Título: FATELESS
Disclaimer: Vampire Knight, no es de mi propiedad. Todos sus bellos personajes pertenecen a Hino Matsuri-sensei, yo solo me dedico a escribir un fic mientras los secuestró un rato.
Advertencias: Yaoi, amor lento, Mpreg a futuro, alguno que otro Spoiler del manga, a lo mejor Ooc, lenguaje SOEZ.
Paring: KanamexZero
Nota de la autora: Este fic se ubica después de la segunda temporada, también hay detalles del manga, así que si no has leído el manga se vienen los spoilers.
Es mi primera incursión en este fandom, y este capítulo es meramente de introducción.
Capítulo I: REENCUENTRO
Podría dormir por cientos y miles de años y solo desearía una cosa... Morir.
…
Había transcurrido un año desde el ataque de Rido Kuran a la academia Cross. Debido a los daños generados por la pelea con el vampiro gran parte del edificio de la clase nocturna termino destruido. Los alumnos de la clase diurna se enteraron de la existencia de los vampiros, no obstante y debido a la oportuna intervención de los cazadores la mayoría de los afectados olvido el evento de los vampiros. En su lugar solo quedo el recuerdo de que el viejo edificio iba a ser remodelado para comenzar la construcción de nuevos edificios para la universidad.
Kiryuu Zero, con actualmente dieciocho años, vagaba por las calles del pueblo aledaño a la academia. Mientras más reflexionaba en sus propios recuerdos, su mente se agitaba en caos debido a la última conversación que había tenido con Yuuki, él lo sabía, aquellas palabras no fueron dichas a la ligera, él viviría para cazar a los vampiros y ella huiría cuando él intentara cazarla, dejándolos a ambos en un ciclo vicioso. Por qué en el fondo él sabía que no era capaz de asesinarla.
Su odio era tan profundo como el amor que sentía por ella.
Los vampiros en su vida solo eran sinónimo de tragedia. Su maestro perdió un ojo por protegerlos a Ichiru y a él. Pero ello solo era la punta del iceberg, aun recordaba cómo fue su primer encuentro con Shizuka Hiou, las lágrimas recorrían su rostro. De inmediato hizo que tanto el como Ichiru se apartaran del camino de la pura sangre mientras el sintió el peligro emanar de la vampira, su hermano, quedó prendado de la tristeza y belleza que tenía esa mujer. Antes de que sus progenitores se dieran cuenta de la amenaza que caería sobre ellos él se dio cuenta de que Hiou se había presentado en la puerta de su casa, el tiempo fue lento desde que ella lo sujeto mientras sus padres miraron estáticos como ella lo mordía. Sus palabras fueron: —Ustedes extinguieron su vida, y yo maldeciré a su amado hijo con un destino peor que la muerte—. Todo ocurrió tan rápido que no tuvo tiempo en ese momento de reparar en que fue lo que provoco las acciones de Shizuka.
Sus padres fueron asesinados por Shizuka, dejándolo huérfano y maldito. Y ahí fue cuando todo se rompió, vio a Ichiru, le grito que se alejara del lugar, pero no su hermano le regreso una mirada. No fueron necesarias las palabras, Ichiru por primera vez en mucho tiempo parecía feliz. Miro con odio a Shizuka, quien lo tenía recostado en su regazo.
— Aliméntate de tu odio y conviértete rápidamente en un adulto mi adorable Zero. ¿Quieres matarme a mi Shizuka Hiou? —Ella rio suavemente mientras ambos seguían mirándose—. Quiero verte por siempre, esos ojos tuyos… que están llenos de odio son iguales a los míos... Estoy feliz de que estemos unidos por un lazo que no puede ser roto.
No era capaz de hablar, sentía la agonía en cada parte de su cuerpo y en algún momento debido al dolor se desmayó, cuando recupero la conciencia los cazadores estaban ahí, examinando la escena del crimen. El rostro de los demás hombres horrorizados al ver su cuello cubierto de sangre, mirándolo como si vieran a un monstruo. Él se permaneció rezagado en silencio escuchando a los adultos susurrar que era lo mejor darle fin a su miseria, no podían dejar que un niño se convirtiera en un vampiro. Él no podía morir aun, no hasta que la matara, entonces llego Kaien Cross, era un amigo de sus padres, aun recordaba al hombre amable que los visito en vísperas de navidad, pero no lucia como siempre, su mirada era más afilada mientras en su mano derecha portaba una espada. Era sin duda alguna la apriencia de un cazador.
