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All you need is love por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

He aquí la continuació, desde el punto de vista de Harry.

 

El próximo capítulo lo subiré el 2 de Diciembre. Por cierto:

 

 

 

"¡Feliz Cumpleaños (atrasado) a Luna!"

 

 

 

 

 

 

All you need is love

 

XXVI

 

Charla

 

 

 

 

 

 

 

El tiempo sigue su curso como siempre, rápido en ocasiones cuando se disfruta el momento, lento cuando se tiene prisa y casi eterno cuando la incomodidad está prácticamente materializada justo al lado. Sea como fuere, las vacaciones de invierno llegaron con rapidez, mi hermano y yo pudimos ir a la casa Black con Sirius, Remus, Severus y Vlad. También Riddle estaba ahí, ¿Cómo llegó?  ¿Quién lo trajo? O ¿Bajo orden de quién estaba ahí? No tenía una idea clara, lo que sí noté, fue el ambiente tranquilo que invadió la casa.

 

Era cálido cada lugar, cada habitación, cada rincón… se sentía como al lugar a que siempre quisiera regresar. Se sentía como un hogar. Aun no es Noche Buena y yo ya siento que tengo el mejor regalo de todos, tengo un hermano, mi padrino, un ‘tío’ sobreprotector, un hermano, una tregua de paz con mi antes odiado profesor Snape, el guardaespaldas-híbrido-minino de mi hermano y… también está Riddle. La verdad tras Riddle. La mentira que fue mi vida. No quiero pensar en ello, no cuando tengo una gran familia ahora, no con todo el cariño que recibo en solo una mirada.

 

A pesar del éxito del plan de Riddle de infiltrarse en Hogwarts, su cercanía extrema y su afán por estar todo el tiempo a mi lado, cierto día, para mi alivio, Riddle empezó a tomar su distancia. Ya no estaba tan cerca todo el tiempo pero se encargaba de hacerme saber que ahí seguía él, esperando en las sombras a que sea yo quien me acerque a él, a que sea yo quien inicie un saludo, una plática casual… a que me acerque a hacer las preguntas que siguen en mi mente con respecto a él. Quizá espera que le grite, que le reproche, que le hechice… espera que libere mi ‘odio’ contra él.

 

Los demás también lo esperan.

 

Me he dado cuenta, que mi hermano, Vlad y el profesor Severus esperaban que descargase mi rencor desde la primera vez que Riddle y yo nos encontramos en Hogwarts; en estos días de vacaciones, he notado que Sirius y Remus también esperan mi explosión contra Riddle; quizá yo también lo he estado esperando, quizá tan solo no sé cómo iniciar… quizá tema no poder controlarme y hacer algo de lo que luego me arrepienta. Por fortuna, no me insinúan nada, no me presionan a hacer algo a lo que no estoy preparado, ellos esperan y hacen lo posible por darme paz y tranquilidad.

 

Aunque Danny… bueno, él… desde ayer en la mañana parece algo ‘perdido’, está distraído, se queda metido en sus pensamientos durante bastante tiempo y a veces parece demasiado confundido, algo desesperado y un poco triste. Sé que algo descubrió, algo que aún no entiende o acepta del todo, algo que aún no está listo para decírmelo. Vlad, en su forma minina, está de igual manera. A veces Danny está en un sillón y Vlad está frente a él, como haciéndole compañía, como custodiando el estado de análisis en el que mi hermano está sumergido. La vista es curiosa, un gatito blanco que mira detenidamente a un chico perdido en el espacio de su mente.

 

Hay ocasiones en las que me dan ganas de plantarme frente ante mi hermano, preguntarle por lo que le agobia, proponerle que me cuente y resolver el problema entre los dos, juntos, luego recuerdo que al momento de exigirle algo, Danny hace lo contrario. Debo ser paciente, cuando esté listo, Danny me lo contará.

 

O podría enterarme de otra manera. Si no recordaba mal, Vlad se reunía con Riddle al atardecer de cada día, justo antes de la cena, para informar cualquier cosa en la que estén trabajando ellos dos. Seguí a Vlad, entró al despacho de Danny, el mismo que Danny le permitió a Tom y Vlad usar apara sus informes; como pude, con mis habilidades de entrar en lugares prohibidos y mi capa d invisibilidad, entré y me escondí tras uno de los libreros, los escuché hablar. Los escuché intercambiar ideas, teorías y frases un tanto extrañas. Fue de esta manera que me enteré de lo sucedido a Danny, la conclusión a la que llegó y la carga que implica la veracidad de la teoría revelada. Sin embargo, fueron otros temas los que llenaron mi mente al instante.

