ALIADO O ENEMIGO
///////////////////////////////////////
—¿Porque no podemos ser libres? Yo solo quiero jugar sin miedo a que me alejen de ti—cuestiono un menor viendo la gran muralla, sus sentidos notaban el temor de otros híbridos al ver esa cosa tan imponente, tan alta que los separaba de ese lado tan lleno de odio cómo había escuchado en el campamento.
Alex miro intensamente a su pequeño hijo, sus enormes ojos dorados la miraban con tanta curiosidad, esperanza como anhelo de algo que ella no podía darle se hinco a la altura de su hijo, acomodándole su rubio cabello atrás de sus orejas.
—Kise, mi pequeño Ryota seremos libres hasta que el hombre deje de temernos como dejarnos de odiar, solo así seremos libres, pero nunca te creas que no eres un Inu libre, porque lo eres, porque nadie puede quitarte eso, por eso debes ser fuerte, luchar por tus ideales y nunca retroceder por miedo —hablo con convicción Alex para besar la frente del menor, tomando de la mano a su hijo, siguieron su camino. Ryota se maravillaba al ver los entrenamientos, de ver a los futuros rebeldes pulir sus habilidades y disfrutaba entrenar con sus hermanos. Aunque los más grandes del lugar ocultaban cuándo sufrían un ataque dónde la pérdida era uno o dos inus o nekos.
Era normal que por la carencia de alimentos algunos híbridos preferían firmar el documento en que los convertían en simples mercancías, objetos para el hombre, muchas veces Kise lloró en silencio cuándo uno de sus amigos se despedía de ellos para en la oscuridad cruzar la muralla.
Fue ahí que Kise se prometió ser fuerte, jamás dejarse humillar por algún hombre… él siempre sería libre y no fue novedad que sus hermanos cómo mejores amigos entrenarán todos juntos, siempre Unidos, tan fuertes, tan ágiles.
—¡Siempre Juntos!
///////////////////////////////////////
—¡NO! — grito Ryota levantándose de la cama, sentía que todo le estaba dando vueltas, con una de sus manos se agarro la cabeza, trato de enfocar su mirada pero sentía todo el cuerpo entumecido, su boca seca y sus sentidos alertas pero algo aturdidos, trataba de recordar lo que había sucedido su cabeza era un lio, en un momento las imágenes de las ultimas horas bombardeaban su mente, los gritos, la sangre, su madre y el grupo huyendo y ellos atrapadas, sus ojos se abrieron al recordar que sus dos hermanos alfas se habían quedado en ese lugar, al fin algo despierto se dirigió la vista a su alrededor, dándose cuenta que estaba en una habitación por los detalles debían estar en un lugar adinerado, la cama de sabanas de seda le dada otra pista, por un momento se fijó en el jarrón de agua pero no sabia en donde estaban y lo más importante no sabían en donde estaba Takao y Shun, sus orejas se tensaron al ver escuchar la puerta siendo abierta, trato de buscar alguna arma pero su cuerpo todavía no respondía a sus ordenes y maldijo por lo bajo la droga que esos malditos le inyectaron a su cuerpo.
Momoi entro en la habitación y no se extraño en ver al hibrido tenso, como en una posición de ataque, era lo lógico con todo lo que había pasado no solo por el hecho de que fueron arrebatados de su hogar, sino que los pets sufrían de discriminación en su mundo, muchas veces lucho por los derechos de ellos, ya que un pets no era una cosa, objeto o juguete, eran seres vivos con sentimientos, sueños, ilusiones como metas, le sonrió al Inu pero este solo le enseñaba los dientes, su mayordomo le había dicho que su amigo Aomine, desde hace varios horas por su repentina desaparición pero ella era incapaz de dejar a su suerte a esos pets, ver la desesperación en sus rostros, los disparos, ni loca los dejaba a que murieran o tuvieran un destino peor, con la ayuda de su medico de cabecera, ayudaron a los pets, solo tenían que esperar que despertaran pero no espero que fuera tan rápido, al parecer ese Inu era especial, con calma le enseño un cazo con agua fresca con un compresa que utilizaría para poner en la frente del pets, pero nunca espero verlo alerta, dio un paso adelante cuando noto que su huésped se levantaba de la cama y estaba a punto de caer por la debilidad de su cuerpo.
—Tranquilo, solo quiero ayudarte —susurro tranquila Momoi, escucho el gruñido del otro que como pudo se alejo de su toque, enseñando sus dientes como el brillo furioso de su mirada dorada.