— Yo cuidare a Zero Kiryuu —. Hablo con voz firme, los demás de inmediato callaron ante la petición de ese hombre.
Siendo huérfano y sin más familia solo siguió a Kaien en silencio. Aún estaba aturdido, nada parecía real en ese momento. Cuando llegaron a la casa de Cross, vio que tenía una hija. Él se volvió huraño y sobretodo lo único que lo mantenía en pie fue el odio. Yuuki lo intento todo para que él no se aislara de las personas, siendo la única persona en la que confiaba. Que irónico que ella resultara ser una sangre pura.
En el momento en el que perdió ante la sed y mordió a Yuuki debió haber terminado con su existencia, no era tan difícil tomar a Bloody Rose y apuntar directo a su cabeza, ello terminaría con su calvario, pero no, aun debía acabar con Shizuka Hiou, en verdad hubiera jalado el gatillo del arma, pero no fue capaz, no porque ello dejaría a Yuuki triste.
Después con toda la amargura del mundo bebió de la sangre de Kaname Kuran... Sigo viviendo, pero ahora se sentía perdido... Ya no era humano, pero se negaba a aceptar que era un vampiro atrapado entre dos mundos y sin ser aceptado completamente en alguno.
La vida, se encargaba de hacerle saber que las cosas y los sucesos que ocurrieran a su alrededor en torno a su persona no serían fáciles, al borde del abismo consumió la sangre y por si fuera poco el alma de Ichiru, su querido hermano menor. Sin duda alguna su destino estaba maldito.
Incluso aunque Ichiru le hubiera dicho "después de todo soy tu otra mitad... la otra mitad de tu alma... Nuestra alma nunca debió ser separada", cuando Ichiru murió en sus brazos, este se despidió con una sonrisa en sus labios, eso acabó por devastarlo completamente.
Ahora simplemente se dedicaba a cazar a los vampiros, Kaien Cross actualmente era el nuevo líder de la asociación, mientras que su maestro se encargaba de la academia.
Recientemente había tenido sueños, pensaba que tal vez estaba loco, resonaban cosas que nunca le había ocurrido, pero tenía la vaga idea de recordar algo, "El nombre de mi pueblo es Kaname", lo cual era bastante bizarro, y claro que se lo atribuía a su odio con el mayor de los Kuran. Aunque él no lo admitiera, ese sueño lo perturbaba, cada vez que soñaba con eso era claramente él quien pronunciaba esas palabras, de momento se sentía un tanto paranoico, si eso era solo la paranoia del momento.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Kaname se localizaba en su despacho, sabía que tendría que hacer cosas desagradables y de momento él prefería no involucrar a Yuuki, se acercaba la fiesta para presentarla ante la sociedad vampírica y eso sin duda le ocasionaba estrés, tenía que hablar con su hermana, le daría uno que otro consejo, por ejemplo que durante la fiesta no lo llamara "Kaname Onii-sama" como acostumbraba hacerlo la menor, porque eso solo significaba debilidad ante los ojos de los demás vampiros.
Suspiro pesadamente, mientras cerraba los ojos.
En un año relativamente había cambiado la vida de Yuuki, si hubiera sido capaz de eliminar a Rido ella seguiría siendo humana, estaba bien con ello no obstante era imposible si la misma Yuuki se estaba forzando a recuperar sus recuerdos lo que termino rompiendo el sello que Juuri había colocado sobre la menor. Ahora solo tenía un camino que seguir "eliminar a los sangre pura".
Ya había eliminado al consejo de vampiros, ahora solo quedaban —los sangre pura—, los cuales no estaban nada satisfechos con sus recientes acciones y a regañadientes fingían que no sabían nada acerca de la muerte del consejo de ancianos.
Sus decisiones, era algo que él no lamentaba, todas y cada una de sus acciones habían sido meditadas y tomadas a conciencia. Tal vez si algo podría morderle en la conciencia sería haber usurpado el lugar del primogénito de Haruka y Juuri.
Regresando al tema actual, por sugerencia del director, algunos cazadores vigilarían el lugar en donde se llevaría a cabo la fiesta.
