All you need is love
XIX
Cambio de planes
Un nuevo viento volvió a recorrer el petrificado cuerpo de Danny/Harry, un escalofrío recorrió la espina dorsal de Tom y el mismo viento revolvió el cabello plata de Vlad. Cada uno con pensamientos diferentes, cada uno con sus emociones a flor de piel.
--¿Potter? –llamó Tom.
--Daniel… –iniciaba Vlad.
“… Danny…” pensaba Vlad.
--¡Alto! –gritó Danny, sabía lo que se acercaba: todo un desastre.
Así que Danny hizo lo que creyó le salvaría la vida por un par de horas más, se soltó del agarre del Vlad, se volvió hacia Tom y dijo un ‘No es lo que crees’ y luego se hizo invisible, voló lo más rápido que el cuerpo de Harry le permitía… tan solo llegó del otro lado del parque.
“Danny, ese tal Vlad te conoce desde hace mucho tiempo, se veía sorprendido de verte… verme… pero aun así te reconoció o de alguna manera sabía que yo eras tú. Es decir, me vio pero dijo tu nombre, es extraño.” Inquiría Harry.
“—Él es Vlad Masters… era, él era un amigo que mis padres conocieron en la Universidad.--” dijo Danny aún con una tormenta de emociones en su interior, se concentraba para que no le afectara a Harry de alguna manera “—Se supone… que si algo llegase a suceder a mi familia… Vlad sería quien me tomaría bajo su cuidado…” murmuraba Danny, lo que dudaba en revelar o no a su hermano era el hecho que vio una parte del futuro en el que Vlad sí tomaba su custodia pero eso dio paso a un futuro horripilante, un futuro del que se juró a sí mismo y a sus seres queridos evitar que se hiciera realidad.
“Danny… estás temblando, tranquilo Danny, nadie te obligará a hacer algo que no quieras. No lo permitiré, shhh, tranquilo.” trataba de consolar Harry a su hermano quien escondido tras unos arbustos trataba de regularizar su respiración.
Ya fuera por la carga de emociones que acababa de experimentar, el cansancio por el uso prolongado de sus poderes o porque no que no quería que sus dudas y tormentos afectaran a su hermano, Danny salió del cuerpo de Harry, su transformación se deshizo y cayó al lado de Harry en su improvisado escondite.
Por su parte, Harry sentía un gran peso en su cabeza, su cuerpo le pareció entumido y podía sentir un poco de nausea llegar sin piedad. Recordando la situación en la que estaban, buscó a Danny con su mirada, lo que sintió que emanaba su gemelo no era precisamente amor y paz… debía ser fuerte por él.
--Danny… –intentaba hablar Harry, sentía seca su garganta y fue interrumpido por su hermano.
--Debemos irnos, Vlad podría encontrarnos. –fue lo que dijo.
Para no llamar la atención, llamó a Kreacher con tono bajo pero firme y le pidió que los llevara a casa, no se sentía con la fuerza para volver a transformarse y no se arriesgaría a usar magia para luego tener a agentes del Ministerio, o Aurores como se hacen llamar, tras él. Tan solo esperaba que Tom no tomara lo recién ocurrido como algún tipo de ofensa, estaba claro que no le vería como aliado pero tampoco quería estar en su lista negra.
Antes que Kreacher los ‘apareciera’ en la casa Black, Danny sintió cómo su sentido fantasmal se activaba… ya en la sala de la casa, observó cómo su hermano parecía incómodo y algo asustado.
Vlad se hizo visible, sujetaba a Harry de tal manera que restringía sus movimientos, lo tenía como rehén. Antes de hacer algo, Vlad ya estaba noqueado, Kreacher había actuado rápido, cumplía con su labor de proteger a su amo, lo que incluía sus seres queridos. Danny le miró agradecido al igual que Harry, el elfo doméstico parecía complacido y estuvo dispuesto a ‘ocuparse’ del intruso hasta que Danny le pidió tan solo lo atara y lo dejara en el despacho. Sin entender, Kreacher cumplió su tarea.
--Danny, debería llamara alguien, puede ser peligroso… –Harry se vio interrumpido, de nuevo, por un quejido de parte de Vlad. Sacó su barita y apuntó al ‘intruso’ como Kreacher no paraba de llamarle.
--Espera, –pedía Danny –déjame hablar con él primero.
--Daniel, si me permite preguntar ¿Qué fue eso? –dijo Vlad mientras se removía –Y si no te molesta, ¿Qué tal si me quitas estas sogas? No esperarás que las soporte por mucho tiempo, en menos de diez minutos me habré deshecho de ellas sin mencionar que es de mala educación mantener atado a tus invitados.
--No eres un invitado, trataste a mi hermano como rehén y no te soltaré hasta que me des respuestas. –decía Danny con aparente calma, una aterradora calma.
