3er cap
Después de una corta persecución, tiros de suiza y un pre-infarto de Prussia...
romano se bajo del auto completamente decidido, y aunque no sabia exactamente que decir su valentía momentánea ya lo había llevado hasta la puerta de la casa de España y cuando estaba apunto de tocar la puerta...su valentía lo había abandonado por completo.
- ehh~ tal vez otro dia- se dijo a si mismo listo para irse, pero para su mala suerte se encontró con un trió de metiches de tras de un arbusto.
- fratello ¿a donde vas?-le pregunto veneciano susurrando
- mon cheri romano ¿que haces?- Francia también le lanzo una pregunta susurrando
- ¿¿que hacen aquí bastardos??-grito bajito, para que no lo escucharan en la casa, respondiendo con otra pregunta y agachándose cerca de donde se encontraban ellos.
- vinimos a ver, ve~- le contesto con una sonrisa.
- Pues no verán nada, me largo ¡¡No estoy listo!!- dijo esto y se dispuso a marcharse caminando a su auto.
- ¿como que no?- Francia lo tomo por el brazo jalándolo algo molesto hasta quedar justo donde estaba antes y le miro severo
- pues no sera hoy y ya- dijo cruzándose de brazos desviando la mirada con el seño fruncido, intentando no gritarle por como lo jalo para no hacer mucho escándalo.
- solo necesitas un empujoncito. Prussia, ve a llamar a España- le ordeno al albino ignorando la decisión del moreno.
- ¡enseguida!- dijo y salio corriendo sin pensarlo dos veces a cumplir su misión.
- espera! Por favor, esperen...-intento llamarlo Feliciano pero Prussia no lo escucho.
- ahora si ¡¡adiós idiotas!!- les dijo dispuesto a salir de allí lo antes posible por la amenaza de que España hiciera acto de presenciase pero su hermano lo tomo por detrás de su pantalón haciéndolo casi caer, por suerte este otra vez se controlo bien antes de gritarle mil y un cosas.
-¡fratello! escúchame por favor- no espero respuesta, cerro sus ojos como acostumbra y dijo- yo se que es difícil para ti, entiendo que estés asustado y nervioso pero no puedes dejar las cosas así
- eh~ Italia- intento llamarlo el rubio
- un momento Francis- y siguió- ¿no quieres volver a estar con España? Por favor piensa un poco en lo que el siente en este momento.
- Italia Veneciano-otra vez intento llamarlo, pero esta vez con mas insistencia llamándolo por su nombre de nacion completo
- ¡un momento!-y siguio- el pobre debe estar devastado y el único que tiene el poder de arreglar eso eres tú- resalto el tú aun sin dignarse a abrir los ojos o escuchar al Frances.
-¡¡¡Feliciano!!!-lo llamo esta vez en un grito y este por fin le presto atención.
- ¿que pasa?- por fin hizo caso el castaño claro.
- tu hermano ya se va, mira- dijo señalando el auto a punto de partir
- !¿que?¡- volteo y cuando vio salio corriendo, pero no pudo detenerlo- ¡¡espera fratello!! ¡¡no te vayas!!- lo llamo en vano porque en ese momento los cauchos del auto se escucharon derrapar y se produjo mucho humo por lo que, aspirando ese humo, el italiano menor empezó a toser con fuerza- cof~ cof~-
- ¿estas bien Feli?- le pregunto un poco preocupado.
- si, estoy bien- respondió dejando de toser un poco
- ¿que haras ahora?- volvió a preguntar sin saber que hacer él mismo.
- ve- asintió con la cabeza firme y ese “ve” sono decidido -por su puesto que seguirlo- dijo y corrió a su auto seguido por Francia.
A penas se iba esparciendo la estela de humo que el italiano menor dejo cuando Prussia salio junto a España de la casa de este...
- ¡¡ta da!!- dijo abriendo la puerta de en frente, para después darse cuenta de que...no había nadie...
- no es gracioso Prussia- dijo molesto y triste- ahora, con permiso. Tengo un helado esperándome- se dio la vuelta dispuesto a volver al sofá.
-Antonio, te juro que aquí estaban ¡¡Francia me mando a buscarte!!- intento convencerlo sin conseguirlo, siguiéndolo dentro de la casa y cerrarndo la puerta tras de si...
mientras en alguna parte de las carreteras de europa...
-mi estúpido fratellino tiene razón-pensaba Romano mientras conducía medianamente decente- debo arreglar las cosas, pero lo haré bien. El siempre hace estupideces, aunque nunca algo como esto, no recuerdo una sola vez que no me compensara todo lo que hacia. Así que debo compensarle esto apropiadamente, aun sabiendo que con solo pedir perdón el me aceptara...eso es algo que me gusta mucho de el. Y ahora el problema no es mi maldito orgullo, no, porque la verdad no se que parte de esta situación entraría, y tampoco es la vergüenza que me da decir ese tipo de cosas, el problema es que me siento tan imbécil bastardo de mierda insensible que no soy capaz de darle la cara...-termino poniendo mala cara he intentando no pensar en nada mientras llegaba de vuelta a su casa.
En lo que roma pensaba en todo aquello, sin darse cuenta ya había llegado a su casa y al bajarse del auto pudo ver a su hermano y a Francia parados frente a la puerta de la casa italiana, y entre mas se acercaba mas podía notar la cara enojada que muy pocas veces le había visto a su hermano. El menor había llegado un poco antes gracias a haber conducido molesto y también gracias a que el mayor venia algo distraído, Francis se lanzo con el corazón a mil por hora del auto besando el suelo, por suerte tuvo algo de tiempo para calmarse.
