NOS VOLVEMOS A VER
ALGUNA PARTE DEL BOSQUE
Taiga parecía un león enjaulado sus sentidos estaban agudizados, respiro tranquilo cuando poco a poco aparecieron los integrantes de los diversos grupos, sintió el alma regresarle al cuerpo cuando en su campo de visión aparecieron Murasakibara, Takao, Shun, Tatsuya peo faltaba uno, el más importante.
— ¡¿DÓNDE ESTA KISE?!—
Todos al escuchar el rugido de su líder solo se tensaron para que algunos miembros solo temblaron como bajaron las orejas por miedo al ver la mirada furiosa de Taiga en especial los que supuestamente debían cuidar al omega; solo los líderes de cada escuadrón se acercaron para calmar al pelirrojo y ver cuál sería el plan de acción para encontrar a Kise.
////*****/////
Kise tenso las orejas como agudizó sus sentidos por la caída pero solo se pudo ruborizar al sentir el cuerpo pesado del otro sobre él, sintiendo como su omega interno se removió gustoso al sentir el aroma del alfa enfrente suyo, curioso observó la mirada azul eléctrico del moreno que sólo maldigo en voz baja sacando del letargo en el que se había metido Ryota. El problema al parecer el otro estaba todavía en shock, porque lo estaba ignorando pero aún cuando intentaba librarse y escapar ese enorme cuerpo pesado le estaba dejando sin aire al igual sin fuerza por lo tanto solo tuvo que esperar el momento adecuado para salir corriendo.
Aomine sólo maldecía su mala suerte y juraba jamás volver a tocar cualquier objeto de la suerte de Midorima (él bien sabía que esa promesa era vacía y sin fundamentos, porque se divertía hacer enojar al peliverde cosa que sólo sucedía cuando perdía uno de sus amuletos) ¿qué iba a saber él que ese preciso objeto, era el objeto? Por remordimiento estaba ahí a las altas noches debes de estar durmiendo y no chocándose con saber quién o qué cosa.
Pero sólo fue en cuestión de segundos recordar que estaba detenido a un estúpido pets, para que no escapara pero la fuerza ejercida, hizo que caerán por el choque en su abdomen hizo rebotar al perro pero este no iba a caer solo, lo tomo de la muñeca para hacerlo caer encima de esa bestia mugrienta que estaba batallando para escapar pero a él le daba gracia su patético intento, bastaba hacer más presión para que se sofocara y por ende dejaría de luchar para conservar su preciado oxígeno.
Se sostuvo mejor con la ayuda de sus manos para medio incorporarse, evitando que su presa huyera; sus ojos azules pudieron apreciar mucho mejor al Inu, ver la piel blanca del omega pintada de un sonrojo por haber luchado para liberarse, al igual su boca entre abierta cuando soltó un suspiro de alivio cuando pudo respirar mucho mejor al no sentir completamente su peso; Aomine solo sintió como su garganta se reseco, levantó un poco más la mirada viendo el cabello rubio sedoso, brilloso del Pet, incluso sus orejas caninas tensas tenían un bonito pelaje color dorado. Todo en el chucho omega era lindo, incluso esos ojos de color dorado que dejó ver cuando abrió los ojos. A sus fosas nasales llegó un dulce aroma proveniente del Inu.
Kise respiro aliviado al no sentir el peso contrario, pero no pudo dejar de sentir esa sensación de ser una presa a punto de ser devorada por un depredador, haciendo que abriera sus ojos detallando la mirada del sujeto que lo había tirado al suelo, esos ojos incluían temor, sumisión y él no era un sumiso se revelaba de esa reacción que todo omega tenía con un alfa; muy alfa podía ser ese tipo incluso su aroma fuerte que desprendía indicaba que era "él alfa" pero para Kise le valía un cacahuete eso y de un rápido movimiento levantó su rodilla para darle un golpe en la entrepierna lo que causó que él contrario se fuera a un lado intentando calmar el dolor, si incorporó como pudo para emprender la huida pero el sujeto lo agarro del tobillo haciendo que nuevamente diera la cara al suelo. Aomine se levanto para embozar una risa sínica al notar al Pet tirado en el suelo levantando para gatear a la puerta, aun le dolía el ataque del menor pero al parecer por la posición en que estaba el golpe no paso a mayores iba a detenerlo pero el mocoso fue más ágil porque una vez recuperado del golpe se levanto para ponerse en posición de defensa porque él estaba obstruyendo su única vía de escape.
