Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Relaciones toxicas por Chiaki28

[Reviews - 282]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Pues hoy fue un día del horror....a dias del horror pocas actualizaciones; lo lamento pero ya mañana intentare darle con tres de un golpe; si me va bie me podria mantener entre dos y tres varias días.

BUeno aca tienen lo que paso en paralelo en el apartamento con Takano y Shin; lo que de verdad motivo al azabache a ingresar en esta extraña relacion y como lo tomo Ritsu.

Espero que les guste <3 <3...por cierto se lo dedico a una loca fan de Chiaki28; juro que no se quien eres jaja pero me halagaste muchisimo <3

Takano Pov

¿Por qué más mentiras? ¿Porque es necesario que mi primo se escude detrás de tantos engaños sí yo ya le he dado mi aprobación? Shin siempre ha sido un hombre que deja que sus temores y sus prejuicios guíen cada una de sus acciones; él jamás ha tenido el valor de admití lo que realmente desea hacer y se esconde debajo de todo ese egocentrismo.

Nunca pude tolerar esa personalidad llena de cinismos e hipocresías; esas mascaras que él creaba en la obra que interpretaba él mismo; sin importar el tiempo que yo pasara con mi detestable primo jamás pude aprender a distinguir las verdaderas sonrisas que me obsequiaba de las sádicas redes de engaños y falsedades que esbozaba alrededor mío.

Sí él es gay a mí no me interesa; lo único que vine a hacer a su departamento es conseguir un empleo y ser capaz de sustentarme trabajando en lo que más anhelo; no me incumben sus asuntos amorosos ni me deberían afectar sus líos de corazón; después de todo él siempre ha sido un chico bastante conflictivo cuando se trata de romance.

Yo no me quiero enredar en las trabas pasionales de esos enigmáticos e insolentes ojos escarlata; sin embargo; no puedo evitar alterarme y fundirme con él en esa toxica relación al saber que lastima a Onodera con cada una de las palabras venenosas que arroja con su punzante lengua sin importarle lo adolorido que se encuentre el espíritu del menor.

Desde que conozco a Ritsu él me agrado; me parece un chico bastante alegre, tierno, simpático, dedicado y esta perdidamente enamorado de mi primo; el castaño esta tan cegado en este extraño y torcido romance que ha permitido que le aplasten el orgullo y lo renieguen incontables veces; yo no me pretendía meter más en este tema porque no tengo derecho a intervenir en esta misteriosa relación que llevan esos dos chicos.

Pero cuando vi a Onodera ingresar en el apartamento de golpe con los ojos llorosos; las piernas temblorosas y los labios resecos de tantos lamentos que libero; algo en mi interior se comenzó a quebrajar; algo dentro de mí se removió obligándome a hacer propio su dolor y a desear proteger eternamente esas preciosas sonrisas.

Yo conocí al castaño como alguien risueño; un joven que se esmeró en acogerme en su hogar pese a no conocerme; él fue el único que me quiso hacer sentir en casa aunque lo incomodara con mi presencia y lo forzara a fingir su romance; por eso me enfureció verlo en ese estado tan demacrado; pude percibir como alguien me apretaba el pecho con descaro para que pudiera apreciar en carne propia todas sus finas lágrimas.

Me jode mi primo; me enfada que lo lastime así; Shin no merece tener a alguien tan dulce a su lado; yo jamás toleré el recio carácter de mi primo; no obstante, cada día estoy más convencido de la asquerosa escoria que es con esta clase de acciones; él me da mucha pena y me irrita esa falsa personalidad suya.

Sí; quizás yo era un fracasado desempleado, pero nunca lastimaría a alguien tan bueno como Onodera; no puedo describir la impotencia que me carcomía al percibir como temblaba entre mis bazos mientras confrontaba a su pareja quien lo seguía negando sin ningún rastro de culpa en toda su endemoniada alma.