"Tengo tanto frío", fue el murmullo que escucho.
Reconoció aquella cálida voz. Aquella voz, era su principal motivación.
"Te daré un nombre, te llamarás como mi pueblo natal... El nombre de mi pueblo es Kaname".
Se llevó una mano a la frente... Claramente era la voz de aquella vampiresa a la que había conocido hace mucho tiempo. Era una lástima que no recordara el rostro de la vampira. Quien era el primer destello de ternura y amor en su vida. Algunas veces se preguntaba cómo hubiera sido todo, si ella no se hubiera convertido en el metal madre.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El cazador se encontraba sumergido en su lectura, busco un par de libros gruesos pensando que en ellos podría encontrar algo, pero su búsqueda era infructífera, de pronto escucho unos pasos acercarse.
— ¿Con que aquí estás hijo? —dijo Kaien mientras miraba a Zero.
— ¿Qué quieres? —cuestiono cortante.
— Solo vengo para darte tu nueva misión —dijo el vampiro sin colmillos mientras miraba a su hijo fruncir el ceño—, como sabrás habrá un baile, para presentar a Yuuki ante la sociedad vampírica, como muestra de ello algunos cazadores asistirán para asegurarse de que no exista ningún contratiempo.
— ¿Crees que me interesa ser la niñera de un grupo de vampiros elitistas? —Frunció el ceño—. Además ¿para qué necesitan cazadores en una fiesta? —
— Es algo así como... —
— No me interesan tus ideales y sueños tontos. Los vampiros y los humanos no son capaces de coexistir juntos.
— ¡Pero Zero! —se exalto el mayor.
— Nada, no estoy interesado—.
— Ni por Yuuki —rebatió el mayor.
— No. Ni por ella —la mirada lavanda de Zero se volvió severa y fría—.
Kaien, no se daría tan fácilmente por vencido, sonrió internamente, había que darle a su hijo un incentivo.
— Habrá algunos de los sangre puras como invitados, es una lástima que no puedas asistir—.
Había soltado la carnada, Kaien sabía perfectamente qué Zero no podría negarse a conocer a sus enemigos.
— ¿Qué cazadores asistirán? —Pregunto Zero—.
— Yagari mencionó algo sobre llevar a Kaito y a otros diez hombres con él, por supuesto también iré yo. Veré a mi adorable hija Yuuki —expresó Kaien.
— Iré —dijo Zero—. Pero si algún vampiro causa estrago no me importa si es un sangre pura, lo asesinare.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Se levantó como siempre, de manera mecánica, incluso se levantó antes de que sonara la alarma del despertador, algunas veces pensaba en tirar susodicho aparato, pero nunca lo hacía, lo seguía conservando. Miro la hora, eran las cinco de la mañana. Deseo volver a dormir, pero él sabía que no sería capaz de volver a conciliar el sueño, sin dudarlo se dirigió al baño. Cuando salió del baño, ya se encontraba vestido con el uniforme de la clase diurna.
Agarró un puñado de pastillas y lo tomó de un solo trago, ni siquiera se había tomado la molestia de disolverlas en un vaso con agua. Volvió a mirar el reloj del despertador y no eran ni las seis de la mañana, no había logrado dormir de manera decente, pensaba en que haría cuando viera a aquellos vampiros, aunque él lo sabía, él mismo se mentía a sí mismo.
— ¿Qué haría en cuanto viera a Yuuki?—, sabía perfectamente lo que haría, actuaría frío, como si nada lo perturbara.
Salió de su cuarto y se dirigió a las caballerizas de la academia. Siempre le había tranquilizado visitar a Lirio Blanco. Tal vez lograría conciliar el sueño en su compañía.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Mansión de la familia Kuran, viernes en la noche...
Los invitados comenzaron a juntarse en el salón de baile de la antigua mansión de la familia Kuran, algunos vampiros nobles fueron por la simple curiosidad de conocer a la princesa de los Kuran, otros con el deseo de obtener la amistad del primogénito de la familia organizadora, algunos con la idea de presentarle a sus hijas con la esperanza de que el sangre pura tomara aunque sea como amante a alguna de sus hijas.
Ya era la hora de que los anfitriones bajaran, se escucharon algunos murmullos mientras bajaban por las escaleras los hermanos Kuran.