 

--Entonces fallaste al ‘declarar tu dulce amor’ al Potter menor, en su lugar decidiste ilustrarlo con clases de historia. Me decepcionas, Masters. –dijo Riddle, con burla, sarcasmo y cierto cinismo.

 

--Era conveniente. Si llegara a ‘declarar mi amor’ hacia Daniel ante que tuviera el conocimiento de su posible futuro, ante la revelación de la verdad tiempo después, mi ‘declaración’ habría estado en duda. –explicaba Vlad –A diferencia de tu caso y el de Potter, Daniel y yo hemos luchado innumerables veces, intercambiamos palabras, él ha detenido cada intento mío por apoderarme de la Zona Fantasma, del mundo entero y de Amity Park según el humor en que me encontraba. –contó con gracia y algo más en su voz, siguió con la seriedad de alguien que sabe lo que dice–Con tantas batallas, con tantos planes y manipulaciones de por medio, sería natural que ‘mi declaración’ fuera un ‘paso’ más para reinar la Zona Fantasma.

 

>>Ya he esperado dos años, puedo esperar más. –dijo Vlad.

 

Lo dijo sin prisas, sin resignación… lo dijo como si el tiempo no fuera un problema para él.

 

Esperen, esperen… ¿Vald? ¡¿Vlad?!... ¿Vlad ‘con sentimientos’ hacia MI hermano?... ¿Que no se supone que Vlad tiene la misma edad que los padres de Danny?... Luce joven, sí, pero eso no… eso podría… ¿Cómo es posible?... Si con el tal Dash estaba en desacuerdo con sus intenciones, cómo aceptar las de Vlad.

 

¿Danny lo sabe?

 

No.

 

¿Lo intuye?

 

Quién sabe.

 

¿Vlad?

 

Oh, Merlín. ¿Qué voy a hacer?

 

Por más que intente ignorarlo, por más que intente negarlo, Vlad conoce a Danny demasiado bien. Conoce su pasado, conoce su manera de pensar, conoce su carácter y estoy seguro que fue él con quien Danny expresó su tristeza, su duelo, sobre la pérdida de su familia.

 

Es posible que en el tiempo que llevamos juntos mi hermano y yo conozcamos más de nosotros mismos pero, aunque no quiera admitirlo, aún hay algo que nos separa, algo no podremos recuperar y que es un factor importante: tiempo.

 

¿Cuántas veces he mencionado esa palabra últimamente? Desde que Danny me contó sobre Clockwork, no he podido sacármelo de la cabeza, el flujo del espacio, las constantes olas del pasar de los años.

 

Todo es admirable, interesante y algo atemorizante.

 

Con tantos fantasmas que los últimos meses que he conocido, con tantas batallas y con tantos paros cardiacos ante las luchas de mi hermano, me pregunto si existirá una razón por la que el “Amo del Tiempo” no se ha presentado… o no soy digno de conocerle o, aún no es el tiempo adecuado.

 

Ya sé, ya sé, no tiene nada que ver lo uno con lo otro… tan solo no me cabe en la cabeza, lo que descubrí de Vlad. Y que Riddle lo supiera.

 

--Hace tiempo que Masters se retiró. ¿Por qué no sales ya, Potter? –escuché la voz de Riddle.

 

¿Desde cuándo estuvo consciente que los escuchaba? ¿En qué momento Vlad salió del despacho?

 

--Sabes Potter, si tu respiración no fuera tan ruidosa, no te habría escuchado.  –comentó Riddle.

 

Salí sin decir nada, sin explicaciones, sin intentos de escape, sin excusas… tan solo salí. Ya me había descubierto, jugar al inocente no habría funcionado. Me quité la capa de invisibilidad y me dirigí hacia el despacho. Un par de felinos ojos verdes, similares a los míos, me miraban con atención.

 

Riddle en su forma minina seguía sorprendiéndome, me cuesta trabajo relacionar el felino negro de ojos verdes con Riddle en su forma normal, no viperina ni desquiciada, normal. Relajándome un poco, me senté en uno de los sillones que están justo frente el escritorio, quedé más o menos al nivel que Riddle.

