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Nadie nos descubre por Lucy Michaelis

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Notas del capitulo:

Lo siento, lo siento, lo siento!!
No actuaizaba por los pesimos finales que se me ocurrían para el capitulo T_T
Aquí la segunda parte :3

Desde esa noche de pasión, lujuria y amor, la vida de ambos tuvo un giro impresionante. Ahora no solo conocían los sentimientos del otro, sino que también conocían su cuerpo, hasta la parte más escondida de ellos.
Sus sentimientos eran mutuos, y estaban felices de esa forma. Compartir todo juntos, sin que nadie les mire, sin que nadie les juzgue.

Todo el resto de la semana, durmieron juntos, comían juntos, incluso se duchaban juntos, todo era perfecto, el problema sería cuando la dichosa semana terminara.

Pasaron los días como si de segundos se trataran, ahora, nuevamente era inicio de semana, y las chicas estaban ya de regreso. Eren, limpiaba las habitaciones mientras Levi el jardín. No se demoraban mucho, ya sabían que hacer, y solo les faltaban unos retoques.
El viento soplaba un tanto frío, alborotando la corta cabellera del hombre quien chasqueaba la lengua cada que su pañuelo le estorbaba para ver. Unos minutos fueron los que pasaron hasta que un carruaje paró frente al castillo y cuando la puerta se hubo abierto, solo bolsas parecían salir.
El pelinegro puso los ojos en blanco tras ver tantas cosas y solo se quedó quieto mientras montones de cosas salían de aquel carruaje.
Esa voz tan desesperante y fuerte que sacaba de quicio al hombre de baja estatura se escuchó debajo de varios papeles y diversos objetos con tanta emoción que le arto aún más.

-Enano!! Ayuda a Petra con las demás cosas que faltan!!

-Estúpida cuatro ojos, porque tendría que hacerlo?

-Ah.. No se preocupe cavo Levi, estoy bien- susurro la rubia mientras intentaba no dejar caer nada de lo que llevaba

-Tsk! Eren! Ven a ayudar a la cuatro ojos y a Petra

-V..voy enseguida!     

El chico pelimarrón bajó tan rápido como pudo hasta llegar al jardín principal, tomo la mayoría de las cosas que Hanji llevaba en manos y algunas que llevaba Petra y fue donde el castillo. Dejó todo en la habitación principal.

Casi tan rápido cuando llegó las chicas estaban a su lado esperando poder abrir todas sus “sorpresas”.

-B..bueno, yo seguiré limpiando arriba

-Claro! Mientras yo le daré todos tus regalos a Levi para que te los entregue luego

Para antes de que la castaña terminará de hablar el chico ya se había ido y solo se quedó con la rubia y el hombre de aquella mirada tan fría. Hanji comenzó a sacar todo de las bolsas con ayuda de Petra quien feliz tomaba todo lo que parecía, había escogido con detenimiento. Sin embargo, aun varias bolsas de colores pastel quedaron separadas

-Pueden seguir con sus tonterías, yo seguiré limpiando el jardín

-Espera enano! También hay algo para ti y Eren

-Quien mierda es ese enano- susurro con furia mientras volvía la mirada a la mujer

La pelicastaña atrajo las bolsas de colores claros y se las tendió al hombre, quien le miró incrédulo. Sin embargo, esta sonrió convencida de lo que estaba haciendo, Levi suspiró y tomó las cosas, dejó algunas a lado de sus pies mientras tomaba una bolsa de color rosa que le llamó la atención. Buscó en su interior que era lo que llevaba y para su sorpresa, sacó del interior una pequeña pijama de oso peludo acompañado de otro pijama de conejo rosado.
Su mirada no tenía expresión alguna, ni de su boca salía un simple respiro, estaba atónito solo de ver o que se les había ocurrido traerle.

-¿Qué diablos… es esto?

-Eres más estúpido de lo que pensé enano- alardeó divertida la mujer- Es obvio! Unas lindas pijamas para sus bebés!