— Puedo apreciar que Yuuki-sama, se parece a Juuri-sama—.
— Sin duda alguna, tiene los mismos ojos de Haruka-sama—.
Muchos de los murmullos trataban de ser halagadores, sin embargo no les tomaron la menor importancia a ninguno. De pronto Yuuki se vio rodeada de algunos nobles ocasionando que perdiera de vista a Kaname. Ella saludo con cortesía a los invitados que comenzaron a presentarse de inmediato. Yuuki lo sabía no debía lucir débil ante sus invitados, cualquiera que fuera por mínimo su desliz sería considerado una debilidad.
— Encantada de conocerlos, mi nombre es Yuuki Kuran —. Hablo con voz clara mientras mantenía una mirada de intrepidez.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Zero se encontraba patrullando los alrededores de la mansión, en verdad no le apetecía estar dentro de un ambiente tan pomposo, mucho menos si se encontraba rodeado de vampiros. Hasta que algo había llamado su atención, más específicamente vio a Wakaba entrando a la mansión en compañía de Kaito, de inmediato maldijo al cazador por sus idioteces.
"¿En qué demonios pensaba Kaito al llevar a una humana a una fiesta para vampiros?"
Zero quería golpear al cazador, golpear a Wakaba, — ¿En qué diablos pensaban ese par de idiotas?—, era como ponerle un filete a un perro, definitivamente ese idiota pensaba causar problemas, empero maldecía más a Wakaba quien podía ser realmente testaruda e idiota cuando se proponía algo, sin duda alguna ella había asistido con el único propósito de ver a la menor de los Kuran.
Estaba a punto de ir y detener el plan de Kaito, pero antes de que pudiera hacer algo se encontró con su mayor enemigo Kaname Kuran.
— Kuran —pronunció con odio el cazador.
— Kiryuu-kun, que bueno verte por aquí. No pensé que asistieras a la fiesta —exclamó con falsa amabilidad el sangre pura—.
— Ni yo, pero uno nunca obtiene lo que desea —dijo el joven de ojos lavanda.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Dentro de la mansión, los vampiros vieron como caminaba Sayori Wakaba entre la multitud de vampiros, de pronto la menor fue detenida por una hermosa joven de cabellera larga y rizada.
— Querida, el olor de tu sangre es apetecible —dijo la desconocida mientras se acercaba a la menor—. ¿No te gustaría que te mordiera?
Sayori, estaba aterrorizada por las palabras de la rubia, al grado de no poder hablar, hace un par de minutos Kaito se había despedido de ella diciéndole que tenía que atender un par de asuntos, dejándola completamente sola.
— Agradecería que no la mordieras, Sara-sama —. Intervino una voz que Wakaba reconocería en cualquier lugar. Un destello de alegría surgió en los ojos de Wakaba.
— Así, que es una invitada tuya Yuuki-san —comentó la vampiresa sin perder ni un ápice de su porte estoico—.
— Sí, es una preciada amiga —aseguró la castaña sin apartar la mirada de Sara—. También agradecería, que el resto de los invitados se comporten y no exhiban sus malos hábitos—.
Wakaba observó a Yuuki, — ¡¿En verdad, es Yuuki?!—, en definitiva algo había cambiado en su preciada amiga.
Wakaba estaba sorprendida.
La atención se centró directamente en las vampiras de sangre pura. Es más desde que Yuuki había estado hablando con sus invitados, Yuuki lo supo de inmediato, todas las miradas se centraron en ella. Los vampiros veían a los sangre pura como su presa. Esto era a lo que Kaname se había visto sometido, desde que quedó a merced del abuelo de Takuma. Su hermano nunca hablaba de que fue lo sucedió cuando quedaron huérfanos.
Era cierto que los vampiros comunes veneraban a los sangre pura, pero no era adoración propia en el sentido estricto de la palabra, de acuerdo a algunos relatos contados por Idol-senpai, la sangre de los vampiros sangre pura era tan preciosa, se dieron algunos casos en los que se habían intentado secuestrar a esta clase de vampiros, ya sea por parte de vampiros o humanos.
Sara Shirabuki permanecía serena y con aquella sonrisa. En verdad esa mujer era más grande que Kaname. Sin duda alguna la vampira desprendía un aura de elegancia y a su vez se veía tan apática como si fuera una muñeca.