Lo detesto; detesto a Haitani por lastimarlo; yo le di toda la seguridad que me fue posible para que ya dejara de torturar a su novio y él aun así decidió no hacerlo;  lo pateó más bajo cuando él le pidió una mano para levantarse; le quemo cada una de sus ingenuas ilusiones diciéndole que solo lo utilizaba para tener un simple desahogo placentero en una noche de pasión; como si fuera alguna clase de prostituta.

Shin es una escoria inmunda; me frustra, me irrita, me enfada, hay personas como yo que pasan toda una vida buscando un amor así; a él se lo entregan en bandeja de plata y lo maltrata como si no valiera la pena; me arde la sangre con este hombre, me da coraje esa malévola actitud que adquiere para después transformase en otro más de sus personajes; odio que sea tan falso; me enferma que tan solo sea una vacía mascara.

Apreté con fuerza mis puños observando como la puerta se había cerrado de golpe; sin poder evitar ocultar mi rabia arquee mis cejas para contemplar con desdén y una profunda decepción a mi primo quien se encontraba pasmado por las reacciones del castaño.

“¿Pero qué mierda pasa contigo?” Le pregunte agresivamente negando con la cabeza  como si de esta manera pudiera disimular el asqueroso sabor que consumía mi boca al haber sido testigo de tan repulsiva escena.

“Deja que se le bajen los humos; ya volverá” Musito con una destacable preocupación siendo arrastrada en cada una de sus palabras.

“Shin; ya déjate de joder con esa clase de mentiras” Le pedí intentando entablar un extraño ambiente familiar lleno de una endeble confianza en donde me dejara de mentir “Tú y yo no somos buenos amigos ni nos tenemos alguna clase especial de cariño” Proclame organizando mis pensamientos para poder liberar un discurso decente.

“Claro que no” Declaro el mayor cruzando sus brazos mientras se apoyaba en contra del elegante sofá “Sin ofender Masamune; pero tú siempre me has caído muy mal; y no me agrada la idea de tenerte en mi casa, ambos sabemos que es solo para mantener apariencias” Suspire más aliviado al ver como sus murallas comenzaban a quebrajarse con una pequeña luz de sinceridad que me otorgaba.

“Exacto; no nos llevamos bien” Corrobore acercándome a su lado “Pero aun así somos primos; yo debo ser alguna clase de apoyo para ti porque tenemos la misma sangre corriendo por nuestras venas; por eso ya deja esta patética actuación” El más alto abrió atónito los ojos sin saber que contestar para corresponder a mi gesto.

“Yo no sé de qué me hablas” Murmuro con un leve temblor al encontrarse afectado por la repentina partida de su novio; aunque él no lo quiera admitir puedo observar la preocupación reflejada en cada uno de sus inquietos gestos ¿Cuál es el maldito objetivo de seguir sosteniendo este teatro barato?

“Sí lo sabes” Pregone con autoridad “Shin si eres gay está bien; no le diré a nadie de la familia, no tienes que seguir lastimando a Onodera” EL hombre de cabellos rojizos vacilo en sus palabras sin ser capaz de entablar una mirada conmigo; sin poder abrirse para enseñarme lo que divagaba por sus pensamientos.

“Yo no puedo confiar en nadie” Musito para sí mismo para eventualmente regresar a ese semblante lleno de arrogancia y egocentrismo que lo caracterizaba “Takano; no te hagas ideas erróneas; no porque tenga sexo con un chico quiere decir que soy homosexual” Bufe con rabia sin poder expresar mi ira en desgarradores quejidos.

¿Acaso él estaba hablando enserio? Debía ser una maldita broma que siguiera con este ridículo y absurdo guion; Shin me da asco con esta clase de comportamiento, cada vez que deposito una leve esperanza en él; mi primo tan solo me acaba decepcionando de la manera más dolorosa con sus mentiras y engaños.

