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Te amaré por siempre. ROXANNE por aurora_la_maga

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Notas del capitulo:

Hola chicas y chicos antes que nada quiero agradecer los comentarios favs y lecturas sé que esta pareja no es muy popular pero es full cannon!!! Asi que aquí sigo mi tributo a mis amores REIGISA!!!


Por cierto antes de leer necesito que las chicas del FB aprecien el video que subí al lado de este capítulo y si no eres parte del grupo reigisa o no me tienes agregada al FB (Que por cierto me pueden encontrar como AURORA LA MAGA) Pues te pido que busques en YOUTUBE un video que se llama así exactamente: Illian solo 1 Berlin 2011 (ESTO TE AYUDARA A IMAGINAR MEJOR EL BAILE QUE SE DESCRIBIRA EN ESTE CAPITULO)


NOTA: Míralo no te arrepentirás y quedaras enamorada de ese cuerpazo ><


En fin espero sus comentarios y gracias por leer!!!

Te amaré por siempre.

By:

Aurora la maga

 

El madrugada sobre la lejana tierra de Turquía permanecía silenciosa ante la llegada del Nuevo día, las montañas carrasposas eran suavemente bañadas por rayos mañaneros una extraña bruma se levantaba por toda la ciudad causando un ambiente verdaderamente siniestro. Todas las mañanas eran así en Turquía, mezcladas con el sonido de los diferentes templos en los que se adoraban a los dioses y causaba esa sensación de estar en un país de oriente en el que las voces, los violines y los timbales eran los ruidos más intensos y representados. Los enormes edificios que fueron construidas con las anchas y redondas cúpulas en las cuales al centro de estas se elevaban enormes columnas hacia el cielo era el principal paisaje.

 La guerra había exterminado con varios de estos sitios que apenas eran vueltos a ponerse en pie.

El reinado de Mustafá II estaba iniciando con buen pie derecho; pues un revestimiento de oro fue descubierto en los asentamientos algunos edificios que fueron destruidos, más riquezas se abundaban en aquel reino. Rin tenía todo a sus pies y esa noche también tendría a todos a sus pies, puesto que ya era su momento…. No había celebrado su coronación por el luto de su amado padre, pero esta noche tiraría  la casa por la ventana.

Los soldados rápidamente se movilizaron a cumplir sus órdenes y entre estos se encontraba Ryugazaki.

El peli azul regreso hace un día apenas de su viaje y ya estaba haciendo todo lo necesario para que las órdenes del nuevo sultán se cumplieran y como antes lo dijo Rin él se encargó de traer a toda su entretención con sus hombres guiaron a las caravanas que proveían de todos los pueblos ciudades y reinos. El palacio parecía una locura, la servidumbre estaba preparando un banquete, para todos los invitados que esa noche llegarían.

El gran evento se llevaría a las orillas del rio, que desembocaba en el Mar Negro de Turquía.

Aquel enorme sitio tenía un extenso salón, con pilares blancos adornados con mármol negro; el altar del sultán se decoraba con los mejores cojines y las mesas se adornaban con los mejores y más lujosos adornos.

El día fue transcurriendo rápido ya todos estaban terminando a eso de las 3 de la tarde, Ryugazaki estaba con un grupo de soldados formados a su frente y a los cuales expresaba.

-Esta noche, Mustafá II celebrara su coronación… aunque sea un clima festivo debemos estar atentos.-

-¿Atentos a que Rei?-

El de gafas conocía de antemano que un posible atentado pudiera darse, pues los mongoles siempre disfrutaban de atacar con la guardia baja la muestra  de que aquello era cierto la llevaba en su espalda. Sus ojos violetas apreciaron el montón de personas que deambulaba por el castillo cualquiera de esos sujetos podría ser un atacante y si el sultán moría sin un heredero, era probable que Mongolia cobraría las tierras de ese Rey. Tomo aire de su cansado pecho pues no había descansado nada desde que regreso… a sus recuerdos vinieron las últimas horas en las que vio a su amado rubio.

 

+*+._~~~R-FLASH BACK-G~~~_.+*+

 

Era la primera hora del día siguiente, después de haber tenido una hermosa noche ambos estaban de pie frente a la puerta. Rei abrazaba con fuerzas su delgado cuerpo el cual temblaba y suspiraba diciendo.

-¿En verdad debes irte?-

-Si… lo lamento mucho… Nagisa.-

El mencionado, aun en su abrazo cerro despacio sus ojos para tomar fuerzas y no llorar mas sin embargo el gesto infantil que su personalidad tenia logro ganar, se separó un poco de Rei y coloco su cabeza en su pecho para menarla de un lado a otro susurrando.

-AHHH, no quiero que te vayas, no lo hagas Rei…-

El mencionado esbozo una tierna sonrisa, sujeto entre sus manos aquel rostro y confeso dedicándole una mirada enamorada.-Regresare, lo prometo…-

-Rei…-

Ryugazaki se dio la vuelta y enseguida subió a su camello mientras Nagisa le miraba con las lágrimas agolpando sus ojos, en los cuales el rojo rubí se apreció como una piedra reluciente por las lágrimas, Rei hizo una señal de bendición con su mano derecha para luego bajar su guante y mostrar aquella pulsera, cual beso como si fueran los labios de su amado rubio. Hazuki hizo lo mismo y se despidió. Le vio partir con el dolor de su alma tuvo que dejarlo ir.

 

+*+._~~~R-END FLASH BACK-G~~~_.+*+

 

-Ryugazaki.-

Aquel llamado de uno de los soldados lo saco de sus recuerdos observó a quien le había llamado y cuestiono.