— Espero que no te hayas ofendido por mi comentario, Yuuki-san—.
— No, como podría ofenderme con tan exquisito gusto, pero recuerde Sara-sama que en este lugar no se puede hacer nada que sea en contra de humanos. Ya que a diferencia de nosotros, ellos son existencias preciosas y efímeras—.
El pequeño lugar en donde las dos vampiras estaban conversando se sentía completamente tenso, de pronto muchas miradas se centraron en la aparición del cuarto vampiro sangre pura en la noche.
— Disculpa las molestias —habló el desconocido con una voz sutil y varonil—. A veces Sara se comporta como una niña —añadió el hombre mientras sonreía tenuemente—. Mi nombre es Ouri Kazuma *1, encantado de conocerte Yuuki Kuran—.
Yuuki aprecio las facciones juveniles de aquel hombre, a decir verdad que edad tendría. Ya que su cuerpo no reflejaba para nada su edad, los cabellos de Ouri, eran de color rubio cenizo sin llegar a ser de color plateado y sus ojos eran de un color verde.
— Es un placer conocerlo, Ouri-sama —respondió Yuuki mientras extendía su mano derecha para saludarlo—. Gracias por asistir a mi fiesta de presentación.
— El placer es mío —. Expresó Ouri, mientras ambos vampiros se sostenían la mano brevemente—.
— Por un momento, llegué a pensar que no asistirías, querido —comentó Shirabuki—.
— Es muy raro que cuatro sangres pura sean capaces de verse. Y sería una descortesía no saludar a la más joven de nosotros. A propósito, aún no he visto a Kaname. Supongo que lo veremos más adelante, si nos disculpas Yuuki. —Comentó el vampiro con una ligera inclinación en la cabeza—. ¿Te apetecería bailar una pieza conmigo Sara?
— Será un placer — respondió Shirabuki mientras se agarraba del brazo del vampiro—.
Los vampiros mayores se alejaron, y entonces una breve sonrisa sincera se formó en la comisura de los labios de la menor de los Kuran.
— Yori, ¿porque no vamos a hablar a la terraza? —Ofreció la castaña—.
Wakaba asintió feliz ante las palabras de su amiga, por primera vez fue capaz de ver un rastro de Yuuki en la vampira.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Kaname miro a Zero. Pero de un momento a otro sintió que algo no estaba bien con el cazador. Kiryuu había dejado de mirarlo y comenzó a caminar, ignorándolo. Kaname hablo e incluso uso la temible habilidad de los sangre pura, pero Zero no lo oía, intento sacudir al cazador cuando lo sostuvo del brazo izquierdo.
Zero, no reaccionaba. El hombre camino como si conociera cada rincón de la mansión, Kaname se sentía inquieto, el sabia hacia qué lugar se estaban dirigiendo.
— Yo... ¿qué hago aquí? —preguntó dubitativo Kiryuu al ver la gran puerta blanca que se mostraba ante él. Un sentimiento de anhelo se instauro en su pecho.
— Tu, solo caminaste, no escuchabas nada de lo que te decía... sin más tuve que seguirte, Kiryuu. No deberías estar en este lugar —aseveró Kuran su mirada—.
— Yo... ¿detrás de esta puerta? —.
— No debes ser curioso —sentencio Kuran. Después de todo en ese lugar estaba guardado su pecado—.
— Hay algo… pero… —El rostro de Zero se tornó más pálido de lo usual, y antes de que Kaname se diera cuenta el cazador se había desplomado sobre el piso—.
Antes de que Kiryuu se desmayara Kuran lo atrapo, intentó despertarlo... pero al parecer el cazador no reaccionaba. Sin más opción que cuidarlo de momento traslado a Kiryuu a una de las habitaciones cercanas.
Los ojos del sangre pura observaron al cazador, noto su rostro anémico, pero no era el color pálido natural de los vampiros, era más bien como... Si Kiryuu no estuviera consumiendo sangre. Eso quería decir que prácticamente el cazador estaba en la inanición de sangre... Un año. Kaname no sabía si Zero era demasiado terco o demasiado fuerte. Una sonrisa casi imperceptible se dibujó en los labios del vampiro.
