reino que aún no iniciaba me cegaba… hasta que lo vi.


Hizo una pausa, sus ojos miraban otra cosa, su mente estaba en otro lugar… sentí que Tom dejaría de hablar por haberse sumergido en el pasado. Sonrió de una extraña forma, como si fuera irónico-gracioso-vergonzoso lo que descubrió.


>>El niño que nació a finales de séptimo mes, hijo de quienes me habían enfrentado y sobrevivido, a quien lo marcaría como mi igual… el niño Potter… me derrotó, con su sola mirada. Sus ojos, tan llenos de vida, tan brillantes y rebosantes de curiosidad por lo que el mundo ofreciera, me miraron a mí, sólo a mí… estaba asustado por lo ocurrido pero, al verme, sonrió.


--¿Ha? –fue lo único que pude decir.


Recordé que se supone nadie sabe de mí, ni siquiera Tom, Lily había logrado activar el traslador que me llevó a Amity Park antes que Tom llegara hasta ella y Harry. Supuse que Tom aún no sabe de mi existencia, no dijo nada al respecto en el rato que hablamos.


--Fue extraño, era sólo un bebé y antes que llegues a conclusiones erróneas en ese momento sólo pensé que debíahacer un mundo mejor, un mundo sin guerras ni atrocidades para que el pequeño creciera y viviera feliz. –terminó su relato.


Quién lo diría, el corazón del mago obscuro cayó ante mi hermano. Si así fue cuando Harry era niño… no me gusta el rumbo que mis pensamientos están tomando. Además aún faltaban cosas, había varias lagunas en los hechos de esa noche y por lo que pude ver en Tom, no diría nada hasta que no se le preguntara directamente.


--¿Qué pasó entonces? ¿Por qué Harry… Potter, por qué Harry Potter tiene esa cicatriz en su frente? Según tu relato ‘sucumbiste ante él’ sin haberlo ‘marcado’.


Tom suspiró, la expresión relajada de su rostro fue eclipsada por molestia, incluso me atrevería a asegurar que había una silenciosa promesa de venganza.


--Fue un… accidente… estaba contemplando lo que haría después, en cómo informaría a mis seguidores de mi ‘cambio de planes’ pero Dumbledore apareció. Intercambiamos un par de palabras, un par de hechizos, juré que sería el último mago que mataría y le lancé el Avada Kedabra, pero que quito del camino y el hechizo fue a dar al bebé Potter, el hechizo rebotó y ‘acabó conmigo’. Todo fue como debió haber sido, un cuento más en el que el bien triunfa sobre el mal.dijo con una extraña mueca en su rostro, casi escupiendo las últimas palabras como si amargaran en su boca.


--¿Por qué decidiste que el viejo sería el último mago que mataras? ¿Por qué no le dijiste de ‘tu cambio’ de planes? –no pude evitar preguntar.


--Intenté decírselo, no me creyó, después de todo aún no tenía claro cuáles serían esos cambios, Dumbledore me dejó claro que nunca cambiaría y que debía ‘desaparecer’, pero no contó con que fuera Potter quien me ‘desapareció’. Lo que implicaba que la gloria no sería del buen samaritano Albus. –dijo con rencor contenido.


Por más extraño y loco que sonara, la versión de Tom fue la que mejor me cuadraba, sonaba como dijo ‘de cuento de hadas’ pero la sensación que siento cerca del viejo, recordar la manera en que manipula a las personas que se dejar llevar por su apariencia de ‘buen samaritano’ como expresó Tom, el peso que colocó en Harry, el que mandara lejos del Mundo Mágico y con esas personas que le harían la vida miserable… además, la voz de Tom era sincera, no había esos timbres de engaño ni de persuasión escondida, no como la desagradable voz del viejo titiritero.


Mi instinto me ha salvado varias veces, y en esa ocasión, frente a frente con Tom, mi instinto me decía que esa era le verdad, también recordé el consejo que Clockwork me dio antes de entrar en este mundo, las cosas no son lo que parecen.


--¿Qué pasó después contigo, durante esos años que estuviste ausente? –supuse que había más que su… necesidad por restaurar su cuerpo o conseguir otro qué usar.


--A parte de buscar alguna manera de obtener un cuerpo, pesé seriamente en mis ‘cambio de planes’, reflexioné, me quedó claro lo que haría al estar ‘de vuelta’. De alguna manera esperaba volver a ver los ojos verdes que no me temieron. –terminó de decir con un suspiro.


--Y lo volviste a ver, en el primer año en Hogwarts. ¿Por qué intentaste matarlo? –digo, si tantas ansias tenía de volver a Harry por qué intentar quitarlo del camino en lugar de tratar de hablar.


--No intenté matarlo… le pedí que se uniera a mí… los eventos fueron cambiando y de pronto me había derrotado de nuevo. Debía buscar otra manera de recuperar mi cuerpo…


Y así siguió contestando mis dudas, me siguió contando los eventos en que estuvo frente a Harry pero simplemente no decía las palabras correctas, me dijo con cierto pesar las cosas que se salieron de control y, no dejaba de tener esa mirada cuando hablaba de mi hermano.


