Marcó el número de télefono y esperó. Kelly solo vino a verlo una vez desde que volvió de París mientras que su madre ya había ido directamente a Londres por trabajo.
—¿Hola?
—Kelly, soy yo— dijo tratando de no sonar afectado.
—Ya, me di cuenta, ¿qué tal te va? ¿Mi cuñado te ha cuidado bien?—él tragó saliva antes de responder.
—De eso quería hablarte…
—¿No me digas? ¿Estás embarazado? ¡Yo no quería ser tía aún!
—¿De qué hablas? ¡No!—exclamó.
—Jajaja, es que sonabas como si me fueras a decir algo así, ¿qué es lo que pasa?
—He roto con él—intentó que su voz no se quebrara pero lo hizo al final.
—¿Qué? Pero ¿por qué?
Hizo varios intentos para hablar.
—Tuvo sexo con su ex cuando empezó a salir conmigo—musitó.
Ella se quedó en silencio unos minutos.
—Vaya… ¿pero estás seguro de que fue cuando empezó a salir contigo?
—Los oí hablando y ese tal Joe le habló de ello—hizo una pausa—supuestamente Diego estaba borracho.
—¿Y él que te ha dicho?
—Que no es cierto, que me quiere y todas esas gilipolleces.
—En mi opinión no son ''gilipolleces'', creo que deberías creerle, darle una segunda oportunidad.
—¿Bromeas?
—En absoluto. Tú conoces más a Diego que a su ex, creo que lo lógico es que creas más a Diego.
—Pero…
—Oliver, nunca te había visto sonreír tanto como cuando estabas con ese chico, solo te sugiero que lo intentes de nuevo.
—¿Y si lo vuelve a hacer?
—Entonces sí veré lógico que lo dejes.
Oliver suspiró desde la otra línea de teléfono.
—¿Y si es verdad?
—No lo creo, aunque bueno, es posible. Lo que tienes que hacer es comprobarlo, no quedarte de brazos cruzados llorando.
—Yo no he llorado—musitó.
—Mentiroso, se te nota en la voz—se quedó callado—haz lo que quieras, sólo creo que… a lo mejor te conviene más estar con él a estar solo.
—Si tú lo dices… Veré lo que hago, supongo que hablaré con él.
—Está bien que recapacites, tonto.
—No lo había mirado desde ese punto. Gracias, Kelly.
—De nada. ¡Ah! Y si vuelves con él quiero que se lo presentes a mamá.
—¡Joder! ¡Mira que eres pesada! ¡Ya veré, no jodas más!
—Vale, vale. Pórtate bien, ¡ah! Y no hagas mucho ruido, no vaya a ser que los vecinos se quejen de...—la interrumpió.
—¡KELLY!
—Vale, vale—dijo entre risas—Adiós.
—Adiós—colgó.
Mientras tanto, Diego estaba dormido en el sofá. La noche anterior no había pegado ojo y estaba decaído. Se despertó unos minutos más tardes por culpa del sonido del timbre.
—Ya voy—musitó con voz adormilada.
Se dirigió a la puerta y abrió sin mirar quién era. Cuando lo vio dio un traspiés.
—Joe, no quiero verte.
—Solo quería hablar, Diego—hacía tiempo que no lo llamaba así—. Quería disculparme por lo del otro día, I'm really sorry (lo siento mucho). Sé que hice lo peor que pude haber hecho.
Diego se cruzó de brazos.
—¿Volviste a hablar con ese chico?
—No. No me habla.
—Oh, shit (Oh, mierda)—musitó—Hablaré con él por ti.
—No quiero que lo estropees más, gracias pero no.
—Lo digo de verdad. Es cierto que me sigues gustando, pero… si tú prefieres estar con ese chico… I will understand (lo entenderé).
—Muchas gracias, Joe, pero lo hablaré yo con él.