All you need is love
XXV
Roces
No hay duda, Tom no deja de sorprenderme. Está en Hogwarts. Está en las barbas del viejo y este ni por enterado. No creo poder superarlo por un buen tiempo. Su repentina aparición, su ‘camuflaje’ y su estrategia es de locos, lo único que me impidió seguir con nuestra primera reunión fue la reacción de Harry. Era más que evidente su necesidad por aire… durante la cena lo saqué del castillo, mi hermano necesitaba tiempo a solas, tras ese tiempo, tras mudas palabras y un abrazo que por primera vez yo inicio y le brindo como muestra de protección pareció mejorarse. Supongo que yo también soy un poco sobreprotector con él, ni con Jazz inicié alguna muestra de afecto tras dejar mi infancia.
Aun me pregunto si Harry estaba bien, es cierto que su vida era un poco complicada al ver que el hombre que se supo era su archienemigo resultó no ser tan malo. Supongo que el que ahora lo tenga tan cerca, disfrazado de minino y siempre cerca de él, es algo a lo que le llevará tiempo acostumbrarse. No quiero imponerle nada. No quiero que se exija demasiado. Es por ello que le pedí a Tom que no presionara a mi hermano, le pedí tiempo para que Harry pusiera orden en su mente, le pedí que no se le acercara demasiado… por fortuna, cedió a mi petición.
Todos estamos al tanto que tarde o temprano, él y mi hermano tendrán que hablar sobre los malos entendidos, pero mientras, tomó en cuenta lo que le dije sobre a no presionar tanto a Harry. Por supuesto que con esto Harry volvió a ser más él, más como era antes que Tom apareciera, igual de sobreprotector, igual de exageradamente preocupado ¿La razón? Bueno, tal como le conté la última vez que hablamos cerca del lago, algunos fantasmas han venido a verificar mi existencia, algunos han venido a ‘luchar’ contra mí y algunos, mis aliados, han venido de visita.
Era evidente que Harry no estaba acostumbrado a los fantasmas que suelo frecuentar. Tampoco estaba acostumbrado a verme pelear; en cada pelea, no importa lo cuidadoso que intentara ser, siempre terminaba con algunos moretones, raspones y una que otra costilla rota… ya podrán imaginarse a mi hermano.
Tras hacerme prometer que lo llevaría conmigo cuando un fantasma se mostrase, tras intentar que sus hechizos surtieran efecto en ellos y descubrir que tan solo funcionan el Protego, el Patronus y el Lumus contra ellos no le quedó más opción que aprender a usar un par de artefactos que Plasmius le facilitó: varios Termos, una pequeña herramienta que dispara ectorayos y algo muy similar a las espadas de los Jedi que funciona con ectoplasma… para mi sorpresa, Harry hacía un buen uso de esa ‘espada’.
Tras recordar el incidente de su segundo año escolar, un basilisco y una espada antigua de pronto todo tuvo sentido. Harry es un espadachín nato. Pronto su preocupación se convirtió en valentía y una gran determinación de acompañarme en mis ‘luchas’. Y por si se lo preguntaban, logró ganarse la confianza de mis aliados, se hicieron amigos con relativa facilidad. Y sí, también se extendió la noticia, entre amigos y ‘enemigos’, que Harry y yo éramos hermanos… noticia que trajo varias reacciones.
Aunque lo quieran disimular, sé que hay algo que me ocultan, todos y cada uno de ellos, incluso mis aliados. Y tal vez lo adivinen, Technus y su gran bocota fue lo que me confirmó mis sospechas, ¿Cómo se atreve a venir a ‘luchar’ contra mi a un lugar donde ninguna de ‘sus’ armas funciona?
En su discurso, largo-aburrido-sin-sentido-y-altamente-irritante, se le escapó decir que no me escaparía de mi destino aun estando en bla, bla, bla, que nadie puede hacer lo que me corresponde, bla, bla, bla, y que la última oportunidad de renunciar o ser derrotado está por terminar bla, bla, bla… pese a mi ansia por saber lo que en verdad quería decir, su irritante voz ya me había colmado la paciencia así que saqué el termo que Vlad me había dejado y me ahorré un dolor de cabeza.
Incluso Harry quien siempre observa a los fantasmas con la intención de ‘conocerlos’ mejor y descubrir debilidades se le notaba algo desesperado. Vlad, al igual que siempre, tan solo se limita a hacer observaciones como si mis luchas fueran un experimento controlado y Tom… bueno, Tom no puede ayudar. Si Tom llegara a usar magia, por muy pequeña que fuera la cantidad de magia involucrada, es probable que con el rastro que su centro mágico dejase el viejo sea capaz de diferenciarlo y asociarlo con Lord Voldemort.
