All you need is love
XXVII
La Zona Fantasma
De por sí Navidad era una fecha algo susceptible para mí, los recuerdos me comerían vivo en estas fechas y a pesar de ello decidí celebrar con mi hermano, Sirius, Remus, Sev, Tom y Vlad, decidí esforzarme en disfrutar con mi nueva-antigua familia y darle a Navidad una nueva oportunidad en mi vida. Gran fracaso.
En estos días que transcurrieron desde que Vlad me contó 'su teoría', he estado pensando en la manera de contarle a mi familia... decirles lo que Vlad sospecha implicaría decirles más cosas. Cosas de las que aún no quiero hablar. No ahora que estamos juntos y disfrutando de algo que creíamos perdido. Mi estado meditativo alertó a Harry, mi padrino me tenía bien vigilado, Remus y Sirius tratan de estar siempre presente, Tom observaba desde un rincón siempre atento y Vlad... Vlad me acompaña cada que me pierdo en mis pensamientos. Creo que se siente responsable de mi cambio de personalidad.
Tal vez no debí prestar tanta importancia, es decir, lo que Vlad dijo fue una 'teoría', tan solo una teoría... y el único ser que podía responder era Clockwork... quien no me había visitado desde hace tiempo. "Sé que me ve, sé que me tiene vigilado, sé que él sabe que daría lo que fuera por hablar con él en este instante... y sé que no vendrá si aún no es el momento adecuado." pensé. Y sin darme cuenta, la cena de Navidad estaba por empezar. ¿Tanto tiempo me perdí que no me di cuenta?... Al parecer sí. Me regañé a mí mismo, no podía desperdiciar el tiempo que tengo con mi hermano... no si es tan poco... debo preciarlo... ¿Cierto?
Sacudiendo mis dudas entré al comedor, intenté bromear con Sirius, intenté molestar a Vlad y Tom, reí con mi hermano y a Remus le entregué un chocolate que tenía guardado sólo para él. Superaron la sorpresa de verme actuar como normalmente lo hacía... y luego que abracé a mi padrino... volvieron a quedar petrificados, tal parece que aún no hacen a la idea de que mi padrino no es alguien con el corazón de piedra como solían creer... o su desconcierto podría ser el que fui yo quien inició una muestra de cariño. Valla, decir esto me hizo sentir como que nunca... olvídenlo, ya me estoy saliendo del tema.
Todo parecía ir bien, en serio, pero algo sucedió, algo que cambió varias cosas y que le dio a esta fecha un sentido completamente lejano a lo tenía en mente sobre una relativa cena de Navidad normal. No por lo que puedan creer, no, no hubo batallas ni planes siniestros que se alzaran de las sombras, no hubo muertes y no hubo interrupciones externas… bueno, no hubo interrupciones de parte de magos o Muggles… y no, no hubo fantasmas infiltrados. Las barreras de protección de la Casa Black eran bastantes poderosas que incluso protegían a sus habitantes contra fantasmas, bueno, fantasmas mágicos pero de igual manera funciona con fantasmas de la Zona Fantasma.
Salvo Clockwork.
A mitad de la cena, un portal se abrió sobre la mesa, al fin Clockwork apareció... mi amigo, mi mentor, lo más cercano a un padre… el "Amo del Tiempo" que tantas veces ha entrado a la Casa Black, quien hacía tiempo que no le veía y que no podría reclamarle pues sabía que él me observa, al fin volvió a aparecer.
Todos se tensaron, supongo que cualquiera en su sano juicio se sentiría amenazado por un desconocido que se aparece de la nada en medio de la sala… por instinto los magos tomaron su barita, Harry, Sev, Remus y Sirius sacaron sus baritas y apuntaban al portal, sin contar con que los últimos tres mencionados se colocaron frente a Harry y mío para bloquear la posible amenaza del portal; Tom parecía dudar entre usar su magia o no; Vlad se transformó en Plasmius, lo último me sorprendió y luego lo entendí cuando recordé que Vlad no conoce al Clockwork, ha escuchado hablar de él y quizá llegó a verlo de lejos en la Zona Fantasma pero no lo ha conocido ni hablado con él directamente. Clockwork sonrió en su forma adulta para luego transformarse en su forma con más años, lo saludé para relajar la tensión y ceo que funcionó… a medias.
Cuando dije su nombre, Vlad regresó a su forma minina, Tom se decidió por no usar su magia y seguir como estaba al igual que Vlad en su forma gatuna, Remus le veía analizándolo como posible amenaza a lo que consideraba familia/manada, Sirius y Sev seguían en con una postura entre relajada y listos para atacar... y Harry, mi hermano no había bajado su barita pero por la impresión, al fin se le había cumplido su deseo de conocer a Clockwork, mi mentor, mi figura paterna.
