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Vas a llorar por mi por Macarena-chan

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Capítulo 36

 

Locos.

 

14 de Marzo.

 

Asami dejo de insistirle, no quería causar más “enojo” en Misaki, sabía que si lo llevaba a su departamento a la fuerza probablemente el menor lo dejaría, así que encendió el auto y a una velocidad muy lenta fue hacia la dirección del pequeño departamento, si por el fuera se lo llevaría lo más lejos posible, tenerlo solo para él y hacerle el amor hasta que ambos olvidaran hasta sus nombres, pero para que eso pasara debería aprender a controlar mejor sus impulsos y esos horrorosos celos que antes no tenía, le hervía la sangre solo de pensar que ese delicioso ser a su lado fue por algunos años de otra persona.

 

Misaki seguía viendo por la ventana, mordía su lengua para que no se le saliera una sonrisa, realmente se sentía aliviado al desahogarse de esa manera, realmente necesitaba decirle esas cosas a Akihiko, quería hasta gritar de lo liviano que se sentía, lo malo es que casi se le salía decirle lo de su bebé pero por suerte analizo antes de que le ganara la ira, además justamente tenia a Asami donde quería, realmente iba a ser un poquito malo con él, ciertamente quería besarlo, decirle cuanto lo amaba y hacer el amor apenas bajaran del auto, realmente ese hombre le volvía loco, pero si se lo dejaba tan fácil Asami no iba a dejar de celarlo.

 

Salió de sus pensamientos cuando el auto se detuvo enfrente de su casa, cuando Asami quiso acariciar su mano la quito inmediatamente.

 

Misaki: Gracias por traerme. —Con tono “indiferente” ni siquiera lo volteo a ver, bajo del auto y sin dejar que Asami hablara se despidió—Buenas noches. —Cerró la puerta y camino hacia la entrada.

 

Asami apretó los dientes junto con el volante, quería ir por él, realmente era un imbécil, nunca debió dejar que sus celos lo dominaran, pero Misaki tenía razón para estar molesto. Espero hasta que Misaki entrara para irse, lo que le dolió fue que ni siquiera lo volteara a ver, en otras circunstancias el seria quien lo ignoraría pero ese pequeño ciertamente se había colado por todo su sistema.

 

Misaki se recargo en la puerta, dejo caer su suéter al piso y con un suspiro sonrió, era como si se hubiera quitado un gran peso de encima, esperaba que Akihiko se alejara ya de él, si hace algunos meses le hubiera rogado como lo hizo sin duda se hubiera lanzado a sus brazos, pero esperaba que le quedara en claro que ya era demasiado tarde para él. Escucho arrancar el auto de Asami, realmente el conflicto lo había cansado físicamente pero más mentalmente, dejo a Asami desquitarse un poco con Akihiko, vaya que el peli plateado también se merecía esos golpes, Asami tampoco era una blanca paloma eso desde luego pero si se merecía una que otra cachetada. Se fue a descansar no sin antes mandarle un mensaje a Shinnosuke.

 

Los siguientes días se la paso descansando en su departamento, vaya que dejar de cuidar a Yong si le estaba haciendo bien, amaba a ese pequeño pero su espalda baja ya le estaba cobrando factura, no había hora del día donde Asami no le mandara mensajes, le derretía el corazón pero aun así le contestaba lo más frio que podía, mensajes de “Buenos días”, “¿Qué haces?”, “¿Cómo te sientes?”, “¿Ya comiste?”, etcétera, Ruruka, hasta Mizuki le habían dicho que había hecho bien pero la mayor experta fue la señora Natsuko, los años de matrimonio que tenía le habían dado la experiencia necesaria, Misaki cada que escuchaba sus “sabios” consejos no podía evitar sacar una pequeña carcajada.

 

Fue a visitar a Mizuki, le daba igual coincidir con el peli plateado, al salir de su casa noto que había  varios autos escondidos “estratégicamente”, lo estaban vigilando, negó rodando los ojos, reconocía a varios agentes, pues unos cuantos le llevaban hasta el departamento de Asami las cosas necesarias para no salir.

 

Abrió la puerta de su auto y subió en él, escucho como los autos de los agentes se encendían, se rio por eso, pero sin perder más el tiempo acelero, no era usar mucho su auto pero cuando lo hacía se sentía igual como la primera vez, emocionado.

 

Al llegar a la mansión el mayordomo ya lo estaba esperando.

 

Misaki: Buenas tardes. —El mayordomo se inclinó.

 

Tanaka: Buen día señorito Takahashi, los jóvenes y la señora Natsuko lo esperan en la habitación del joven Mizuki.

 

Misaki: Muchas gracias.

 

Misaki se adentró a la gran mansión, para su mala suerte se encontró a Takaba a unos metros, llevaba algunos documentos junto con fotografías, al parecer uno de sus trabajos, se veía que tenía bastante trabajo, el rubio al verlo se detuvo.

 

Takaba: Ahg no creí que dejaran pasar a cualquiera.

 

Misaki disimuladamente lo inspecciono, ambos estaban vestidos casi igual, el llevaba un suéter algo flojo de color gris y unos pantalones de color negro, el contrario llevaba un pantalón azul de mezclilla, le sorprendió que ya no vistiera tan descarado, al parecer la vida de casado hizo que fuera un poco más respetuoso, claro solo de la vestimenta.

 

Misaki: Buenas tardes. — Lo paso de largo, no tenía ganas de discutir.

 

Al llegar a la habitación de Mizuki paso sin tocar pues la puerta estaba abierta, los demás al verlo se levantaron a abrazarlo.

 

Kaoruko: Misaki ¿Cómo estás?— Misaki la quedo viendo con duda.

 

Misaki: Bien jajá ¿A qué viene esa pregunta?

 

La chica volteo a ver a los demás, con la mirada negaron, notaban a Misaki un poco triste así que no quisieron recordarle más cosas, tal vez aun sentía lo de su bebé.

 

Ruruka: Nada, nada, es que hace casi tres días que no te veíamos.