Según las propias palabras de Tom, no importa cuánto sus intenciones hayan cambiado, su centro mágico sigue igual desde que era niño, por lo tanto el viejo sería capaz de ‘reconocerlo’. En las pocas veces que hablamos, Tom, Sev, Harry y yo, he notado que Tom sigue con nuestro acuerdo de brindarle espacio a mi hermano. Y funciona, Harry ya no lo ve como una amenaza, creo.
Volviendo a lo de los fantasmas y sus secretos… algo me ocultan, incluso Clockwork. Clockwork no me ha visitado desde hace un tiempo… desde mi encuentro con Espectra… desde que los demás fantasmas vienen de ‘visita’. Antes que pregunten, no, en el colegio nadie sabe de los fantasmas que vienen a combatir contra un chico fantasma… los mismos fantasmas del castillo se encargan de distraer a los que pertenecen a la Zona Fantasma y llevarlos al Bosque Prohibido, la distracción puede alargarse hasta que Harry yo podamos ir a su ‘encuentro’.
Es divertido patear traseros ectoplásmicos en compañía de mi hermano. Él posé una mezcla perfecta de mis ‘antiguos’ compañeros caza fantasmas. Para no entrar en recuerdos tristes, contaré otra cosa, el tiempo avanza cada vez más rápido… las vacaciones de invierno se llegaron en un instante. Recibí varias invitaciones de algunos Slytherin de pasar las vacaciones en sus casas, decían querer mostrarme una celebración digna de los Sangre Pura, decliné cada invitación con esa fachada con la que estuve los primeros días en el Mundo Mágico.
Eran vacaciones, era tiempo que pasaría con mi hermano, con Sirius, Remus, Sev, y también Vlad y Tom. No me importó que Navidad fuera una de las peores festividades en mi vida, no le presté atención al dolor que los colores y el ambiente navideño me recordaran a aquellos que fueron mi familia durante catorce años… lo importante, era el tiempo que pasaría con esas personas que ya tenían un lugar en mí… incluso Tom y Vlad. Me obligué a relajarme, me obligué a no pensar en los ataques de fantasmas ni en tratar de adivinar quién los contacta y el cómo logró que aceptaran ir a uno de los lugares más protegidos del mundo tan solo para deshacerse de mí.
Bromeo, es más que evidente que el viejo titiritero encontró la manera de traer a mis ‘fantasmas del pasado’ y persuadirlos de eliminarme. Por fortuna, por más que el viejo intente ‘enviar’ fantasmas a la casa Black las protecciones no permitirán que entren, sean o no fantasmas ellos no podrán entrar a menos que yo les invite.
Como decía, me obligué a pensar en la familia que ahora tenía, un hermano, un padrino, dos tíos sobreprotectores-consentidores, mi hermano, un el tío raro que toda familia tiene, Tom en este caso y… Vlad. En realidad no sé dónde catalogar a Vlad. Un padre no puede ser, nunca me pasó ese pensamiento cuando pelábamos en el pasado mucho menos ahora; un hermano no puede ser, lo conozco de tiempo y jamás lo vería de ese modo; un tío tampoco puede ser, por más que lo intento no puedo verlo como algún pariente.
Una de esas noches, luego de haber cenado y salir a volar por un momento a solas, me vi acompañado… Vlad estaba a mi lado. Volamos en silencio, disfrutando el viento helado que el invierno trae consigo, observando el resplandor de la nieve en los tejados, en los árboles secos y el titilar de los astros escondidos por nubes borrosas, juguetonas, creando la ilusión de incrementar más el frío. Paramos en un edificio alto, nos sentamos y estuvimos cada quien disfrutando del silencio. Hasta que él habló.
--Al fin lo he descubierto. –dijo con su voz baja.
--¿Qué cosa? –le seguí el intento de plática.
--El color de tus ojos. –ante mi mirada inquisitiva él continuó –Tus ojos en tu forma humana, Daniel. Tus ojos en tu forma humana son ‘azul ártico’, de eso estoy convencido.
--¿’Azul ártico’? –cuestioné.
--El azul que se forma entre el hielo, de tanto blanco que la nieve y el agua congelada forman juntos, hay sombras, sombras azules… ese azul creado de la blancura. He decidido llamarlo ‘azul ártico’ para describir tus ojos. –dijo con seriedad, sin piscas de broma, sin piscas de burla… no supe contestarle.