-Es una maldita broma- trató de convencerse

-Oh vamos, ¿no te enteraste verdad? Eren es de esos pocos chicos con un útero en su interior!- Gritó emocionada-

-Imposible, de ser así, no hubiera podido entrar a la legión de reconocimiento

-A menos… que la encargada de los exámenes prometiera guardar el secreto incluso de él mismo imaginando que estaría a salvo- concluyó

Levi seguía sin saber que más contestar y la rubia por su parte seguía buscando todas sus cosas.
El pelinegro entendía los exámenes médicos que hacían constantemente a los nuevos reclutas antes de ingresarlos a alguna división, y para un chico que podía embarazarse estaba estrictamente prohibido ingresar a la legión de reconocimiento.
A pesar de eso, nunca se imaginó o llegó a la idea de que Eren podía ser de ese poco de personas.

-¿Qué pasa enano? Te quedaste mudo- rio- Seguro que esto te servirá muy bien, después de todo, dudo mucho que se la pasaran hablando tu y Eren toda esta semana

-Sí que sabes cómo joder verdad cuatro ojos?

El pelinegro tomó todas aquellas cosas que según esto era para él, las amontonó lo más que pudo en sus brazos y comenzó a caminar escaleras arriba. Apenas podía ver esos escalones de piedra que tanto se esforzaba en limpiar. Los papeles de colores y el peso de las cosas le parecían estúpidos y más obligándose a sí mismo a cargarlos aun cuando podía llamar en cualquier momento al oji verde.
Tardó un poco pero consiguió llegar hasta la habitación del pelimarrón, abrió la puerta de una patada importándole poco que estaba haciendo adentro el menor, dejó caer todas las cosas a un lado de la cama.
El chico oji verde se levantó de la cama incrédulo de lo que veía, después de todo, de una de las bolsas, una pijama de oso para un bebé sobre salió acompañado de un biberón.

-Eichou… Esto es una broma de mal gusto?- miró al pelinegro dudoso

-Desde cuando hago yo bromas así mocoso?- alegó el otro

-Entonces supondré que lo trajo conmigo porque no sabía dónde ponerlo cierto-

-De donde sacas que esto es para mí?

-No lo entiendo en nada Eichou… - su tono era normal pero algo incrédulo

-Esto, es lo que han traído Petra y esa cuatro ojos molesta para ti

-No se supone que soy hombre? Es imposible que yo…

Su mirada se fijó en las cosas. Sabía la razón de las pruebas que hacían antes de ingresar a la legión de reconocimiento pero… ¿En serio él era de esos pocos?
No. No podía creer eso ni un poco.
Si eso era verdad, todo lo que pasó la semana en la que las chicas estuvieron ausentes, tendría sus consecuencias. Y unas no tan buenas.

-Eren… -

Levi se dio cuenta de la angustia del otro, intentó acercarse, calmarlo, no dejar que siguiera así de alterado, eso sería problemático. Pero cuando comenzaba a acercarse, el pelimarrón se levantó de la cama y se alejó asustado. ¿Qué se supone que haría ahora si estaba embarazado?
No podría seguir luchando, no podría seguir en la legión de reconocimiento, no podría seguir a lado del capitán.

-Sé que te estas imaginando cosas estúpidas mocoso-dijo con su tono usual de voz- Si, bueno, no podrás seguir peleando si estás embarazado, pero puedes quedarte en la Legión y aun si no quieres te quedas conmigo

Los ojos azul verdoso del menor se iluminaron totalmente. A pesar de que las palabras fueron un poco dichas de golpe, eran tiernas en cierto punto. No le importaba nada si podía seguir a lado del capitán. Ese era su más grande deseo.

-Claro- siguió diciendo- Ahora tendrías que tener más cuidado, no podrías estar en los entrenamientos. Pero cuando eso termine, no le veo el problema de que sigas- suspiro-

El problema era que no sabían si de verdad estaba embarazado o si solo era por pura imaginación. Solo les quedaría esperar y ver si el pelimarrón presentaba los síntomas normales de embarazo. Vómito, mareos, apetito de cosas agrias. En fin, muchas cosas.