Él ya admitió que se acuesta con una persona de su mismo sexo ¿Qué gana con negar su amor? Yo lo puedo vislumbrar en sus ojos; cuando contemplan a Ritsu no se ven tan vacíos y apagados, entonces ¿Por qué? ¿Por qué carajo sigue lastimando a quien más le importa? ¿Qué clase de juego toxico nos quiere imponer?

“Ya deja de joderme con esas excusas” Le pedí con cólera apretando con arrebato e impotencia mis dientes “Shin tu estas enamorado de Onodera, deja de negármelo porque se me está acabando la paciencia” El chico de orbes escarlata se limitó a liberar una estruendosa risa llena de burla ante mis palabras.

“¿Enamorado?” Me pregunto con un desagradable tono lleno de sarcasmo; cerré mis parpados con brusquedad en busca de una inexistente paciencia para poder tratar con este detestable carácter que él me mostraba.

“Sí; los escuche cuando llegue; él es tu novio” Confesé en busca de convertirme un respaldo para esos hermosos ojos verdes en lugar de hundirlo más profundo en todo el veneno que le han inyectado a su lucido espíritu.

“Mira Takano; todos alguna vez sentimos curiosidad por hacerlo con un hombre; eso es todo lo que me pasa con Ritsu; no te hagas problemas en donde nos los hay; no es mi culpa que él haya malinterpretado mi cercanía” Con furor y saña golpee el maldito sofá en donde mi primo estaba apoyando provocando que su cuerpo se tensara y toda su atención se concentrara en mis movimientos.

“YA BASTA” Grite con poderío rodeándome de una vigorosa aura “Yo los escuche el primer día; sé que llevan cinco largos año de relación; sé que se aman; deja de negarlo; mierda Shin, deja de mentir” Le pedí agarrando su camisa para poderlo agitar en busca de alguna reacción desesperada de su parte.

“Bueno; si llevó un tiempo con él haciendo esto; pero es mera atracción física” Se contradijo imposibilitando a la verdad escapar “Yo lo quiero; pero no me podría enamorar jamás de una persona de su clase, eso es asqueroso” Sin poder seguir escuchando más de sus estupideces libere su camisa provocando que se estampara levemente en contra del imponente y ostentoso mueble acolchado.

“¿No ves que lo lastimas con esas mentiras? Solo dilo; solo dímelo y él ya no estará triste” Le rogué derrumbando todo mi orgullo para poder ayudar a ese pequeño castaño quien me regalaba sus sonrisas de manera incondicional.

“No te diré un par de mentiras para que su ego se sienta mejor” Declaro con autoridad el más alto bajando su mirada “Ritsu me importa como un amigo; no como pareja; solo lo utilizo, pero en sentimientos no tengo apego alguno” Sin ser capaz de retenerme patee con rabia el sofá en busca de disipar mi ira.

“¿No te importa?” Le pregunte sin esconder el asco que me daba preguntar esas palabras y seguirle el torcido juego.

“No de la manera que tú crees” Afirmo sosteniendo esas absurdas paredes a través de las que yo podía observar con claridad; cuando él habla del castaño se pone nervioso, es el único instante en donde se permite mostrarse frágil y vulnerable; ya basta de todas estas máscaras, yo no necesito que continúe con este monologo como si se intentara convencer a sí mismo de su orientación sexual.

“¿Entonces si él saliera con otro hombre no te importaría?” Lo interrogue por impulso permitiendo que las frases se escaparan de mis labios y  mi pecho se agitara con intensidad al momento de pronunciarlas.

“No” Proclamo con una mueca de desagrado en la boca “Me daría exactamente lo mismo verlo con otro sujeto”  Shin es tan enigmático con sus deseos; yo puedo ver como su cuerpo tiembla sutilmente al proclamar eso; si tan solo lo pudiera hacer reaccionar para que confesara su amor todos seriamos felices y Onodera ya no esbozaría esas caras llenas de sufrimiento y dolor; necesito sacarle esas frases de alguna manera.

