All you need is love
XXII
Distancia
Las cosas estuvieron bien… por un tiempo. Danny se sentaba a mi lado en el Gran Comedor, pasaba las tardes conmigo en un lugar cercano al lago o explorando el inmenso castillo, hacemos nuestras tareas o volamos por horas. Él vuela en su forma fantasmal y yo le sigo con mi escoba, a veces jugamos a las carreras o nos adentramos al bosque prohibido. Por las noches va por mi y luego me lleva a volar sobre todo el lugar, si antes me gustaba recorrer el colegio por las noches digamos que volar no está nada mal.
Incluso, tomé una de las clases que eran opcionales en este sexto año, tomé astronomía. Así comparto dos clases con mi hermano, Pociones y Astronomía, las únicas materias que le permitieron cursarlas como estudiante de sexto y no de quinto. Soy un desastre en ambas materias, pero Danny me ayuda demasiado, me dijo de su anterior sueño de convertirse en astronauta y que esa era la razón por la que se sabe las constelaciones de memoria; su gusto por Pociones también es increíble y su manera de explicar, es un buen maestro de esas materias, a él sí le entiendo.
Así fue durante algunas semanas, así fue hasta que descubrí que varios de sus compañeros de Casa iniciaban a molestarlo. Primero pensé en intervenir, luego pensé mejor las cosas, Danny está prácticamente en el corazón del problema, cualquier cosa que quiera hacer por él, tarde o temprano se las cobrarán a él, en un momento que esté descuidado. Y no quiero eso. No quiero que Danny corra peligro en su misma Casa… por lo que hablé con él y le expliqué mis motivos.
--Harry, sabes que puedo cuidarme bien ¿No es así? Nada me pasará. Lo que hacen y dicen no me afecta, he estado en peores situaciones. –replicó.
--Eso es precisamente lo que no quiero Danny, no quiero que estés en una ‘mala situación’, al contrario, quiero que disfrutes el tiempo que pasarás aquí. Te faltan dos años, y no es justo que te cuides la espalda cada día que pasa. –insistí.
--No me interesa, yo tan solo quiero pasar más tiempo con mi hermano. –dijo Danny con sinceridad.
--No es como si fuéramos a dejar de vernos, además los paseos por las noches son más divertidos. –persuadí.
Quizá soy bueno persuadiendo, quizá Danny logró ver las cosas desde mi punto de vista… quizá me vi patético… pero él aceptó. Desde ese día, los únicos encuentros entre mi hermano y yo fueron los nocturnos, esos instantes en los que Danny ingresa a la Torre Griffindor específicamente a mi cuarto, en el reducido espacio que las cortinas rodean mi cama; entra en ese espacio privado y hablamos, hablamos sobre lo que sucedió durante el día, hablamos sobre algunas clases y profesores, hablamos de lo que le sigue sorprendiendo a Danny y de lo que le puedo enseñar sobre el castillo.
Hablamos sobre las inquietudes acerca de las circunstancias, él entre varios chicos cuyos padres pueden estar dementes y yo compartiendo el mismo techo que uno de las marionetas del director. Luego que llega la media noche, él se va y yo procuro dormir. Pero, esa sensación de soledad parece aumentar cada vez que lo veo partir.
Si se lo hago saber, si le dijera que me retracto de lo que antes de dije y que me enfrentaré contra quienes quieran hacerle daño en lugar de fingir que ya ni nos hablamos, sé que volverá a desafiar a todo el colegio y volverá a sentarse a mi lado cuando estemos en el Gran Comedor, sé que se alejará de Draco y los otros chicos Slytherin con los que estableció amistad y que pasará más tiempo conmigo, las tardes, horas libres y los fines de semana. Pero, tengo claro que fui yo quien le pidió ya no hiciera lo que mencioné, no quiero que se meta en problemas, no quiero que corra peligro. Ni yo mismo me entiendo.