De todas las personas, ya sean: Alfas u omegas sirvientes que trabajan en ese ENORME palacio, se tenía que encontrar con un príncipe, y no con cualquier príncipe sino a su enemigo número uno Aomine Daiki, al fin en esa posición pudo detallarlo mejor quien era su oponente el príncipe que los odiaba, aborrecía con todo el alma y el sentimiento era mutuo, ahora se reprendía mentalmente por creer que el aroma de ese alfa era el mejor que haya olfateado en su corta vida. Si ese tipo era el que ordenaba sin miramientos que fueran cazados como si fueran cosas sin sentimientos, ni seres razonables los cuales sufrían en silencio pero aun así con todo en contra se levantaba para luchar cada día con lo que tuviera a su alcance. Lo detestaba por ser testigo de las lágrimas de los sobrevivientes cuando su horna de cazadores entraba en los límites del bosque para cazar a los cachorros o algún Pet maduro.
Sus ojos se afilaron, mostrando sus colmillos para intimidar al moreno, él cual solo se cruzo de brazos observando al Inu que estaba a la defensiva.
—Qué planeas atacarme con esos colmillos de bebé —Bufo Aomine recuperado del golpe viendo de manera superior al otro que sólo tenso más cuerpo como gruñir por lo bajo causando la diversión más para el joven rey porque había dado un golpe en el orgullo del Pet que deseaba matarlo solo fue la mirada.
—atrévete acercarte y veras lo que pueden hacer estos colmillos de bebé en tu cuerpo, si llego a morderte —siseo amenazante Ryota, recorriendo su mirada por todo el lugar buscando una salida a lo lejos podía escuchar las alarmas, haciendo que su pecho se llenara de preocupación por todos su amigos como familiares, dio un par de pasos atrás para agarrar vuelo y empujar a ese hombre que impedía su salida, no espero que el otro lo agarrara de uno de sus hombros para estallarlo en la puerta pero él no se quedo atrás, lanzo un puñetazo en el pecho del otro para verlo retroceder unos paso y que dejara libre su lastimado hombro.
Aomine estaba asombrado era la primera vez que alguien se enfrentaba a él con ese porte orgulloso, como valiéndole nada su autoridad ese Pet, era muy extraño, no era como los otros Pet omegas, que solo bajan la orejas esperando su destino sin oponerse pero ese perro, lo miraba retadoramente como analizando sus paso, esperando el momento en que el bajara la guardia y huir lejos de ese lugar y él deseaba divertirse primero con ese rubio, saber hasta donde era capaz de resistir una pelea cuerpo a cuerpo.
— ¿Cuánto quieres por tu libertar? —pregunto burlón el príncipe, observando el fuerte color rojo del más joven pero no era porque estuviera ruborizado, sino a distancia se notaba que estaba indignado por su proposición y más cuando el otro solo se acerco con puño cerrado para darle un golpe en sus costillas, llegando a rozarlo cuando sus reflejos saltaron para alejarse de ese golpe, pero no espero que el menor le girara un poco el cuerpo, que la pierna izquierda del perro le diera un golpe en plena cara, como pudo agarro el tobillo, Kise solo fruño por lo bajo al ser lanzado al piso.
—Eres un maldito imbécil, de verdad crees que venderé mi libertad, y más por un chico mimado como tú —respondió furioso Kise, levantándose del piso, sus orejas ahora estaban más tensas, su mirada brillada por la indignación, todo su cuerpo, su sangre deseaba destrozar a ese tipo que lo miraba asombrado por su respuesta, es que ese creía que todo tenía un precio, con orgullo se levanto para mirar una ventana a este paso parecía que iba a convertirse en un pájaro porque la única forma de huir era esa, si sus hermanos estuvieran ahí ya lo hubieran jalado las orejas por su descuido.