Sin embargo, antes que volvieran a tomar sus asientos y enfocar su mente en las cosas que estaban haciendo o en formular preguntas que hacer, Clockwork abrió un portal y nos pidió que le siguiéramos. Claro que le seguí, era Clockwork de quien estoy hablando, Vlad saltó a mi hombro izquierdo para quedarse ahí e ir conmigo tras el Amo del Tiempo y mi hermano no se quedó atrás, su curiosidad y su impaciencia de conocer a mi mentor desde que le hable de él ganaron a las advertencias que Sirius, Remus, Sev y Tom expresaron en vos alta. Los adultos al darse cuenta que no podrían disuadirnos se unieron a nosotros en nuestro camino a través del portal.
Ni en un millón de años me hubiera imaginado lo que había del otro lado.
Claro que era la Zona Fantasma.
Por supuesto que podría haber uno que otro fantasma.
Pero, no aparecimos en la Torre de Clockwork, aparecimos en el castillo de Pariah Dark… todos los fantasmas que llegué a conocer y enfrentar, enemigos, amigos y aliados ocasionales, todos ellos estaba ahí.
Pensé que se trataba de algún tipo de fiesta navideña, ya saben, el tratado de paz establecido en estas fechas… nada de violencia entre fantasmas ni ataques a la Tierra… pero, Clockwork me dijo que era una fiesta, claro que sí… sin embargo, el motivo era otro.
Era MI coronación.
En mi estupefacción y en la de quienes me siguieron… no supe cómo reaccionar. Es decir, ¿Mi coronación?... ¿En serio?... ¿Cuándo acepté gobernar la Zona Fantasma?... ¿En qué momento ellos me aceptaron como Rey?... ¿Cuándo, cómo y dónde se estableció este acontecimiento?
Con todas estas preguntas en mi mente, con todas las otras preguntas que se amontonaban en mi interior… sumando la sorpresa, desconcierto y más que palpable duda de parte de mi hermano, mi padrino, mis tíos y de Vlad y Tom… ¿Cómo reaccionar?
Básicamente, exploté con mis preguntas, pasé de la estupefacción al enojo, digo, ¿Cómo pudieron realizar toda una ceremonia para la ‘coronación’?... No sería capaz de gobernar, soy demasiado joven y además, apenas hace unas semanas la mayoría había tratado de ‘matarme’.
Esta Navidad estaba resultando ser... todo un suceso.
Tras mi explosión, Clockwork me miró con una mirada comprensiva, aclaró que esta "Coronación" era meramente simbólica, dijo que era más una ceremonia de aceptación. No mía pues el título de soberano ya me pertenecía desde la batalla con Pariah Dark, dijo que era una ceremonia de aceptación de todos los fantasmas hacia mí como su próximo Rey.
Me explicó que, según mis 'proezas' por el bien de la Zona Fantasma y de la Tierra, que mis 'cualidades' eran admiradas por varios en ambos mundos y que, lo más importante, una amenaza *cof*cof*Dumbledore*cof*cof* se cernía directamente en el plano espectral. Dijo que el método que se estaba utilizando para invocar fantasmas directamente de la Zona Fantasma era peligroso. Admitió que aquellos que han ido en busca de matarme no tenían opción, dijo que mis amigos también fueron invocados pese a su poder natural.
Clockwork dijo tantas cosas, muchas que tenían sentido teniendo en cuenta lo que el viejo podría llegar a hacer con tal de recuperar el control de mi hermano, varias se escuchaban peligrosas, y, una que seguía sin entender: ¿Por qué yo? Ni siquiera era un fantasma completamente, yo era y sigo siendo un híbrido mitad fantasma, mitad humano... mago. Además, contaba con tan poca experiencia, seguía siendo un adolescente, ¿Acaso nadie lo veía?
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El tiempo pasa y pasa... y nunca deja de traer sorpresas consigo. Tras descubrir lo que mantenía a Danny tan ensimismado, tan encerrado en su mente, tan desconectado al enfrentarse a una situación así... entendí, traté de comprender lo mejor que podía. Mi hermano estaba cargando con algo que apenas y podía imaginar. Estuve esperando pacientemente, esperé a que tomara una decisión, y luego, luego no mesepararía de su lado. Estaría junto a él en la decisión que haya elegido. Enfrentaré a su lado las consecuencias, no permitiré que nadie me separe de él, no otra vez... ni siquiera el título de Rey de la Zona Fantasma.