--Créeme Daniel, en este lugar quien debe dar respuestas no es alguien más que tú. Iniciemos con ¿Dónde estuviste todo este tiempo? –había algo en la voz de su archienemigo que Danny no supo interpretar, antes de analizar se vio respondiendo.
--Clockwork. –fue lo único que dijo.
--Sabías que siempre tuviste un lugar al cual ir en caso de necesidad Daniel, las puertas de mi casa siempre han estado abiertas para ti… ¿Por qué ir a otro lugar y dejarme en la incertidumbre? Se rumoraba que estuviste en el edificio al explotar, se rumoraba que tú también habías muerto, ¿Sabes lo que es perder a alguien querido? –decía Vlad. Pronto se dio cuenta de su error.
--Claro que lo sé. Por si no te has dado cuenta, quienes murieron en esa explosión fueron los padres que conocí, mi hermana y mis dos mejores amigos, únicos amigos en el mundo. Así que lamento no haber ido a darte consuelo en tu hora tan amarga. –decía Danny con dolor y rencor en su voz.
--Lo siento Daniel, es solo la emoción del momento lo que me hizo decir semejante tontería. –se disculpaba Vlad con arrepentimiento.
Danny no hizo cometario alguno, miraba algo en el escritorio que estaba tras Vlad, miraba la fotografía de su familia. Harry seguí tan silencioso como cuando inició en intercambio de palabras entre su hermano y el intruso, deseaba intervenir, deseaba brindarle protección a Danny pero… había algo que se lo impedía, el observar la interacción en su hermano y Vlad, escuchar lo que Danny no había dicho hasta ahora, escuchar su voz impregnada del dolor que causaba el pasado, el que no intentara ocultarlo como cuando hablaba con él o con Sirius, Remus o incluso Snape… todo eso le retenía.
Era mejor que Danny hablara, que sacara lo que tanto guarda y que le hace daño.
--Ese chico se parece a ti, Daniel. Sus facciones, el color de pelo, aunque él lo tiene un poco más rebelde, parece más alto y su ojos son verde en lugar de azul. Si no mal no recuerdo, te referiste a él como ‘hermano’… ¿Acaso ya encontraste otra familia? –seguía Vlad con sus preguntas, estúpidas preguntas.
--Él es mi hermano, me enteré que soy… era adoptado. Maddie y Jack Fenton no eran mis padres biológicos, Jazz no era mi hermana de sangre, llegué a ellos y se hicieron cargo de mí debido a una promesa que le hicieron a Lily, mi madre. –dijo Danny a punto de derramar saldas gotas de sus ojos.
--No es posible, ¿Y cuándo pensabas decírmelo? –inquiría Vlad con un poco de confusión en su voz y en su rostro.
--¡Y qué querías que te dijera! ‘Oye Vlad, mis padres, mi hermana y mis amigos murieron por lo que me quedé solo en el mundo así que me preguntaba si ahora podías hacerte cargo de mí pero con cuidado, vi un futuro que quiero evitar a toda costa y sin mis seres queridos puede ser un poco difícil, ¡Ah! Por cierto, mientras visitaba a Clockwork él mismo me mostró mi pasado, vi cómo mi madre biológica me enviaba a con los Fenton, ¡Soy adoptado! Mi vida fue parcialmente mentira y me habría gustado seguir con ella si no fuera por la maldita explosión que me quitó todo. –entre grito, movimientos excesivos de manos, lágrimas derramadas, más gritos y luego un tono de odio hacia la vida, Danny terminó.
El despacho se llenó de silencio, el crepitar de un fuego a la lejanía indicaba que alguien había entrado a la casa, Vlad miraba fijamente a Danny, se dio cuenta que el paso del tiempo ya no le afectaba, se dio cuenta que Danny no había hablado de lo ocurrido en Amity Park por lo que le obligó a explotar, se dio cuenta que el lugar en el que estaba Danny era tan extraño que parecía un sueño… también se dio cuenta que por más que trataba de deshacerse de las sogas que lo aprisionan no tenía éxito.
Se escucharon varios pasos que se acercaban, por la gran puerta de madera entraron si tocar dos personas, eran Sirius y Remus, apenas vieron al par de pelinegros iniciaron con preguntas, exigencias y unos cuantos regaños… que se quedaron en el aire al notar la presencia del peliplateado en el despacho de Danny. Antes de iniciar con otra ronda de preguntas se pusieron en guardia más fueron interrumpidos con la llegada de Severus que, ignorando a los demás, se colocó frente a Danny y le entregó una carta junto con un pequeño paquete… en el remitente, en nombre de Tom Riddle era lo único que sobresalía.