Los vampiros, usualmente beben la sangre del ser amado. La mirada de Kuran se ensombreció al pensar que el de cabellos plateados había tenido la osadía de beber de la sangre de Yuuki.
Las tabletas... no eran más que un insípido sustituto de sangre.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hacia cuanto tiempo no había sido capaz de dormir. Miro el lugar, era un paisaje desconocido. Pero, este en definitiva no era un sueño normal. —Era un Sueño lúcido*2—. Zero continuó caminando, por más que avanzara no había nada. Todo estaba completamente muerto, mientras caminaba en aquel desierto.
— ¿Porque estás aquí? —Cuestiono la voz de una mujer—.
— Yo no lo sé —admitió Kiryuu—.
— No debes estar en este lugar. Aquí solo habita la soledad—.
Kiryuu miro a la mujer y lo supo al instante ella era una sangre pura. Su cabeza estaba cubierta por una capucha. Aun así, no sintió el instinto de lanzarse a pelear con ella.
— Hace mucho tiempo que yo estoy aquí, en todo este tiempo nunca había visto a alguien aparte de mí. ¿Quién eres extraño visitante? —.
— Zero Kiryuu —.
La mujer pareció mirarlo durante algunos segundos.
— Joven ex-humano —dictamino la mujer—.
— Espera. Yo, he escuchado tu voz antes, el nombre de mi pueblo es Kaname —. Fue en ese momento que ambos comenzaron a hablar al unísono: “No importa si olvidas ese nombre también, no es como si tuvieras algún uso para un nombre. Adiós Kaname…”
— Yo… ¿Quién eres tú? —Cuestiono de inmediato el cazador—.
— Tú deberías ser capaz de saber quien soy, Zero —.
— Tú eres…. —.
…
Zero abrió los ojos, se encontraba en una recamara completamente elegante. Sintió que se ahogaba, sabia la respuesta pero se negaba a decir el nombre de la vampira.
— Despertaste, Kiryuu-kun —.
El cazador reconoció la voz. Esa voz que siempre le pareció arrogante le recordó a esa voz cargada de soledad.
— Kuran —.
— Por lo menos no perdiste la memoria —comento burlón Kaname—. ¿Cuánto tiempo tienes sin beber sangre? —pregunto—. Aunque tomes tabletas no es suficiente—.
— Eso no es de tu incumbencia —respondió de forma cortante—.
Los ojos amatistas de Zero, mostraron el enfado.
— Sigues siendo un peligro —le informo el vampiro—.
— ¿Dónde estamos? Recuerdo que estaba en el jardín —dijo Kiryuu—.
— Tú comenzaste a caminar y simplemente te desvaneciste—.
Kuran observó fijamente a Kiryuu.
— Deberías saludar a Yuuki. Y si quieres odiar a alguien de que ella ya no sea humana, ódiame. Ella no recordaba nada. Ni a sus padres, ni a su hermano —.
— ¿Por qué hablas como si no fueras el hermano de Yuuki? —.
Kaname no dijo nada, el mutismo inundó el lugar.
— Deberías retirarte —ordenó Kuran—. Como siempre sigues siendo un peligro, no eres humano, no eres un vampiro. Ser cazador es lo único en lo que encajas. Pero si llegaras a volverte un peligro.
— Mátame s puedes, Shizuka solo murió por que yo le dispare y los mismo fue con Rido. Nunca interferiste. ¿en verdad puedes matarme? —dijo Zero con voz desafiante—. Me lo has dicho muchas veces Kuran, pero definitivamente yo eliminaré a los sangre pura. No dejare que ni uno solo quede con vida.
Kuran solo sonrió.
— Tan obstinado como siempre. A veces tienes que convertirte en lo que más odias con tal de lograr tus objetivos. Deberías descansar más —dijo Kuran antes de salir de la habitación—.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
En el salón de baile...
Ouri y Shirabuki estaban bailando en el centro de la pista, muchos de los vampiros nobles observaban aquel acto. La belleza y la elegancia que se transmitía en cada paso. Incluso Yuuki miraba a aquellos seres desde el segundo piso.
— Yuuki —interrumpió Yori sacándola de sus pensamientos—.
— Perdón, durante un minuto me perdí en sus pasos—.
— Sigues siendo la misma —Wakaba sonrió de forma genuina—.
— Pero —.