Lo escuché, ese título es otorgado por derecho a Danny tras derrotar al antiguo Rey. Y pensar que al enterarme, lo único en lo que podía pensar era en la otra cosa que descubrí: Vlad admitió sentir algo por mi hermano. En ese instante, el que me arrebataran a mi hermano me aterró porque Danny y yo podríamos contra todo lo que se nos pusiera en frente, contra todas aquellas personas que interfirieran entre nuestra hermandad... pero, ¿Y el corazón? ¿Se puede luchar contra el corazón? Pensé que si Vlad ofrecía sus sentimientos a mi hermano, pensé que en algún tiempo, Danny podría llegar a quererle... y ya no habría espacio para mí.
¿Suena egoísta? ¿Suena como una tontería? Acabo de encontrar a mi hermano. Acabo de experimentar lo que una verdadera familia es. Pienso yo que temer perder lo que en toda mi vida carecí era bastante lógico.
Pero, durante el tiempo que Danny reflexionaba, yo también lo hice. Llegué a la conclusión que mi hermano no me alejará, que no me abandonará mientras esté en su poder hacerlo... infantilmente creí que yo siempre sería su prioridad. Digo 'infantil' porque, yo más que nadie, sé lo que es lo confuso y complejo de las emociones. Siempre cambiantes, siempre inquietas y peregrinas... no puedo negarle a mi hermano, si se llegara el momento, de conseguir una emoción estable como lo sería el de una pareja.
Tras aceptar esto, la noticia que mi hermano tanto ha meditado me cayó como un balde de agua helada, un reino, la Zona Fantasma, no está en esta dimensión por lo que él mismo me ha contado. Eso sí que es grave. Ahí sí que, de alguna manera, me arrebatarían a mi hermano. Y luego pensé en lo que este mundo tiene para mí, aparte de Sirius, Remus y sorpresivamente el profesor Severus y Riddle, no habría nada por lo que quisiera quedarme y... si me dieran a escoger, elegiría a Danny.
Ya estuve lejos de él por dieciséis años, no lograrán alejarme tan fácil del lado de mi hermano.
Se llegó entonces la cena de Navidad. Y Danny se presentó como si nada hubiera sucedido... bromeó, rio y convivió con todos, supuse que llegó a una decisión, me preparé para lo que siguiera, las consecuencias que su decisión trajera, las aceptaría con gusto, siempre y cuando estuviera a su lado.
En un momento de la cena, una extraña luz llamó nuestra atención, alguien encapuchado se apareció y tras superar el sentimiento de peligro por tratarse de Clockwork, el mentor de Danny, intentamos regresar a la normalidad. Como si 'normal' fuera algo común en mi vida. El caso es, al fin logré conocer a Clockwork. Esta persona... hee, fantasma, ha hecho tanto por mi hermano, sin duda tiene mi agradecimiento. De un momento a otro, cruzamos el 'portal' por el que el mentor de Danny había aparecido, llegamos a un lugar enorme, similar a Hogwarts, era un castillo... por las ventanas en la parte superior de la estructura se podía observar un ¿Cielo? con distintas tonalidades de verde, el ambiente era un poco frío y había sombras por todos lados. Lo que más llamó mi atención, era la cantidad de fantasmas reunidos en ese lugar, era fantasmas que ya había conocido cuando habían ido tras mi hermano.
Todo pensamiento se vio borrado cuando Clockwork dijo el motivo de tan extraño viaje: la coronación de Danny.
Sirius, Remus, el profesor Snape, Vlad y Riddle quedaron igual que yo, mudos y como estatuas ante lo que acabábamos de escuchar.
Nuestros ojos se concentraron en Danny.
Él estaba igual o más afectado que nosotros.
Y luego estalló en preguntas, se veía molesto y sorprendido, confundido y con tantas ganas de golpear algo. Los fantasmas presente jamás dijeron una palabra, tan solo observaban, Clockwork explicó algunas cosas y aunque sonaran descabelladas tenían tanto sentido que Danny no le quedó más que escuchar. Seguía molesto pero, ahora estaba concentrando en otros asuntos... la seguridad de este lugar.
Dio un gran suspiro y con lentitud se volvió a vernos. En busca de consuelo, de palabras de apoyo, de reclamos o de preguntas... en cambio, me acerqué y le sonreí, le dejé claro que estaría siempre a su lado sin importar lo que decidera. Miró a Severus, a Sirius, a Remus, a los mininos y de parte de ellos recibió un asentimiento en el que trataban de expresar mucho más que un simple acuerdo. Danny volvió a mirarme y esta vez, por sus ojos azules pasó una sombra, eso que me oculta y no me ha querido decir durante este tiempo está por salir a la luz. Volví a sonreírle para asegurarle que nada cambiaría.
