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Esos ojos que enamoran por UnaLocaPasajera

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Notas del capitulo:

Puess... como son los primeros capítulos y tengo mucha imaginación, ya terminé el segundo capitulo (no se ni cuando hice el primero y empecé el segundo, pero recien ahora me digno a subirlos) Disfruten!

Corro en dirección al cuerpo de mi hermano en cuanto las luces se encienden, él se encuentra arrodillado en el suelo, sosteniendo con su mano izquierda su sangrante hombro derecho, me acerco a él, preocupado, debió verlo en mi cara, porque un instante después, observa su mano llena de sangre, y se desmaya ante tal visión.

-¡Al!- Lo tomo con cuidado antes de que caiga al suelo, observo los ojos de la teniente Riza, a mi lado, pidiendo su ayuda con la mirada, ella aleja a todos los presentes, exceptuando al coronel y a Havoc, este último levanta a Al y nos dirigimos de inmediato al hospital. En el camino, una mano se apoya en mi hombro, cuando miro a mi lado, veo al coronel.

-Cálmate, acero, todo estará bien- Una falsa sonrisa y una palmada en  el hombro no me convencerán de ello, pero me aferro a esas palabras desesperadamente “Todo va a estar bien”. Me repito eso a mí mismo hasta que veo a una enfermera salir del cuarto donde se encuentra mi hermano, quien se dirige hacia mí.

-Usted es  el hermano de Alphonse, Edward Elric ¿verdad?-Asiento con la cabeza, no puedo articular palabra, necesito saber cómo se encuentra en este instante, no hay tiempo para formalidades.

-El joven Alphonse se encuentra estable, no ha sido una herida fatal, parece que un arma blanca desconocida atravesó su hombro de forma limpia, pero es extraño que la forma de su herida sea perfectamente redonda.- Está estable, no es fatal, no me importa nada más, mi hermano está bien, y cuando encuentre al causante de esa atrocidad, le voy a romper todos los huesos del cuerpo hasta que parezca una gelatina.

-¿Puedo entrar a verlo?- Aunque me digan que no, lo haré igual, pero ahora que está sano, me puedo relajar un poco más y no empezar mal  desde ahora.

-Por supuesto, Alphonse se encuentra inconsciente a causa de la impresión y probablemente el dolor que le produjo la herida, pero no tardará en despertar.- No tardé ni un segundo en entrar a la habitación de Al, completamente blanca y con solo una ventana en la pared frente a mí, que da a un pequeño jardín. Esto parece un psiquiátrico…

Observo a mi hermano, acostado en la camilla, una sábana cubre hasta su abdomen, su pecho está desnudo y tiene una venda en el hombro derecho. Al duerme pacíficamente, como un ángel.

Me siento a su lado, observando su pacifico rostro y acariciando sus cabellos, solo un poco más oscuros que los míos, no tarda mucho en despertarse.

-¿Nii-san?- Asiento ante tal obvia pregunta, pero no digo nada, estoy feliz de que esté bien, intenta sentarse, pero antes de que pueda detenerlo, el mismo vuelve atrás, mostrando el dolor en su rostro.

-¿Dónde estoy? ¿Qué paso?- Le comento lo ocurrido a Al, al menos lo que se, que las luces se cortaron, que lo atacaron y Havoc lo trajo al hospital, y finalizo con lo que me dijo la enfermera.

-Nii-san… Lo siento.- No me da tiempo a preguntar la razón de su disculpa puesto que alguien abre la puerta, al mirar en esa dirección, me encuentro con Riza, quien se acerca a nosotros con un ramo de flores de colores que no sé de dónde sacó, le da las flores a Al y desea que se recupere con una sonrisa, luego, su semblante se vuelve serio y nos habla a los dos, ya no como amiga, sino como teniente.

-Se me ha ordenado comunicarles dos cosas. La primera es que en solo unos días a Alphonse se le dará de alta debido a que no es una herida fatal gracias a que fue tratada de inmediato por profesionales, con la condición de que descanse debidamente.-  Ambos asentimos, un tanto confundidos por el cambio tan repentino de actitud.

-Y la segunda… Es que a partir de hoy mismo serán escoltados por la Sargento María Ross y el sargento Denny Brosh. Antes de que pregunten, la razón es que, como militares, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante un crimen justo frente a nuestras narices. Es un tema de orgullo, y son órdenes del coronel, no podemos desobedecerla, ni sus subordinados, ni ustedes como civiles.-

-¿¡Que!? ¿De nuevo?-

-Si, además, por el momento se quedarán en una de las habitaciones del cuartel general. No hay lugar más seguro, Edward, solo piensa que esto es por el bien de ustedes, si quieres que tu hermano y tu sean asesinados, entonces es tu problema, pero no bajo nuestro cuidado.- No puedo decir nada, es cierto que odio que me vigilen, y también que nos hagan quedar en esas habitaciones, pero si no queda más opción, supongo que no tengo derecho a negarme. Después de todo, es por el bien de mi hermano ¿Qué haría yo si Al muere? No quiero ni pensarlo. Solo me quedo en silencio, mirando al suelo. Poco después de que oigo la puerta cerrarse, Al toma mi mano.

-Nii-san,  no te preocupes, encontraremos alguna forma de entretenernos, aún dentro del cuartel o lo que sea, sé que será divertido.- Me dedica una sonrisa amable e inocente ¿Cómo puede sonreír así siendo que hace unas horas atravesaron su hombro así? Debe doler como el infierno y él se preocupa por mí…

-Eres un idiota ¿Lo sabías?- Amplía un poco su sonrisa, para luego caer dormido.

 

 

 

Cinco o seis días pasaron volando, hoy le dan el alta a Al, en estos días recibió varias cartas de la teniente, del coronel, también de Winry y la tía Pinako, yo les llamé para avisarles. Estaban bastante preocupadas, pero la tía Pinako me ayudó a convencer a Winry de no venir, ella y su hiperactividad solo atrasarían la recuperación de Al…

-Nii-san ¿En qué piensas?- Parece que me quedé pensando sin prestarle atención, Al ya está levantado y vestido, con un ramo de flores de todos colores de parte de la teniente en sus manos. Abrimos la puerta y nos encontramos a Ross y Brosh del otro lado, sonrientes y listos para partir.

Por mi parte, me duele pensar que todo es mi culpa, llevo un par de días pensando en eso, si le hubiera prestado más atención a Al, si no me hubiese puesto a discutir con el estúpido de Mustang… Quizás Al no estuviese herido, quizás hubiese podido, de algún modo, evitar que lo hieran, aunque hubiese recibido yo el ataque, aunque me hubiesen matado, mi pecho se oprime al ver a mi hermanito con esa cicatriz, sin poder hacer casi fuerza con el brazo derecho, con esa venda siempre en su hombro… y me entristece aún más pensar que podría haberlo evitado si no fuera tan obstinado… Sin que me dé cuenta una lágrima comienza a caer por mi mejilla y la sargento Ross lo nota.

-¿Sucede algo Edward?-

-No es nada…- seco mis lágrimas apresuradamente y corro al lado de Al, que me había dejado un poco atrás.

Tengo que compensarlo, de algún modo tengo que hacer algo, no quiero verlo así, quiero ver una sonrisa real adornar su rostro…

Algo tengo que hacer.

Notas finales:

¿Les gustó? ¿No les gustó? ¿Tienen ideas para mejorarlo? Dejenme un review! prontito, pronto estará el siguiente (Espero, depende de mi imaginación, que aparece cuando se le canta) así que esperen con ansias el siguiente! Cuidense!


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