-¿Dígame?-

-¿Cuál es la orden?, ya ubicamos a todos los invitados y a los artistas, las caravanas y todos los animales están en los establos.-

Rei se la pensó un poco, echo otra mirada más a los alrededores y susurro.- Despliéguense por todo el palacio, principalmente en la entrada del salón festivo, Remin y Bull vigilen el altar de Mustafá II que nadie se acerque a menos que sea servidumbre antes de que el salga a la fiesta deben revisar todo… no quiero sorpresas.-

-Si señor.-

-¿Y usted que hará en donde podremos encontrarle si surge algo?-

-Yo cuidare de cerca al Sultán.-

-Eso, no lo creo, Ryugazaki Rei…-Escuchó una voz seria y ronca que se presentaba tras suyo se giró audazmente y sus ojos violetas apreciaron con más asombro al nuevo soldado en escena.-Esa será mi labor por órdenes de Mustafá II.-

-Yamazaki… Sousuke… ¿Cu-cuando llegaste?-

-Hace unas horas… las líneas en las fronteras están muy aburridas…- Respondió el sujeto con uniformes un poco más cubiertos, el pelinegro tenía un cuerpo corpulento unos músculos notables y unos ojos verdes tremendamente hermosos, a comparación de los soldados en el palacio los que estaban en la frontera, cubrían su cuerpo con armaduras y también parte de sus rostros con una máscara negra. La mirada seria se apreció en Yamazaki causo un silencio incomodo entre ambos se formó pero después de un rato Sousuke susurro.-Solo bromeo Ryugazaki.-

El pelinegro hizo una señal militar ofreciendo respeto al de gafas enseguida este se juntó a él dándole un ligero abrazo y un saludo militar.

-Hace mucho que no te veía por acá.-

-Las cosas han cambiado por lo que se ve… ¿Qué le pasa a ese mocoso?- Cuestiono serio y molesto.-Escuche rumores que dicen que te bajo de tu puesto.-

-Eso era de esperarse, su padre me tenía estima.-

-Y respeto.- Agrego Yamazaki.- Mira, hablare con Rin, le diré que tú me harás compañía en mi labor de cuidarle esta noche.-

-¡Pero Yamazaki!-

-Despreocúpate, conozco a ese criajo del carajo y ahora mismo me escuchara.-

-E-Esta bien, la verdad es que necesitamos mucho apoyo, pues en estos eventos es en donde más corre peligro el sultán.-

-Totalmente de acuerdo.- Repuso Yamazaki, despidiéndose y uniéndose a sus compañeros para ir a la presencia de Matsuoka mientras Ryugazaki daba unas vueltas por el palacio para asegurarse que todo estuviera bien, pero aunque  el fuera un soldado experto no noto que a un costado estaba un grupo de mujeres y entre estas, un chico con un pañuelo negro que cubría sus cabellos rubios.

Nagisa lo había observado todo el tiempo, cubrió a un más sus cabellos con  la pañoleta y también cubrió su rostro con un velo trasparente de color aqua, mientras que cierto pelos rosas llegaba a su frente y susurraba.

-Oye, Nagisa.-

El chico se giró de prisa y admiro a su jefe.

-Dile a tus hermanas que no estén corriendo nos meterán en problemas.-

-Si…-

El rubio tomo a sus hermanas de las manos y las hizo sentarse en el piso, ellas cuchichiaban y estaban sorprendidas por tanta hermosura del palacio incluso hablaron con otras caravanas habían muchos artistas esparcidos en el lugar, desde traga fuegos hasta magos y uno que otro par que ilustraría al sultán con la mejor de las escenas de lucha y arte. Todo aquello puso nervioso a Nagisa puesto que, ¿A lo mejor no era tan bueno? Se preguntó, ante notar la mirada nerviosa  asustada del Hazuki Shigino se acercó a él y susurro en su oído.

-No te preocupes, ninguno de estos inútiles podría vencerte en lo que haces, tú tienes un arte en tus caderas que es exquisita.-

-Kisumi…- Susurro mirándole con la mirada más relajada.

-Mira… -Expuso mostrando como de entre los enormes mantos que compondrán el escenario de su más grande acto  libero una bolsa.- cambiaras tus atuendos.- ordeno entregando una bolsa.

-¡PERO!-

Él quiso objetar, ya estaba acostumbrado a su lindo traje de bailarín.

-Nada de peros… harás lo que diga, aprovecha ese traje lo escogí muy bien para ti.- Nagisa asintió, entonces abrió despacio la bolsa, apreciando dentro de esta telas de color negro y rojo, además de unas zapatillas negras joyas y muchas prendas mas.- Además, te anuncio que serás el último deberás prepararte te maquillaremos mientras los otros están dando su acto.-

-E….si.- Respondió asintiendo y sintiendo como el cuerpo le temblaba y el corazón le latía como un loco acelerado, ahora que lo pensaba muy bien, Rei iba a estar ahí entonces el nerviosismo también recorrió su cuerpo ese extraño sentimiento que en su estómago se formó le dio nauseas. Pero al observar a sus hermanas y el palacio. Llego a decirse a sí mismo.-“Lo hare, lograre captar su atención… Mustafá II se fijara en mí y me dejara quedarme para estar contigo Rei… lo juro, que así será.”-

 

+*+._~~~R&G~~~_.+*+

 

En los cuartos reales.

Rin era preparado se le estaba colocando un Turbante negro sobre el cual pendía tela negra su finalidad era proteger los costados del rostro del sultán y su principalmente su cuello, este tipo de protección se comenzó a dar desde que asesinaron al primer Sultán de la historia, se sabía que la tela evitaba el contacto directo con la piel y más si se trataba de lino ni el más filoso de los cuchillos podría cortar y si lo hacia el atacante debería de hacer varios intentos. Estaba todo listo si algún enemigo se presentaba podían retrasar el ataque con estas tácticas.

Rin traía una camisa de seda negra con el escote abierto en el cual colgaban sus costosas y gruesas joyas, en su cintura un fajero de color rojo y unos pantalones negros un poco abombados, sobre todo esto una chaqueta negra con retoques y bordados en rojo decorado vistosamente a chico.

Ya estaba listo para salir y presentarse frente a todos sus súbditos, invitados y todo personal.

Yamazaki estaba en la habitación en cuanto salieron las criadas el susurro.

