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Relaciones toxicas por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!! *-*

Mi linda Jake Wang el capítulo lo escribi con amor para tí, espero que te guste.

Mis explicaciones estan al final.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

Mi corazón latía con desenfrenada emoción, mis labios se encontraban resecos por la sorpresa, mis ojos no se querían apartar de esas misteriosas escarlatas, mi mente era absorbida por esas preciosas mentiras que pendían de un cristal en esas toxicas y masculinas manos; podría haber llorado de felicidad y así lo hice.

¿Cuántas miserables noches esperé estas palabras? ¿Cuántas veces recostado en su pecho rogué porque este momento llegará? Ya no lo puedo recordar, sin embargo, las heridas en mí dolido espíritu y la impaciencia que resuena por mis pensamientos delatan una impresionante antigüedad.

Yo había deseado alcanzar esas frases con tanto esmero, que Shin fuera capaz de probarme que me ama, que abandonará sus máscaras y sus prejuicios para que sostenga con este orgullo mi mano mientras la otra me abraza de la cintura y me hacen el lugar que merezco.

Verlo confrontar a todas las personas por quienes ha mantenido una pulcra imagen de perfección es algo que remueve mi mundo de la mera felicidad, es como si él me estuviera sacando de las espinas que se han clavado en mi piel enterrándome en mis temores para darme la mano y forzarme a quedarme a su lado, yo podría morir de la admiración en estos instantes sin arrepentimientos.

“¿Qué me dices Ritsu?” Su voz me acaricio en el rostro como si fuera una prenda de seda nublando mis sentidos.

“No tienes idea de lo mucho que esperé que dijeras algo así” Desvié mi nuca con vergüenza de esa imborrable sonrisa para posarla en el suelo del lujoso escenario debajo de las atentas miradas de su familia “Realmente lo esperé mucho”

“¿Esta es prueba suficiente de que te amo mi lindo castaño?” Murmulló tomando mis manos entre las suyas, electrizando toda mi piel como le era de costumbre “¿Ahora comprendes lo loco que estoy por ti?”

“Sí” Me limite a contestar.

“Entonces regresemos a casa y hagamos las cosas bien, volvamos a lo que alguna vez fuimos” Esa idea se escuchaba como el tierno final de cuento de hadas que ambos merecíamos, como la ilusión que habíamos guardado para nuestro destino, era un precioso pensamiento que ya no podía realizar; porque aunque estuve esperando años esas palabras, esa confesión, esos toques, prometí que seguiría con alguien más.

“Shin” Mi afligida voz freno sus pasos antes de que comenzaran “No podemos volver a lo que fuimos”

“¿Qué?” Sus parpados se alzaron con sorpresa mientras sus piernas temblaban “No lo entiendo, yo hice” Con un sutil gesto de manos le pedí que guardara silencio.

“Takano” Su ceño se frunció al escuchar ese nombre escapar con tanto afecto de mis labios.

“Hablemos de esto en un lugar más privado” Farfulló resignado dándome la mano para guiarme a la salida de ese inmenso escenario.

A Shin lo amo tanto, no puedo controlar que mis sentidos le pertenezcan, que se encuentre en todos mis pensamientos, que vague por mi voluntad, es el hombre con el que ambicionaba pasar el resto de mis días para apoyarlo en sus dificultades y lograr escribir esa perfecta historia de amor llena de fantasías rosadas y hermosos coches de cuentos; es el caballero que me rescataría de la torre de mis inseguridades y me socorrería con sus cálidos brazos, nunca podré desechar estas apasionadas emociones por él.

Pero con Takano las cosas también son complicadas, ese joven me socorrió cuando Shin me había destrozado con su indiferencia, me entrego un afecto que no conocía, él me amo como nadie lo hacía, me cuido, respeto, se esforzó por mantenerse aferrado en la tormenta, me protegió; yo no quiero dejar ir esa relación, no puedo dejarlo escapar “Te amo Ritsu” porque también deseaba entregarle esas palabras más adelante.

