Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vas a llorar por mi por Macarena-chan

[Reviews - 520]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 4


Un demonio y un ángel


Asami se encontraba en Mónaco resolviendo algunos "pendientes" que faltaba por arreglar.


Asami: “Me alegra es que mañana voy regresar a Tokio para estar todo el día con Takaba, ese niño se ha metido en lo más profundo de mi duro corazón, aunque últimamente ha estado muy frió y distante conmigo, yo creo que la razón es que no he estado con él, yo nunca he demostrado mis sentimientos con palabras si no con hechos y se los he demostrado a mi niño rebelde y desastroso realmente lo amo, a lo mejor en un futuro muy cercano le pida matrimonio” —Sonrió perversamente ante sus pensamientos, pero su secretario le interrumpió.


Kirishima: Señor todo esta listo, su equipaje ya se encuentra en el avión y solo falta que usted aborde y nos vamos.


Asami: Ok, entonces ya vámonos. —Bajaron hasta el estacionamiento del hotel donde Kirishima condujo mientras Asami estaba en los asientos traseros.


Después de unos minutos llegaron al aeropuerto y se subieron al jet privado donde solo lo esperaban sus guardaespaldas y algunas azafatas que cuidadosamente había elegido. Durante el viaje Asami se puso a trabajar un poco en su portátil.


Llegaron a Japón más o menos a las 3:00 pm.


Kirishima: Asami debemos ir a la oficina porque al parecer tenemos nuevos empleados y quieren que usted les dé el visto bueno, además de que falta firmar algunos documentos sobre nuevas rutas de exportación.


Asami: … —Suspiro resignado, se levantó del asiento. —Está bien vámonos, pero antes busca algo de café para que despiertes y de paso yo también.


Kirishima: Entendido. — Empezó a conducir el auto, Asami estaba distraído en sus pensamientos.


Asami: “¿Debería llamar a Takaba para decirle que ya llegue?, no mejor le doy una sorpresa, además de que le traje algunos regalos de Mónaco”


Kirishima: Señor ya llegamos. — Vio a Kirishima para después dirigir su mirada hacia afuera del vehículo, le extraño que estuvieran a fuera de una heladería. — ¿Quiere un café americano?


Asami: Si por favor.


Kirishima se fue, Asami repaso el lugar con la mirada, Kirishima estaba pidiendo los cafés, se encontraban dos adolescentes uno estaba volteado pero tenía el cabello castaño y estaba comiendo helado, y el otro sujeto tenía el cabello obscuro, Kirishima regresaba de nuevo sin tener los cafés, Asami tuvo que bajar la ventanilla para que no subiera de nuevo.


Asami: Ahora que sucede. — Tenia el ceño fruncido, prendió un cigarrillo para calmarse.


Kirishima: Señor es que solo venden capuchino helado y helado. —Kirishima se veía algo apenado


Asami: ¡Compra lo que sea! Solo quiero algo de café.


Kirishima: Si... ¿oiga puedo pedir un helado?. — Asami lo quedo viendo asesinamente, el secretario se fue rápidamente.


Asami noto que los chicos que estaban enfrente de él lo miraban, al dirigirles la mirada ambos se sonrojaron y se volvieron a voltear, Kirishima llego al auto con el café un gran cono de helado.


Asami: Gracias. —Tomo el vaso que Kirishima le daba. — ¿Seguro que te vas a acabar ese helado tu solo?. —Lo miro con asco, Kirishima trataba de disimular lo feliz que se sentía.


Kirishima: Si.


Asami rodo los ojos, mientras se tomaba el café vio al castaño que ahora estaba con todo el rostro de frente, lo analizo detenidamente, tenía sus ojos grandes para ser un chico y eran de color verde, se sorprendió un poco, realmente era bello para ser un chico, su mirada era tranquila, sin alguna pizca de maldad. El chico al sentirse visto por Asami se giró todo sonrojado.


El empresario no pudo evitar compararlo con Takaba que también tenía ese brillo especial en sus ojos pero de diferente forma.


El muchacho de cabello negro le había mandado un beso, con una ceja alzada salió del auto para tirar el envase de café que estaba vacío, antes esto ambos muchachos se echaron a correr al pensar que Asami iría a reclamarles por tal acción.


Asami: Kirishima sigue a esos dos que van corriendo. —Dijo con algo de travesura.


Kirishima: ¿Por qué señor?


Asami. Quiero darles un pequeño susto.


Kirishima: Como ordene. — Kirishima condujo hasta una florería, Asami vio que entraron y pedían unas rosas.