“¿No te importaría ni un poco?” Insistí al ver como se comenzaba a derrumbar debajo de mi nueva e ingeniosa estrategia.

“No; me daría lo mismo” Corroboro esbozando una sonrisa victoriosa “Pero creo que él está demasiado enganchado conmigo para salir con alguien más de todas formas; así que no es un tema al que le preste mucha atención” Pregono con superioridad apoyando una de sus manos en su cadera como seña de victoria.

Ahí fue cuando lo comprendí; él porque mi despreciable primo podía maltratar sin pudor alguno al castaño y negarlo sin medir el dolor que le causaba con sus palabras; Haitani está seguro del amor que le tiene el más bajo; él también puede observar como sus tiernas mejillas se tiñen de escarlata con su cercanía y como sus labios se curvan cuando lo vislumbran en la lejanía; Shin tiene poder sobre Ritsu porque posee la certeza de que no lo dejara.

Pero si llegara algún otro pretendiente que alterara esa delicada y venenosa relación y confundiera el frágil corazón del menor las cosas cambiarían; esa situación forzaría al hombre de cabellos rojizos a reaccionar y confesar las palabras por las que tanto tiempo han clamado esos rosáceos labios de miel.

Quizás esto sea algo imprudente; pero creo tener un plan para ayudar a Onodera con su noviazgo; para por fin devolverle los favores que me ha hecho y ayudar a que sus días sean más alegres, ya no quiero verlo sufrir más por culpa de mi primo; él merece que su amor sea correspondido con la misma intensidad y aunque lo deteste admitir Shin también parece ser mejor persona al lado del castaño.

“¿No estas preocupado porque aún no regresa? ¿No te importa lo que le pueden hacer si regresa muy tarde?” Le pregunte arqueando las cejas intentado ocultar mis verdaderas y confusas emociones ante mis propias tácticas.

“No creo que le pase algo; es un chico; se puede defender solo” Mintió con descaro desviando su mirada mientras sus ojos se abrían con angustia y su boca temblaban ligeramente ante la incertidumbre.

“¿De verdad no te importa?” Lo interrogue con deseos de indagar más en el punto débil del más alto en vano.

“Ritsu es un chico bastante bipolar; volverla cuando se le bajen los jodidos humos” Pregono alejándose de mi para encerrarse en su habitación; en donde podría descargar sus verdaderas emociones sin temor alguno.

Suspire frotando mi frente ante la extraña actitud de mi primo; es evidente que ama a Ritsu pero el temor lo paraliza impidiéndole actuar; tal vez también sea el orgullo y la arrogancia lo que no le no le permite romper con su propia imagen de perfección.

NO debe ser fácil descubrir que eres homosexual; sin embargo; ese no es motivo para tratar así a alguien como Onodera; apreté con rabia los puños al recordar como de sus preciosos ojos se escapan un par de acidas lágrimas, yo haré lo que sea para que ya no sufra; aún no sé si estos deseos están fundamentados en la compasión o en la lastima; pero no es algo relevante; lo único que ambiciono es protegerlo de ahora en adelante.

Yo por él me rebajare y jugare sucio; forzare a Shin a reaccionar para que Ritsu pueda ser feliz; conseguiré que lo admita como su pareja en público para que la paz pueda volver a posesionar sus expresiones.

Con impaciencia me senté horas en el sillón esperando la llegada del castaño; cada minuto se hacía eterno mientras un ridículo temor nacía en los más recóndito de mi pecho al no tener la certeza de lo que estaba haciendo el más bajo a estas horas en la noche.

Al observar la tenue luz de luna colarse por las cortinas decidí salir a buscar al menor a una ciudad completamente desconocida para mí; al correr con ímpetu por el pasillo mi corazón se aceleró con frenesí al observar como su delgada figura se encontraba descansado en los frívolos escalones al frente de los apartamentos mientras sus brazos trataban de acunarlo a sí mismo en busca de algún consuelo.