Quizás mi obsesión con Shin no sea algo de lo que me pueda desprender con facilidad, no obstante, si el azabache esta dispuesto a permanecer a mi lado como lo ha hecho hasta ahora, si deja de perseguir sombras de prejuiciosos y todos nos damos una oportunidad para hacer las cosas bien y curar las latentes heridas que tenemos en el rostro, todo habrá valido la pena.

“Shin” La furiosa voz de una imponente mujer paralizó nuestros movimientos tratando de cruzar la multitud “¿Pero qué diablos fue ese espectáculo que armaste?” Ella me fulmino con una mueca de desdén y asco que me forzó a bajar la nuca avergonzado.

“Madre sé que no es lo que esperabas pero” Un estruendo calló sus palabras; el hombre de cabellos rojizos tenía los labios abiertos de la sorpresa y una mirada llena de melancolía tatuada en sus facciones mientras se llevaba la mano hacia la mejilla por el repentino golpe.

“Esta humillación que nos has forzado a pasar delante de todos ellos no te lo perdonaré jamás” Bramó golpeando las finas baldosas con su afilado tacón “Que equivocada estaba al creer esas mentiras de que tenías la vida perfecta”

“Yo tenía la vida perfecta” Su mano apresó  la mía en frente de la multitud en busca de seguridad y coraje “Con Ritsu la tenía”

“Ay hijo” Musito afligida “¿Tan mal lo hicimos yo y tu padre para que nos pagues con esa clase de insolencias?” Él trago con dificultad desviando la mirada con sumisión.

“No espero que lo comprendan ni que me acepten de regreso” Aunque sus labios temblaban esas frases salieron llenas de seguridad y firmeza “Si voy a decir la verdad lo haré con todas sus gamas” Se dijo a sí mismo para después posar su atención sobre mí.

“¿Eso qué significa?” Él me sonrió con ternura aferrándose con fuerza a mis caderas.

“Todo lo que tengo lo puedo tener porque Ritsu me ha ayudado; el puesto en la empresa se debe a sus consejos, el apartamento lo pagamos a la mitad, mis cursos, mi renombre, todo se lo debo a este chico quien con tanto amor me regalo esos sacrificios desinteresados” Mi rostro ardió ante esa afectiva mirada mientras sus labios besaban mis cabellos.

“Y así te mofabas del fracaso que era tu primo Masamune” Su irónica risa fue lo único que resonó por el salón, todos los demás espectadores tenían las mirada posadas en nosotros con infinitas muecas de sorpresa y satisfacción.

“Yo no era mejor después de todo” Al apreciarlo así de frágil y débil, ver como se estaba desmoronando al frente de su madre, saber que se estaba quebrando fue demasiado para mi endeble mente, lo único que pude hacer fue tirarlo del brazo con potencia para recordarle que no lo abandonaría a pesar de las amargas lágrimas derramadas.

“Shin deberíamos irnos” Interrumpí desafiando a la mujer con mis palabras.

“Tú cambiaste a mi hijo” Bufó apoyando sus manos en sus prominentes caderas “Tú eres el responsable de que todo esto esté”

“¡Con él no te atrevas a meterte!” La imponente voz del de ojos escarlata silencio el movimiento de esos labios de carmín “A mi recházame todo lo que quieras si es que tu vida se basa en las apariencias, pero a mi Ritsu no te atrevas a herirlo” Con un apretón firme de manos me arrastró a las afueras del salón sin prestarle atención a las burlas y gritos de su familia.

Mi corazón se estremeció por ese seguro agarré con el que me afirmaba ¿Cuántas veces soñé con este momento? El haberlo sacrificado todo por mí, convertirse en un bufón solo para probarme que su cariño se mantenía ardiendo en las llamas de su pasión, esa determinación por recuperar mis besos; esto es lo más dulce que ha hecho Shin por mí, sonreí con tristeza mientras mi atención recaía en el elegante piso, lamento mucho estar destrozando estos sacrificios con mis caprichos.

El más alto me guió hasta el baño de la recepción del hotel para cerrar con llave y liberar un suspiro asfixiado; él se llevó la mano al cuello sonriendo con orgullo, parecía tan libre, tan contento, era una hermosa imagen de la que nunca había sido testigo.

