Hace mucho tiempo que me enamore perdidamente de un azabache, lo amaba con locura, sus dulces besos, y la forma en que me miraba era tan tierno conmigo. Yo siempre lo miraba a lo lejos estábamos en el mismo colegio por lo que siempre le veía pasar rodeado de chicas lindas, yo jamás me imagine que se fijaría en mi pero paso, recuerdo haber derramado agua en su ropa, yo iba distraído por lo que no me fije en el camino. Tenía miedo puesto que había escuchado de su mal carácter pero no me grito, inclusive me miro dulcemente yo aparte la mirada inmediatamente podía sentir como mis mejillas ardían.
Después de ese incidente el comenzó a hablarme, cuando pasaba a mi lado me sonreía, compartíamos la clase de literatura yo no era bueno en esa materia y el se ofreció a ayudarme, primero me negué él siguió insistiendo en ayudarme hasta que finalmente acepte. Una tarde fui a su casa para así poder estudiar, su casa era enorme llena de lujos, el me guío hasta su habitación la cual era bastante monótona, había una cama con sabanas negras, un ropero, un escritorio el cual era de la más fina madera y por último un gran espejo que abarcaba toda una pared del cuarto.
Nos hicimos buenos amigos, hacíamos prácticamente todo juntos, recuerdo el día que lloro en mi hombro, Sasuke se sentía terriblemente solo, además de que dijo que tenía otro problema pero se negó a decirme cual era, yo no quería incomodarlo preguntando cual era su problema.
Algo que jamás se me olvidara es nuestro primer beso, fue tan dulce, como si Sasuke tratara de mostrarme todo su amor a través de ese beso lo consiguió. Mientras más pasaba el tiempo yo me enamoraba más y más de el, hasta que se convirtió en mi todo, pensaba en el cada hora del día, no quería despegarme de el y cada vez que esto sucedía yo enloquecía.
Mis padres querían conocer al chico que había robado mi corazón por lo que una noche de invierno mi amado azabache fue invitado a cenar a mi casa, Sasuke era un chico muy apuesto y caballeroso, a mi madre le llevo un ramo de rosas rojas y a mi padre una botella de vino, claro que no se olvido de mi, a mi me regalo un collar que tenía una bella piedra azul en ella el dijo que era lo más parecido a mis hermosos ojos. Por suerte mis padres aceptaron de inmediato a mi amado, ellos me dijeron que era un buen muchacho por lo que aceptaban nuestra relación.
El día más feliz de mi vida fue cuando me pude mudar a un pequeño departamento con Sasuke, entre los dos trabajamos duro para conseguir el dinero y hacer un cálido hogar para los dos, lo llenamos de fotografías y libros los cuales el amaba con locura. Aun puedo sentir su fragancia varonil, era agridulce, tan Sasuke.
Puedo sentir sus caricias cuando me hacía el amor, recuerdo lo delicado que era conmigo al poseerme, siempre cuidándome como si fuera a romperme. El recuerdo de sus cálidas manos hacen que un escalofrío recorra mi espalda. Nunca olvidare los buenos momentos que pasamos juntos, como me miraba por horas y horas, nunca supe porque de entre todas las personas que estaban interesadas en el, ¿Porque se fijo en mi?, un día me atreví a preguntarle y el respondió algo que me hizo enloquecer con dulces palabras me dijo, "Fácil, tu mi amado rubio eres lo más hermoso que eh visto en toda mi vida, y no me refiero solo al exterior, tu tienes el alma más pura y bondadosa que jamás aya existido, además de esa sonrisa que tienes la cual me enloquece yo simplemente no soy inmune ante la belleza de alguien como tu".
Nuestra vida juntos era lo que se definiría como perfecta, yo lo amaba tanto como el a mi, pero un buen día comencé a notar comportamientos raros en el, se quedaba admirando su rostro por horas ante un espejo que teníamos en la habitación, recuerdo que yo me acostaba para dormir y el seguía viéndose ante aquel artefacto. Le reste importancia, pero entre más pasaba el tiempo el se quedaba más minutos incluso llego a quedarse horas parado admirando el espejo. Nunca incluso hoy en día comprendí la razón de esa acción.
Todo empeoro cuando por primera vez tuvimos una discusión fue tan patéticamente estúpida el estaba celoso de que yo saliera con amigos o platicara con el vecino, se atrevió a decir que yo era solamente suyo, como si yo fuera un maldito objeto, eso no me afecto tanto pero hubo algo que dijo que me lastimo en lo más profundo de mi corazón. "¿Por qué me enamore de ti?" Dijo viendo la ventana, yo no pude evitar que algo se rompiera en mi interior, mi amor por el era tan grande y haberle escuchado decir eso hizo que todo se derrumbará, con lágrimas en los ojos le dije que debíamos darnos un tiempo, el no corrió tras de mi, pero bueno tal vez el nunca lo hizo...
Fui a casa de mis padres, donde les explique lo sucedido, ellos me comprendieron pero dijeron que debía hablar con el, pasaron días en los que no vi a Sasuke hasta que un día me decidí a ir a enfrentar las cosas, fui hasta el departamento que compartíamos y al abrir la puerta este estaba en completa soledad, me entristecí, tome todas mis cosas y le deje una carta donde terminaba nuestra relación.
Hasta hoy en día me arrepiento de haber terminado nuestra hermosa relación pero... El se veía tan bien, yo lo veía a lo lejos cuando el salía del departamento que solíamos compartir, incluso vi como salía con una mujer la cual lo abrazaba del brazo. Eso en definitiva rompió todo lo que sentía por el...
Me mude de mi casa, intentando alejarme de su recuerdo, mis padres me rogaron que me quedara pero yo no podía simplemente el solo estar en mi casa me recordaba a él, mi nueva casa era bastante humilde, pero yo estaba decidido a tener nuevos y mejores recuerdos en ella. Un día fui a casa de mis padres y ellos me entregaron una carta, era de Sasuke.
Hoy finalmente después de 1 año queme su carta, la única carta que me escribió, yo le escribía (sin que el se diera cuenta) día tras día. A veces con amor, a veces con desolación y a veces con rencor. Tu carta la conozco de memoria: trece lineas, ochenta y ocho palabras, diecinueve comas, doce puntos seguidos, diecisiete acentos ortográficos y ni una sola verdad...
Lo siento mi querido azabache pero es momento de que tu recuerdo vuele lejos de mi ser, es momento de que vueles alto mi amado narciso.
Fin