-Sultán, debo decirle que se ve muy bien.-

-Es obvio soy… el mejor aunque, esta tontería…- Dijo jalando la tela que colgaba de su turbante.- ¿Es realmente necesaria?-

-Sí señor, eso evitara que lo degollen.-

-PARA ESO ESTAS TU, PARA QUE NO ME MATEN.-

-Claro, eso no lo discuto pero… con la falta de Ryugazaki a mi lado será imposible evitar que un loco se le acerca Sultán.-

-Ese imbécil…- Gruñó entre aquellos dientes puntiagudos y mostrando una mirada de odio y enojo.

-Ese imbécil, señor, evito que su padre muriera en muchas grandes ocasiones, o debo recordarle como se hizo la cicatriz en su espalda.-

Rin chasqueo la lengua, aunque le costara trabajo admitirlo, Rei era un hombre fuerte inteligente y muy ágil. Muestra de eso era como bien dijo Yamazaki aquel corte en su espalda, aun recordaba ese horrendo día en el que su madre murió. De pronto todos los recuerdos golpearon su cabeza el montón de gente corriendo de un lado a otro asustada, gritando ya que los Mongoles habían logrado entrar esa noche en lugar de celebrar su cumpleaños, fue de muerte y de tristeza. En su cabeza aún estaba marcada la imagen en la que Rei se había enfrentado con los que estaban dispuestos a matar a su padre y en la cual solo pudieron matar a su madre.

Rin susurro entonces.-Esta bien de cuerdo solo por esta vez, porque de aquí en adelante tu serás mi guardia y concejero ¿está claro?-

-Rin…- Susurro con los ojos vueltos serios.- Sabes que no sirvo para eso, el único con la capacidad de hacer aquello es Rei…-

-Idiota eso eres lo que eres Sousuke.-

-Mmm.- El suspiro dando un masaje a su nariz.

En la puerta se presentó un suave y tenue llamado, luego la puerta se abrió y tras de esta Rei quien expreso serio y claro.

-Ya estamos listos Sultán.-

-Vienes en buen momento Ryugazaki.- Expuso Yamazaki, causando que Rei se irguiera ya que había echo una reverencia al informar aquello, la mirada confusa y  violeta de el de gafas se situó en el pelinegro quien agrego.- El sultán quiere decirte algo.-

-TKS.- Gruñó, para ajustar su chaqueta y pasar de largo al medio de ambos casi empujando a Rei, quien se le quedo mirado Sousuke estaba a punto de decirle algo cuando Rin se detuvo y susurro.-Permanecerás a mi lado derecho esta noche…-

La emoción lo inundo por completo, estaba cumpliendo el deseo de Toraichi y estaba eufórico, Rei hizo una reverencia y grito.

-¡SI SEÑOR!-

Pronto los tres salieron afuera dos hileras de soldados cubrían todo el pasillo, debían estar atentos era un evento público y todos tenían la oportunidad de entrar a verlo muchos curiosos que no pudieron estar en el salón debieron quedarse en las orillas del rio tras una barricada de soldados. Rin aprecio el pasillo oscuro y lleno de antorchas estas y los soldados fueron los testigos del paso de el que se coronaria.

El grupo de soldados reales se rego entonces al salón principal en donde al ver salir a su nueva autoridad se pudo escuchar el sonido de las trompetas imponiendo presencia en el pelirrojo. Mustafá II llego al sitio medio del salón en donde se encontraba un hombre de trajes color amarillo y blancos era el ser más anciano y antiguo de toda la ciudad se le conocía como el Caba* quien era el encargado de hacer que los sultanes siguieran las leyes y llevaran a este su pueblo por el buen camino además de coronarlos.

Aquel hombre con enormes barbas blancas alzo sus manos a los costados causando que todo ruido en aquel recinto se esfumara, Rin entonces se agacho poso una de sus rodillas sobre el piso y escucho.

-¡Esta noche… estamos a punto de coronar al Sultán más Joven de toma la era Otoma, Mustafá I quien fue el que heredase a su hijo su puesto, debemos honrarlo con esta fiesta también!-

Rin escuchaba atento.

-¡Un nuevo imperio esta sobre tus hombros ahora, Matsuoka Rin, Hijo de Toraichi Matsuoka!- Aquel hombre se giró en dirección de un joven de alrededor de unos 14 años quien en sus manos llevaba un cojín rojo y sobre este cuatro objetos, Caba entonces se acercó para tomar en sus manos una daga con diamantes incrustados y la entrego diciendo.- Te entregamos a las tropas que lideraras por lo que resta de tu reinado…- Rin la sujetaba y la colocaba en su fajero con calma.- Ahora te ofrezco el velo Rojo que representa a las mujeres que protegerás bajo tu reinado…- Lo coloco sobre los hombros del pelirrojo.- Te entrego el pergamino de las leyes, porque de ti dependerán  que las leyes de este  reino se cumplan y se lleven al pie de la letra.- Rin lo coloco a un costado.- Y por último.- Dijo retirando el turbante que solo dejo la tela que cubría su cabello, su cuello y los costados de su rostro para ahora, ser colocado sobre su cabeza un turbante negro con un enorme botón al centro que decoraba la tela negra y el cual contaba con tres joyas, rojas una pluma amarilla que se erigía hacia a tres y cuatro cadenas dos a cada lado que caían elegantemente por todo el contorno del turbante.

Rin se sintió totalmente poderoso con todo aquello, ya estaba dicho era el nuevo Sultán Mustafá II…

Entre el público que comenzó a aplaudir y a gritar eufóricos, dos hombres observan aquello se mandaban miradas unos a otros, para salir de ahí inmediatamente y encontrarse en los oscuros pasillos que llevaban a las caballerizas, ambos hombres se habían infiltrado entre la gente uno como un vendedor y el otro como un viajero, el vendedor, descubrió su rostro bajando una manta que cubría su boca mostrando su puntiaguda nariz y esos ojos color verde musgo, además de mostrar parte de sus cabellos, a comparación del otro este era demasiado alto y fornido.

A su lado el más bajo descubrió su boca también y le observo con esos ojos color azul sus vestimentas eran más ligeras que las del otro a quien susurro.