“No puedo creer que de verdad lo hice”  Se dijo a si mismo inflando el pecho, acercándose a mí con tímidos pasos.

“Lamento mucho que hayan tenido esa reacción” Él negó con la cabeza encerrándome en sus firmes brazos, el aire se me fue de los pulmones al percibir el agitado latir de su corazón.

“Por fin te tengo de esta manera” Musito con palabras impregnadas de nostalgia “Finalmente eres mío una vez más” Hundí mi cabeza en su varonil figura intentando lidiar con el nudo que se había posado en mi garganta con unas repentinas nauseas.

“Yo no soy tuyo Shin” Esa majestuosa declaración se rebajó a ser un temido susurro “No te pertenezco, lo siento”

“¿Qué?” Musito tomándome de los hombros para establecer un tierno tacto visual “Pero lo estoy dejando todo por ti”

“Lo sé” Sus grandes y cálidas mano acariciaron mis mejillas intentando captar mi atención.

“Ritsu me estoy ganando el rechazo de mi propia familia, me convertí en un monstruo para ellos por darte lo que querías ¿Por qué ya no es suficiente?” Sus labios se encontraban esbozando una retraída sonrisa, sin embargo, la curvatura hacia abajo delataba su estado de ánimo.

“Takano” Repetí dándome valor, apretando los puños y los parpados con fuerza “Yo no estoy jugando con tu primo, tengo serías intenciones con ese hombre”

“Eso solo fue un juego para que reaccionará” Su histérico tono de voz me alarmó “Yo lo comprendí Ritsu, ya aprendí, pueden dejar esa farsa” Con una mueca melancólica alcé mis parpados y me centré en sus escarlatas.

“Shin” Lo llamé consiguiendo que bajará con humillación sus hombros “Todo esto comenzó como un truco para ponerte celoso pero fue mucho más que eso y ahora no puedo simplemente ignorar las emociones que tengo por Takano”

“¿Te vas a quedar con alguien a quien no amas?” Me pregunto con una furia mal disimulada apretando con fuerza mis hombros, clavando sus uñas en mi traje.

“Puedo llegar a enamorarme de él” Me corregí con el rostro ardiendo por esa clase de confesiones “Quiero llegar a enamorarme de él”

“¿Si tanto él te amaba porque se fue a mitad de mi discurso?” Mis labios dejaron escapar el aire con la piel erizada “Sí él te quería tanto como lo presumía ¿Por qué diablos huyó como un cobarde cuando comenzaron los murmullos?”

“Conociéndolo tiene sus propias razones”  Mis barreras se subieron al estar atacando a mi salvador, con una firme postura me apoyé en contra de la puerta del baño desafiando a quien fue mi único delirio.

“Ritsu siento todo lo que te hice pasar” Sus dedos acariciaron la diminuta herida sobre mi boca “No sabes cómo me arrepentí de haberte pegado, de haber lastimado a la persona más importante que tengo, de todo lo que te hice sufrir, por favor no me sigas sentenciando con eso”

“No te estoy castigando, no estoy pensando en Takano solo para joderte” Sus labios hicieron presión en mi frente con un afecto que pensé que había muerto hace cinco años.

“Te amo, ya nunca más lo negaré” Mis piernas temblaron “Prometo convertirme en todo lo que tú quieres, ser todo lo que esperas, trabajar duro para recuperar tu confianza destrozada, pero por favor no me abandones” Él se llevó mis manos hacia su boca para depositar un pequeño beso en estas “No me dejes”

“Shin escúchame” Aunque lo llamé sus ojos permanecieron cerrados y mis palmas apoyadas en su pecho.

“Nunca nadie te va a necesitar como yo lo hago, no botes todo lo que hemos pasado por uno de mis errores, tú eres fuerte, tú sabes luchar por lo que amas, demuéstrame que valgo la pena, que no estamos haciendo nada incorrecto” Ya no respondí, tan solo lo estreché entre mis brazos y él como si fuera un niño pequeño se aferró dejándose caer.