Mi amigo experto en botánica me ha dicho tonto. Dijo que era un tonto por haber obligado a mi hermano a poner distancia entre nosotros, dijo que era un tonto porque a pesar de ahora ver mi error no hago nada para solucionarlo… claro que no sabe de las visitas nocturnas que Danny me hace, ni de los paseos que solemos realizar, ni de todas las reglas que rompemos apenas todos duermen.
Se acercaba Halloween, la fecha exacta en que algo sucede, el aniversario de la muerte de mis padres… el aniversario de la separación de mi hermano. Algo extraño pasa, siento como si todas mis amalas emociones estuvieran apoderándose de mí… no como el año pasado en que la mayor parte del tiempo estaba enojado y desquitaba mi furia y frustración con todo aquél que se me acercara… no, esta vez siento que solo confusión, impotencia y arrepentimientos pasados están tomando el control de mi, podría decirse que me siento deprimido. ¿Por qué?
Y otra cosa más… se supone que Defensa Contra las Artes Obscuras es una de mis materias favoritas, ¿Por qué me siento más deprimido cuando tomo esa clase? También volvieron ‘mis amigos’… empezaron siguiéndome, luego la distancia entre ellos y yo fue haciéndose más corta, y cuando menos me di cuenta ya estaban a mi lado como los años pasados. Nos les hacía caso, intentaba ignorarlos, pero sus palabras se iban taladrando en mi cabeza, lo que decían se repetía como algo que debe grabarse en mi mente. Ya no lo soportaba.
Danny no llegó a vernos juntos, cada que él pasaba por algún pasillo cerca de los títeres y de mí, los buenos titiriteros se ocultaban y Danny no llegaba a verlos. ¿Por qué tengo el presentimiento que Danny podría saber lo que me sucede? ¿Y si comparto lo que siento con él y tan solo consigo deprimirlo también? Él dijo una vez que no estaba listo para hablar sobre nuestros padres, él sigue creyendo que sus padres son los muggles que cuidaron de él. No lo culpo. Al menos él tuvo padres.
Otra vez ese sentimiento. ¿Cómo lo detengo? Si fuera producto de un Dementor al menos ya sé el hechizo que puede alejarlo… pero así, sentirme así de la nada, ¿Así cómo puedo detenerlo?
Perdido, ahogándome en mis pensamientos, no me di cuenta que me quedé solo en el salón de Defensa Contra las Artes Obscuras. Era la última clase del día. Sólo las ganas de seguir ahogándome en mi miseria aumentaban. Sentí que el cansancio se apoderaba de mí. Sentí que mis ojos se cerraban por sí solos… escuché un grito, alguien gritaba mi nombre, era Danny… ¿Quién es ‘Espectra’?
Con lentitud mis sentidos volvían a despertar, escuchaba el llamado de mi hermano, sentí que me movía la cara en un intento de despertarme, gruñidos de inentendibles salían de mi boca y mis aojos poco a poco se abrían y enfocaban la vista. Danny estaba en su forma fantasmal, sus ojos neón me miraban con preocupación aunque el alivio era el que iba ganando terreno en su rostro.
--¿Qué sucedió?... Por favor dime que no me desmaye o algo parecido. –dije tratando de aligerar la tensión en él.
--¿Desmayarte? No, no. Tan solo decidiste tomar una siesta en el salón de clases. –me siguió la corriente.
--En ese caso, no lo volveré a hacer… me siento peor que cuando competimos por el bosque y termino todo golpeado por las ramas de los árboles. –decía mientas intentaba ponerme de pie.
--Hubiera preferido que fueran ramas las que te golpearan que lo que en verdad sucedió. –lo miré sin preguntar, era bastante claro lo que quería saber, él continuó –‘Espectra’ es un fantasma que se alimenta de las dudas, la tristeza, la desgracia humana, todos los sentimientos negativos que una persona puede albergar ella los usa como fuente de vida. Y no me di cuenta que ella estaba aquí… lo siento.
--¿Por qué te disculpas? –pregunté.