¿Ya mencioné que era extraño? Hablaba de Harry como si… como si, en verdad le daría el mundo si así mi hermano se lo pidiera. Síp, sí que era extraño. Además, también hablaba de los malos entendidos entre él y Harry debido a trampas del viejo, de trampas que seguían dándole el título de mago malvado cuando él no tenía intención de hacerlo y también estaba seguro que las “lagunas” en los recuerdos de Harry fueron alteradas para infundirle miedo y ese ‘deber’ de luchar contra él.


Las preguntas fluían, sus explicaciones también, a lo largo de esa noche me quedó claro una cosa: cuando los adultos dicen “eres muy joven para entenderlo” en realidad quieren decir, “es muy embarazoso lo que vas a escuchar”. Mantuve la calma como pude, era mi hermano de quien estábamos hablando, de su seguridad y el extraño interés de Tom en él, sin olvidar el peligro que corre al estar en manos del viejo que sólo busca poder y gloria.


La plática seguía pero fuimos interrumpidos. Alguien requería la presencia de Lord Voldemort en el salón del trono, Tom se levantó y salió a atender a quien lo solicitara, me volví invisible y salí con él. Había dos Mortífagos, uno venía escoltando a quien estaba inclinado esperando ser reconocido para empezar a hablar.


--¿Qué es, Severus, lo que tienes que decirme como para interrumpirme  a esta hora tan temprana? –preguntaba Tom mientras se sentaba en su trono.


¿Severus? ¿Mi padrino?... Ya recuerdo, los amigos de mi hermano no cesaban en decir que Sev era un Mortífago y que no era confiable. Remus y Sirius aclararon que era un espía para el viejo y que no confiaban mucho en mi padrino, o eso decían antes que se llevaran mejor con él en la casa Black, sobre todo Sirius que parece ‘tener algo’ por mi padrino. Me estoy saliendo del tema.


--Mi señor, he venido con importantes noticias, miembros de la Orden alardeaban de haber descubierto la ubicación del lugar donde usted y su círculo interno se alojan, planeaban atacar esta mañana antes de alba, he venido a asegurarme yo mismo que es otra de sus malas deducciones. –decía Sev mientras sus ojos escaneaban el salón y en sus manos parecía sostener algo con demasiada fuerza.


--Severus, Severus, Severus… no me digas que esa es la razón por la que me interrumpes. –decía Tom, notando también lo que Severus sostenía. –Dime, Severus ¿Qué tienes en tus manos?


--Mi señor, es tan solo una barita que encontré, creí prudente examinarla para ver si es algún tipo de rastreador. –decía sin intención de entregar la barita. Mi barita.


¡Rayos! Olvidé regresar por estúpido pedazo de madera… antes que Tom respondiera me acerqué a él para susurrar que me pertenecía. Tom parecía meditar, quizá el por qué tenía una barita de un mago en mi poder si proclamé ser fantasma, quizá el por qué Sev parecía ‘reconocer’ lo que tenía en manos o quizá pensaba si en dar a conocer mi presencia o no.


Le ahorre la trama y me hice visible, los dos Mortífagos sacaron sus baritas  me apuntaron dispuestos a atacar, Tom los detuvo con un solo movimiento de su mano derecha.


--Woow, algunos de tus seguidores tienen buenos reflejos. ­–dije para flotar hacia Sev quien me miraba con escrutinio.


--Tienen sus momentos. La varita que sostiene Severus es tuya, no sabía que los fantasmas pudieran hacer magia. –decía Tom con desinterés en su voz, pero su mirada decía lo contrario.


Sev también luchaba por no mostrar interés en las palabras de Tom o en mi persona, supongo que si no fuera por ligero eco en mi voz y el leve resplandor de mi persona que me hace un fantasma verdadero ya sabría que soy… yo.


--La traje conmigo sí, pero es de un amigo, y si no te importa me gustaría devolvérsela o me matará o me enviará a un segundo “más allá” o lo que sea que sigue de mi estado fantasmal… realmente no quiero que eso suceda. –dije mirando a Tom y luego a Sev estirando mis manos para que me la devolviera.  


Sev titubeaba, sin duda había reconocido ‘mi barita’, buscaba respuestas a preguntas que no podía realizar en presencia de Tom y del otro Mortífago sin exponer ‘mi identidad’ como hermano de Harry.


--Severus, si no te conociera, diría que conoces al dueño de esa barita. –intuía Tom.


--Mi señor, me sorprende ver a un fantasma que no es del todo transparente. –dijo Sev mientras me entregaba la barita.


--Bien. Oye Tom, es hora de irme, ¿Te parece si hablamos luego? –dije a Tom con una sonrisa algo forzada.


Internamente estaba planeando algo para tratar de irme con Sev, me imagino que su llegada significa que ya notaron mi ausencia en la casa Black.


...¡Ups!


 


 


>>Continuará...


 

Notas finales:

Gracias por leer.


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