Que por mi culpa se esté deshaciendo como nuestros sueños de azúcar en la tormenta, que ahora se encuentre con una realidad que lo está devastando, haberme convertido en el demonio que tomó su corazón para partirlo me lastima más de lo que jamás podrá entender.

Porque él estaba en un hermoso pedestal de cristal; yo mantuve a mi pareja en un intacto pensamiento de perfección por eternas noches de llanto, me profesaba como un mártir quien debía sufrir por su amor, y ahora que finalmente he conseguido lo que deseaba con mi persecución ya no lo puedo aceptar.

No sé qué es lo que siento por Takano, no lo logró descifrar al ser emociones contrarias a las que poseía por Shin, sin embargo, este corazón a comenzado a saltar al recordar esa cálida sonrisa, mis manos ansían su tacto, mis labios se han vuelto viciosos de su sabor, mi cuerpo se estremece al recordar sus caricias, aunque vuelva a mi prisión para ser sentenciado por esas escarlatas esto nunca regresará a ser lo mismo.

Lamento tanto volver a lastimarnos, siento estar devastando lo que conocemos con nuevos deseos egoístas, con caprichos que ante su mirada son una estupidez infantil, yo lamento mucho tratar de dejarlo ir con la brisa de primavera.

Los dos sin intercambiar otra palabras nos subimos a un taxi en las afueras del hotel; él no me volvió a rogar por más, tan solo se aferró a mi cintura con angustia omitiendo las sarcásticas palabras del enfurecido conductor para acariciarnos en silencio con la mirada.

En todo el camino hacia nuestro apartamento me dedique a repasar sus facciones esperando que el calor de nuestro amor recorriera mi pecho como solía hacerlo; no obstante, este jamás llegó y en lugar de una agradable electricidad atravesando mi pecho encontré una dolorosa presión estrujando mi corazón, porque en el fondo lo sabía.

Al llegar al edifico Shin se negó a soltar mi mano pasando con orgullo en frente de la recepcionista, cuando estuvimos delante de nuestro apartamento él saco de su elegante traje de gala una delicada llave dorada para pudiéramos ingresar y yo perdiera el aire con la imagen que tenía al frente y me comenzara a devastar.

“¿Qué es esto?” Pregunte con los dientes presionados de rabia al apreciar un par de maletas tiradas por la sala de estar.

“No esperaba que regresaran tan pronto” La voz de Takano estremeció mi piel, trate de buscar una solución en sus ojos pero estos solamente reflejaban un complicado acertijo “Lamento aun seguir acá”

“¿Te estas yendo?” Lo interrogue con frustración empujando la mano del peli rojo para confrontar al azabache “¿Te estas marchando?” Le repetí frenético.

“Sí, lamento haberme quedado más tiempo del que me correspondía Haitani” El nombrado me hizo un gesto con la boca acompañado de un ceño fruncido por mi cercanía con su primo.

“Está bien Takano” Farfulló con una enmascarada educación “Supongo que querías tu independencia”

“¿Qué estás haciendo?” Le pregunte tomando su rostro con mis dos manos, entrelazando nuestras miradas para leer dolor en la suya “¿Por qué de repente me estas dejando?”

“Ritsu yo” Ni si quiera tuvo la fuerza para continuar con ese discurso ¿Era enserio todo esto? ¿Qué diablos quiere mostrándome este lado tan patético suyo? La sangre me había comenzado a burbujear de la furia que me provocaba ver esa imagen.

Sin darle una explicación a ninguno de los hombre tomé con poderío la muñeca del más alto para encerrarlo en lo que se supone que era nuestra habitación y exigirle que se quitará las mentiras del rostro; que me enseñara sus transparentes intenciones.

“¡Suficiente!” Grité aislándonos en la pieza con un portazo, enfureciéndome aún más al encontrar la habitación de nosotros vacía “¿Qué mierda pretendes Takano?” El nombrado abrió con sorpresa los ojos ante mis gélidas y agresivas palabras.

“Me marcho, no quiero ser un estorbo en tu vida con mi primo” Con angustia trate de acercarme para tomar sus mejillas y forzarlo a mirarme, sin embargo, su mano sobre mi pecho acelerando mi ritmo cardíaco me lo impidió.