-Debemos informar, que será imposible matarlo hoy.-

-Tienes toda la razón Haru… es imposible con tanta gente y si hacemos un alboroto no saldríamos vivos, ahí está el tipo ese de gafas que evito la muerte del Mustafá I la última vez.-

-Y ese molesto soldado de la frontera también.- Gruñó el pelinegro llamado Haru-Hay que retirarnos antes que nos descubran Makoto.-

-Si…- Dijo sacando sus transportes dos camellos, ambos montaron y se perdieron entre la soledad de la ciudad con rumbo a sus tierras lejanas, pues ellos eran mongoles…

 

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El peligro no fue detectado a lo mejor la misión de ambos era asesinarlo súbitamente entre la confusión, pero contando con que Rin tenía dos guardaespaldas tremendos no pudieron acercarse por lo tanto dejaron aquello para otra ocasión, en tanto en la fiesta. El sonido de los timbales, los trombones de todos los instrumentos que se utilizaban para las diferentes danzas que protagonizaban las mujeres se esparcían por todo el salón. Rin estaba ya sentado en sus cojines tenía una pierna estirada y la otra encogida un codo apoyaba su cuerpos de costado y su mano apoyaba su cabeza. Su expresión era de real aburrimiento nada en ese montón de artistas lo entretuvo para nada.

Rei estaba a su lado derecho, examinaba todo con especial atención, casi no tuvo tiempo para ver las distintas muestras de los artistas, mientras que al  costado izquierdo estaba Sousuke susurrando al nuevo sultán.

-Oye, muestra un poco de ánimos ¿Quieres?-

-Esto, es aburrido, de haber sabido que nada me animaría o entretendría, no hubiera hecho esta maldita fiesta.-

-Por favor cálmate…- Expuso Yamazaki, Rin observo a Rei quien estaba pendiente de la seguridad al no suceder nada por el momento Matsuoka creyó conveniente  mandarlo lejos cuando de pronto escucho un sonido estridente un enorme platillo se presentaba a su frente y de la nada aparecieron dos enormes elefantes él por fin salto de su lugar y quedo asombrado…

 

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Mientras esto se daba en el salón principal, tras la enorme puerta de donde salían los artistas, Nagisa estaba siendo alistado y preparado sus hermanas estaban asombradas como lo habían maquillado era simplemente hermoso. El rubio susurro entonces ante la mirada llena de asombro de sus hermanas.

-¿Qué tal me veo?-

-Estas hermosos, HERMANO.-

Gritaron todas en conjunto, Hazuki se acercó a ellas y susurro entre un abrazo cálido.- Prometo que daré lo mejor de mi… prometo que nada más les hará falta jamás, aunque eso signifique sacrificarme.-

-Nagisa…- Dijo una de las hermanas con una Mirada triste observando a su hermano mayor con miedo.

 

ROXANNE

“You don’t have to put on that, red Light”

Usted no tiene que ponerse bajo esa luz roja…

 

Kisumi aparecía de la nada y se acercaba a su mayor esperanza, ya que el hombre de los elefantes había dejado impactado al nuevo sultán entonces la presión estaba bajo los hombros de el de cabellos rubios a quien susurro.

-Nagisa, se ha adelantado tu turno.-

-¡EH, Q-QUE HAS DICHO!-

-Ve, date prisa, recuerda de lo que hablamos.-

El asintió entonces se movió despacio dando pasos lentos y constantes por el pasillo que estaba a oscuras solo siendo iluminado por la luna que entraba por los redondos ventanales, las manos le sudaban y la garganta se le seco de la nada…

 

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Afuera, las luces se habían apagado Rei estaba un poco inquieto por eso pero Rin dijo.

-Vamos, tranquilo soldadito, solo es parte del show.- Expuso notando como le depositaban más vino a su copa de oro y diamantes, de la nada aparecieron hombres que adornaron rápidamente el lugar dando un ambiente realmente desértico dentro del salón, pues al fondo una enorme cortina con brillos en los que se dibujó la luna y algunas estrellas se apreció con sus ojos rubís, Rin elevo una ceja y susurro apreciando las velas que habían sido puestas a los costados a unas distancias enormes y que eran cubiertas por lo que parecían picheles de cristal azules para dar más efecto, quizás era la primera muestra de la noche en la que se podía apreciar el ingenio en la topografía del acto que estaba a punto de darse…

 

Those days are over

You don't have to sell your body to the night

Roxanne

You don't have to wear that dress tonight

Walk the streets for money

You don't care if it's wrong or if it's right

Roxanne

Esos días han terminado

Usted no tiene que vender su cuerpo a la noche

Roxanne

Usted no tiene que usar ese vestido esta noche

Caminar por las calles por dinero

No le importa si está mal o si es correcto

Roxanne

 

Al otro lado de la puerta el rubio estaba temblando estaba tieso no podía moverse Kisumi le dijo que saliera pero no lo había echo su anatomía no reaccionaba estaba asustado. Nagisa pensaba muchas cosas desde la muerte de sus padres hasta hace unos días en los que la vida no le pareció tan dura al estar con Rei, era cierto REI.

-Rei…-

Susurro para cerrar despacio sus ojos y tomar aire recordando sus besos susurrando.

-Mi Rei… Imaginare que bailo para ti…-

Expusó, para agrandar la mirada y tocar las puertas con sus manos y hacerlas abrirse en un sonido tremendamente estridente, aprecio el ambiente afuera, todo el mundo le miraba y el solo estaba de pie ahí… dio un paso suave y ligero haciendo remover sus vestimentas, el pantalón negro tipo harén un faldón rojo sobre este se removieron tras sus pasos, un sinfín de cuentas y monedas negras que colgaban del caderín en su cintura. Mas arriba su torso estaba totalmente descubierto mostrando el arete negro en su ombligo, un collar con perlas delgadas y negras que caía sensualmente por el medio de su pecho y dos brazaletes negros en sus ante brazos además, de dos muñequeras negras y un par de guantes que solo cubrían la palma de sus manos. Respiro hondamente haciendo notar su figura sus músculos abdominales.