“Ritsu” Lo llame por impulso captando su atención; mi respiración se detuvo al apreciar como el castaño me miraba con vergüenza intentado ocultar sus irritados ojos debajo de ese rebelde y juvenil flequillo.

“Takano” Me respondió con un tono de voz lleno de melancolía “¿Qué haces aquí? ¿Ibas a comprar algo para cenar?” Sin poder evitar ocultar mi preocupación me acerque hasta el más bajo para darle mi apoyo y poner en práctica las locuras con las que ansiaba que sus sonrisas prevalecieran y estas expresiones fueran evitadas.

“Te iba a ir a buscar” Proclame sin vacilar sentándome a su lado; sonriendo sutilmente al observar como sus mejillas enrojecían levemente ante mi preocupación; él es un chico muy lindo y dulce, me asegurare de que lo valore como él lo merece.

“¿Porque?” Aquella pregunta no me extraño, después de tantos años de maltrato y sumisión en esa relación debe causarle desconfianza que las personas le enseñen un gesto desinteresado y una amable mirada.

“Porque te demoraste mucho en regresar y ya estaba oscureciendo” El menor tembló ligeramente ante el mohín que se dibujó en mis labios frente a la cercanía que estábamos teniendo “Me alegra que estas bien; estaba muy preocupado por ti” Musite con seriedad provocando que escondiera su rostro debajo de su flequillo.

“¿Qué paso con Shin? ¿Cómo está?” Me pregunto con algo de pena mientras sus ojos evitaban encontrarse contra mis reveladoras orbes sinceras “¿Esta muy enfadado con las reacciones que le entregue?”

“Ese imbécil” Farfulle escupiendo las palabras de mi boca mientras nuevamente me veía en obligación de apretar mis puños al no ser capaz de contener mi rabia “Es un asqueroso ególatra que no cambia”

“Él me negó otra vez cuando me fui” Más que una pregunta aquella frase fue una dolorosa afirmación que se clavó en mi pecho de manera punzante delante de ese tono de voz lleno de decepción.

“Yo sé que te ama” Lo anime dándome valor para revelar mis intenciones “Tan solo debemos hacerlo reaccionar” Declare de manera divertida decidiendo liberar cada uno de mis pensamientos para que esta extraña relación cambiara.

“¿Hacerlo reaccionar?” Me pregunto por inercia entrelazando nuestras miradas “¿Cómo? Ya lo he intentado todo” Suspire permitiendo que las dudas del castaño resonaran como eco en mi mente mientras me intentaba acostumbrar a su cercanía.

“No todo” Lo contradije tomando una de sus delicadas manos “¿Qué es lo que hace reaccionar a un hombre? ¿Qué es lo que más alerta te pone con Shin?” Le pregunte intentado exponer de a poco mí improvisado plan.

“Las otras personas; sé que es tonto pero me dan muchos celos cuando las chicas se le acercan” Musito con nostalgia provocando que todo el desagrado que le tenía a mi primo tan solo acrecentara con esta clase de descubrimientos.

“Exacto” Pregone esperando que el más bajo hubiera comprendido mis verdaderas intenciones a través de mis insinuaciones y tactos.

“¿Debo ponerlo celoso?” Me interrogo con algo de temor reflejado en sus ojos mientras yo me limitaba a asentir con la cabeza “Pero no tengo con quien; Shin sabe que no poseo más amigos además de Hiroki” En busca de darme una mayor seguridad para proseguir con mis palabras acaricie con lentitud su mano deleitándome con ese extraño calor que me transmitía.

“Úsame a mí para sacarle celos a Haitani, pretendamos ser cercanos, finjamos ser una pareja de enamorados para que él te quiere de regreso; hagámoslo reaccionar” El castaño me miro atónito limpiando con vergüenza las lágrimas que corrían por sus mejillas sin poder creer los descarados tratos que le ofrecía.