Mi hermano tomaría una decisión, una que implica nuestro futuro, y no permitiré que me alejen de él.
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Fue el apoyo de Harry y de mi familia la que me dio la pauta para hacer la elección correcta. Una gran decisión en un momento tan corto, tan inesperado... sin embargo, sé y siempre lo tuve presente, mi deber era proteger, mi deseo de vida siempre ha sido buscar la seguridad para aquellos a los que quiero.
La Zona Fantasma es una dimensión ligada a la realidad que yo conozco, esa unión afecta a ambas partes, si una de ellas peligra, la otra corre el mismo riesgo.
No permitiré que la Zona Fantasma, el lugar en el que tengo tantas memorias, el lugar que ya es tan conocido para mí sea usado para fines crueles y viles de gente como el viejo, sediento de poder y ciego de ambición.
No permitiré que la Tierra, el lugar donde la familia que me adoptó, mi madre, padre y hermana que conocí, y donde también mis amigos nacieron, crecieron y formaron memorias conmigo se vea afectada.
No permitiré que dañen a la única familia que tengo: mi hermano, mi padrino, mis tíos y a Vlad; que a la familia que en estos pocos meses se ha formado y donde me siento aceptado corra tal peligro.
No si puedo evitarlo.
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Con un semblante solemne, Danny se volvió hacia Clockwork y le dio a entender su decisión.
Clocwork sonrió complacido, guió a Danny hacia un trono de aspecto tenebroso y le indicó que se sentara. Mi hermano, con un poco de reticencia primero, hizo lo que el Amo del Tiempo le pidió.
Al momento que Danny estuvo en el trono, algo sucedió con la estructura del castillo, las sombras fueron disminuyendo, las ventanas se fueron agrandando, aparecieron varios candelabros que iluminaban todo el lugar, las paredes no se sentían tan extrañas y el frío no era tan palpable como al principio, aparecieron banderas con el símbolo que mi hermano lleva en su pecho y algunas telas adornando el lugar donde estábamos, siempre los colores eran blanco y negro, sin embargo, detrás del trono los colores eran otros, eran azul y verde... casi igual que nuestros ojos.
Tales cambios sorprendieron hasta a los mismos fantasmas, luego que todo pareciera ya establecerse, Clockwork presentó a Danny ante todos los presentes, lo presentó como príncipe mientras llegaba el momento de la coronación real, al terminar, los fantasmas dieron un extraño grito y uno a uno fueron desfilando frente a mi hermano, le presentaban sus respetos, le traían regalos y sus amigos le ofrecían ayuda y lealtad. Esto sucedía mientras Sirius, Remus, el profesor Snape, los mininos y yo observábamos desde unos palcos que Clockwork arregló para nosotros. ¿Quién diría que mi hermano se convertiría en Rey… hee, príncipe?
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Mi decisión traerá más de una consecuencia, incluso a hora lo puedo ver, algunos de los fantasmas que pasan a presentarse parecen hostiles, me juzgan con su mirada y parecen estar más que obligados a estar haciendo lo que hacen, a estar en este lugar donde no quieren estar, planean sus siguientes pasos para sacarme del lugar que según ellos no me corresponde pues me encuentran indigno de tal privilegio… sin embargo, hay otros que parecen contentos, algunos parecen curiosos y me dan el beneficio de la duda, y claro que mis amigos ya aliados me ofrecen ayuda, hasta me traen regalos.
Me alegra el saber que podré contar con ellos para aprender las costumbres que existen, las reglas establecidas (no las de Skulker) y los tratados entre cada dominio existente. Y mi familia, cada que los miro recibo miradas que me anima, que me alienta a seguir con lo que decidí, que me dice que no me dejarán. Ahora, tengo que decirles de ‘mi condición’… espero que, no se lo tomen a mal, espero que puedan superarlo.
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Ahí está otra vez. Esa sombra en su mirada. Debo hacer que entienda que no está solo, pase lo que pase, diga lo que diga, cual sea el secreto que tanto guarda… yo estaré ahí.
Estoy seguro que el profesor Snape, Sirius, Remus, Vlad y hasta Riddle también lo estarán.
Sin duda, esta Navidad es algo que no podremos olvidar, es algo memorable, algo que marca un gran cambio. Sea cual sea el futuro, lo enfrentaremos juntos.
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Las consecuencias de mi decisión… las aceptaré. Por mi familia lo haré.
>>Continuará...