 

Misaki: Ah, es que estuve de flojo un rato jajá. —Fue hacia Mizuki que estaba acostado en la cama, se le notaba cansado. — ¿Cómo te sientes?— Se sentó en la cama, enfrente de él.

 

Mizuki: Adolorido, estuve sangrando un poco, pero el doctor dijo que era normal, de hecho ya se me paso, por eso tengo mucho sueño. —Misaki le hizo sus cabellos hacia atrás, Mizuki sintió confort en esa fresca mano.

 

Misaki: Me alegro que ya estés mejor, mira te traje chocolates, son amargos, sé que no te gusta mucho el dulce. —Le paso una caja de color negro.

 

Mizuki: Muchas gracias. —Sonrió débilmente.

 

Natsuko: Bajaremos a comer, ¿Misaki puedes acompañar a Mizuki? —Jugo con sus cabellos despeinándolos, Misaki sonrió ante esto.

 

Misaki: Claro, no hay problema. —Ruruka también iba a salir junto con Natsuko y Kaoruko pero Misaki negó, por supuesto se detuvo.

 

Kaoruko: Ruruka ¿No vienes?

 

Ruruka: Si, es que voy al baño. —Kaoruko asintió y se fue, esperaron a que los pasos ya no se escucharan para hablar.

 

Mizuki: ¿Qué pasa?

 

Ruruka: Si Misaki, estas como raro. —Se hinco a un lado de Mizuki, ambos lo veían con detenimiento.

 

Misaki: Asami golpeo a Akihiko. —Dijo de pronto, ambos se voltearon a ver sorprendidos.

 

Mizuki: Ah, así que por esa razón Akihiko tiene moretones en su cara.

 

Ruruka: Dijo que le habían robado.

 

Misaki: No es cierto.

 

Mizuki: ¿Por qué no quisiste que mi tía supiera?—Misaki lo quedo viendo como si fuera lo más obvio. —Claro.

 

Ruruka: ¿Y eso por qué fue?

 

Misaki: Porque me beso a la fuerza, además nos dijo que se iba a divorciar de Takaba, al parecer quiere regresar conmigo.

 

Mizuki: Es un completo idiota, mira que decirte esto ahorita.

 

Misaki: Además no quiero que Natsuko ni Kaoruko se enteren, no quiero hacer más grande este chisme.

 

Ruruka: ¿Cómo tomo el tonto ese tu relación con Asami?

 

Mizuki: Seguramente fue un golpe a su hombría jajaja ¡Ay!— Se sobo un poco el vientre.

 

Misaki: No lo sé—Se masajeo el entrecejo—De un momento a otro ese par de tontos comenzó a golpearse, obvio a Ryuichi no le pareció ese asunto de reconquista así que…—Un sonido de mensaje lo interrumpió. —Es el, dice que en donde estoy, lo sabe, sus agentes me siguieron, no se para que pregunta.

 

Ruruka: Awww que tierno, al menos pregunto qué en donde estabas y no un voy por ti. —Hizo su voz más ronca.

 

Mizuki: Ves, la indiferencia si hace cambios.

 

Misaki: Bueno si, tienes razón. —Respondió el mensaje, pero todavía no lo enviaba.

 

Ruruka: Cualquiera en su lugar estaría igual, piensa Misaki ¿Que harías tú si fuera el caso contrario? Imagínate que Takaba fuera quien le dijo a Asami que se va a divorciar y le robara un beso.

 

Mizuki: El rosado tiene razón.

 

Misaki: Si, el caso es que yo no soy celoso y controlador como el…bueno nada más un poco, lo que quiero decir es que yo no le hubiera gritado tampoco desconfiado.

 

Ruruka: Deberías agregarle un pequeño corazón a ese mensaje e ir poniéndole interés poco a poco.

 

Misaki: Claro que me interesa, solo es indiferencia fingida. —Hizo un pequeño puchero, envió el mensaje pero sin ponerle lo que Ruruka le dijo.

 

Mizuki: Jajaja ahora quiero ir a hacerle burla a mi primo. —Trato de levantarse pero ambos se lo impidieron.

 

Ruruka: No, estas loquito, no puedes hacer movimientos bruscos.

 

Mizuki: No es movimiento brusco si alguno de ustedes me carga. — Ambos se voltearon a ver con duda. —Además el doctor que vino dijo que podía caminar poco a poco. —Misaki suspiro.

 

Misaki: Esta bien. —Lo tomo de la espalda, por debajo de las rodillas y lo levanto. —Ah Dios, si pesas un poquito. —Lo volvió a poner en la cama.

 

Ruruka: Si, es que cuando estaba embarazado dio rienda suelta a sus antojos. —Misaki soltó una risa que hizo enrojecer a Mizuki.

 

Mizuki: No, no peso tanto. —Fue Ruruka quien lo llevo hacia abajo. —Oh si estas fuerte.

 

Ruruka: No me coquetees, si tú y yo estuviéramos en una relación seriamos lesbianas.

 

Misaki: Ja ja ja ja. —Se rio tan fuerte que algunas mucamas lo quedaron viendo.

 

Mizuki: No seas estúpido, todavía que te hago un cumplido…además el que sea doncel no me hace gay.

 

Misaki: Claro, por esa razón no quedaste embarazado ja ja ja.

 

Ruruka: Eso le hubieras dicho a Kirishima aquella vez. —Se burló.

 

Mizuki: ¡Ay! ¿Qué tiene? De vez en cuando se debe experimentar, un error lo puede tener cualquiera.

 

Misaki: Si Ruruka, además si él fuera gay, le gustarían como Kirishima o más bien Kirishima. —Mizuki hizo como si ignorara a ese par.

 

 Cuando llegaron al comedor ya todos estaban sentados, la señora Natsuko se levantó enojada, Ruruka bajo a Mizuki.

 

Natsuko: ¡¿Ustedes no entienden el concepto de reposo?!— Fue a donde estaban y le dio una nalgada a cada uno.

 

Misaki: ¡Ay!

 

Mizuki: ¡Tía!

 

Ruruka: ¿¡Yo por qué!?—Se sobaron.