Asami: “Ahora que lo pienso nunca le he dado unas flores a Akihito, pero esto del romanticismo casi no se me da, tal vez mañana debería regalarle algunas”. —Suspiro con una sonrisa. —“Este niño si hace que haga cosas que nunca creí hacer”


Kirishima: Señor debemos irnos, acuérdese que todavía tiene trabajo que terminar.


Asami: Si ya vámonos.


Tuvo bastante trabajo por revisar y guardaespaldas que contratar, fue tanto que fue hasta las 12:00 de la noche que acabo de trabajar, cuando salió de la oficina noto que estaba lloviendo bastante fuerte.


Decidió conducir el, quiso darle un descanso a Kirishima, durante todo el camino hacia su departamento dos autos de cuatro escoltas lo iban cuidando. Al llegar a su piso vio que todo en absoluta oscuridad, prendió las luces y no estaban los zapatos de Takaba, le extraño esto, pues a esa hora Takaba debería estar completamente dormido en la habitación que últimamente compartían todos los días. Asami entro a su cuarto y empezó a desvestirse, iba a darse un baño.


Cuando salió de bañarse fue directamente a su armario y observo que faltaba la ropa de Takaba, este hecho lo extraño porque hace ya varios meses compartía el armario con el como si fueran una pareja recién casada, pero pensó que era otro berrinche de los que Akihito acostumbraba hacer, así que se puso algo cómodo para dormir y fue a la cocina a prepararse algo ligero para cenar.


Acabando de cenar decidió echar un vistazo al cuarto antiguo de Akihito y se dio cuenta que estaba completamente ordenado, pero que faltaban las cámaras que el coleccionaba, fue al armario un poco temeroso pero sin demostrarlo y lo abrió, noto que solo estaba la ropa que él le había regalado, porque no estaba nada perteneciente a Akihito, ni siquiera los perfumes que el usaba, estaba temiendo de que eso no fuera un simple berrinche, se fue a sentar a la cama del menor para poder respirar un poco y aclarar sus ideas, noto que había un sobre en la almohada que iba dirigido a él, extrañándolo abrió y leyó lo siguiente...


Para: Asami Ryuichi


Estos últimos días he notado que nuestra relación no es... como decirlo, nada amorosa, he evaluado mucho nuestra relación y creo que debo decirte que esta es una relación de mierda, yo encontré a alguien que realmente me ama, me valora y yo me enamore de él, ¿sabes?, desde el primer día que lo vi me gustó muchísimo, pero no podía decirlo, ahora sé que yo también le guste y bueno esto paso, decidí irme a vivir con él, encontré a alguien que logro reemplazarte en todos los sentidos, y cuando me refiero a todos es a todos, ¿sabes a lo que me refiero verdad?, el me hace el amor con cariño, me di cuenta que no es lo mismo y no hay nada que nos una.


Este hombre un día llego y me enamoro sin siquiera haberlo conocido, logre olvidarte, al menos él dice lo que siente por mí, cosa que tú nunca hiciste, eso me hacía sentir despreciado, así que con esta carta me despido, no vuelvas a buscarme Asami Ryuichi porque no lograras encontrarme, mejor sigue con tu vida.


Atentamente


Takaba Akihito.


Asami: ¡Cómo puede ser esto posible!, ¡cómo puede decir que no lo amo, si yo casi mato a todos por el! —Aventó algunas cosas que quedaban en un estante. — ¡¿Cómo puede decir que no lo amo cuando lo salvo de todas las cosas imprudentes que él hace?!


Por el coraje que sentía empezó a desquitarse con las cosas que ahí había, rompió varios jarrones que acabo sangrándose ambas manos, cuando se calmó un poco llamo a Kirishima.


Kirishima: ¿Hola? —Se le escucho adormilado.


Asami: ¡Necesito que investigues que lugares a frecuentado Takaba, en que hoteles a estado, quiero que lo encuentres, si es necesario revisa todas las cámaras de seguridad de la ciudad! ¿Me entendiste? Quiero esta información en menos de 3 horas en mi casa, es una orden.


Kirishima: Claro señor. —Bastante sorprendido colgó el celular.


Asami se fue a cambiar rápidamente, se puso un traje negro de los que siempre lleva y encima del chaleco del traje se puso su porta armas, se puso el saco y por ultimo un abrigo negro y unos guantes negros, se acomodó la corbata roja y decidió ir a buscar a Takaba el mismo, no podía estar sentado esperando la información, así que decidió ir a buscarlo en la casa de uno de sus amigos, bajo al estacionamiento y tomo su auto.


Al llegar a la casa de uno de los amigos de Takaba golpeo bastante fuerte la puerta.


Kou: ¿Quién es? —Su voz se escuchó entrecortada, se había asustado por aquel toque.