 

Sigo sin acostumbrarme a él.

 

Es difícil olvidar, cambiar mi perspectiva de gran parte de mi vida… es difícil olvidar y empezar de nuevo.

 

--Sigues estando incómodo ante mi presencia. –dijo Riddle moviendo su cola de un lado a otro, con sus gatunos gestos observándome.

 

No contesté, más bien me pregunté cómo es que de alguna manera sabía lo que cruzaba mi cabeza, no creo que esté usando legimentis

 

--No te molestes, no hago más que leer tus facciones; al contrario de lo que deseas creer, eres muy expresivo. –dijo Riddle.

 

Seguí sin responder. ¿Qué podría decirle?

 

--Veo que mi presencia sigue siendo un obstáculo para que sigas adelante y olvides el pasado. Estoy consciente que ‘olvidar’ no será sencillo, también estoy consciente que apenas y me toleras… no por decisión propia sino para el bien de tu hermano. –dijo con seguridad, como si en verdad me conociera.

 

--¿Esperas que pida disculpas? –fue lo único que salió de mi boca.

 

No había miedo, no había rencor, no había burla en mi voz. Era calmada y neutral, no recuerdo haber usado ese tono de voz anteriormente… ah, ya recordé, lo usé las primeras veces que intenté hablar con Danny luego de nuestro primer encuentro, nuestro primer desastroso encuentro.

 

--Por supuesto que no. No tendría sentido para ninguno de los dos, tan solo me gustaría que me dijeras lo que quieres decir, que me reclames, me golpees o lo que quieras… has lo que tengas que hacer para que tu carga, tu pasado, disminuya. –terminó de decir más como una petición que como una sugerencia.

 

No es tan sencillo…

 

--Dime algo, dime cuanto me odias por haberte arrebatado a tus padres, por haber provocado que te alejaran de tu hermano, por haber sido el culpable de tu vida miserable. –dijo Riddle con un extraño tono de voz. Parecía un susurro, se escuchaba… arrepentido… molesto, pero no conmigo.

 

Aun sin decir palabra, Riddle inició a contarme su vida: su estancia en el orfanato, su encuentro con Dumbledore, su asombro del Mundo Mágico, su desarrollo en Hogwarts, su deseo de conocer más el mundo; me contó sobre los cambios que vio necesarios en el Mundo Mágico, me contó sobre lo que sus viajes le mostraron, me contó sobre sus ‘amigos’ que dijeron siempre lo seguirían; me contó lo que el poder y tanta visión le hicieron hacer, me contó sobre los términos que adoptó, los ‘Mortífagos’ y mismo ‘Lord Voldemort’, me contó de su ‘ligero’ quiebre de su razón y de los actos malvados que llegó a cometer… de los actos malvados que ordenó ejecutar a sus Mortífagos. Me contó tantas cosas, incluso lo que le llevó hasta mis padres.

 

Con una curiosidad para nada sana, escuché el cómo, el por qué y lo que sucedió después de la muerte de mis padres, de Danny y míos, nuestros padres. Sin embargo, también escuché la duda que llegó a invadirle al ‘Señor Obscuro’, de sus propios labios escuché cómo es que no pudo matarme, de sus propios labios y recuerdos llegó a mí el relato de la intervención de Dumbledore, la batalla, el error de haberme ‘marcado’ y la desintegración total de Voldemort.

 

Riddle me contó sobre sus años como algo menos que un humano y nada parecido a un fantasma, me contó sobre sus caminos, sobre sus decisiones, sobre su búsqueda por una manera de regresar a ser humano; me contó los verdaderos sucesos del primer año, palabras que nunca dijo, amenazas inexistentes y explicaciones que no recuerdo, el enfrentamiento por la Piedra Filosofal no es para nada como la recuerdo… Dumbledore intervino, en mi interacción con Riddle y en mis memorias.

 

En segundo año, eso sí fue real en cierto punto: me encontré con su versión aun-estudiante-de-Hogwarts y hablamos, nos conocimos mejor y bajé a la Cámara de los Secretos, su versión joven quería que cuidara del Basilisco… hasta que Dumbledore apareció nuevamente y plató malas memorias de un intento de asesinato hacia la hermana de mi amigo y hacia mí, también que la muerte del Basilisco fue a causa de mi habilidad con la espada Griffindor.