 

Natsuko: Váyanse a sentar o si no les doy otra.

 

De un momento a otro los tres ya estaban sentados, Takaba tuvo que morderse la lengua para no reírse, y Akihiko dejo de ver su celular, no quería que también le tocara regaño. Fuyuhiko vio a Misaki seriamente.

 

Misaki: ¿Qué?—Fuyuhiko entrecerró los ojos. — Ah… ya me acorde… ¿Me perdona?—Fuyuhiko se volteo “enojado”— ¿Oh que hare con el pato y el oso de plastilina que hice ayer?

 

Fuyuhiko: Bueno si te perdono.

 

Akihiko: ¿Disculpen de que hablan?

 

Mizuki: Ah sí cierto que te “pegaron” ¿Verdad?—Akihiko lo quedo viendo con advertencia, supo que Misaki ya le había dicho lo que paso.

 

Takaba: Mi amor, si me hubieras llevado a esa junta al menos nos hubieran asaltado a los dos. —Sobo los hombros de Akihiko.

 

Misaki le dio un trago a su bebida para no decir nada, Ruruka si se rio un poco.

 

Mizuki: Ay cuñado como crees, no, me hubiera sentido fatal si a ti también te hubieran pegado. —Misaki, Ruruka y Kaoruko sabía que su tono amable era falso, hasta burlón.

 

Takaba: Aww gracias por preocuparte por mí.

 

Kaoruko: Misaki como vas con tu novio. —Vio como Akihiko apretaba la mandíbula.

 

Misaki: Uff súper bien, es tan fuerte y hábil…

 

Ruruka: Y viril, si no te hace un hijo te hace un queso. —Se Mizuki estuvo a punto de ahogarse con el agua, Misaki estaba un poco rojo pero también se rio, Fuyuhiko viendo que su hijo estaba a nada de hacer un escándalo los callo.

 

Fuyuhiko: Bueno silencio, ya trajeron la comida.

 

Los comentarios burlones por parte de Mizuki no dejaron de fluir haciendo que todo el trascurso que duro la comida fuera amarga para Akihiko. Misaki se quedó por un rato más contándole todo lo que había pasado aquella noche a Mizuki y a Ruruka, ambos le dieron palabras de apoyo sabían que era difícil para el tratar tan indiferente a Asami.

 

Al salir de la mansión el color naranja ya cubría el cielo unas cuantas estrellas ya se hacían un poco visibles, se despidió de la servidumbre y de Tanaka, se subió a su auto y lo puso a andar, pero a medio camino salió Akihiko de un lado haciendo que se frenara de golpe.

 

Misaki: Este imbécil. —Bajo del auto. —Te puedes quitar por favor.

 

Akihiko: No. —Tenía ambas manos en la espalda escondiendo algo.

 

Misaki: Quítate o te atropello. —Akihiko saco los regalos, era un oso con un ramo de flores amarillas y una caja de fresas con chocolate, Misaki lo siguió viendo con indiferencia. — ¿Qué?—Akihiko le sonreía como antes lo hacía.

 

Akihiko: ¿Te gustan?—Misaki se acercó con una sonrisa, sus ojos brillaban, para Akihiko no había ser más hermoso que ese.

 

Misaki tomo las cosas, olio las flores maravillado, tenía un sonrojo.

 

Misaki: M-Muchas gracias. —Akihiko por estar distraído no noto cuando Misaki puso las cosas atrás de las llantas de su coche, Misaki se subió y puso reversa, se escuchó como todos los regalos se rompían y tronaban, así dio varios reversa y adelantos para aplastar las cosas, Akihiko estaba que no se creía aquello, por ultimo Misaki acelero un poco y se detuvo a un lado del pasmado peli plateado. —No, no me gustaron, deja de molestarme o le diré a Asami que ahora si te pegue todo lo que quiera.

 

Akihiko vio como todos sus regalos eran una cosa sin forma, tenía un nudo en la garganta pero no se daría por vencido todavía.

 

Misaki al salir de la mansión se vio rodeado por los escoltas, ya ni siquiera podía enojarse con eso, Ruruka y Mizuki tenían razón, Asami preservaba por su seguridad, sonrió y acelero para llegar a su casa.

 

Al llegar estaciono su auto afuera, al bajar noto que había algo extraño ahí pero no encontraba que, con algo de sospecha y también con precaución abrió su la puerta, la imagen que vio lo dejo en shock, absolutamente todo su departamento estaba lleno de flores blancas, incluso se había impregnado el olor en el aire, había varios tipos de flores, orquídeas, rosas, lirios, tulipanes, crisantemos, margaritas, y varias más que no reconoció pero parecían exóticas, todas eran blancas, inclusive había flores en las ventanas y algunos lugares de los sillones.

 

Misaki: Pero que…

 

Se acercó a verlas, ninguna tenía alguna tarjeta de presentación. Al sentir que unos brazos le rodeaban la cintura se tranquilizó, reconocería ese reloj donde fuese.

 

Asami: Ninguna será suficiente para pedirte perdón, pero al menos me permitirán abrazarte. —Le susurro mientras dejaba un beso en su mejilla.

 

Misaki se volteo para verlo, tenía los ojos llorosos.

 

Asami: ¿No te gustaron?

 

Misaki: Eres un tonto al creer eso. —Lo abrazo más fuerte y se recargo en su pecho. —Por supuesto que me gustaron, todas son bonitas. — Se acercó a su rostro y le dejo un suave beso en su mejilla.

 

Afuera todos los guardias estaban a amontonados en las ventanas viendo todo lo que pasaba adentro.

 

Asami: Gracias.

 

Misaki: ¿Por qué?

 

Asami: Por dejarme abrazarte. — Se recargo en él. —No sabes la falta que me hacía un abrazo tuyo.

 

Misaki: Igual. —Disfruto de su perfume. —Gracias por las flores señor Asami.

 

Asami: No.

 

Misaki: No que. —Misaki subió la mirada, aún seguían abrazados.

 

Asami: Me mata que me hables de usted, no me gusta, te lo suplico, no lo hagas.