Asami: Abre la puerta. —Kou al escuchar la voz grave y fuerte comenzó a ponerse nervioso.


Kou: No tengo dinero si es que piensas robarme. —Hablo a través de la puerta. —Además mis órganos no están en buen estado…


Asami se enojó y disparo hacia la cerradura, la puerta se abrió rápidamente y detrás de ella se encontró a un Kou medio desnudo, con los ojos llenos de lágrimas y con las manos arriba.


Kou: ¡Enserio no tengo dinero, no me interesan las drogas, no tengo deudas y...! —Asami lo interrumpió.


Asami: ¡Cállate de una maldita vez!  —Le apunto con la pistola que traía. — ¡¿Dónde está?!


Kou: ¿Dónde está quién? —Tartamudeo.


Asami: Takaba, ¿Dónde está? —No había dejado de apuntarle cosa que ponía más nervioso al otro.


Kou: No lo sé, hace un mes y medio que no se comunica con nosotros. —Obviamente no entendía lo que pasaba.


Asami: ¿Estás seguro?


Kou: Enserio lo juro.  —Asuntado seguía con las manos en alto.


Asami: "Si le llamo es seguro de que no me va a contestar" Quiero que llames y le preguntes donde está.


Kou: Pero no sé dónde está mi celular…


Asami: ¡Búscalo carajo!


Kou: Si. —Rápidamente busco su celular y lo encontró debajo de su cama, fue hacia la sala donde se encontraba un Asami impaciente. —Aquí esta.


Asami: Bien, llámalo y lo pones en altavoz.


Kou: Si. —Llamo al número de Akihito, inmediatamente lo puso en altavoz, y se escuchó el sonido de marcado, la operadora contesto automáticamente.


—Lo sentimos el número que usted marco ha sido cancelado, por favor llamar al... —Asami enfureció más de lo que estaba, agarro el celular de Kou y lo aventó a la pared haciéndolo añicos.


Kou: ¡Oye qué diablos te pasa!


Salió dejando a Kou confundido, salió hecho bestia, subió a su auto y busco por todos los lugares que solía frecuentar Akihito.


Asami: ¡Maldita sea! —Golpeo el volante. — ¡¿Dónde estás?! —Pensó algunos segundos. —...el parque… —


Dio la vuelta a las calles, cuando llego al parque empezó a buscarlo, pues Takaba frecuentaba ese lugar, no le importó la lluvia que caía fuertemente en el asfalto inmediatamente se mojó pero no le importó, el sitio estaba muy poco iluminado solo unas cuantas lámparas se encontraban encendidas y una que otra tienda, busco por la parte de enfrente y no encontró nada más que los juegos abandonados, busco en la parte de atrás y solo encontró algunos gatos escondiéndose de la lluvia, por último fue al centro de aquel parque donde había más árboles de cerezo, fijo su vista debajo de los arbustos y vio dos maletas, pensó que tal vez fueran Takaba, no lo alcanzaba a ver lo que había detrás por algunos arbustos bastantes altos, les dio la vuelta cuando escucho algunos gritos bastante cercanos.


Misaki despertó en medio de la noche y la lluvia


Misaki: “¿Dónde estoy?” —Algo confundido empezó a recordar. —Así Akihiko me engaño con ese fotógrafo y hui... —Negó riéndose de sí mismo. —Que patética es mi vida. —Estaba bastante empapado. —“Esto no es como yo pensé que iba a hacer, cuando él me decía que siempre iba a luchar por mí, que a el nunca lo perdería, creo que lo decía solo por decirlo ahora aprendí que nunca sabré lo que es vivir felices para siempre, además ese fotógrafo es bastante atractivo y yo no, hoy cuando lo vi fotografiando a esas modelos, vestía tan bien, su ropa se pegaba a su cuerpo como una segunda piel y a mí me da vergüenza mostrar mi cuerpo, yo creo que por eso Akihiko lo prefirió a él, además él se ve que tiene confianza en sí mismo cosa que yo no tengo.”


Mientras Misaki lloraba no se dio cuenta que sus maletas cayeron atrás del arbusto produciendo un sonido que detuvo su llanto, no limpio sus lágrimas ya que la lluvia se las llevaba, se agacho para buscar sus maletas cuando escucho un chiflido.


—Mira que tenemos aquí. — Echando un vistazo al trasero de Misaki lascivamente, a lo que este se levantó rápidamente y asustado.


— ¡Pero qué cara más bella!, sería una lástima no aprovecharlo, ¿No crees?


— Te doy la razón. —Esos dos sujetos empezaron a acercarse.