Tan solo me quedé mirándolo, sus palabras como ecos en mi interior y un pensamiento peligroso que rechacé antes que llegara a formarse con tal intensidad de convertirse en una idea, en un recuerdo, en un anhelo. Preferí pensar que, Vlad comparte el mismo destino que yo, es decir, él tampoco puede envejecer por lo que veo… tanto que hizo por aparentar la edad de mis padres… supuse que él sabía desde hace mucho tiempo que estaba estancado en el tiempo, justo como ahora yo lo sé.
Quizá por fue por ello que jamás se dio la oportunidad de formar una familia poniendo como excusa a mi madre, no imagino su soledad como híbrido antes de saber de mi existencia. Conmigo, aunque sea como enemigo, ya contaba con alguien para el resto del tiempo en la tierra… por ello su empeño en convencerme que me uniera a él. Para no estar solo.
Me pregunté si todo fantasma quedará ‘estancado’ en el tiempo, me pregunté si al igual que pueden tener parejas y por ende hijos, como el Fantasma de las Cajas y la Señora del Almuerzo en un futuro no muy lejano, con más años en el futuro puedan ‘descansar en paz’… al igual que Cujo cuando al fin encontró su juguete.
¿En verdad tendré que ver crecer, formar una familia, envejecer y morir a Harry? ¿Veré morir a Sirius, Remus, Sev y Tom? ¿En verdad seré capaz de jamás unirme con ellos algún día? ¿Jamás ‘conoceré’ a mis padres biológicos ni volveré a ver a la familia con la que crecí toda mi vida? ¿Viviré con esa certeza que no tendré más compañía que Vlad, tal vez Danni, y algunos de mis amigos fantasmas? ¿Y si llego a olvidarlos? ¿Y si no el paso del tiempo el recuerdo de su vida se hace borroso y hasta pueda olvidarme a mí mismo?
--Daniel, no quise provocarte daño… es solo, tan solo que hay algo que necesito decirte mas no tengo idea de cómo lo tomarás. –suspiró.
Debió haberse dado cuenta de mis pensamientos nada sanos.
--¿Qué es lo que necesitas decirme? –pregunté, la curiosidad cesaba la melancolía de mi futuro, nuestro futuro cruel.
--Yo… –se interrumpió, lo miré y parecía reconsiderar sus palabras –yo tengo una teoría de lo que puede estar sucediendo en la Zona Fantasma, ambos sabemos que ‘tus enemigos’ no siguen órdenes de nadie que no pueda darles algo a cambio… ambos sabemos que Dumbledore no tiene algo que ofrecerles y aun así cada fantasma que llegaste a conocer ha venido a ‘visitarte’. –asentí, esa era algo en lo que ya había pensado y la razón a descubrir me estaba costando dolores de cabeza y menos horas de sueño. –Si no me equivoco, mi teoría podría explicar de igual manera la ausencia de Clockwork.
--¿Cuál es esa teoría Vlad? –debía saberlo, aparte de lo extraño que el comportamiento de mis enemigos era, lo que más me interesaba saber el por qué Clockwork no había aparecido frente a mí. Él también es parte de mi familia.
--Recuerda tus clases de historia Daniel, dime ¿Qué sucedía cuando un rey era vencido? ¿Qué sucedía con su reino? –genial, yo aquí tratando de entender la ausencia de Clocwork y Vlad recordándome la escuela.
--¿Cómo eso es relevante? –ante su mirada seria, dándome por vencido, intenté recordar –El que derrotaba al rey tomaba su lugar, repartía el reino o decidía reinar de manera diferente al antigua rey, creo. –contesté apenas.
--Bien, Daniel, ahora dime ¿Quién derrotó al antiguo rey de la Zona Fantasma? –siguió Vlad.
--¿Y yo cómo voy a saberlo? –pregunté molesto –El último rey o único rey del que tuve conocimiento fue Pariah Dark y él sigue en su sueño eterno en algún lugar de la Zona Fantasma. –dije con algo de cansancio.
--Dime, Daniel, ¿Qué sucedió hace dos años cuando Amity Park fue enviada a la Zona Fantasma por orden de Pariah Dark? –seguía Vlad con su inmutable rostro vampírico.
--¿Te refieres a cuando cierto vampiro-fantasma lo despertó de su Sueño? –dejando el sarcasmo a un lado continué –Lo detuvimos…
--Error, lo detuviste, lo derrotaste. –intervino Vlad.
Oh cielos.
Vlad no acababa de decir lo que dijo. ¿Verdad?
>>Continuará...