 

Misaki: ¿Ah sí? Pues a mí me mata que me grites—Se acercó a sus labios, apenas rozándolos. —Jamás vuelvas a gritarme por favor, no sabes lo horrible que siento cada vez que haces eso, o cuando desconfías de mí.

 

Asami: Lo sé, he sido un idiota, perdóname por favor, cuando se trata de ti no puedo evitar perder el control, estoy trabajando en ello. —Iba a besarlo pero Misaki se hizo hacia atrás.

 

Misaki: Esta bien te perdono…—Asami lo interrumpió pues lo había cargado y ahora estaba a la altura de su rostro. —Pero.

 

Asami: Ah, odio los peros.

 

Misaki: Nada de besos, ni de sexo. —Los agentes se sintieron mal por su jefe, Asami lo bajo.

 

Asami: ¿Por qué?

 

Misaki: Porque es tu castigo.

 

Asami: Pero si ya me perdonaste.

 

Misaki: Si, pero ¿Cómo sé que no lo volverás a hacer?, además es tu castigo por hacerme llorar.

 

Asami: Misaki. —Comenzó a tocarlo, pero el menor lo detuvo.

 

Misaki: No y si sigues así no dejare ni que me tomes de la mano. —Asami se detuvo.

 

Asami: Esta bien. —Dijo algo molesto. — ¿Hasta cuándo será esto?—Le palmeo un poco el trasero.

 

Misaki: Cinco meses.

 

Asami: ¿¡Que!? Por supuesto que no. —Lo soltó de inmediato, Misaki empezó a carcajearse, Asami inmediato se recompuso.

 

Misaki: Claro que no. —Se acercó muy sugerente. —Además yo no aguantaría tanto, puede ser tan pronto o muy tarde de lo que te imaginas, depende de cómo me dejes de celar y como te comportes.

 

Asami: Ok, solo porque la recompensa será muy larga y cansada. —Dijo con tono sugerente, Misaki solo asintió riéndose con pena, se recargo en su hombro.

 

Misaki volteo a las ventanas, los agentes se escondieron rápido, uno si se había alcanzado a pegar.

 

Misaki: ¿Quién está allá fuera?—Se separó por completo de Asami.

 

Asami: Nadie. —Los chicos se fueron rápido a sus autos, Misaki abrió la puerta y vio que todos estaban haciendo “algo”, por ejemplo uno que tenía una botella de agua al revés.

 

Misaki: mmm. —Entrecerró los ojos, Asami le acaricio los hombros.

 

Asami: ¿Qué tal si vamos a cenar? —Misaki acaricio su mano.

 

Misaki: Esta bien, pero antes quiero acomodar las flores en donde más les de el sol y deja me pongo un abrigo.

 

Así fue, Asami le ayudo al menor a acomodar los arreglos en un solo lugar, parecía una pared hecha de flores, Misaki le tomo una foto y la envió al grupo que tenía, Feilong no tardo en decir que esa había sido su idea, los demás decían que diera su flor tan rápido sacándole una risa.

 

Asami: ¿Qué?

 

Misaki: Nada, ¿Nos vamos?

 

Asami lo llevo a un buen restaurante, en ese lugar tenían total privacidad y no eran molestados por las importunas cámaras, la cena era deliciosa.

 

Asami: ¿Si te gusto lo que ordene?

 

Misaki: Si, gracias esta rico. —El mesero regreso por cuarta vez, eso se le estaba haciendo raro a Misaki.

 

— ¿Se les ofrece algo más?—Dijo mientras veía a Asami.

 

Misaki: No, ya te habíamos dicho que todo está bien, gracias.

 

— ¿Seguro?— Le guiño un ojo a Asami, Misaki en vez de enojarse sintió pena ajena.

 

Asami: Si, ¿Y puedes dejar de hacer eso? Mi esposo ya mato a una persona, ¿Quieres ser el segundo? —Misaki se sonrojo ante lo dicho, además de que casi se ahoga con el vino, el mesero se puso pálido y se fue de ahí.

 

Misaki: ¡No digas esas cosas! —Sentía todo su rostro caliente.

 

Asami: Funciono, mira hasta le está pidiendo a sus compañeros cambiar de mesa.

 

La cena siguió sin novedades, al terminar tuvieron que salir por la parte de atrás, pues alguien había avisado de su presencia en ese lugar.

 

Asami: ¿Por qué no quieres ir a nuestro departamento?

 

Misaki: Es tuyo Asami, además te conozco tu no vas a querer solamente dormir. —Casi, casi gritaba por lo dicho por Asami.

 

Asami: …Puedes dormir en otra habitación…

 

Misaki: Si y mágicamente te vas a convertir en sonámbulo y te vas a ir a costar conmigo.

 

Asami: Eso…no es verdad.

 

Misaki: Además ya llegamos. —Asami quedo viendo mal al chofer por regresar al departamento de Misaki.

 

Asami: Podemos regresar. —Misaki negó y se bajó del auto, Asami rápidamente se bajó y lo alcanzo. —Está bien. —Tomo la mano del menor y la entrelazo con sus dedos. — ¿Mañana que vas a hacer?

 

Misaki: Iré con Feilong, dijo que quería presentarme a un tal Tao… ¿Quién es?

 

Asami: Ah sí, es su protegido pero es más como su segundo hijo. —Llegaron hasta en frente de la puerta.

 

Misaki: Oh entonces iré mañana con Feilong y gracias por la cena. —Le abrazo su torso, sintió como Asami le beso su coronilla.

 

Asami: ¿Estarás bien aquí solo?

 

Misaki: Obvio, no te preocupes. —Se alzó de puntas, tomo el rostro del mayor y lo beso.

 

Asami se sorprendió pero aun así aprovecho el momento, lo atrajo hacia él, el beso no duro más de lo que pensó porque Misaki lo separo.

 

Asami: Habías dicho que nada de besos.

