ACORRALADOS
Kise apretaba el agarre de las muñecas de Shun, como Takao, evitando de esa manera que se separaban, podía sentir como la adrenalina corría por sus venas, como sus oídos zumbaban con el latido de su corazón que temía ser encontrados, trataba de agudizar todos sus sentidos aun cuando su cuerpo siguiera bajo los efectos de los sedantes, pero agradecía que su instinto de supervivencia lo tuviera alerta, tratando de no perder el paso escuchando a la distancia los gritos de los oficiales que eran detenidos por los pets alfas de la camioneta; sus amigos aun afectados por efecto de las drogadas intentaban seguirle el paso cayendo varias veces pero levantándose a los segundos para seguir con esa maratón que no tenia fin.
¿Qué debía hacer?
¿Quién podría ayudarlos a salvar a sus hermanos?
¿Alex y los demás lograrían escapar y ponerse a salvo?
¿Qué destino tendrían sus hermanos y los demás rehenes en esa camioneta?
¿Por qué los dejaba a su suerte, porque no se detenía e iba ayudarlos?
Eran tantas sus preguntas en su confusa mente y no tenía respuesta para ninguna, solo correr hasta que sus pies sangraran pero aun así, no soltaría las manos de sus demás amigos, a los lejos podía escuchar el sonido del bosque, que los rodeaba al parecer esos tipos no lo estaban siguiendo pero era cuestión de tiempo en que los perseguirían hasta capturarlos o matarlos. Lo único que su mente ordenaba en esos segundos era que corriera, que no se detuviera, que no confiara en nadie de ese lado de la muralla, Que debía ser fuerte y con el único pensamiento en su cabeza debía ser en sobrevivir, aun aunque su mente era un caos en esos momentos, porque la culpa pesaba en sus hombros, una parte de su cabeza le reprochaba haber abandonado a los demás a su suerte, porque una vez que llegaran a su destino serian marcados como ganado y puesto a la venta para el mejor postor. Dejo a Taiga, Murasakibara, Himuro a sus hermanos, a su familia. Si bien era cierto que obedeció una orden de su hermano, cuando le indico que corriera, que no viera atrás y que salvara a los dos omegas su sentido de supervivencia se activo y corrió, corrió como si no hubiera mañana, apretaba con todas sus fuerzas las muñecas de los otros pets. Sus ojos dorados solo podían visualizar el color verde en su escape, sintiendo en su pecho los golpes de alguna rama o tropezar con las piedras, pero aun así siguió adelante sintiendo su rostro húmedo por las lágrimas porque su cuerpo estaba llegando a su límite y no había encontrando ningún refugio o un lugar para esconderse si esos tipos vinieran detrás de su rastro.
—Kise…—intento hablar Takao, pero sentía la lengua pesada como los ojos pero trataba de seguir el paso a su amigo, que estaba tratando de mantenerse en pie pero a la distancia se notaba el cuerpo tembloroso.
Ryota en esos momentos solo tenía dos opciones aunque no lo deseara; una la primera era regresar a su hogar y olvidarse de todo, incluyendo olvidarse de sus hermanos como los otros rehenes. Pero él no estaba dispuesto a olvidarlos, fingir que lo que vivió ellos nunca existió, que solo fueron un sueño, se rehusaba a mirar hacia adelante y dejarlos atrás. Eso jamás primero lo matarían antes que dejara atrás a su familia; por eso elegía la segunda opción, que era buscar un refugio los tres, recuperarse como buscar provisiones, medicamentos. No sabía cuánto había corrido, ni en qué dirección pero el espeso bosque rodeado de arboles los protegían por el momento de ser visto por los humanos, lo único que hacía era rogar que fuera la suficiente para despistar al enemigo, trataba de regular su respiración pero era consciente que su cuerpo colapsaría por el esfuerzo que ejerció. Tomando aire siguió corriendo por los sonidos que llegaban a su sentido del oído, estaban llegando al final del bosque a lo que debía ser una carretera, pero no tenía otra opción que correr en medio de ella e internarse nuevamente en es extenso bosque.
— ¡Cuidado! —
Fue cuestión de segundos que una joven grito asustada cuando “algo” salió de la nada del bosque al camino, no pudo reaccionar como debía, aun así hizo e intento de girar el timón chocando un poco con ese bulto, el cual salió volando un poco cayendo a unos metros de su auto, ella intento regular su respiración, tratando de organizar todo, como entender que había sucedido de un momento a otro estaba en su auto, soportando el dolor de cabeza que era su amigo, casi hermano en el teléfono al parecer Aomine había hecho una de las suyas y como buena amiga estaba ahí para ayudar a limpiar el desastre sin salir nadie de los involucrados mas lastimados, es que Daiki no puede estar un solo día sin meterse en problemas de faldas, las veces que tenia que soportar que una dama fuera con el moreno exigiendo matrimonio por las promesas del futuro rey, es que su amigo no podía causarle más dolor de cabeza, solo fue cuestión de segundos que bajo la mirada para levantarla ver un bulto que salió de la nada en los matorrales, su chofer trato de esquivarla pero no pudo evitar toparla un poco y que el objeto salió disparado unos metros del auto, pidió que frenara para salir corriendo observando a un pets casi inconsciente tirado en el suelo.
Momoi estaba aterrada, quedándose en shock por el estado que estaba el Pet, al salir de su estado se dirigió al joven rubio verificando que estuviera bien, para pedir ayuda a su chofer como asistente, para llevarlo a su hogar. Que Aomine se aguantara su metedura de pata, ahora su prioridad era ayudar al joven, observo cómo lo cargaban para meterlo en el auto.
—Suéltalo —rugió Takao, señalando sus colmillos como garras, mostrándose amenazador aunque estaba seguro que drogado no mostraba una fiereza como cuando estaba sano, pero no permitiría que se llevaran a Ryota, pero al dar unos paso para atacar su cuerpo colapso, gruño cuando sintió a la mujer acercarse a él, y trataba de levantarse pero su cuerpo no respondía a su mandato.
—¡Busquen a esos Pets, el jefe se pondrá furioso si perdemos mercadería! —
Momoi escucho el grito de saber donde, y sabia que estaban buscando a los Pets, al notar como el de cabello negro se tenso para tratar de moverse pero era de seguro que estaba sedado por alguna droga…
CONTINUARA..