“Hablo enserio, no me des esas esquivas respuestas como se las entregas a Shin, yo quiero la verdad” Un asqueroso sabor llenó toda mi garganta, el pecho me ardía, las piernas me temblaban, los músculos se me desgarraban por ser el testigo de cómo esos majestuosos ojos miel derramaban una sola lágrima.

“No puedo hacer esto Ritsu” Musito rendido relajando sus brazos, extendiéndolos en señal de derrota “No me puedo quedar acá más tiempo”

“¿Por qué estas huyendo de mí?” Él se desmoronó al frente mío al rodearme con sus protectores, fuertes y cálidos brazos.

“¿Puedes entender lo mucho que me duele amarte sabiendo que tú eres de alguien más?” Abrí con incertidumbre mis orbes tratando de alzar el mentón en vano gracias a la presión con la que me rodeaba “¿Puedes tratar de comprender lo mucho que me lastima verte sabiendo que nunca me corresponderás?”

“Tú eres alguien especial Takano” Lo contradije rodeando su espalda con mis delgados brazos, suplicándole en silencio que se mantuviera a mi lado y derribará mis creencias.

“Especial no es lo que quiero ser” Su risa sarcástica hizo insoportable el ambiente que nos rodeaba “¿Sabes? Cuando mi primo subió al escenario, cuando se expuso sin red delante de las severas miradas de mi familia y te sostuvo con una seguridad que jamás había mantenido yo comprendí algo” Su afligida sonrisa heló cada uno de mis poros “Comprendí mi triste realidad”

“¿Qué?” Como si él leyera mi mente continuó.

“Tú nunca me vas a ver con esos ojos” Su mano acaricio mi enrojecida mejilla “Tú jamás me vas a observar con ese cariño Ritsu, nunca seré el hombre que llene tus pensamientos, yo no voy a ser más allá de un despecho de reemplazo”

“¡No es cierto!” Grité afirmando sus pómulos, sintiendo como una de sus lágrimas descendían hasta mi dedo para quemarlo.

“Fue tan frustrante” Masculló presionando sus dientes “Mierda fue muy frustrante entender que sin importar el esfuerzo que pongo en que te enamores de mí jamás lo conseguiré, que los gestos que tengo contigo siempre serán en vano porque tus emociones ya las robo alguien más” Sus palabras cesaron solo para escupirme más veneno “Yo llegue muy tarde”

Nunca había sentido tanta desesperación en mi vida, pensé que podría desfallecer entre sus brazos con esas toxicas palabras, que sus labios me condenarían y el infierno me absorberían ¿Cómo quien me hizo tanto bien me puede estar asesinando con esas verdades?

Que Takano solo sea un reemplazo puede que al comienzo haya sido verdad pero ya no; él significa un mundo para mí, me ha enseñado a llorar, a reír, a querer, a ser egoísta, a darme mi lugar, él me ha dado valor cuando me consideraba un derroche humano en el espejo, no me puede dejar en estos momentos críticos.

“Por favor no me dejes ahora” Le rogué, enterré mi orgullo en mis temores para aferrarme a su camisa y hundir mi rostro en su pecho “No me dejes Takano”

“No me haga esto” Musito tieso, pude percibir como su corazón se agitaba con intensidad “Si no me vas a poder corresponder como se debe, si me vas a forzar a verte todos los días con una tierna sonrisa sobre tus labios por culpa de Haitani, si vas a volver a caer por él, no seas tan cruel como para pedirme que me quede”

“¡Pero de quien me quiero enamorar eres tú!” Mis puños se clavaron en esa tela como prueba de que no fue un sueño, aspiré con una angustia  temible el aroma que desprendía su piel, me aferré como parásito a su calor; no te vayas por favor.

“Por favor mírame” Apreté con más fuerza mis parpados ante su petición “Necesito que comprendas esto” Con temor obedecí elevando mi mentón para apreciar esos dorados ojos empañados por el dolor y sus labios torcidos por la realidad.