 

Misaki: Si pero me gustaron mucho las flores, así que por ahora te vas a tener que conformar con este, buenas noches. —Le dio un beso en la mejilla y por fin Asami lo soltó

 

Asami: Descansa. —Bajo las escaleras y Misaki abrió su puerta.

 

Misaki: Con cuidado. —Se metió y por la mirilla vio como Asami se subía a uno de los autos y se iban. —Ah, Misaki tu dijiste que solo besos en la mejilla ahora te aguantas. —Vio por última vez sus flores, apago las luces y subió a su cuarto, jugaría un rato con sus juguetes.

 

Después de ese día Misaki ya no respondía tan frio los mensajes de Asami, incluso a veces a la hora de la comida le decía al mayor que fuera a comer a su departamento, incluso una vez se les unió Kirishima, se enteró además que el secretario no había dejado de hablar con Mizuki pero que este a veces ni le respondía los mensajes que le enviaba ante esto Asami se burlaba de él.

 

21 de Marzo.

 

Takaba se levantó con los ojos hinchados por tanto llorar, Akihiko estaba sentado en uno de los sillones viendo hacia la ventana con el desayuno al centro de una pequeña mesa.

 

Akihiko: ¿Cómo te sientes? —Takaba se puso la bata que hacia conjunto con su pijama y fue hacia donde estaba Akihiko. — Pedí que nos trajeran el desayuno para que allá bajo no te vieran así.

 

Takaba: Gracias. —Se sentó en frente de él. —Me duele la cabeza.

 

Akihiko: A mi igual, ya hable con uno de mis abogados.

 

Takaba: Si…

 

Akihiko: Le dije que fuera discreto, además creo que sería un problema para nosotros que mi familia se enterara, te aprecio mucho no sería correcto que te molestaran.

 

Takaba: Nunca nadie se había preocupado por mí…—Hubo un largo silencio donde ambos se quedaron viendo.

 

Akihiko: Que extraño que nuestros ex sean pareja ¿No? —De un momento a otro Takaba empezó a llorar mientras tomaba café y después mordía un pedazo de fruta.

 

Takaba: Si…—Sorbió por la nariz mientras se limpiaba las lágrimas con una servilleta que le paso el mayor.

 

Akihiko: De hecho fue tu ex quien me pego por besar a Misaki. —Takaba lo vio sorprendido.

 

Takaba: Antes no te mato…Ah entonces esa fue tu “Junta”. —Se cruzó de brazos.

 

Akihiko: Si…ay que te quejas si ya nos vamos a divorciar.

 

Takaba: Pero aun así me debes respeto. —Ambos se empezaron a reír por aquella estupidez.

 

Akihiko: ¿Qué piensas hacer respecto a Asami?

 

Takaba: Ir a verlo por supuesto.

 

Akihiko: ¿Solo así? Mejor piensa bien las cosas, conociéndote capaz y te sale mal algo. —Takaba lo vio con enojo.

 

Takaba: Bueno si… ¿Entonces como empiezo?

 

Akihiko: No lo sé…pero mientras dure el proceso de divorcio deberemos fingir que todavía somos una pareja perfecta y así. —Takaba asintió, de nuevo las lágrimas comenzaron a surgir. —Ven, ya no llores. —Akihiko fue hacia donde estaba y lo abrazo. —Tal vez ya no seremos esposos pero te apoyare como mi amigo, todo estará bien, no te preocupes.

 

Así fue, en frente de los demás seguían siendo una pareja, ante Mizuki una pareja odiosa pero lo eran, Takaba no se había enterado antes de lo que sucedía con Asami pues había tenido algo de trabajo y no había tenido tiempo ni ver la televisión, mucho menos su celular. Empezó a ver todo respecto a la pareja, ahora caía en cuenta porque Misaki había cambiado bastante, pues al estar al lado de una persona como Asami tenías que aprender ciertas cosas y una de esas era defenderte.

 

Observo todas las fotografías que había en internet, lo que no entendía era el tatuaje que esos dos compartían, ¿Por qué tenían un tatuaje a par? Empezó a atar cabos, la familia Asami sabía que Misaki era pareja de Asami pero nunca lo comentaban ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Maldijo al trabajo que no lo había dejado descansar bien. También noto la vestimenta que últimamente portaba Misaki, cuando lo conoció noto que Misaki usaba ropa más grande de lo normal pero cuando lo volvió a ver incluso lucia elegante, recatado y con ropa de su talla. Primero tendría que empezar por eso, a pesar de ser esposo de Akihiko nunca le llamo la atención vestir tan formal, estaba más acostumbrado a vestir casual.

 

Se consideraba atractivo pero noto que su ropa siempre estaba fuera de lugar, primero si quería conseguir que al menos Asami lo notara tendría que vestir más formal y solo había una persona que lo ayudaría en eso sin hacerle caras de fastidio, la señora Natsuko.

 

Ella encantada le ayudo, los primos no sabían que pensar sobre el cambio de actitud que tenía Takaba, parecía menos recio y petulante, incluso Akihiko empezó a tratarlo mejor, es decir tenían esa confianza de amigos pero ya no se besaban delante de ellos.

 

Mizuki: ¿Soy yo o esos dos están raros?—Susurro a Ruruka mientras los veía llegar.

 

Ruruka: Si algo. —Se quedaron callados cuando Akihiko se despidió con un beso en la mejilla de Takaba y el rubio llegaba a sentarse a uno de los sillones de la sala mientras revisaba su Tablet.

 

Kaoruko: Vaya, hasta que vistes conforme a tu edad y no como puberto con problemas familiares.

 

Y si, Takaba había cambiado todo su guardarropa, en ese momento llevaba un pantalón gris de vestir y una camisa negra que era de acuerdo a su talla, ya no le quedaba pegada pero tampoco era floja, hasta se marcaba más su figura, incluso sus pantalones se veían pegados a sus piernas pero no parecía vulgar.

 

Takaba: ¿Gracias?

 

Ruruka: ¿También te cortaste el cabello? ¿Y ese cambio? —Takaba alzo los hombros restándole importancia.

 

Takaba: Me gusta así.