Misaki: ¿Quieren? Déjenme en paz. — La voz de Misaki se escuchaba ronca, se estaba enfermando por pasar tanto tiempo en la lluvia y el frio


—Nuestro doncelito se enfermó. — Ante este comentario Misaki lo vio extrañado.


Misaki: ¿Doncel? ¿Qué es eso?


— ¿Qué no lo sabes? Jaja, es la noticia más grande del mundo en los últimos días.


— Si, dicen que un doncel es parecido a una chica, ¿Lo averiguamos?


Los dos hombres se acercaron a Misaki, el por instinto retrocedió, uno se puso por detrás suyo y lo agarro de las manos inmovilizándolo y el otro empezó a tocarlo por sobre la ropa.


Misaki: ¡No, no, no! ¡Por favor, no me hagan esto! ¡Déjenme ir! — Se movía bruscamente intentando zafarse de esos dos


—Así me gustan. —Lamio la cara de Misaki. —Bruscos y que den pelea.


—Lo hará más divertido. — Le empezaron a bajar los pantalones y a desabrochar la camisa.


Misaki: ¡NO! ¡POR FAVOR! ¡BASTA! — Pateo en la entrepierna de aquel tipo, inmediatamente se dobló de dolor y el segundo que lo inmovilizaba lo agarro del cabello y lo jalo hacia atrás.


— ¿Quién te crees? — Aquel tipo le dio una cachetada muy fuerte, tanto que lo tiro al suelo y salió un hilito de sangre en el labio de Misaki.


— Iba a ser amable contigo, pero no dejas las cosas fáciles. — Lo tomaron de las manos y lo pusieron contra el piso, uno le abrió las piernas y estaba a punto de quitarle los pantalones cuando se escucharon dos disparos en el aire.


Asami: ¡Cuantas veces les he dicho que nosotros no involucramos a inocentes! —Bajo la pistola.


—Señor Asami. — Se separó de Misaki bastante rápido y se levantó.


—Nosotros solo...


Asami: ¡Cállense basuras!, vayan y busquen unas putas, y si tanto están desesperados háganlo entre ustedes, tienen tres segundos para irse. — Les apunto de nuevo. —O si no… — Cuando dijo eso ambos hombres se fueron rápido, no los dejo de ver hasta que desaparecieron de su vista, un estornudo de Misaki hizo que se percatara de él. — ¿Oye estas bien?


Misaki: Muchas gracias. —Recogió las maletas mientras intentaba que las lágrimas no salieran. —Usted es un ángel. —El mayor levanto una ceja.


Asami: más bien seria demonio…


Misaki: Bueno es parecido. —Le sonrió, notaron que ya no llovía y la luna al fin salía a relucir.


Asami: Niño ¿enserio estas bien?


Misaki: El amor de mi vida lo encontré con otro en la cama. —Oculto su rostro mientras lloraba. —Me engaño y el muy cínico me lo restregó en la cara.


Asami: No te preocupes, hay cosas peores. —No tenía ni idea de cómo consolar a alguien.


Misaki: Así que no, no estoy bien… —En ese momento Misaki se desmayó y Asami lo alcanzo a sostener, recordó que era el mismo chico que vio en la heladería, también noto que las rosas que le vio comprar estaban hechas añicos en la basura.


Asami: ¡Rayos! “Yo buscando a Akihito y este niño se me desmaya ¿Qué hago?, ¿lo llevo a mi casa? ¡Ni siquiera se su nombre!” —Su celular sonó, así que como pudo lo tomo sin dejar de sostener al castaño.


~~~Llamada~~~


Asami: ¿Hola?


Kirishima: Señor, no encontramos a Takaba, al parecer nadie casi lo ha visto en estos días, pero encontramos vídeos de algunas cámaras de seguridad que podrían interesarle.


Asami: Ok, limpia todo el desastre y prepara la recamara para huéspedes, llena la bañera de ese cuarto y el mío.


Kirishima: Claro señor, ¿Necesita otra cosa?


Asami: Prepara toallas para otra persona y para mí por favor


Kirishima: Esta bien. —Dudoso empezó a hacer lo que le pedía.


Asami: Gracias


~~~Fin de la llamada~~~


Aguardo su celular, cargo de mejor manera al menor, era bastante ligero, lo llevo hasta su auto y lo puso en el asiento del copiloto, ya no importaba que ambos estuvieran mojados, regreso por las maletas de Misaki y las aguardo, esa noche estaba convirtiéndose en la más extraña de su vida, entro al vehículo, lo encendió, quedo viendo serio a Misaki que seguía desmayado, le puso el cinturón de seguridad, lanzo un suspiro de frustración y negando con la cabeza empezó a conducir hacia su departamento.


Un demonio había encontrado a un ángel.


.


.


.


                            


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).