“Takano” El nombrado acuno mis mejillas sin romper el tacto visual.

“Te amo como no lo he hecho con nadie más” Confesó calentando mis pómulos “Ritsu me enloqueces, tú te has convertido en lo único que pienso, en lo único que siento, eres mi primer gran amor, tú te has transformado en todo lo que quiero” Lleve mi mano hasta la suya para apretarla y no desfallecer de la pena en ese lugar.

“¿Si me amas porque te vas?” Él me sonrió besando de manera tímida mi nariz.

“No puedo soportar que otro hombre te tenga” Proclamo tirándose con aflicción los mechones que descendían por su cuello “Siento ser tan egoísta pero no puedo tolerar la idea de que tendré que ser testigo de como  le entregas esas miradas únicas a otro hombre, que te rías de verdad con él, que lo ames como nunca lo podrás hacer conmigo”

“Yo” Él me calló con su dedo índice.

“Me duele mucho no ser correspondido pero lo puedo tolerar por ti” Él tomó aire forzándome a aspirar ese seductor aliento sin el que me niego a vivir “Solamente les deseo lo mejor a mi primo y a ti, se feliz a su lado, date el valor que mereces, lucha por lo que quieres Ritsu, enséñale la clase de tesoro que yo pude encontrar”

“¿Por qué esto se escucha a despedida?” Lo interrogue permitiendo que gotas calientes y toxicas corrieran por esta manchada piel.

“No lo es” Se burló intentando aligerar el ambiente “Yo voy a continuar yendo al trabajo, tan solo me voy de un apartamento ajeno”

“¿Si te dijera que te amo te quedarías?” La melancolía con la que estaba atestada el ambiente se hizo más densa; nuestros tactos se volvieron desesperados, mi razón se había esfumado con el remordimiento de estar traicionando a un hombre que he mantenido la mitad de mi vida por una obsesión.

“No” Sus caricias electrizaron mi piel “Porque sé que serían mentiras”

Me alcé en la punta de mis pies para tomar sus mejillas de improvisto y probar sus labios de menta sin comprender con claridad el motivo; mi corazón golpeó con fuerza mi pecho ante los suave tactos de su boca, mis manos se aferraron con brusquedad a sus cabellos, mi respiración se contraía con pánico al pensar que ya no lo tendría.

Con un tentador movimiento de labios él me apoyo en contra de la puerta para profundizar aún más el contacto, su traviesa lengua acaricio a la mía impregnándome por última vez con su exquisita esencia, todo mi ser se estremecía por los agarres con los que recorría mi vientre como si este le perteneciera.

Ni si quiera yo sé lo que siento; quizás lo de Shin sea una obsesión, tal vez por Takano sienta algo más allá del cariño, la única certeza que poseo es que necesito a este hombre a mi lado para averiguarlo.

“Ya basta” Musito sin aliento intentando apartarme “No me hagas las cosas más difíciles Ritsu” Pero eso no me detuvo a liberarlo de este toxico beso de muerte.

Su boca nuevamente cayó en la adicción al devorarnos con lentitud, sus manos sostenían con fuerza mi cintura deslizándose por la piel debajo de mi chaqueta; todas esas memorias que hemos creado, los precioso instantes que hemos construidos, las promesas de nuestro amor, las esperanzas ¿Lo va a dejar todo ir?

Cuando él tiro de mi labio para depositar un superficial beso en la comisura de estos supe que todo había acabado, él me regalo una mirada llena de amargura liberando un suspiro que pretendía ser de alivio pero nos enterró más bajo a los dos.

“Lamento estarte haciendo pasar por estos malos momentos, de seguro te he confundido con mis emociones Ritsu” Sus dedos dejaron mi cuerpo para entablar una distancia que no quería entre nosotros “Realmente deseo que seas feliz con Haitani, que vuelvas a creer en el amor a pesar de lo que pasamos y que me perdones”

“¿Perdonarte por qué?” Le pregunte sin poder moverme, sin ser capaz de detenerlo cuando giro la perilla de la habitación.