~~

Pasaron casi alrededor de 2 semanas, y Hanji no dejaba de insistir en que Eren estaba verdaderamente embarazado. Según ella, era instinto femenino. Levi comenzaba a desesperarse pero simplemente le daba el avión y se concentraba en imaginarse a él como padre y al menor como una… madre? Era difícil.
Durante los desayunos, Eren pedía cosas que normalmente no comía antes e incluso se sentía mareado de vez en cuando. Pero no había vómito, ni por la mañana, ni por la tarde.

“Tal vez es temprano para que eso pase”
Dijo en su mente el pelinegro mientras observaba desde una de las ventanas como el chico oji verde limpiaba las hojas de los árboles caídas. El viento se hacía más frío con forma pasaban los días, y era más molesto trabajar de esa manera. Pero para el pelimarrón de cierta forma le parecía divertido. Sentir su bufanda chocar contra su rostro y el aire frío envolverle las mejillas que incluso se tornaban un poco carmesí.
Ahora, habían pasado más las semanas, en total 2 meses después de lo ocurrido en el castillo. La idea del embarazo del chico ahora estaba completa. Su estómago había crecido ligeramente, el vómito se hacía presente de vez en cuando por las mañanas. Eren admitía sentirse más cansado que antes y la espalda le molestaba un poco. Levi decidido, que solo iría de vez en cuando a los entrenamientos de la legión de reconocimiento y casi de inmediato regresaría al catillo para cuidar del más bajo. Este le insistía en que volviera, que estaba totalmente bien, y que podría cuidarse por sí mismo, pero el otro se negaba.

-Vamos, es molesto que me estés cuidando todo el santo días- replicó el menor con cierta desesperación

-Y si te caes? Y te golpeas el vientre?- preguntó a la defensiva- además Petra puede hacerse cargo por mi

-Eichou... por favor, no soy tan poco cuidadoso-

-Eso dices tú-

Se había convertido tan sobreprotector que incluso él se molestaba consigo mismo. Aun que era cierto que el pelimarrón tendía a ser bastante descuidado, podría ir corriendo por todos lados olvidando que esta embarazo, tropezar, rodar mil y un veces y él lo tomaría a la ligera.
Subió escaleras arriba para llegar a una habitación el doble de grande que la suya. Era cálida por dentro, una cama de sabanas blanca s establecía justo en una esquina lado de un escritorio con mil y un papeles encima. Libros muy bien acomodados en dos libreros de madera fina. Un armario con camisas, pantalones y pañuelos igualmente blancos.
Ese gran cuarto se había convertido ahora en la habitación de ambos chicos, ya que al ser próximamente padres, tendrían que convivir mucho más.
Eren se sentó en la cama, y antes de que pudiera hablar, varios toques a la puerta llamaron la atención de Levi, quien chasqueo la lengua.

-Qué quieres?

-L..lo siento por interrumpir capitán Levi, soy Jean Kirstein, le traigo un mensaje del comandante Erwin

-Bien, habla desde ahí fuera, estoy ocupado

-Solicita que se presente lo antes posible en la puerta de la muralla Rose ya que necesita hablar urgentemente con usted

-Tsk…- volvió a chasquear la lengua- Iré enseguida

-Bien

Espero unos momentos hasta que el chico se retiró. Dio un fuerte bufido, como le molestaba que lo llamasen cuando estaba tan ocupado cuidando del otro. Tomó su chaqueta y se la colocó mientras buscaba de igual forma su capa.

-No tardaré, más te vale no moverte mocoso

-Podrías ser un poco más tierno sabes- dijo en un puchero

-Ajá- caminó hasta la puerta, se quedó unos segundos ahí plantado, dio media vuelta, corrió hacia Eren, le beso la frente y sin decir más salió por la puerta.

-N..no era en serio-

Ese tipo de actos hacían que el pelimarrón se pusiese algo nervioso. Este se recostó en la cama mirando el techo muy profundamente. Hacía mucho que no se quedaba solo y de cierta forma sentía algo de nostalgia. Parpadeo varias veces pues el sueño se quería apoderar de él. Se dio cuenta que si no se movía terminaría quedándose dormido muy pronto.
Bajó de la cama tallando su ojo derecho y dando un pequeño bostezo. Caminó hasta el armario del pelinegro, tomó uno de los pañuelos y sonrió con un ligero sonrojo mientras lo olía.