 

Mizuki: Ahora si pareces esposo de uno de los Usami. —Todos se rieron menos el rubio que con una sonrisa se fue de ahí, tendría que controlar también sus emociones y no dejarse llevar por las mismas.

 

26 de Marzo.

 

Akihiko estaba viendo hacia el jardín mientras tomaba su tercer vaso de whiskey, eran las cinco de la tarde, Takaba estaba entretenido viendo su celular.

 

Akihiko: Al rato vengo. —Takaba se levantó para seguirlo.

 

Takaba: ¿A dónde vas?

 

Akihiko: A caminar.

 

Takaba: No te creo, pero ten cuidado, no hagas alguna locura, me dijiste que tendría que esperar para hablar con Asami así que tú también espera para ver a Misaki de nuevo. —Le susurro, Akihiko asintió sin siquiera verlo y se fue.

 

Mizuki: ¿A dónde fue mi primo?—Iba bajando de las escaleras.

 

Takaba: Ah, dijo que lo habían llamado de la editorial para ver algo de uno de sus libros. —Mintió, Mizuki solo asintió, iba a decir otra cosa cuando su celular le interrumpió.

 

Mizuki: ¡Ay estúpido deja de molestarme!—Apago su celular y lo dejo adentro de un gran jarrón.

 

Takaba: ¿Estas bien?

 

Mizuki: Si, es un idiota que quiere que vaya a beber con él, ya le dije como 10 veces que no y sigue ahí de ¡Ah!...que te importa. —Se fue hacia la cocina dando grandes zancadas.

 

Takaba: ¿¡No será que te gusta!?—Mizuki grito un gran Déjame en paz desde la cocina, Takaba le restó importancia y regreso a la sala.

 

Kaoruko: Si le gusta, por eso esta histérico. —Takaba brinco al no verla.

 

Takaba: Ah…Ok. —Se tocó el pecho tratando de controlar su asustado corazón.

 

 

 

Después de unas horas Akihiko ya ni sabía que estaba tomando, le había costado llegar hasta ese nivel de ebriedad pues tenía buen aguante, no estaba muy consciente de su alrededor.

 

Akihiko: Sírveme otro igual por favor. —Le dijo al barman que estaba en frente de él.

 

Kirishima: ¿Penas de amor? —Estaba un poco más ebrio que el peli plateado.

 

Akihiko: Algo así, ¿Creerás que deje ir al amor de mi vida entre mis dedos? Lo deje ir como si fuera agua. —Arrastro las palabras pero todavía se le medio entendía. —Soy un idiota, hice todo mal. —Sorbió por la nariz, había empezado a llorar. — ¿Y tú? ¿Por qué estas aquí?

 

Kirishima: Hace bastante que no me ponía así, quise darme el gusto jojana, además había invitado a la persona que me gusta a una cita pero me rechazo. —Sonrió tontamente. —Salud, por esos ingratos, mal agradecidos, preciosos…—Choco su vaso junto con Akihiko y ambos se tomaron aquel licor como si fuera agua. —Oiga…como que siento que a usted lo conozco de un lado. —Le señalo aun con el vaso en la mano.

 

Akihiko: Que raro, yo tengo la misma impresión. — Le sonrió. — Pero por si las dudas. —Le estiro su mano. —Akihiko Usami. —Kirishima estrecho su mano.

 

Kirishima: Kei Kirishima, un gusto. —Relleno su vaso y el de Akihiko casi hasta arriba con la botella que había pedido minutos antes. —Salud por eso. — Ambos lo bebieron de jalón.

 

—Lo siento señores pero ya casi es hora de cerrar. —Les dijo el barman.

 

Akihiko: ¿Qué? ¿Por qué?

 

—Es que por órdenes de las autoridades tenemos que cerrar a las 11 de la noche.

 

Kirishima: Pero aún es temprano. —Arrastro tanto las palabras que apenas si se le entendió.

 

Akihiko: No importa, mira compramos más botellas y nos la vamos tomando.

 

Kirishima: Que buena idea, que inteligente eres. —Le palmeo la cabeza.

 

Compraron otras dos botellas y se fueron al auto de Akihiko.

 

Kirishima: Yo manejo, se manejar borracho. —Alzo la mano como si fuera niño pequeño.

 

Akihiko: Esta bien, pero si amanecemos muertos te mato ¿Ok? —Kirishima asintió.

 

Akihiko le dijo por dónde ir, lo bueno era que había buena iluminación y por eso Kirishima medio se guiaba para no chocar. Al llegar a su destino Akihiko bajo tambaleándose, Kirishima también bajo y se acostó en el capo, el peli plateado toco varias veces el timbre de la casa que visitaban.

 

Hiroki: ¡Ya voy! —Al abrir la puerta se sorprendió. — ¿Akihiko que mierdas haces aquí? ¿Ya viste la hora que es?

 

Akihiko: Que…mal amigo eres. —Hipo. —Todavía que te vengo a visitar me gritas.

 

Hiroki: Bueno a diferencia de ti, yo si tengo que trabajar hasta tarde.

 

Akihiko: Ya shh, ¿Puedo pasar?—Hiroki se hizo a un lado para dejarlo entrar. — ¡Psst Kirishima!

 

El secretario se cayó del capo, como pudo se levantó y fue hacia donde estaba Akihiko, Hiroki negó enojado.

 

Kirishima: Buenas noches.

 

Hiroki: Pasen ya antes de que me arrepienta.

 

Los tres fueron hacia la sala, había varias hojas con calificaciones.

 

Akihiko: ¿Y tu esposa?

 

Hiroki: No es mi esposa, Nowaki tuvo turno en la noche.

 

Kirishima: ¿Cómo que eres muy amargado no? Ten toma un trago. —Estuvo a punto de tirar el licor en los papeles.

 

Hiroki: Que idiota eres… ¡Espera! No hagas un desastre. —Acomodo las hojas en un sitio seguro y fue por unos vasos.

 

Hiroki trajo los vasos y Kirishima se encargó de llenarlos como su habilidad le dio a entender, Hiroki casi ni bebía, solo le ponía atención a los relatos de cada quien.