“Por darte ilusiones y marcharme de esta manera, por huir como un cobarde, por enseñarte lo que es llorar y desahogarte” Su mirada se cristalizo con una nostalgia que paralizó mi corazón “Lamento mucho haberme enamorado de ti” Fue lo último que escuche antes de que se esfumará de la habitación y yo me tuviera que afirmar de una pared para tirarme los cabellos.

¿Qué rayos es el amor? Tiré con más fuerza mi flequillo ante la rabia que me provocaba esa interrogante, desde que lo puedo recordar el único con el que he sonreído, con el que he depositado mis esperanzas y amado ha sido Shin, con ese hombre tenía un hermoso futuro escrito al que codiciaba poder llegar.

Se supone que mi alma se encuentra unida a la del chico de cabellos rojizos, que mis fantasías las sostiene él, que mi amor es incondicional ¿Entonces porque diablos siento que podría morir sin Takano?

Aunque se supone que era un juego, aunque ambos acabemos lastimados y dolidos, nos detestemos al amanecer por haberlo convertido en un supuesto reemplazo, esas cosas las quiero averiguar con él, no soportaré que tomen las decisiones por mí.

Con pasos firmes corrí hacia la sala de estar en donde el hombre de cabellos rojizos se encontraba apoyado con un falso desinterés con los brazos cruzados; él me sonrío con amargura al apreciar mi devastado semblante para pronunciar mi nombre.

“¿Dónde está Takano?” Le pregunte temiendo lo peor.

“Su taxi llevaba abajo un par de minutos, al parecer estaba bastante retrasado”  Presioné mis dientes hasta que la nuca me dolió, halé de mis cabellos con una esquizofrénica reacción y me desmoroné como el cristal que era.

“¿Se fue?” Balbuceé tratando de reprimir un áspero llanto.

“Ay Ritsu” Él me abrazó con fuerza llevando sus dedos hacia mis pómulos “¿No me digas que estas llorando porque lo vas a extrañar?”

“No” Lloró porque con él se está llevando mi sonrisa.

“Sé que te habías acostumbrado a la presencia de Takano” Sus labios besaron mis cabellos “Ya verás cómo las cosas de a poco se acomodan para que regresemos a nuestra normalidad” Pero yo no quería esa asquerosa normalidad, no deseaba regresar a mi monótona rutina con ese hombre o a la enfermiza sumisión con la que me aplastaba.

“Esta vez haremos bien las cosas amor” Mi piel se erizaba cuando él me llamaba de esa manera, cuando él me sostenía mi corazón se descompasaba, cuando sus labios me acariciaban tocaba el paraíso, pero nada de eso pasó esta vez.

Porque muy tarde comprendí que quien tenía mi afecto se había marchado con un melancólico “Lo siento” junto a mis ilusiones de un nuevo amor.

Notas finales:

Mini resumen! <3

Takano: El vio a Ritsu, a la persona que ama compartir una mirada especial y una sonrisa unica con Haitani, lo vio llorar de felicidad, relajado, feliz, lo vio contento y pleno por primera vez y ahí fue donde supo que era un reemplazo.

Él adora a Onodera pero permanecer a su lado es demasiado doloroso, imaginense la tortura que seria para él de repente encontrarlos compartiendo un beso o simplemente ver como esa mirada brillante jamas le sera diriguida a él; por eso se va, porque no soporta el ser un despecho y no ser correspondido.

Ritsu: Chicos fueron cinco años de relacion, fue muchisimo lo que tuvo que esperar y ahora que por fin Shin se lo entrega parece un hermoso sueño, es obvio que va a estar rebosante de felicidad.

El castaño se siente orgulloso de que Haitani por fin haya podido dejar sus temores y cree que esta enamorado de él, pero por las reacciones que tuvo con Takano creo que queda obvio para quien van esas emociones.

Shin: Ama a su castaño, si se demoro, reacciono mal, no le tomó importancia pero temé más que nada perderlo.

En el fondo no es mala persona, él sabia que su familia reaccionaria de este modo dandole la espalda y para él entregarlo todo por el castaño fue la ardiente prueba de su amor.

Espero que con eso haya quedado un poquito más claro <3 <3


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