Avanzó hasta la puerta con toda tranquilidad. Mientras bajaba las escaleras escucho el ruido de una maseta romperse en la planta baja. Se puso en guardia mientras continuaba bajando. No parecía haber nadie en especial.

~Flash Back~  

1 Semana antes

-Mierda mocoso, me estas poniendo atención?

-Claro que si Eichou, dijo que no podía dejar el catillo porque alguien se daría cuenta que estoy embarazado, el rumor correría y entonces usted y yo tendríamos que ser expulsados de la legión de reconocimiento por violar las leyes.

-Y…?

-Dijo otra cosa?

-Tsk..- chasqueo molesto la lengua- Y si alguien se entera de que estas embarazado, podría ser que haya un traidor en la legión. Ya que es una combinación entre el soldado más fuerte de la humanidad y un chico con poderes de titán, este niño podría ser utilizado en contra  de nosotros y podrían terminar con todo a lo que llamamos paz por el momento

-Ah sí, eso, espere… dijo combinación?

~Fin del Falsh Back~

Continuo bajando, llegó hasta lo que era la sala y observó que en efecto, una maseta estaba totalmente rota en el suelo, la arena esparcida por el suelo y la panta yacía ahí. Dio un suspiro mientras pensaba en que pudo haber ocasionado tal cosa. Detrás de él se escuchó un pequeño maullido; se dio la vuelta y encontró a un gato blanco que le observaba fijamente.

-Has sido tu he- sonrió- conseguiste asustarme, pero dime, como has conseguido entrar aquí he?

-El felino volvió a maullar mientras comenzaba a caminar indicándole al chico que lo siguiera.

Eren, sin nada mejor que hacer, comenzó a seguirlo, al parecer iba justo a la cocina. Al llegar, sintió un olor dulce, le gustaba, pero era extraño que apareciera así nada más. Nuevamente el sueño se hizo presente en sus ojos quienes comenzaban a cerrarse y su vista se nublaba. Una sombra negra estaba parada justo frente a él, no pudo reconocerlo, pero sabía que era un hombre por su cabello tan bien peinado, corto y… rubio?

~*~*

Habían pasado casi 3 horas desde que el oji azul verdoso perdió la conciencia. La cual recobró con un fuerte dolor de cabeza. Cuando enfocó la mirada, estaba en una gran habitación de piedra sin ventana, sentado sobre una cama bastante cómoda, pero sin nada más a su alrededor.
Muchos pasos se escuchaban tras la puerta, pero el menor no quiso ni pararse pues tenía mareos y muchas ganas de vomitar. Sin poder contenerse, se acercó a la orilla de la cama que quedaba del lado contrario a la puerta comenzando a vomitar. Su garganta ardía ligeramente. La puerta se abrió, pero el pelimarrón aún seguía ocupado con aquello.

-Señorita Leonhardt, puede traer agua y algo para limpiar eso por favor-

La chcia rubio hizo un gesto de molestia pero se retiró del cuarto cerrando la puerta. Un hombre de alta estatura, y cabello rubio estaba parado junto a la cama del más bajo. Eren limpió el resto de vomito con su mano y se recostó en la cama. Se sentía bastante mal, pero al voltear y ver a aquel hombre a su lado se sorprendió completamente

-Co..comandante Erwin!-

-Hola, Jaeger, te sientes mal?

-U..un poco- sus ojos se pusieron en blanco- Bu..bueno, n-no llevo mucho sintiéndome así, es solo que…

-Ya, no vale la pena tratar de ocultarlo- dice el rubio con una sonrisa- Sé que estas embarazado, yo robe tus documentos del laboratorio de Hanji

-He?

-Me equivoco?

Eren no supo ni que contestar. Sus pensamientos estaban totalmente revueltos en su mente. ¿Cómo se había enterado? ¿Qué planeaba hacer con él? ¿Pediría algo a cambio de su rescate?
Quería pensar que esto lo hacía porque Levi lo pedía, pero sería imposible. Esos dos hombres no se llevaban nada bien.