—Es que eso no hacen los Pet, cuando entran a esta zona, venderse al mejor postor para que les dé una vida llena de riquezas y buena comodidad —dijo como si nada Aomine, esta vez si no se espero ver la agresividad hecha hombre o mejor dicho omega, Ryota había sacado a relucir porque era uno de los lideres de su escuadro sus garras estaban extendidas sus movimientos eran más rápido y dispuestos a destrozar todo a su paso, porque en cada golpe le recordaba las veces en que vio a las madres llorar por sus crías robados, los niños que rogaban por su libertad y como unos malditos encapuchados con moto entraban al territorio Pet solo con el único propósito a robar, por eso aprendió a luchar, soñar con la libertad de su pueblo para que ese reverendo hombre, con nulos sentimientos se enorgulleciera con ese acto tan bajo y vil.
—Son unos cobardes los de tu tipo, hombres que se creen Dios, que hacen actos tan atroces, tu gente nos roba, roba a las crías para hacerlo esclavos, nosotros robamos porque no tenemos opción y tú me decís, TE ATREVES A DECIR QUE NOS VENDEMOS POR QUE LO DESEAMOS. Muchos no tenemos opción, ustedes sean encargados de robarnos nuestra libertad, esclavizarnos como animales —intentaban hablar Kise por las lagrimas que estaba derramando, tratando de olvidar el dolor pero su mente estaba nublada por la ira, hasta que logro tirarlo al suelo, miro la puerta para salir corriendo antes que el otro se levantara no si antes llevarse lo que le tocaba, tomo su saco para huir, su corazón estaba agitado solo deseaba correr hasta estar lejos de ese tipo, hasta que sintió que estaba lo suficiente lejos regular su respiración para olfatear el aire y buscar a su manada,
/////******/////
Kagami había ordenado a los demás miembros de su manara que huyeran a su hogar con los suministros robados porque él iba a buscar a su hermano, no tuvo que preguntar a los demás lideres porque ellos estaban listos de ir con él sin importar que los atraparan, la prioridad era encontrar a Kise y llevarlo nuevamente a su hogar.
—Estamos listos, ahora vamos por Ryota —ordeno serio Taiga, sacando a relucir sus colmillos, los otros asintieron para alistarse a correr pero no esperaron que Kagami fuera lanzado al suelo al ser impactado por un cuerpo.
— ¡KAGAMICCHI! —grito alegre Kise, al estar en los brazos de su hermano que estaba viendo estrellas por el golpe, con sumo cuidado se levanto cargando de paso al menor que solo se restregaba como gato, pero sus sentidos se alertaron al sentir un fuerte aroma de un alfa que estaba impregnado Ryota.
—¿Qué te paso Ryota? —pregunto serio Taiga, esperando una explicación del omega pero este solo negó para tomar su mano e indicar a los demas que huyeran porque lo mas seguro era que ese tipo era capaz de cazarlos.
—Luego te lo explico Taiga, vámonos de aquí, ya no quiero estar aquí —rogo, sabiendo que Kagami era de los que no se irían hasta recibir una explicación pero el pelirrojo solo bufo para seguir a Ryota, sin darse cuenta que una mirada celeste había observado la escena de ellos dos, sintiendo como su corazón era partido en dos, pero Testsuya sabía que era lo normal alguien como ese alfa buscaría pareja en alguien hermoso, como lo era ese Inu, en cambio él, bueno era alguien tan invisible que ni un grupo de Pets, había notado su presencia detrás de un tronco. Takao solo volteo su vista al castillo para apretar fuertemente su cascabel jurando que debía olvidar todo en especial una promesa tonta como la que hizo cuando era un niño, Murasakibara solo siguió a sus amigos dando un golpecito en el hombro de Kazunari para indicarle que siguiera a los demás no sin evitar pensar en el pelirrojo que conoció para negar con la cabeza.
Todos ellos estaban decididos a olvidar los encuentros extraños que tuvieron, esperando nunca volverlos a encontrar nunca en esta vida ni en la otra.
CONTINUARA…