“¿A ti?” Murmuro inseguro bajando el rostro “Pero yo no confió en que eso funcione, no es tan sencillo fingir estar enamorado de una persona” Sabia que el más bajo tenía razón; sería un desafío simular que lo deseaba de esa manera y besar sus labios sin amor de por medio; pero por evitar que siga hundiéndose en ese romance yo era capaz de descender hasta el mismo infierno para batallar por su libertad.

“Sí funcionará” Declare con seguridad acariciando sus enrojecidas mejillas para eliminar todo rastro de tristeza que su mirada reflejaba “Lo haremos convincente; Onodera nosotros podemos lograr que mi primo reaccione; prometo dar mi mejor actuación” EL menor se relajó entre mis brazos después de escuchar aquellas palabras.

“¿Tú de verdad harías eso por mí? ¿Me ayudarías a enamorar a Shin?” Murmuro con una pequeña sonrisa que conmovió mi corazón; él merece que esas palabras por las que tanto tiempo ha clamado se conviertan en su realidad; yo me transformare en su cómplice y lo salvare.

“Sí; con mi ayuda él caerá a tus pies, se morirá de envidia cuando te vea tan cariñoso conmigo” Proclame con seguridad sin medir las consecuencias de mis palabras; sabiendo que tendríamos más de algún problema con esta clase de locuras.

“Gracias”  Susurro correspondiendo al agarre; entrelazando nuestros dedos “La verdad es que llevo mucho tiempo así a la deriva con mi novio en busca de alguna confesión o muestra de afecto publica sin resultado alguno; y me comenzaba a desesperar” Admitió con una expresión que erizo cada uno de mis poros ante lo adorable que resultaba ser ante mis ojos; mi primo es bastante afortunado; debo hacérselo saber.

“Onodera ¿Cómo has aguantado tanto de esta mierda?” Le pregunte con confianza levantándome para ingresar al apartamento.

“Amor” Pregono con un brillo especial en sus resplandecientes orbes verdes mientras sus mejillas enrojecían por lo cursi de sus palabras “Aunque suene un poco cliché no existe un motivo más grande para dejar que te aplasten así”

“Yo pronto que lo haremos reaccionar” Lo apoye tirando con fuerza de sus brazos para que se levantara; al jalar con demasiada potencia el más bajo se golpeó levemente en contra de mi pecho provocando que mi  piel cosquilleara extrañamente.

“Perdón” Susurro con algo de pena bajando su rostro debajo de su flequillo para que yo no pudiera descifrar esa interesante e ilusa mente.

Sin decir nada más ambos nos adentramos hasta la elegante casa de mi primo en donde el castaño se tensó buscando con la mirada a Shin sin éxito alguno; suspire observando como su expresión se deformaba a una llena de decepción y melancolía, debo cambiar esta situación; no permitiré que lo sigan maltratando así.

El menor me sonrío tiernamente sentándose en el sofá dispuesto a comenzar a dormir en ese repulsivo y descuidado arreglo que le había echo el desconsiderado de mi patético y mentiroso primo para echarlo de su cuarto y poder continuar sin vergüenza alguna con sus mentiras; antes de que Ritsu cerrara sus ojos y me ignorara lo toque del hombro llamando su atención.

“Onodera ¿Dónde duermes tú realmente?” El más bajo enrojeció tiernamente ante mi pregunta dándome la respuesta que ya conocía; pero no deseaba a admitir por el rencor que le tenía a ese hombre.

“Shin y yo compartimos habitación; tenemos una cama matrimonial; la tuya antes era la de los invitados” Admitió logrando que mi ceño se raqueara ante la desconsidera personalidad de Haitani; es un imbécil; cada día lo detesto más.

“Si vamos a fingir ser algo duerme en mi pieza” Le ordene sin darle tiempo de reclamar al arrastrarlo hasta mi cuarto haciendo omisión de todos sus quejidos; yo le enseñare a Shin que son los celos; lo hare pagar por cada una de las lágrimas que le hizo derramar a alguien que lo ama con tanta pasión y devoción.