- ¡Lovino Italia Romano Vargas! ¿Que crees que haces?- lo llamo por su nombre completo, lo cual no había echo si no una vez cuando se conocieron de niños, realmente estaba molesto, lo que causo que Francia se asustara un poco y se sorprendiera mucho haciéndolo notar con la cara que puso, abrió los ojos como platos.
- a-ah~ I-italia?- dijo viéndolo muy sorprendido y en parte asustado.
- veneciano...-aunque no era la primera vez para romano que veía a Veneciano así, igual se sorprendió mucho- por favor calmate~-le pidió preocupado.
- ¡¿calmarme?! ¡Me dejaste hablando solo! Cuando te estaba diciendo que no puedes dejar las cosas así con el hermano España!- le dijo/grito muy alterado.
- si veneciano perdón por eso, pero no voy a dejar las cosas así con España, créeme lo dije en serio, no estoy preparado tengo que compensárselo apropiadamente ¿Esta bien?- dijo tomándolo de los hombros y viéndolo a los ojos para que se calmara y efectivamente funciono.
- vee~ de acuerdo fratello, perdón por alterarme así- volvió a su estado natural por así decirlo
- bien y para hacer eso, aunque me cueste decirlo, necesito tu ayuda Francia- dijo ahora viendo al francés, este lo miro sorprendido para luego poner una sonrisa maliciosa típica de el..
-joum joum joum mon cheri Roma creí que nunca lo pedirías- dijo felinamente al mencionado
- pero también tendré que pedirte que no salgas con extravagancias raras, esto es serio y quiero hacerlo como se debe- dijo un serio y ahora un poco intimidate Romano.
-oh~- dijo impresionado ante la madurez que no le conocía al mayor de los Italia -entiendo- asintió- prometo que lo haré lo mejor posible. España no podrá resistirse nunca- dijo mirando decidido a Lovino.
- muchas gracias...hermano-si, así es Italia Romano acababa de decirle hermano a Francia.
-¡fratello!-dijo sorprendido el menor- vee~ de ahora en adelante nos llevaremos mejor- dijo al darse cuenta de ello,ahora dirijiendose a ambos.
- romano, me sorprende tu madurez, de verdad no conocía eso de ti- lo elogio el rubio sonriendo y esta vez no con malicia.
- si, si ya cállense- dijo entrando por fin a la casa en un intento de restarle importancia a lo que acababa de pasar
- ¡vee! ¡Preparare pasta para cenar!- dijo siguiendo a su otra mitad
- hmmm~ suena delicioso- los siguio- y podremos hablar sobre como sorprender a España-dijo orgulloso cerrando la puerta tras de el...
---------------------------------------------------en casa de España-------------------------------------------
estaban Prussia y España en el sillón viendo películas y comiendo. España se veia muy triste y con ojeras, Prussia solo estaba hay aburrido así que decidió hablar un poco para distraerse e intentar calmar el ambiente.
-¿ sabes? Aun con todo lo que paso, supongo que te tengo algo de envidia- le dice y el español deja un momento su helado para escucharlo con mas atención.
- ¿he? ¿De que hablas?- lo mira confundido y con la cara embarrada de helado.
-bueno, hablo de que...- se acomodo de modo que quedase frente al moreno- ese romano, aunque no lo demuestre, se ve que te quiere mucho, digo, aun con lo que hizo el te corresponde como tu a él-le dice un poco nostálgico.
-bueno, supongo que tienes razón- le dice limpiándose un poco la boca- me costo mucho para que mostrara aunque fuera un signo de cariño...pero valió la pena- sonrió un poco realmente feliz por todo lo que había pasado junto a su “tomatito”.
- me gustaría tener a alguien que me correspondiera así- dijo algo triste viendo a otro lado- mi awesome persona no ha conseguido quien lo quiera- dijo haciéndose el sufrido y fingiendo llanto.
-jejeje pobrecillo -sonrió un poco dándole palmaditas en el hombro, consolándolo falsamente- oye, Gilbert- llamo al albino con un tono algo mas serio que antes.
- hmmm?- este volteo a verlo curioso.
- ¿hay alguien especial en quien tengas puesto el ojo?- le soltó esto ya en su tono natural y con algo de malicia.
- pueeees~-dijo rascándose el cuello y viendo a otro lado para después seguir- si, hay alguien...pero esta obviamente y locamente enamorado de otra persona, y odio admitirlo pero es casi tan asombrosa como yo-dijo lo ultimo en un pequeño puchero.
-Italia ¿verdad?- se lo dijo sin ningún pudor, sabiendo ya desde antes la respuesta.
-¿¿como supiste??- lo miro entre molesto y sorprendido.
-amigo, es mas que obvio para cualquiera que pase por mínimo una semana contigo- le dijo bastante divertido.
-supongo que si...para todos menos para Italia por desgracia- sin poder seguir su juego, dijo esto bastante triste por su situación con el menor de los Italia.
-si, él siempre a sido así con respecto a esto. Igual que tu hermano, es un idiota por no darse cuenta de los sentimientos de Italia hacia él- se sentó mas derecho diciendo esto un poco enojado.
-o no, el si se da cuenta pero finge que no porque de verdad no le gusta Italia. Me lo confeso hace poco -siguió pero esta vez con un tono molesto- me enfade tanto con el por eso, que se dio cuenta que estoy enamorado de Italia-
- que mal tío, ojala pudiéramos hacer que Italia se fije en ti aunque sea un poco- le puso una mano en el hombro para consolarlo de alguna forma diciendo aquello sin pensar.
- eso me encantaría- dijo con ojos destellantes ante la idea del español- que pena que no pueda hacer nada- dijo esta vez bastante triste destrozando sus propios sueños.
-o si podemos- le dijo lanzándole una mirada ladina y algo picara, de alguna manera dándole mas esperanzas de las necesarias al Alemán...
continuara....