--Tus acciones, cuales quiera que fueren, alteraron a Lord Riddle. Volvió a interrogarme sobre ‘el otro Potter’, sobre Phantom y Potter. Me pidió que te entregara esto y que confiaba en tu discreción. –comunicaba Severus.
--Bien, gracias Sev, ahora dime, ¿Qué es lo que realmente quieres decir? –cuestionaba Danny prestándole total atención a su padrino.
--Creí que poseías más juicio que tu hermano, sin embargo eres igual de descuidado, arrogante y soberbio chico como para faltar al trato que habías realizado con Riddle. Tu maravilloso ‘plan’ se desmoronaría en tus narices y aun así hiciste cosas sin pensar, ten en cuenta que ‘tu error’ de ser demasiado confiado al llevar a Potter pudo haber de mil y un maneras mal, unas peores que otras y que la muerte hubiera sido un privilegio. –dijo Severus, con su voz monótona, sin respirar y esa aura obscura que logra intimidar a Danny.
Sirius, Remus y Harry estaban paralizados, Snape miraba a Danny como retándolo a contestarle algo que aplaque su ira, Vlad miraba todo como si de una obra de teatro se tratase y Danny… seguía pensando en lo mucho que su padrino le agradaba.
--Vamos Sev, prácticamente no rompí ninguna regla del acuerdo con el que había quedado con Tom. Creo que mi hermano y yo somos más parecidos de lo que pensé y, no creí que nos prestaras tanta a tención como para poder describirnos tan bien, ya te dije que sé cuidarme y jamás permitiría que algo malo le sucediera a mi hermano y por último, siento haberte preocupado. –respondió Danny.
La respuesta tan quitada de la pena que Danny daba a su padrino hacía que los mayores se preguntaran si Danny sería la perdición de Snape. Harry pensaba en lo frustrante que era escuchar que hablaban de él, en su presencia, y aun así seguían ignorándole… claro que estaba molesto por los adjetivos que Severus usaba para describirlo a él y a su hermano pero no se atrevería a llamar la atención de su profesor cuando estaba tan molesto.
--Daniel, por mucho que me agrade el bien teatro, debo insistir en que me desates y tal vez me presentes como es debido. –dijo una voz desconocida para la mayoría en el despacho.
Danny sonrió.
--Claro, Vlad Masters; mi hermano gemelo Harry, mi padrino Severus, y mis tío no oficiales Sirius y Remus. –dijo Danny señalando a cada uno, luego se volvió hacia quienes acababa de nombrar –Harry, Severus, Sirius y Remus, él es Vlad Masters, mi archienemigo, un mitad fantasma al igual que yo, entró a la casa sin invitación y usó a Harry como rehén. Listo, diviértanse. –terminó de decir para salir del despacho a toda velocidad.
--¡¡¡Daniel!!! ¡Por lo menos me habrías desatado primero! –gritaba Vlad al estar rodeado de tres auras para nada buenas.
Danny llegó a la cocina, tomó un poco de jugo de uva y se sentó a leer la carta que Tom le había enviado.
--Bla, bla, bla, bla, bla, reconsiderar bla, bla, bla, bla, bla, otra manera de comunicación bla, bla, bla, bla, bla explicación, excusa razonable bla, bla, bla, bla, bla Harry Potter bla, bla, bla, conocer en persona… –‘leía’ Danny.
--Tu manera de leer es bastante rara, si así sueles leer no me explico tu avance en los estudios. –comentaba alguien más.
--Hola Harry, creí que te quedarías a ver la tortura de Vlad. –decía Danny mientras le pasaba la carta a su hermano, y sí, esta vez sí lo sintió llegar, sonrió al ver la derrota en el rostro de Harry al no ver a su hermano asustado como la última vez en la cocina.
Harry leía la carta, Danny abrió el paquete, un fragmento de espejo es lo que estaba ahí al igual que una libreta tipo diario.
--Con el espejo, dices su nombre y él aparecerá en lugar de tu reflejo, así podrán hablar ‘cara a cara’ y el diario, si no me equivoco, puedes escribir algo y él recibirá el mensaje simultáneamente en otro igual que esté en su poder. –explicaba Harry.
--¿Por qué no dices su nombre? –preguntaba con curiosidad Danny.
--Aún no sé cómo referirme a él, lo que recuerdo y lo que vi hoy no concuerdan y, no quiero que el espejo se ‘active’ por accidente. –contestaba Harry con honestidad, al no recibir respuesta alguna, continuó –¿Y ahora qué?
--‘¿Y ahora qué?’… bueno, dejaré que torturen a Vlad por otro rato, luego me comunicaré con Tom y mañana debería ir al Callejón Diagon por las últimas cosas que necesito, recuerda que el siguiente lunes iremos a Hogwarts. –contestó Danny sonriéndole a su hermano.
>>Continuará...