“Takano yo no me siento cómodo durmiendo con alguien que no es mi novio” Confeso apenado mordiéndose el labio al no saber cómo continuar con la incomoda conversación que habíamos entablado.

“No todos somos unos idiotas como él” Susurre para mí mismo sin poder creer la clase de tratos a la que habían acostumbrado al castaño; el peli rojo es demasiado egocéntrico como para atenderlo delante de sus propias necesidades y su renombre; eso en verdad me asquea; cuando te enamoras debes ser capaz de hacer sacrificios por alguien más.

“Perdón pero no comprendí” Murmuro jugueteando con los dedos de sus manos en busca de aligerar la tensión.

“Que yo no soy igual de irrespetuoso que ese idiota” Pregone con seguridad sin desviar mi mirada de la suya “Quiero que tú duermas en mi cama mientras yo me hago algo improvisado en la alfombra” El más bajo parpadeó un par de veces confundido por mis palabras para después negar efusivamente con la cabeza.

“Claro que no puedo aceptar eso” Me contradijo con terquedad arqueando el ceño con un semblante lleno de necedad.

“Onodera te ves demasiado cansado; has tenido un día emocionalmente agotador; no seas terco y has lo que te digo” Le ordene arrojándole un cojín en el rostro para que por fin pudiera descasar y esos ojos recobraran su característica lucidez.

“No lo comprendo ¿Por qué eres tan amable conmigo?” Me pregunto con curiosidad mordiéndose el labio al haber seguramente dejado escapar sus imprudentes palabras en contra de lo que su razón le gritaba.

“Porque a pesar de ser un desconocido tú has sido el único que me ha tratado con cariño; gentileza; afecto; me has hablado como si fuéramos amigos en este hostil lugar, me has ayudado con Shin y me jode ver que te trate así; tan solo quiero que sonrías” Proclame sin medir las consecuencias de mis extravagantes palabras logrando que su cuerpo se relajara y una hermosa sonrisa se plasmara en sus labios.

“Eres un buen hombre” Declaro recostándose sobre mi cama “Conste que nos iremos turnando; no quiero que me tomes por un aprovechado” Una pequeña risa escapo de mi boca al ver como los parpados del menor se cerraban en contra de su voluntad después de esa montaña rusa a la que mi primo nos forzó a subirnos sentimentalmente.

“Podemos hablar de eso luego” Musite tomando una frazada para acomodarla al lado de mi placentera cama “Onodera; quiero que sepas que no será sencillo fingir que nos amamos; pero podemos hacerlo” Confesé en busca de darle seguridad para que al menos sus pesadillas desaparecieran un par de minutos.

“Ya lo sé” Musito inspirando con tranquilidad mientras dejaba que el agotamiento lo venciera y se desplomara sobre mis sabanas.

No sé porque lo hice, pero observe horas dormir al castaño memorizando cada uno de sus gestos sin dejar de envidiar a mi primo por tener el cariño de tan valiosa persona; es cierto que le entregan las oportunidades a quien menos las quieren.

Es extraña esta cercanía que vamos a establecer; de seguro alguna cosa saldrá mal con tener que mentir sobre nuestras emociones; pero yo estoy dispuesto a hacerlo todo por Ritsu; porque él no merece ser tratado como una mierda o una puta; él no merece que Shin solo lo usé y yo me asegurare que el detestable y petulante hombre reaccione.

Prepárate Haitani porque el juego ahora comienza.

Notas finales:

Pues ajaja esto sera asi; divertido para mi....confuso para el corazon de Takano...caotico para la mente de Ritsu y Shin ardera en celos, para que se hagan una idea.

EN intentos de autopublicidad; los invito a leer siete días para un te amo; no creo que sea un fic muy largo de todos modos y ya estoy como avanzada.

Pues eso es todo; ojala les haya gustado; espero que me dejen un hermoso comentario y mil gracias a todos los que leen <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).