 

Kirishima: Ese día que aborto, lo tenía aquí. —Señalo su pecho. —Estábamos abrazaditos, calientitos, iba a decirle que todo iba a estar bien, la verdad desde que lo vi si me gusto, pero no pude decirle nada, ni siquiera para darle fuerzas. —Hipaba entre cada palabra. —Hace unos días me invito al cine, pero no pude ir ¡Por eso se enojó! —Akihiko empezó a llorar, Hiroki tenía recargada su cara en su mano y en la otra el vaso vacío, Kirishima, se lo relleno completo. —Desde ese día no me responde los mensajes o me manda notas de voz diciendo que deje de molestarlo.

 

Akihiko: Yo…—Sorbió por la nariz. —Le quise dar un buen detalle regalándole un oso y lo destruyo. —Una lágrima corrió por su mejilla. —Pero eso me pasa por imbécil, por casarme con Takaba que fue un karma todo lo que duro nuestro matrimonio, porque Takaba nunca fue un esposo…es mi karma, ahorita que nos vamos a separar ya hasta parece el esposo ideal, me alegro por él, es un buen amigo.

 

Kirishima: Que bueno que yo no me he casado—Abrazo a Hiroki—No estoy tan idiota—Se burló mientras alargaba el insulto, Hiroki los veía con aburrimiento.

 

Akihiko: Tengo a Misaki aquí. —Se señaló el corazón. —Lo tengo grabado en el corazón y no se me sale y todo por cometer la estupidez de engañarlo. —Hiroki se tomó todo el contenido del vaso, había dejado también unas botanas para disfrutar el espectáculo de esos dos.

 

Kirishima: ¿Usted que piensa maestro?— Hiroki estaba viendo hacia la nada. — ¿Deberíamos ir hasta su casas a pedirles que salgan con nosotros?

 

Hiroki: … —Ni siquiera escucho lo que pregunto, estaba pensando en cómo le estaba yendo a Nowaki.

 

Akihiko: pts, pts ¡Hiroki! Te está hablando mi amigo contéstale.

 

Hiroki: Ah sí…claro. —Kirishima poco a poco se iba resbalando del sillón hasta que quedo sentado en el suelo, había perdido sus lentes, estaba despeinado y su camisa estaba mal hecha, incluso se le veía el abdomen.

 

Kirishima: Salud porque somos cobardes, brutos…—Hiroki poco a poco fue afectado por el alcohol.

 

Akihiko: Ah no, yo si le dije que quería regresar con él. —Lloriqueo. —Y me rechazo…—Empezó a sollozar

 

Hiroki: Ya no llores ¿Para que te casaste entonces?

 

Akihiko: La verdad si pensé que la iba a hacer con Takaba…y ahí la llevábamos, pero nada más no.

 

Kirishima: Ah, ¿Entonces por eso se están divorciando?

 

Akihiko: Shh, shh, nadie debe saberlo, le dije a mi pronto ex esposo que no le íbamos a decir a nadie, mi matrimonio nunca valió nada.

 

Hiroki: Lo que debes hacer es dejar de llorar, termina una cosa para que puedas empezar la otra. —Kirishima asintió.

 

Kirishima: Eso es de hombres.

 

Hiroki: Si, deja de lamentarte y agarra al toro por los cuernos. —Akihiko se levantó tambaleándose.

 

Akihiko: Tienes razón. —Levanto a Hiroki con bastante fuerza y lo abrazo. —Gracias amigo.

 

Hiroki: Gracias a ti bro…—Ambos empezaron a llorar, Kirishima se levantó y también los abrazo.

 

Kirishima: Ustedes, más que mis hermanos son mis brothersss, gracias Asami. —Palmeo la espalda de Akihiko.

 

 

 

Misaki estaba en su cuarto mientras hablaba por celular con Asami, le dio un sorbo a su té

 

Misaki: Tiene que irse a dormir señor Asami, ya son las dos de la mañana y usted necesita descansar.

 

Asami: Pero tú eres el necesita dormir…—Él se encontraba aun en su oficina junto con Mikhail y otros guardaespaldas, aunque para hablar con Misaki se alejó un poco.

 

Misaki: Si…pero tú te levantas temprano, mira ya duerme y mañana te doy un beso. —Asami rio roncamente.

 

Asami: Esta bien, descansa.

 

Misaki: Igual, te amo.

 

Asami: Yo te amo. —Misaki le mando un beso y colgó.

 

Estaba a punto de apagar la luz de su lámpara cuando se escuchó un escándalo afuera, incluso brinco al escuchar el volumen alto de una bocina, al parecer alguien demasiado ebrio estaba cantando en un inglés mal pronunciado, no iba a tomarle importancia hasta que escucho su nombre ser gritado.

 

Misaki: Pero que pinches mierdas…—Se puso sus pantuflas y bajo a ver, se asomó por la mirilla de la ventana.

 

Kirishima y Hiroki estaban arriba del techo del auto sentados y coreando lo que cantaba Akihiko y Akihiko estaba a unos metros de su puerta cantando a todo lo que su voz daba, el volumen estaba tan alto que incluso las ventanas vibraban, si seguían haciendo escandalo los vecinos no iban a tardar en llamar a la policía.

 

Misaki: Debería dejar que se lo llevaran, ahg no, Hiroki y Kirishima no tienen la culpa. —Abrió la puerta enojado, Akihiko al verlo dejo de cantar.

 

Akihiko: ¡Mi amor!—Alzo los brazos.

 

— ¡Mi amor!—Corearon los otros dos, Akihiko abrazo con fuerza a Misaki.

 

Misaki: ¿Qué hacen aquí?

 

Akihiko: Te quise hacer algo romántico. —Misaki apenas y le entendió. —Cantarte a la luz de la luna.

 

Misaki: Ah…—Akihiko paso a su departamento, de mala gana lo dejo.

 

Fue hacia el auto, abrió la puerta del piloto y apago el radio junto con el coche.

 

Hiroki: Misaki ¿Por qué no has ido a clases?