-Pero he de admitir- siguió diciendo mientras se sentaba a la orilla de la cama- Que no quien es el padre

Un peso menos

-Pero, eso no quita que debe ser alguien de la legión- volteo a verlo- y tampoco que este niño que tienes dentro, servirá de mucho si nace con tus mismos poderes

Esas últimas palabras que salieron de sus labios sonaban tan crueles. Jamás había imaginado que este hombre tendría propósitos así. Un escalofrío paso por todo su cuerpo al sentir una mano ajena en su hombro. De inmediato se aeljó sin bajar de la cama. Estaba alterado, no sabía que haría con él, quería ver a Levi, quería regresar a su casa

-Tanto miedo me tienes?- preguntó-

-Quiero regresar

-Umm, eso no será posible, tú te quedarás aquí hasta que tu bebé nazca, entonces pensaré si es bueno dejarte ir, o volver a embarazarte

El tono de sus palabras significaba que iba en serio con sus motivos para capturarlo. Erwin se levantó, dio un suspiro y se acercó a la puerta

-Ya descubriremos quien es su padre, entonces sabremos que tanto vale la pena mantener vivo a tu hijo

Salió de la habitación cerrando la puerta con llave. Eren se acomodó en la enorme cama abrazando su almohada y cubriendo su cuerpo por completo con las sabanas. No quería ver a nadie, tenía miedo, quería regresar con Levi y volver a sentirse acosado por él. Era lo que más le hacía falta.
Pasaban los minutos y oji verde azulado aún no se creía lo que estaba pasando. En su mente creyó que la mejor manera era terminar esto él mismo, pero no podía hacerle daño a su bebé. Solo de pensarlo, el estómago le dolía, su garganta se hacía nudo y las manos le pesaban.
Intentó ponerse de pie, con dificultad lo consiguió y de a poco se alejó de la cama.

Se sentó en una de las esquinas del cuarto mirando fijamente la puerta. No pensaba ayudar a aquel hombre. No pensaba hacer nada que pusiera en peligro a él, a Levi y a la persona que crecía en su interior. Quería escapar, pero ni siquiera sabía en donde estaba. Quien le estaría cuidando y qué hacer si conseguí escapar. Pasaban horas, minutos, segundos, y su cabeza no dejaba de pensar en ello, sus ojos se llenaban en lágrimas, por primera vez no sabía qué hacer en contra de alguien.
La noche llegó, el sueño también, ahí mismo, sentado en esa esquina tan fría, el chico se quedó dormido con la cabeza recostada en la pared abrazándose a sí mismo. No quería ninguna de las comodidades que el mayor le ofreció.

~~~En el castillo de Levi~~~

-Vamos enano, cálmate, seguro solo salió a tomar aire y despejarse un poco

-Estas bromeando?! Si, como no le advertí lo que pasaría si alguien lo veía verdad?!

-Vamos! Va a estar bien!

-Primero Erwin me llama con urgencia, luego no se aparece por problemas con la policía militar y ahora que regreso ese mocoso ha salido a dar una vuelta por la muralla! Se le ocurrió romper una maseta porque le pegó la gana y dejar entrar un gato blanco en la casa que se a jodido toda la arena del jardín!

El pelinegro estaba totalmente alterado. Caminaba por todos lados mientras golpeaba la pared con sus puños y sus pies golpeaban fuertemente el suelo. Pensaba en lo torpe que había sido al dejar solo al menor, no tenía ni una pequeña idea de quien lo había secuestrado, o donde se había metido. Si para mañana no aparecía, tendría que recurrir a la ayuda ajena, cosa que le desagradaba mucho pues solo se revolvían.
Se sentó en una silla pero no duró mucho, la sangre le hervía solo de pensar que alguien se aprovecharía de su estado actual. Creía que le pedirían algo por su rescate, pero de estar embarazado preferirían conservarlo y poder averiguar si su bebé obtendría su poder de titán.

-Donde mierda estas Eren?-

Preguntó en voz baja mientras que contenía las lágrimas que se formaban en sus ojos

Notas finales:

Así es, soy bien pishi cruel c:
Dejen sus reviews, gracias n-n


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