Rin y todo el que estaba en el salón apreciaron su cuerpo tan sensual y hermoso, el único que no presto atención fue Rei pero después de escuchar de parte de Rin.

-¿Quién es él?-

Kisumi fue llamado por orden del sultán quien al tenerlo al frente cuestiono.

-¿Quién es él?-

-Su nombre, es Nagisa Hazuki…-

Aquello si lo escucho claramente Ryugazaki ahora observaba al frente en donde Nagisa estaba en el piso sentado con el faldón rojo regado en el piso como una flor o más bien una rosa.

-Nagisa…- Susurro.

Aquello lo escucho fuerte y claro Rin, quien descubrió la mirada tremendamente sorprendida del de gafas, el sultán coloco su mano bajo su barbilla y susurro.

-Esto será interesante.-

Nagisa permaneció en esa pose para entonces dejar que la música iniciara.

El ruido estridente de lo que parecían un cymbalon que se escuchaba como un triste violín o chelo retumbo en todo el salón, mientras el rubio inicio a mover sus brazos de manera serpenteante, abría y cerraba sus brazos y en cada estiramiento de estos los movía de manera cautivadora pareciendo una serpiente en el piso que al ritmo de la música se iba irguiendo lenta y efusivamente. Llego el turno de sus hombros, los cuales se movieron de un lado a otro al ritmo de sus brazos siguiendo el corriente de la música mientras sus piernas se iban elevando poco a poco, dando un efecto en el que su faldón rojo se encogía y se estiraba hacia arriba, él fue haciendo aquellos movimientos con sus brazos en cada cambio que aquella música daba.

Ya que estuvo totalmente hincado, subió una de sus piernas y se fue elevando con el sonidos de los timbales que marcaban ahora el ritmo acompañando al cymbalon y en un instante en que los timbales acallaron y el cymbalon marco la tristeza de aquella música Nagisa, elevo su brazo derecho arriba el cual fue bajando de manera lenta acariciando sus cabellos, oreja y cuello para dar una caricia sensual a su pecho mientras su otra mano estaba estirada al frente moviendo sus dedos y su mano en movimientos circulares, ahora las poso al frente moviéndolas de  forma cementante de nuevo y al hacerlo, el ritmo comenzó.

Arrojo su pierna derecha  su torso y cabeza a ese lado de manera enérgica y de amena apurada regreso a su estado anterior para elevar su brazo derecho y volver a hacerlo, el mismo paso continuo al otro costado. De repente un giro de su cuerpo impresiono a todos al escuchar las cuentas y las monedas hacer un ruido que los erizo de pies a cabeza, Rin estaba sorprendido y eso era solo el inicio.

Nagisa continuo con ese inicio con esos pasos se iba acercando más a su presa, la cual era el Sultán, al estar por fin cerca corrió ágilmente en un círculo para posarse al frente de          Rin y detenerse estirando los brazos. Al hacerlo Hazuki pudo ver a Rei se quedó helado pero aquel shock solo fue momentáneo, su rostro cambio de uno serio y concentrado a uno sereno y de manera un tanto deseosa y lujuriosa estiro su pierna derecha al frente e impulsándose por la música y el deseo de querer que Ryugazaki lo viera, meneo sus caderas, causando una honda en todo su torso que hizo contonear su figura.

-Oh, por dios.-

Susurro Rin arrojándose hacia atrás y respirando agitado eso había sido demasiado sexy, Nagisa entonces corrió a un lado mientras serpenteaba aun sus brazos y volvía a hacer el mismo movimiento de caderas mostrando su trasero a los que ahí estaban, el giraba se movía con gracia por todo el salón, haciendo que toda la poca ropa que el traía se moviera a su cuerpo a su ritmo, Rei estaba sorprendido.

-“Nagisa, eres hermoso…”- Pensó.

Mientras Rin no podía dejar de ver sus caderas, estaba tremendamente impresionado tanto que Sousuke susurro.

-Oye.. Sultán se te está cayendo la baba.-

-Ag…- Trago grueso, mirando a su lado derecho totalmente apenado, apreciando a Rei quien tenía el rostro totalmente vuelto un amor parecía enamorado. Nagisa no solo cautivo a Mustafá II si no también reafirmo el sentimiento de Rei  hacia su persona.

La música siguió y hubo momento en el que Nagisa tomo parte del faldón rojo inicio a dar giros, el color rojo lo hizo más atrayente aun, parecía una rosa en su capullo en el dulce despertar. Se lanzó al piso causando un hermosos contra camello, que consistía en un movimiento ondulante que se daba de costillas hacia abajo, y por consiguiente su vientre, esa parte la movía con muchas más ganas con muchas más pasión, se fue acercando a Rin de nuevo a cuenta, separo el faldón rojo del caderin y lo estiro por detrás de su cuerpo, haciendo movimientos con sus brazos hombros y caderas, para acercarse y entrelazar a Rin en el manto con el cual lo acerco a su torso en donde los ojos rubí pudieron ver como aquellas caderas se meneaban de un lado a otro y vibraban con intensidad, Rei estaba un poco incómodo, pero de un momento a otro noto que la mirada de Nagisa estaba puesta en él.

No lo había notado pero desde que inició su baile los ojos de Nagisa estaban solo mirándolo a él, suavemente soltó el faldón rojo y se fue dando círculos, ondulantes, enmarcando sus caderas todo él. Para después terminar como comenzó en el piso haciendo ese movimiento en su vientre que impacto definitivamente sorprendió al sultán…

La música paro y por consiguiente el también, las velas fueron descubiertas y finalmente su cuerpo fue visto mejor, Matsuoka quedo asombrado ante tanta hermosura, el rubio cabello el cual se había pegado graciosamente a su frente y a los costados de su rostro, el cansancio el sudor que recorría toda su espalda y su abdomen y esos ojos que emitían sensualidad.

