Y este momento era sin duda histórico.
Era el día en el cual se alzaban majestuosamente como los más altos de la tierra.
Pero ¡oh vendito sea el dulce!
No solo la tierra yacía bajo sus pies, el imperio irken también lo estaba ahora.
En solo tres años terrícolas lo habían logrado.
Para sorpresa de medio mundo (y la otra mitad también), los cerebros de control de Irk te habían elegido como el siguiente más alto en sucesión a rojo y purpura; después de haberte deshecho de ellos, la inmensa y haber dejado medio Irk sin energía antes de regresar a la tierra.
El viaje hacia la tierra había sido tranquilo, y la primera semana después de regresar había acontecido sin pena ni gloria rayando en lo mundano.
Lo único interesante fuel regaño del profesor Membrana hacia su Dib-cosa y su revelación como extraterrestre ante el mismo que termino con un profesor en estado shock que duro dos días, un Dib actuando como si nada y tu Zim ignorando todo mientras pensaba en sus planes para dominar la tierra para sí mismo (y para su Dib-gusano también).
Todo estaba perfectamente, el profesor pasado su shock tomo interés sobre ti, tu planeta y tu gente pero no te incomodaba (sabias que eras alguien admirable, tu especie era lo mejor de lo mejor en la evolución y tu planeta era por de mas interesante).
Todo pintaba a que pronto conquistarías la tierra (que membrana se inmiscuyera y te diera su apoyo no tenía nada que ver en acercarte más a la conquista de esa bola de barro y agua), tu Dib-cosa por fin estaba trabajando contigo y membrana en los planes de dominación, Gaz en un sorprendente milagro se les unió con la condición de un cuarto de simulación para volver sus videojuegos un reto aún mayor.
Los planos, las armas y todo lo necesario ya estaban casi listos.
El plan iniciaría después del cumpleaños de Dib y estaban emocionados.
En otro milagro (cofcofchantajecofcof) el profesor membrana dejo todo en los laboratorios y se les unió en un picnic en el parque central de la ciudad para festejar a Dib.
Todo (como lo demás en tu vida después de su regreso a la tierra) marchaba perfecto en ese día hasta que sin previo aviso se vieron rodeados de un escuadrón irken que por la armadura militar que portaban era de la elite.
Los maldijiste por su presencia y te preparabas para atacar con todo lo que tenías (que no era poco, se te había pegado la paranoia de Dib después de estar casi las 24 horas del día pegados).
Pero ellos no atacaron como esperabas, no, ellos se hincaron y te pidieron que los acompañases a Irk, que los cerebros de control te solicitaban como el futuro más alto.
Y tú te quedaste hay viéndoles nada más mientras estallabas en carcajadas y los membrana te miraban como si hubieses perdido la cabeza por fin.
Cuando ya sentías que no había aire en tu sistema detuviste tu risa y volteaste a ver al único ser en el universo que nunca te mentiría y al cual le confiarías la vida.
-¿tú crees que es una trampa o una broma Dib-cosa?- preguntaste y el solo con un sentimiento que no lograste descifrar te contesto
-creo que es cierto Zim-
Esas simples palabras fueron lo que te mandaron a un shock momentáneo para luego pensar sobre el futuro a la velocidad de la luz.
Y después de eso todo pasó como un cometa por la atmosfera terrestre, rápido y brutal.
Tú subiste a la nave custodiado de los soldados elite, pero no ibas solo, tu Dib-cosa iba contigo receloso y alerta todo el trayecto.
El viaje fue corto y largo al mismo tiempo, y el arribo a Irk fue de todo menos lo que te esperabas.
El planeta entero estaba de algarabía vitoreando tu llegada.
Y sentiste una desazón enorme, contraria a lo que siempre soñabas a cómo te sentirías cuando estabas en Devastis.
Fueron llevados directamente al edificio central de los cerebros de control, tu Dib se tuvo que quedar en la ante cámara mientras tu pasabas con los cerebros de control.
Estar hay es uno de los recuerdos que peor te sientan en tu vida; te enteraste de tantas cosas que la ira y el resquemor puedes sentirlo en tu squidishpush aún.
El ascenso y todo el circo maroma y teatro duraron lo que para los terrícolas seria todo un mes.
Cuando todo eso términos te viste en la inmensa en el centro de mando con Dib sobre tus piernas preguntando que pasaría con ustedes con una preocupación que te hizo ser consiente que el tiempo estaba pasando y tú no tenías nada muy claro aún.
Pero no te importo por que eras un estratega hábil y te podías sacar un plan de la manga siempre que lo necesitases.
En ese momento decidiste que a pesar de todo lo malo que había pasado en tu vida las cosas irían para mejor y volverías todo a tu maldito antojo, para que tú y Dib fuesen felices porque lo merecían.
En menos de media hora preparaste una nave con lo mejor de tecnología irken, tomaste a Dib y lo alzaste como si fuese una princesa, mientras dictabas órdenes a todo mundo y conectabas todo Irk a tu propio pack para mantener todo bajo control.
El camino a la tierra había sido completamente diferente a la primera vez, no había un robot maniático cantando una estúpida canción si no una sinfonía de gemidos y suspiros porque debías celebrar tu ascenso como se debía (buen sexo hasta el hartazgo).
La llegada a la tierra fue como si solo estuviesen volviendo de un paseo por el sistema solar.
Al entrar a la casa membrana solo se toparon con Gaz quien les sugirió fuesen a ver a su padre antes de que se volviese loco de la preocupación mientras seguía jugando.
Bajaron al sótano donde estaban seguro que lo encontrarían por indicaciones de Gaz y lo que descubrieron fue algo que hasta a ti te dejo perplejo por un segundo.
El profesor estaba en un estado extraño donde la bata y los googles que siempre llevaba habían desaparecido. Su desprolijo aspecto chocaba enormemente con el aspecto de laboratorio. Era un completo caos de modelos sin terminar, planos y anotaciones a los cuales no le encontrabas ni pies ni cabeza.
Solo hasta que tu Dib-cosa se acercó a tocar su hombro fue que noto su presencia en el laboratorio.
Y la subsecuente reacción fue algo que nunca se imaginaron.
Los gritos, el llanto desesperado y las risas maniáticas (que ahora sabes Dib heredo de su padre) son solo recuerdos entretenidos ahora.
Después de las emotividades y los regaños pasaron a lo importante.
Membrana, tu Dib-cosa y tú se pusieron manos a la obra para hacerse del control de la tierra.
No fue algo muy difícil de planear, después de todo ya contabas con los recursos de toda una raza de conquistadores.
Comunicándote con Irk mandaste a pedir seis de las naves que consideraste más impresionarían a los terrícolas y cuando llegaron las posicionaste de tal forma en que el mundo entero sabría que los extraterrestres eran reales y venían a conquistarlos.
La nave principal se posiciono sobre la apestosa ciudad donde todo comenzó.
El pánico invadió a todo el mundo, los líderes mundiales acudieron al hombre con la tecnología más avanzada del planeta como estaba previsto, y con forme lo planeado Membrana (el único que equiparaba en algo la fuerza e inteligencia fuera de la tierra) les respondió que no había forma de luchar, que lo mejor era rendirse y entablar dialogo para así salir lo mejor librados posible.
Fue así que la tierra se puso a tus pies, y a los de tu Dib cosa.
Ahora cinco años después, estaban en su hogar celebrando después de la ceremonia oficial en donde fuiste aclamado por toda la tierra.
Y no podrías olvidar nunca estos momentos, porque eran algo histórico y nunca seria olvidado.