PRIMER ENCUENTRO
El príncipe Midorima en esos momentos estaba molestó con su amigo como príncipe Aomine Daiki; es que el moreno no se cansaba de ser el típico chico problemático, busca pleitos y nada serio en su forma de vivir como comportamiento. Daiki prefería pasar horas entrenando arduamente para ser un excelente guerrero, poseía varios pasatiempos pero había uno en especial que lo apasionaba y era jugar básquet pero últimamente estaba perdiendo esa emoción, se estaba convirtiendo en un ser vacio, lleno de odio como sed de venganza contra aquellos que le arrebataron a su familia como la de sus amigos.
Aomine no es que fuera una mal persona pero el odio lo estaba cegando al punto que se estaba perdiendo en la oscuridad, en sus momentos infantiles como los otros denominaban su comportamiento era molestarlos, hacer algunas bromas pero esta vez se había pasado. Midorima podía soportar sus bromas, incluso su manera de hablar pero lo que nunca aceptaría es que se metiera con sus amuletos de la buena suerte dados por las sabias palabras de Oha Asa eran sagradas y todos sabían eso pero en especial un objeto que lo consideraba su mayor tesoro porque contenía un hermoso recuerdo pero eso solo él sabía el significado de ese amuleto.
—Vamos Midorima quita esa cara que tienes, ni que te haya robado algo muy valioso, solo era una cosa sin valor —hablo Aomine bostezando como teniendo un dedo en su oído, luchando para no quedarse dormido pero la mirada helada que le dirijo el peliverde a su persona le indico que estaba vez si se había pasado con la broma pero antes lo colgaban con la cabeza abajo antes de aceptarlo en voz alta solo bufo al igual rodar los ojos siguió caminando en el solitario pasillo los demás solo estaban callados algunos el sueño les estaba ganando otro preferían ayudar al peliverde antes que algún guardia o servidumbre por error tirara ese objeto y ahí sí era seguro que habría un asesinato.
—Sabes que no es así Aomine. Esta vez te pasaste con tu bromita —respondió molesto Midorima esperando que no fuera demasiado tarde y su mayor amuleto de la suerte se ya perdido, ya que solamente el sabia el valor sentimental que poseía dicho tesoro en especial por una promesa de niños la cual quedo grabado en su corazón, mente y alma.
—Lo siento Midorima solo era una broma, de verdad no esperaba que se saliera de control —hablo arrepentido Aomine al notar la desesperación de su amigo peliverde sobre ese objeto. Él estaba seguro que nadie tocaría la caja en donde escondió dicho amuleto pero al parecer si lo fue; el problema principal era que el palacio era demasiado grande otro factor ya era de noche para que los sirvientes estuvieran en el lugar para preguntar si removieron la caja y en donde la fueron a colocar siendo solamente ellos los únicos en buscarlo.
—Lamentarte no solucionara nada Daiki, lo mejor es separarnos de esa manera puede que lo encontremos rápido —ordeno un pelirrojo viendo que si seguían en ese plan nunca se irían a dormir los otros no contradijeron su sugerencia sino solo asintieron espero la orden de su líder para separarse pero este su mirada se poso en Kuroko se notaba que estaba inquiero como si presintiera algo malo iba a pasar en su pequeña excursión.
Los primeros en retirarse por diferentes pasillos fueron Aomine, Akashi dejando a Midorima y Kuroko viéndose al rostro como deseando conocer sus más profundos pensamientos siendo ese par los mas reservados a la hora de expresar sus sentimientos y no es que Daiki y Seijuro fueran unos expertos en el tema pero eran más fuertes como crueles a la hora de enfrentarse a un problema lo contrario de Kuroko siento de carácter más tranquilo y tímido prefería desaparecer su presencia para no incomodar a la otra persona. Midorima en su caso no sabía cómo demostrar sus sentimientos era de las personas que aparentar ser un bloque de hielo siempre en control de sus emociones mostrándolas nulas a los demás solo un poco con sus amigos pero jamás había encontrado alguien que le pusiera su mundo de cabeza y esperaba nunca encontrarlo.
—Lo encontraremos Midorima-kun, se lo importante que ese cascabel en especial por su promesa prometo no decirle nada a los otros —hablo bajito Kuroko sorprendiendo a Midorima al darse cuenta que su pequeño amigo tenía conocimiento sobre la promesa de un niño con un neko (gato) sabiendo lo especial que eran Seijuro y Daiki sobre ese tema.
Midorima observo como su pequeño amigo caminaba hasta desaparecer de su campo visual para soltar un largo suspiro demostrando una pequeña sonrisa al pensar que debía estar loco en conservar algo que quizás el neko haya olvido con el pasar del tiempo pero aunque el peliverde también deseaba olvidar ese evento de su vida no lo podía había quedado grabado en su memoria esa sonrisa como esos ojos sacudiéndose la cabeza decidió empezar a buscar su amuleto de la suerte.