No hubo reacción alguna de nadie esperaban expectantes lo que diría el festejado quien se puso en pie y encaminándose hacia a él, olfateo el faldón que tenía los más deliciosos aromas impregnados de Hazuki. Rin rodeo a Nagisa apreciándolo de pies a cabeza y susurro.-Tu nombre…-

-Nagisa, mi señor.-

-Nagisa…-

Expuso con frialdad, Rei estaba muy angustiado ¿Qué pretendía el sultán?

Rin fue acercándose más y más hasta situar una mano sobre su hombro y sentir un chispazo de electricidad en su mano ese cuerpo Expedia sensualidad el calor de esa piel lechosa causo en el sultán una ansiedad en las siguientes palabras que le diría a ese chico-A partir de ahora, te harás parte de mi harén.- Nagisa giro a verle confundido, pues aquellas palabras solo las había escuchado el rubio y nadie más, Rin le dedicaba una mirada de deseo y mostrándole su sonrisa puntiaguda se apartó diciendo con total emoción y estirando los brazos a los costados.-¡Esta fiesta se ha terminó! ¡Eh encontrado lo que quería!-

Indico, mirando a todos con real alegría y asombro.

Kisumi estaba feliz e incluso las hermanas de el rubio quienes gritaban eufóricas tras bambalinas, Nagisa sonreía era ovacionado por el público mientras su cuerpo solo deseaba respirar puesto que el aliento se había ido de su pecho. A lo lejos observaba a Rei quien no tenía un rostro para nada tranquilo en más estaba serio. Él se fue de su puesto dejando encargado a Sousuke quien no entendió para nada aquello.

Mientras caminaba y daba órdenes para sacar a todos de las instalaciones en su pecho se sumergía el dolor la desesperación, ¿Por qué Nagisa había echo todo aquello?

 

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Luego de una media hora el palacios estaba por fin solo los soldados estaban en sus puestos regulares, en los establos aún se hablaba del chico que había cautivado el corazón y la mirada del nuevo sultán. El rumor se esparció rápidamente llamaban al chico el domador de sultanes y como no si esas caderas ese poderoso don de hacer a los hombres desfallecer era un arma letal.

-Santo cielos, quien quisiera ser Mustafá, para poder tener a esa hermosura esta noche.-

-Lograste verlo, fue hermoso y demasiado libidinoso.-

-No culpo al sultán es demasiado hermoso, su cuerpo sus movimientos todo él es precioso.-

Los cuchicheos llegaron a sus oídos, puesto que él iba acercándose a los establos, con la única misión de ordenar a los hombres el guardar bien las bestias que de la caravana de Kisumi Shigino se encontraban aun ahí.

Al llegar a la puerta logro escuchar.

-Quisiera besar su boca y dios penetrarlo así con esos movimientos que me cabalgue…-

-¡PERO QUE CLASE DE PALABRAS SON ESAS!-

-¡Ryugazaki!-

El grupo de hombres se formaron rápidamente y dieron un saludo apresurado firmes atentos a las órdenes, Rei estaba furioso quería mandarlos a azotar pero entonces recordó que no debía comportarse así, no podía dejar que ellos se enteraran que Nagisa era su Nagisa aunque quería gritarle al sultán que era suyo NO PODIA.

-Lo… Lo lamento, he venido para indicarles que deben cuidar a los camellos y caballos de Shigino ellos partirán por la mañana.-

-Si señor.- Rei se daba la vuelta y enseguida uno de ellos susurro.

-¿Y el bailarín, se queda?-

Rei giro su rostro mostrando una expresión llena de odio tanto que el soldado se intimido, no dijo nada solo regreso su mirada al frente y se perdió por los pasillos mientras trataba de calcular en su cerebro ¿Cómo había pasado esto? ¿Por qué Nagisa se había ofrecido de esa forma, una cosa era bailar mostrar su arte pero la otra era formar parte del harén de Rin.

Apretó los puños y susurro.

-Debo hablar con él...- Apuro el paso.

Sometiéndose al palacios caminando por los largos y anchos pasillos en cuanto llego al final del pasillo, escucho risas reconocidas las hermanas de Nagisa eran llevadas a las habitaciones de huéspedes y junto a ellas Kisumi les acompañaba. Rei aprovechó el infructuoso momento y se acercó al peli rosa a quien sujeto del brazo y lo jalo postrándolo al muro del pasillo estaba enfadado jamás se había sentido así, tan furioso.

-¡Oiga que hace!-

-¡Tu maldito monstruo, tu enviaste a Nagisa a los brazos de ese hombre!-

-Oye cálmate, yo solo cumplí con lo que pidió el sultán entretenerlo… lo que termine de hacer Nagisa es cosa de él, siempre ha sido cosa suya el vender su cuerpo.-

-¿De que estas hablando?-

Kisumi sonrió desmedidamente sus ojos brillaron con la luz del candil en el pasillo.- No me digas que tu… ¿Eres ese soldado que llego hace unos días?-

-Y que si lo soy…-

-Un minuto… yo te conozco, tu eres… Ryugazaki Rei… el criado de los Hazuki.-

Rei pestañaba serio.

-Mira nada más, eres tú el que se revuelca con esa puta…-

-No le diga así a Nagisa.-

-Vamos, chico abre los ojos…-

Kisumi dibujo una sonrisa que causo nauseas al peli azul.

-Tu chico, es una prostituta tu solo fuiste uno más en su larga lista… la cual creo que ya dejara de ser larga pues el Sultán lo ha pedido para él… solito… ¿Sabes lo que eso significa?- Rei trago grueso, mientras Kisumi separaba su mano de sus ropas y lo rodeaba como un perro carroñero.- Tu Nagisa… el hijo de tu amo… ahora esta misma noche se acostara, se entregara al sultán…bajo tus propias narices.-

Ryugazaki se dio la vuelta controlando las ganas de ahorcar a ese ojos violeta, estaba molesto estaba irritado estaba desesperado. Finalmente llego a su recamara en la cual decidió arrojar su turbante rojo con la pluma a un costado, se dejó caer sobre la cama y se arrancó las gafas para acariciar sus manos sobre su rostro de manera frustrante y delirante.

Las lágrimas iniciaron a rodar sus ojos no podía creer lo que estaba ocurriendo.