 

Misaki: Ya me gradué profesor ¿No recuerda?

 

Hiroki: Mentiroso. —Le aventó la botella pero Misaki la esquivo.

 

Misaki: Vamos, bajen de ahí. —Ayudo a Hiroki a bajar, iba a bajar a Kirishima pero ya estaba en el suelo. —Cuidado… ¿Kirishima que haces con ellos?

 

Kirishima: Es que son mis compañeros.

 

Misaki los ayudo a pasar, Akihiko estaba acostado boca abajo en uno de los sillones, sentó a Hiroki y a Kirishima en otro.

 

Misaki: No se muevan de aquí por favor. —No dejo que respondieran, fue a la cocina a prepararles un café a esos tres.

 

No podía dejar que se quedaran ahí, así que llamo a los primeros que llegaron a su mente, tomo su celular y le llamo a Mikhail, espero unos segundos a que tomara la llamada.

 

Mikhail: ¿Qué pasa? —Mikhail al ver el nombre de Misaki en el celular se alejó, pues era raro que el castaño lo llamara y no quería preocupar a Asami de repente. 

 

Misaki: Necesito que me ayudes... ¿Puedes venir a mi casa? Pero solo ven tú por favor—Dijo mientras veía a sus "invitados" en la sala, Akihiko se había levantado. —Es que Kirishima está muy ebrio ¿Puedes venir por él? Se lo pediría a Asami pero Akihiko está aquí…

 

Mikhail: Claro, ¿Por qué están juntos?

 

Misaki: No lo sé, así llegaron.

 

Mikhail: Esta bien, no te preocupes, no me tardo. —Colgó la llamada.

 

Fastidiado preparo los cafés muy cargados para que medio se les bajara, los dejo en su mesa de centro, tuvo que ayudarles a tomar las tazas porque si no las iban a tirar, Akihiko cada que respiraba le decía muchos Te amo, Misaki lo ignoraba.

 

Salió del departamento y le llamo a Fuyuhiko. En la mansión Usami estaban preocupados, Haruhiko y Shinnosuke hace algunas horas habían llegado, el menor cansado se fue a dormir, pero Haruhiko se quedó en la sala con su padre y Takaba que no dejaba de morderse las uñas, estaba preocupado por Akihiko, el silencio fue interrumpido por el sonido del celular de Fuyuhiko.

 

Fuyuhiko: Misaki ¿Qué paso?—Takaba supo que Akihiko estaba con él, le había dicho que no hiciera imprudencias y al parecer ni caso le hizo.

 

Misaki: Akihiko está aquí…está muy borracho y también el profesor Hiroki se encuentra aquí.

 

Fuyuhiko: Esos niños…—Tapo la bocina del celular para explicarle a los presentes. —Akihiko y Hiroki están con Misaki, al parecer hasta atrás de borrachos.

 

Takaba se masajeo el entrecejo negando.

 

Misaki: ¿Pueden venir por ellos por favor?

 

Fuyuhiko: Si, ya vamos para allá y una disculpa por favor Misaki, que vergüenza.

 

Misaki: No, no te preocupes. —Colgó, con desgana se levantó para ir a cuidar a ese trio, no quería que vomitaran sus flores.

 

El primero en llegar fue Mikhail que se quedó con él hasta que llegaran los Usami pues Akihiko no dejaba de molestarlo y querer abrazarlo, estaban en la cocina cuando el timbre sonó, Mikhail lo acompaño a abrir.

 

Misaki: Hola. —Abrazo a Haruhiko y a Fuyuhiko. —No nos avisaron que ya iban a regresar…

 

Haruhiko: ¿Sorpresa? Buenas noches. —Le dijo a Mikhail.

 

Mikhail: Buenas noches.

 

Fuyuhiko: Esos idiotas, discúlpame otra vez Misaki. —El menor asintió.

 

Haruhiko cargo a Hiroki hasta el auto, Mikhail tuvo que ayudar a Fuyuhiko a levantar al peli plateado que se había desmayado y pesaba demasiado. Haruhiko se tuvo que llevar el auto de su hermano, Fuyuhiko no dejo de disculparse hasta que se fue, por ultimo Misaki ayudo a Mikhail con Kirishima que si medio caminaba pero estaba a punto de dormirse.

 

Mikhail: Listo. —Dejaron a Kirishima en los asientos de atrás. —Vaya…al parecer te trajeron serenata. —Misaki rodo los ojos molesto.

 

Misaki: Agh si, fue tan desagradable…

 

Mikhail: No le diré a Asami, me conto que hace unos días golpeo a Akihiko porque te estaba forzando.

 

Misaki: Gracias, y si, al parecer quiere regresar conmigo, hasta nos dijo que iba a divorciarse de Takaba, pero como notaste, no quiero ni verlo.

 

Mikhail: Si lo vi, entonces creo muy pronto veremos a Takaba por allá…

 

Misaki: Creo que sí.

 

Mikhail: ¿No te afecta?

 

Misaki: En lo absoluto.

 

Mikhail: Vaya, eso es tener confianza…—Asami empezó a llamarlo. —Bueno tengo que irme, le dije a Asami que iba a salir unos minutos. —Se metió al auto.

 

Misaki: Si, y gracias de nuevo. —Espero a que Mikhail se fuera para meterse a su casa.

 

Le puso seguro a su puerta y apago la luz de a fuera, al llegar a su recamara se acomodó en la cama y apago la lámpara de alado.

 

— ¿No deberíamos ir por el ahora que se encuentra solo?—Los dos estaban adentro de un auto, el mayor al ver todas las luces apagadas encendió el coche y se fue de ahí.

 

Iason: No, esto llevara algún tiempo, entre más paciencia tengamos mejor va a salir.

 

—Como quieras, déjame en mi casa por favor. —Con algo de molestia dio vuelta a la calle para ir a dejar al menor a su casa. —Si por mí fuera iría de una vez.

 

Iason: Si, pero tú eres estúpido y dudo que salgas libre, recuerda que Misaki sabe pelear. —El menor torció la boca y se cruzó de brazos.

 

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