—No lo necesito, no necesito nada de los humanos —respondió furioso Kise, un humano ayudando a un pets, si claro, toda su vida vivió en un mundo en donde los hombres, torturaban a sus semejantes, los trataban como basura, lo único que necesitaba era a su familia y ahí se acordó del choque, la persecución y sus dos amigo, sintió como todo se volvía más pequeño, sentía que el aire le faltaba y si sus amigos fueron capturados, no, no era posible, el sacrifico de Taiga, Murasakibara, Himuro no había sido en vano, era imposible, él había fallado en protegerlos, sintió la humedad den sus mejillas, estaba llorando solo el imaginarse los peores escenarios, era injusto, pensar en sus amigos omegas siendo vendidos como si fueran solo objetos, de que cayeran en manos de algún cerdo que los lastimara, no opuso resistencia cuando la delicada mano de esa mujer lo sostenía y colocaba en la cama, ni cuando una fresca compresa estaba en su frente, sus ojos no apartaban en los ojos de la mujer que con una sonrisa trataba de trasmitirle tranquilidad, pero Ryota necesitaba respuesta, su boca se sentía pesada pero como pudo preguntar a la otra persona —¿Qué paso con los otros?
—Tus amigos están bien, están en diferentes habitaciones, te juro que no te voy a hacer daño, sé que los pets tienen una idea de los humanos, y lamento todo el sufrimiento que han tenido, pero te juro que yo soy tu amiga, me llamo Momoi Satsuki y tú ¿Cómo te llamas? —hablo con paciencia, viendo al otro que solo frunció un poco su frente, cerro los ojos y los mantuvo por varios segundos en esa posición.
//un amigo como humano, o este era de las cosas mas raras que le había pasado en toda su vida, o estaba alucinando por la fiebre, pero algo en la voz como aroma de la mujer le daban confianza, le indicaba que no era mala, pero tenia sus dudas, su instinto le gritaba que no confiara, que los humanos eran malos, pero se tenso un poco y con sus habilidades salió como pudo de la cama, al escuchar el quejido de Takao, no fue difícil hallarlo estaba con fiebre y se había vuelto a dormir, con sigilo y con ayuda de sus manos en la pared encontró a Shun igual que Takao durmiendo por la fiebre, se sentía débil como pudo busco la habitación que estaba utilizando sintió la mirada de la mujer que solo lo observaba dejando que caminara a su ritmo, quizás le estaba dando su espacio para que pudiera comprobar que sus palabras eran verdaderas que sus amigos estaban bien, que ella deseaba ayudarlo y no era su enemigo en un susurro salió el nombre de sus hermanos siendo escuchado por la mujer, ella intuía que no solo eran los tres omegas en ese lugar que lo más seguro algún otro pets alfa los ayudo a escaparse de cualquier tratante de pets para ser vendido como mercadería.
—Solo pudimos ayudarlos a ustedes tres, tuvimos que escapar del lugar, era de seguro que si nos quedábamos, los traficantes nos hubiera arrebatado a ustedes tres, pero puedes quedarte todo el tiempo que quieras, hasta que tu decidas que quieres hacer, como te dije quiero ser tu amiga, nunca te haría daño —hablo Momoi estirando su mano, siendo observada por el otro que solo la miraba con desconfianza para perderse en sus pensamientos, luego de un minuto el pets se le quedo viendo fijamente como si él pudiera leer su mente, como si pudiera verla sin que él estuviera ahí.
—Kise Ryota, soy un Inu eso ultimo ya lo sabias, pero si lo quisieras podrías ayudarme a encontrar a mis tres hermanos —pregunto Ryota, si esa humana podía ayudarlo a encontrar a Taiga, Tatsuya y Atsushi era capaz de bajar sus defensas, se habían prometido estar siempre juntos y Ryota no iba a dejar a sus hermanos a su suerte, si había un porcentaje de esperanza de encontrarlos lo haría. Momoi se dio cuenta de eso, y algo en ella le indicaba que era su deber ayudar a ese Inu, nadie merecía lo que ellos pasaban, solo imaginarse que alguno de sus amigos, aun el idiota de su amigo, casi hermano Aomine estuviera en el lugar de alguno de los hermanos de ese pets, ella movería tierra, cielo, mar y aire hasta encontrarlos, mantenerlos a salvo y mataría a todo aquel que se lo impidiera.
—Mucho gusto Kise, y si claro con gusto te ayudo a encontrarlos —respondió segura Momoi para dejar al otro descansar al quedarse en un segundo dormido. Con sigilo salió de la habitación, tenia que hablar con Aomine, o este era capaz de derrumbar su puerta y verificar que estuviera bien, y por varias razones era mejor que todos ellos se mantuvieran lejos de su hogar, tenia a tres pets omegas heridos, y que necesitaban recuperación, lo que menos necesitaban eran unos petsfobicos en su hogar, hasta la última palabra le causo risa, con un suspiro espero escuchar la voz de su casi hermano.
CONTINUARA….