-Nagisa…- Susurro entre lamentos y desesperación si antes no odiaba a Rin ahora lo hacía.- Amo… ¿Por qué tuviste que morir, porque dejaste al reino y a mí con este tu hijo por qué?-

 

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En la recamara real…

Él estaba con las luces apagadas esperaba pacientemente a su nueva adquisición el cual le costó dos tierras, lingotes de oro y muchas cabezas de ganado todo aquello sería entregado a las hermanas del rubio y a su representante, bebía su décima copa de vino estaba por demás así decirlo ebrio y perdido en su éxtasis, aun olía el trozo de tela rojo que tenía ese suave perfume a rosas de Nagisa y en sus pensamientos venían esos movimientos de caderas y aquel vientre.

Estaba ahogándose en un rio de babas que salían de su boca sonrió un poco limpiando la comisura de su boca, jamás había puesto mano a algo tan hermoso.

Finalmente la puerta se abrió despacio dejando  ver a su chico quien traía ahora trajes diferentes, un pantalón abombado de color morado con líneas delgadas verdes, un chaleco rojo que solo cubría hasta las costillas y el cual tenía unas mangas cortas abombadas un velo verde en su cabeza el cual se ajustaba con una peineta dorada que más parecía una corona.

En sus caderas se colocaba el Caderin que hacia resonar sus cuentas y sus monedas de oro y plata, Rin sonrió ampliamente al verle acercarse notar como ese lindo arete en su ombligo saltaba al mismo ritmo de sus pasos. Rin babeaba aun y él se detuvo a orden de Matsuoka.

-Espera… por favor detente…- Susurro con voz embriagada.-Eres demasiado hermoso… tu cuerpo tus curvas… no puedo creer que seas un hombre.-

-Sultán…-

-No…- Susurro, poniéndose en pie y acercándose lentamente causando que Nagisa se sintiera un poco tenso noto como una mano de aquel llegaba a su cuello acariciando el arete de oro que llevaba en su oreja, aquellos dedos acariciaron aquel cuello suavemente con delicadeza la punta de esos dedos viajo por la clavícula, hasta su pecho en el cual hizo círculos. Hazuki trago grueso mientras notaba como el rostro de Rin se acercaba al suyo y susurraba con aliento alcohólico.-Para ti soy Rin…-

-Mi señor, está muy mal… debería descansar.-

-NO, YO LO QUE QUIERO ES HACERTE ¡MIO!-

El cuerpo dio un azote de realidad su corazón comenzó a palpitar acelerado, él pensó que esto no iba a ocurrir creyó que solo llegaría a ser la entretención del sultán no parte de su Harén.

-Su-Sultán…-

-Ya te dije que me llames, RIN.- Grito furioso y completamente eufórico capturo su rostro entre sus manos y abrió su boca, para capturar aquellos finos labios con los suyos propios a los cuales beso depravadamente, Nagisa, solo logro dar un gemido ahogado, mientras colocaba las manos en el pecho de Rin e intentaba alejarlo, Matsuoka por otro lado movió sus manos a las ropas de Hazuki y decidió arrancar el chaleco con severidad y fuerza. Nagisa se asustó se intentó alejar pero él no lo permitió en más lo tomo con fuerza y lo elevo, lanzándolo a la cama gritando.-No, me vengas con que no lo deseas.-

-Cla-claro, Rin… lo deseo, pero no así.- Dijo nervioso.-Esta ebrio y así no lo disfrutara… Mejor… yo prefiero hacerle un masaje,,, para que descanse.-

-¿Un masaje?-

-Si…-

-Yo lo que quiero es que muevas tus caderas sobre mi verga, ¿Entendiste o te mando a hacer un dibujo?-

Nagisa apretó sus puños y grito.-¡Por favor, no es momento!-

-¿Ehhh?-

-Yo… quiero que usted este cuerdo, porque así recordara… la noche en que pasamos juntos por primera vez.-

-Que cursi eres…- Dijo acerándose de nuevo y apunto de violarlo pero Nagisa se movió ágil y lo dejo caer en la cama boca abajo abrió rápidamente las piernas y se sentó sobre las nalgas de Rin, para iniciar a tocar su espalda en movimientos suaves y constantes.-Ug… que estas…-

-Está muy tenso mi sultán.-

-E-Eso se siente bien…- Susurro casi al borde de quedarse dormido.

 

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La noche estaba silenciosa no había podido pegar un ojo desde que se dispuso a descansar en su tiesa cama, al menos Rin no le había quitado su habitación privada Toraichi le había dado la mejor de las habitaciones, había una hermosa vista a la ciudad y al rio Rei admiraba la luna enorme y brillante en el cielo el firmamento trataba de hacerse un espacio y brillar ante la luna, pero siempre eran opacadas por la luna; sin embargo habían noches en las cuales la luna no se presentaba y ellas brillaban más que la mismísima luna. Rei estaba apoyado en el marco de la ventana ovalada de la habitación, solo estaba con su pantalones de dormir.

En su torso no había nada ni en sus brazos solo el brazalete que ambos traían puestos.

Lentamente su rostro fue decayendo hasta ver el rio que corría silencioso y hermoso las lágrimas comenzaron a bajar de sus orbes separo su mano derecha y limpio con el revés de esta sus lágrimas. En su cabeza solo estaba la idea de que su rubio estaba en este momento en la habitación de Rin.

-Revolcándose con él…- Susurro tristemente, el corazón le dolía, ardía demasiado su orgullo y sus sentimientos.

Continuo ahí parado, sintiendo pena por sí mismo e incluso estuvo a punto de quitarse el brazalete en su muñeca pero un ruido en la puerta lo detuvo, se giró despacio y fue a la mesa de noche para tomar una daga camino lentamente y entonces escucho una voz tenue y lejana.

-Rei… Soy yo Nagisa…-

Sus ojos se abrieron enormes con prisa abrió la puerta de madera y en cuanto lo hizo Nagisa se lanzaba a sus brazos y caían ambos al piso. Rei, sintió aquellos labios devorar los suyos con suma lujuria y deseo tanto así que susurro entre estos.