— No. Incluso si fueras un extraterrestre, seguirías siendo mi amiga —afirmó Wakaba—.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Kaname hizo acto de presencia en la fiesta. Como era de esperarse fue de inmediato rodeado de algunos vampiros de clase noble. Vio que en el centro de la pista se encontraban Sara y Kazuma. Sabía que Yuuki estaba en el segundo piso y de alguna manera le sorprendió que en la compañía de su hermana estuviera Wakaba.
Nunca le habían gustado esta clase de eventos. Intento contestar de forma cortés algunas preguntas.
Cuando la orquesta dejó de tocar, algunos vampiros se dispusieron a tomar un poco de vino.
Kuran, Ouri y Shirabuki. Los nobles miraban aquel encuentro entre sangre puras.
— Maravillosa fiesta —expuso Sara—. Incluso Kazuma se animó a bailar—.
— Me alegra que el evento sea de su agrado, Sara-sama —.
— Pensé que también iba a asistir, Touma —añadió Ouri—.
— Es mejor que Touma-san, no asista —comentó la vampiresa—. Es demasiado infantil para mi gusto. En todo caso, me hubiera gustado ver a Isaya—.
— Isaya-sama, acaba de despertar. Su cuerpo aún está recuperándose después de dormir por un largo tiempo —respondió Kuran.
— Es comprensible —comentó Ouri—. La fatiga de vivir—.
Los sangre pura no dijeron nada más del tema.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
La velada pasó sin ningún inconveniente u otro hecho notable.
Algunos vampiros nobles ya comenzaban a retirarse. Zero vigilaba que no existiera ningún percance, su garganta. Se sentía tan seca y rasposa. De inmediato distinguió a una mujer rubia.
— Una sangre pura —. Rubia y de ojos azules. Reprimió su instinto de odio ante aquellos seres, la mujer miro en la dirección del cazador.
— Buenas noches cazador-san —saludó la rubia—.
Zero ignoro el saludo. Cuando se dio cuenta la mujer se encontraba a su lado.
— A decir verdad, estos eventos son aburridos —.
Kiryuu estaba listo para sacar a Bloody Rose. Cuando escucho una voz masculina.
— Lo lamento —ofreció una disculpa el vampiro sangre pura—. Al parecer le agradas a Sara—.
— Un sangre pura —musito el de ojos amatistas—.
— Muy hábil de tu parte —sonrió—. Mi nombre es Kazuma Ouri y esta encantadora mujer es Sara Shirabuki. No estamos aquí para pelear, tú eres del linaje de los Kiryuu si no me equivoco—.
Zero no dijo nada. Después de todo siempre los Kiryuu se habían caracterizado por tener el cabello plateado y ojos amatistas.
— Gracias por tu duro trabajo —agradeció Ouri mientras miraba al cazador—.
El cazador observó al vampiro de cabellos cenizos.
— Solo cumplo con lo que se me ordeno—.
Shirabuki noto la mirada del descendiente de los Kiryuu.
— Me retiro —dijo Ouri—. Sara, no ocasiones problemas.
— Hablas como si fuera una niña, querido—.
— Para mí lo eres —respondió el vampiro antes de alejarse—.
Sara y Zero observaron como el vampiro se subía a un auto negro.
— ¿Qué es lo que quieres? —gruño el cazador.
— Nada... solo llamaste mi atención, Cazador-san. Quizás las mayoría de los vampiros no lo notaron, pero has cometido un de los más grandes tabús. Me sorprende que aun sigas vivo —le espetó—.
— ¿A qué te refieres? —.
— Te has alimentado de tres sangres pura, es igual que cuando tus antepasados devoraron a nuestro ancestro —.
El cazador sacó su arma.
— No es como si te estuviera delatando. Es más, me gustaría ser tu aliada —.
— No me interesa —.
— Eso dices, pero tus instintos te exigen más sangre, y no precisamente humana—.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Aclaraciones:
Ouri Kazuma *1, la verdad no se mencionó mucho del prometido de Sara en el manga asi que me lo tube que sacar de la manga. Solo se menciona su apellido. Kazuma, significa. Verdadera armonía, avenencia. Nombre japonés para chico que habla de un estado total de paz.
Sueño lúcido*2. Un sueño lúcido es un sueño que se caracteriza porque el soñador es consciente de estar soñando.