EN OTRO LUGAR
Takao solo trataba de ocultar la risa al ver como Himuro intentaba por todos los medios acercarse a Shun pero este solo trataba de huir como un ratón a la presencia de su depredador y no culpaba a Izuki si estuviera en sus zapatos también lo haría Tatsuya tenía un largo historial amoroso; razón de la desconfianza de Shun ya que temía ser solo uno más en la lista del pelinegro con lunar pero muchos estaban de acuerdo que Himuro se había convertido en la presa siendo cazado por Shun.
La razón era que en su largo historial de Himuro jamás se había encontrado con alguien le dijera ¡NO!, y Shun tenía claro sus metas como sueño y uno de ellos era conseguir alguien que lo amara con sus virtudes como defectos pero todos en el grupo eran consiente de cuando el omega se entero que Tatsuya estaba detrás de sus huesitos tuvo miedo de solo ser uno más en la lista de los amantes del pelinegro por eso huía como si su vida dependiera de eso (en especial su virginidad) un cuando los omegas sabían el amor que poseía por Tatsuya y este no se daba cuenta que amaba realmente al omega no por su cuerpo sino por todo lo que conformaba a Shun Izuki.
Takao solo negó con la cabeza quedándose en su lugar viendo como es par se retiraban para estar juntos a buscar las provisiones sin notar que él solo se quedo observándoles, teniendo la esperanza que ambos se acercaran un poco más; quizás en un futuro muy cercano se iba a escuchar campanas de boda siendo los protagonistas ese par soltando un largo suspiro enamorado al imaginarse toda la escena pero salió de sus pensamientos al recordar en donde estaba para cumplir con su misión antes que sus enemigos se enteraran de su intromisión. El neko estaba revisando unas cajas como moviendo otras hasta que en uno de esos movimientos empujo uno de esos objetos haciendo caer una caja de madera logrando que diera un pequeño susto botando algunas cosas que tenía en uno de sus brazos rápidamente se agacho para recoger el desastre no deseaba advertir a los guardias que había intrusos en el castillo sus dedos se acercaron a la caja observado algo que creyó perdido hace mucho tiempo atrás.
—Vaya, pensé jamás volvería a verte —susurro con un nudo en la garganta acariciando con devoción ese pequeño cascabel dorado adornado con ese lazo rojo moviendo suavemente la mano pudo escuchar el sonido suave que emitía el cascabel al ser movido de esa forma solo lo acerco a su pecho tratando que ese dulce recuerdo de su niñez no lo invadiera en ese lugar al parecer había obsequiado su mayor tesoro al hombre equivocado —que tonto fui pensar que un simple niño que no es de nuestra especie podía conservar este pequeño regalo que le dio un neko, hasta es gracioso Takao solo a ti se te ocurre dar tu corazón a tan temprana edad a un soldado mira aprende que ellos no quieren nada con nosotros, perdóname mamá regale tu cascabel a alguien que no lo merecía —hablo con voz baja Takao limpiándose con el dorso de su mano las lagrimas que deseaban salir, iba a salir de ahí cuando sus orejas se a crisparon su nariz empezó a olfatear el lugar comprobando que alguien estaba ahí sus dientes como garras salieron a relucir amenazadoras para intimidar a su enemigo pero este solo lo observaba con superioridad sacando la indignación de Takao.
Midorima entró a esa habitación esperando poder encontrar su cascabel pero se quedo oculto en la oscuridad observando detalladamente al neko intruso que solo estaba moviendo varias cosas con las orejas como sus sentidos alerta, si no lo había detectado pero que el viento estaba a su favor pero sus ojos se abrieron grandemente al ver como ese tipo había tocado su cascabel como hablar en voz baja evitando escuchar de que estaba hablando pero no iba permitir que se perdiera su tesoro.
//—Atsushi, Ryota, Tatsuya, Kazunari contesten, maldición contesten, debemos salir de aquí —ordenó Kagami, escuchando detrás de la líneas forcejeos indicando que todos ellos estaban peleando con algo o alguien.
—Tranquilo Taiga-chan, ya estamos en eso —contestó Takao tratando de esquivar a su cazador y este por la oscuridad no mostraba su identidad pero para Kazunari se debía tratar de un soldado por sus habilidades en lucha haciendo que el guerrero se sorprendiera por la habilidad del sujeto había burlado su defensa para atacarlo pero debía ser muy ágil ya que no podía verlo pero no permitiría que le quitara su cascabel no ahora que lo había encontrado.
CONTINUARA…