 

Durante el tercer año, Riddle no intentó nada contra mí, todo lo ocurrido fue a causa de Dumbledore y ‘mi amigos’. Lo bueno de ese año, Sirius salió libre-escapó de prisión, conocí a Remus y me enteré de la inocencia de mi padrino, aprendí un hechizo poderoso y aprendí a no temer al miedo. Conocí más sobre el pasado de mis padres, de sus años en el colegio, me sentí más cerca de ellos.

 

Ya en el cuarto año, el complot por enrolarme en el Torneo de los Tres Magos fue real, el conjuro para la resurrección de Riddle fue cierta, conocí a algunos Mortífagos, pero, no hubo torturas, nadie ordenó la muerte de Cedric, no hubo duelo contra Riddle; Dumbledore apareció y se encargó de todo, mató a Cedric, implantó dolorosas memorias y usó el cruciatus para que no olvidara el dolor físico, fue contra él que mi magia invocó a los muertos. Jugó con mi memoria varias veces, se encargó que nadie se enterara, se encargó del falso Moddy y se aseguró que nadie sospechara de él. El mismo Dumbledore de encargó de esparcir el rumor sobre mi sanidad mental ese verano.

 

Riddle seguía y seguía contándome las cosas como ‘en realidad’ fueron. Cada palabra, cada hecho narrado, cada ‘situación’ del pasado… completamente distinto en mis recuerdos implantados.

 

Mi vida, tan solitaria, llena de remordimiento, impotencia y desesperación… una mentira.

 

No fue más que una mentira.

 

Sí, ya me lo había dicho, y me lo habían advertido y me lo habían repetido tantas veces que me había resignado… pero, escuchar los detalles, escuchar lo que en verdad sucedió de la boca de un testigo, es más devastador.

 

Quien creí mi familia y amigos, fuero en realidad quienes más daño se encargaban de brindarme. La primera vez que me sentí aceptado, que sentí que pertenecía a algo especial, no fue más que escenarios, acciones tomadas por alguien más… hilos invisibles de un titiritero que se movían bajo su mano y sólo con su voluntad.

 

Dejé de escuchar.

 

Ya no quería saber más de la realidad, sentí que no soportaría lo que la verdad representaba en mi vida.

 

--¡Harry! –llamó Riddle con fuerza, en su forma gatuna estaba en mi regazo con un semblante preocupado, tan preocupado como un minino lo puede estar –Lo siento, no quise hacer que te entristecieras. –dijo con sinceridad –Y antes que inicies a deprimirte, piensa en lo que ahora tienes: tienes un lobo, un can, un híbrido, un híbrido gatuno, una serpiente y… me tienes a mí.

 

--Remus, Sirius, mi hermano, Vlad, el profesor Snape y… tú. ­–quise corregirle, mi vos seguía neutra, hable si pensar que al estar consciente de mi voz creí que se quebraría en cualquier momento.

 

Tomando en cuenta el tono de mi voz, Riddle volvió a su lugar sobre el escritorio, dejando libre mi espacio personal.

 

--En verdad no quise hacerte pasar un mal momento. Supongo que adelantaré mi regalo de Navidad, esto es para ti, espero que lo conserves cerca. –dijo deslizando una pequeña caja de terciopelo verde.

 

Luego de hablar saltó del escritorio y se dirigió a la salida. Me quedé solo, en parte necesitaba del silencio para aplacar mi mente… la cajita llamaba cada vez más mi curiosidad, me levanté para tomarla y sin soportar no saber lo que había en el interior, la abrí.

 

Era un anillo de oro, en lugar de alguna gema labrada o un diamante exageradamente invaluable, había una pequeña piedra negra, era muy extraña, era sencilla pero eso no la hacía menos hermosa, haciendo inigualable el diseño del anillo completo.

 

Había una pequeña nota que decía “Es una reliquia familiar, cuídala bien.”

 

 

 

 

 

 

 

>>Continuará...

 

 

Notas finales:

En Navidad, ¿Qué le regalarían a Harry y Danny? ¿De parte de quién sería su regalo? Fnatasmas, magos y muggles (con ayuda de Clockwork también puede ser de parte de la familia y amigos de Danny y hasta de Lily y James Potter) Mencionaré al personaje y su regalo, no se repatirá el personaje y no más de dos regalos.

Gracias por leer.


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