--Por no darme cuenta de su presencia, por no haberme fijado en tu cambio de humor, porque casi pudo haberte pasado algo mucho peor que simples golpes de ramas. –decía Danny con angustia.
--Danny, no fue tu culpa. No había manera que sintieras a una fantasma ‘poseyendo’ a un humano. –dije al recordar lo que una vez me contó.
--Pero aun así… –seguía mi hermano.
--Lo descubriste a tiempo, me salvaste, es lo cuenta. –dije con una sonrisa en un intento de calmarlo un poco.
--Verás… no fui yo quien lo descubrió. Fue Dalv. –eso sí me sorprendió.
--Bueno, en ese caso le debo a Dalv uno de sus postres favoritos. –dije con gracia –Debo agradecerle de alguna forma.
--Claro, yo también debo agradecerle. –dijo un poco más relajado –Oye, ¿Yo también puedo tener un postre?
--Lo pensaré. –gruñó por lo bajo –Por cierto, ¿Qué sucedió con Espectra?
--Uh… no te preocupes, ella está en donde no debió haber saldo desde el principio. –dijo mirando a otro lado, lo me indicaba que no quería hablar todavía del tema.
Caminamos por los pasillos no tan poblados del castillo, decidí ir a tomar un poco de aire antes de la cena y Danny me acompañó. Estuvimos en silencio un buen rato, las miradas furtivas de Danny indicaban que estaba planeando una manera de decir algo importante, tras otro par de minutos al fin habló.
--Harry… es probable que más fantasmas vengan a Hogwarts. –dijo introduciendo el tema.
--¿Más fantasmas? –pregunté para indicarle que continuara pues el silencio que le siguió a su noticia ya era demasiado largo.
--Vendrán por dos razones: la primera, Espectra esparcirá la voz en la Zona Fantasma que sigo vivo y el lugar donde estoy por lo que es probable que intenten buscarme algunos de ellos; la segunda, es probable que el viejo se haya aliado con algunos de ellos y también creo que incriminará a Tom. –explicó.
Nuevamente me sentí preocupado, por lo que Danny me llegó a contar, hay un par de fantasmas que buscan capturarlo… mi hermano está en peligro, no solo sus antiguos enemigos sino que el director está tras él.
--Danny, ¿Crees que el director esté enterado de tu otra mitad? ¿Crees que él sepa de Phantom? –no me explico otra manera por la que se haya aliado con fantasmas si no lo supiera.
--La verdad no lo sé. –suspiró –Pocas personas saben sobre mi secreto y los fantasmas de este lugar me juraron guardar mi identidad y confío en ellos, debo advertirle a Tom. Pero primero, Harry, estoy seguro que correrás peligro…
--No lo digas. –lo interrumpí.
--Pero…
--Sé lo que dije y créeme que no fue la mejor idea. No permitiré que por este incidente digas que lo mejor es que sigamos como hasta ahora, distantes. Eso fue lo que me hacía hundirme, eso fue lo que me hizo un blanco fácil para Espectra, así que no lo digas. –advertí.
--… bien. Entonces, tenemos que prepararte. Te contaré un poco sobre cada uno de mis adversarios, bueno, sólo de los que podrían venir. –dijo con un poco de resignación.
--Eso está mejor. –sonreí.
--¿Y mi postre? –preguntó.
--Oye, aún no cenas. Espera hasta cenar o arruinará tu apetito. –dije sin pensar.
--Vamos Harry, tengo ganas de algo dulce, tan solo un poco, ¿Sí? –insistió.
--Sólo si traes a Dalv, recuerda que él también se lo merece. –dije derrotado.
Tras una expresión de victoria Danny corrió en busca de su mascota. Qué extraño me sentí, casi sentí que me decía ‘mamá’ como burlándose de mi advertencia de arruinar su apetito… ¿De dónde saqué una frase así?
Esperen, ¿Cómo pudo Dalv ‘decirle’ a Danny sobre Espectra?
>>Continuará...