-Nagisa, quemmm nommg…-

-Rei… Rei, te amo Rei…-

Por fin sus quejas sus lamentos y sus enfados se fueron lejos, al dejarse llevar por aquellos labios que lo volvieron tan sumiso y enamorado, Rei acariciaba el cuerpo delgado de Nagisa quien después de varios besos se separó un poco y susurro.

-Por fin Rei, por fin nada nos va a separar.-

-¿Nagisa, de que hablas?-

-Vine aquí para estar contigo.-

-¿Qué?- Ambos se pusieron en pie mientras Nagisa contaba.

-Vi la oportunidad y no lo pude evitar, quería que Rei  y yo estuviéramos juntos por siempre.-

Rei soltó un largo suspiro, tomo su rostro entre sus manos y dedicándole una mirada cariñosa susurro.- Nagisa… yo siempre seré tuyo y tu serás mío… hasta en el otro mundo…-

-REI, CASEMONOS.-

-¡¿Eh?!-

-Eso es imposible Nagisa.- Susurro con una sonrisa un tanto tímida.-Como quisiera pero no está permitido.-

-Yo te amo Rei…-

-Si me amas, ¿Por qué me mentiste?-

Nagisa agrando la mirada.

-¿Por qué vendiste tu cuerpo Nagisa? Incluso ahora mismo lo estás haciendo…-

-Rei…-

-Me has decepcionado…-

-Rei…- Susurro de nuevo, dando dos pasos hacia atrás e intentando escapar pero Rei en cambio lo sujeto de una mano y lo acerco a su cuerpo, enroscándolo en su pecho besando la corona de su cabeza y diciendo.

-Perteneces a Rin ahora…- Nagisa inicio a llorar.- Creo que habrá que separarnos.-

-No… eso no pasara, yo lograre evitar a toda costa que Rin me haga suyo… yo solo seré tuyo Rei… por favor acepta esto, nos veremos a escondidas, ¿Qué te parece?-

-Eso sería peligroso si Rin se entera…-

-No pasara nada, mi amor.- Dijo besando sus labios.- Ahora por favor….- Se sonrojo.- Quiero que me hagas el amor…-

you don't have to put on the red light
I loved you since i knew you
i wouldn't talk down to you
i have to tell you just how i feel
i won't share you with another boy

Usted no tiene que ponerse bajo esa luz roja…

Te amo desde el primer momento en que te vi.

Nunca te hablare de forma baja.

Tengo que decirte como me siento ahora en este momento.

¡No permitiré que nadie más te toque!

 

Las caricias y los besos iniciaron Nagisa sonrió de medio lado y susurro toqueteando la entrepierna de su peli azul.

-Rei… tú ya estas…-

-Lo- lo siento es que… recuerdo tu baile y…-

-¿Quieres que lo haga, contigo?-

-Yo…- Rei se sonrojo noto como Nagisa lo recostaba sobre la cama y se sentaba sobre su pelvis, iniciando esos movimientos tan sensuales y que deliraban Rei coloco sus manos en las caderas de Nagisa, acaricio su abdomen y flexiono sus rodillas para que este se fuera agachando despacio estregando su pelvis contra la de Ryugazaki quien susurro.-Nagisa…-

-Rei… te amo.- Dijo en un seductor beso, conectando su mirada a los bellos ojos violetas de su amante, las prendas fueron cayendo esa noche seria de ambos y de nadie más, Rei estaba sobre él, acariciaba su húmedo glande en su entrada presionando con calma aquella angosta y delicada entrada la cual fue penetrando dificultosamente ya que no había aceites ni nada que les pudiera ayudar. Rei se quejó pero mordió su labio antes de poder si quiera lanzar un gemido que todo el palacio pudiera escuchar, Nagisa en cambio hundió su cabeza a la almohada y arqueo su espalda al sentir la punzada que estaba sintiendo. Destenso sus músculos y abriendo más sus piernas permitió  más libertad a Rei quien  se dejó caer sobre su pecho, sujeto con sus manos los pliegues de sus rodillas y las abrió entrando más y más a su interior, mientras besaba su cuello y susurraba gemidos y jadeos además dedicaba besos.

Los movimientos suaves en las caderas de Rei iniciaron, estaban tan bien conectados se necesitaban esa noche Nagisa había marcado la espalda de Rei habiendo hundido sus uñas en esa piel de ese chico quien jadeaba y susurraba.

-Ahg… Na-Nagisa… Te amo.-

-Rei… ahh.- Jadeo por lo bajo permitiendo que el grueso pene tocara su próstata causando que sus ojos se agrandaran y gimiera apretando sus labios...

El clímax llego justo a tiempo ambos cuerpos se tornaban cálidos, temblorosos y tensos al sentir como la violencia del orgasmo golpeaba sus bajos y se liberaba en sus miembros. Rei tuvo el cuidado de no hacerlo dentro, ya que si Rin llegase a ponerle una mano enzima y descubría que Nagisa había estado con alguien más eso significaría la muerte para su chico.

Estaban despidiéndose con suaves y hermosos besos no querían separarse pero era diferente la distancia ahora estaban bajo el mismo techo, sería difícil verse pero buscarían la forma.

 

Continuara….

 

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Notas finales:

Dicen que el que juega con fuego se quema….. ¿Qué consecuencias tendrá todo este clandestino amor?

Espero sea de su agrado, sé que la canción está un poco extraña… ya que por alguna razón el que hizo el comic no la coloco bien (Esta con algunas frases atreves y me costó ordenarla) en fin pero la canción es de un grupo llamado Poison O.o y si se llama ROXANNE pero como dije la acomodaron a la conveniencia del comic n_n en fin espero se haya entendido y les haya gustado la descripción del baile y el video demostrativo que subí!!! Muchas gracias por su apoyo y ayuda viva el REIGISA!!!!

Nos vemos en los reviews!!! Alisten sus almohadas y sus pañuelos para el que viene porque será muy tremendo y doloroso ToT

 


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