Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La semana de Jirou por AliceNya

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, bueno, aquí está el segundo capítulo y espero que les guste. Esta pareja es demasiado adorable :3


Capítulo 2: Las reglas del juego

Atobe no tenía la menor intención de ir a jugar tenis, aunque le había sorprendido la reacción del castaño ya que usualmente se ponía así con Fuji de la Seigaku o Marui de la Rikkaidai y hasta estaba dudando de seguir con el plan que se había trazado sólo para seguir viéndolo sonreír. Pero no. Lo había llevado a un enorme edificio que no tenía ninguna seña en la fachada acerca de lo que se podía encontrar dentro, por lo que Jirou estaba más que confundido. Cuando lo hizo entrar, el castaño se quedó con la boca abierta por la sorpresa: era un local de muchos, muchos juegos.


- ¡WOOOOOOW! –alcanzó a decir.


- Ya puedes dejar de babear, Jirou.


- ¿Ah? Ah sí, lo siento Kei-chan.


- Bueno, ¿por dónde quieres empezar?


- No sé si tendremos tiempo de hacerlo todo, pero me muero por empezar –decía mientras se agarraba del brazo del buchou otra vez.


- Vale, ¡pero no me jales tanto!


- Es que dijiste que íbamos a jugar, así que quiero que estés conmigo en caaaaaada uno de ellos –dijo con una sonrisa y muy despierto, además.


Fueron primero a un juego de disparar y, para sorpresa del dormilón, Atobe era muy bueno con ese tipo de juegos. Era muy preciso con los disparos y eso hizo que Jirou lo mirara embobado cada vez que acumulaba puntos, incluso más que él.


- Atobe, ¡eres lo máximo!


- Ore-sama no puede permitirse perder, Jirou.


- Ya… Igual eres increíble –sonrió de nuevo.


Lo he visto sonreír tanto que ya me estoy volviendo adicto a eso…


Para desgracia de Atobe, no se le daba bien bailar con las flechas que debía seguir. Él estaba acostumbrado a los bailes de salón tipo realeza, por lo que obligarlo a bailar algo que según él “no tenía armonía ni la música, ni las flechas, ni nada” era casi un delito; sin embargo, Jirou reía todavía más por lo gracioso que era ver así a Atobe.


- Creo que no puedes ser siempre perfecto –decía entre risas Jirou mientras él seguía bailando con un ritmo perfecto.


- Shhh… –calló al castaño con molestia.


- Tranquilo, Kei-chan. Yo te enseño.


Lo intentó, pero por más que trataba, los movimientos dóciles y elegantes de Atobe no funcionaban con aquel ritmo apresurado. No podía creer que Jirou se moviera con tanta facilidad y rapidez, ya que siempre lo había visto como un holgazán y un dormilón. Lindo, pero dormilón al fin y al cabo. Pasados 10 minutos, Atobe se salió refunfuñando dejando a Jirou solo; cuando éste se percató de que estaba jugando solo, se salió de la pista con las flechas mandando al diablo su puntuación perfecta y poniendo cara de molesto con su buchou.


- ¿¡Por qué te saliste!?


- Porque Ore-sama sabe cuándo ya ha sido derrotado.


- ¡Kei-chan! ¡Esto se trata de divertirnos!


- Tsss…


- Baka –dijo por lo bajo.


- ¿Qué has dicho?


- ¡BAKA, BAKA, BAKA! –le gritó sin importarle que era Atobe, el Rey, a quien le estaba gritando.


- ¡NO ME LLAMES ASÍ! –respondió alzando la voz y acercándosele con seriedad.


- ¡BAKA! –unas lágrimas salieron de los ojos de Jirou.


- Jirou… –se había quedado atónito al verlo así.


- Kei-chan, baka… –tenía la cabeza gacha– yo sólo quería pasarla bien contigo.


- Jirou, yo… –no llores, no sigas llorando– lo siento.


Jirou no sabía qué cara poner, pues jamás había escuchado al gran Ore-sama pedir disculpas. Detuvo sus lágrimas por la sorpresa más que por el enfado que aún tenía, pero vio que los ojos de Atobe estaban llenos de tristeza.


- Kei-chan, ¿por qué estás triste?


-…


- ¿Kei-chan?


- Ore-sama no quiere verte llorar–sin decir más, le dio un beso en los labios muy rápidamente, pues todavía seguían en el local de juegos y había bastante gente. Afortunadamente había mucha bulla, por lo que su riña fue menos que percibida. Y, además, Jirou ya se estaba acostumbrando a los labios de su capitán–. ¿Jirou? ¿Jirou?


- ¿Qué, qué?


- ¿Estás bien?


- ¿Quién? ¿Yo?


- No, el idiota que está hablándote.


- Tú estás perfecto –dijo un poco atontado casi somnoliento.


- Creo que te llevaré a casa, ya es un poco tarde y tu madre seguro está preocupada.


- Ajá –dijo medio cerrando los ojos.


Volvieron a donde habían estacionado la moto, y Jirou se acomodó abrazando a Atobe por detrás mientras éste manejaba. No le molestaban los brazos del castaño alrededor de su cintura, pues le parecía muy tierno viniendo de alguien que es casi como un niño pequeño que siempre duerme. De hecho, volvió a dormirse en la espalda de Atobe, por lo que éste tuvo cuidado de no virar bruscamente para evitar que se cayera de ahí. Al llegar, ya había oscurecido un poco, por lo que decidió acompañar al castaño hasta adentro, pues estaba todo dormido y alguien tenía que cargarlo.


- ¿Y cómo lo voy a cargar?


Si lo cargaba como lo hacía Kabaji, probablemente lo despertaría; si lo cargaba tendido en sus brazos, probablemente su madre pensaría que había muerto. No, no, tiene que haber otra manera. De tanto pensar, se le ocurrió algo un poco tonto, pero lo hizo de todas formas: trató de no moverse demasiado y poner los brazos del castaño alrededor de su cuello, sujetó las piernas de Jirou que todavía seguía acostado en su espalda y lo cargó precisamente en su espalda. Apenas pudo tocar el timbre, y la madre del castaño abrió la puerta.


- ¡Oh, Atobe-kun! ¡Vaya! ¿Se quedó dormido incluso contigo? Pasa, pasa.


- Siempre se queda dormido, señora –dijo entrando con el castaño roncando en su espalda.


- Es cierto –rió– pero cada vez que te menciona siempre se pone alegre –añadió como quien no quiere la cosa–. ¿Te importaría llevarlo a su habitación? Prepararé algo de comer.


- Seguro –asintió.


Se pone… ¿Alegre? Ese pensamiento lo hizo sonreír mientras caminaba hacia la habitación con Jirou encima. Abrió la puerta de su habitación la cual tenía su nombre en la puerta, y cuando entró se sorprendió de lo que vio: había muchos pósteres de figuras de tenis, películas, videojuegos, de algunas bandas de rock y un par de fotos en su velador. Una de ellas era de él con Marui en una tienda de dulces, lo cual lo hizo poner los ojos en blanco y refunfuñar un poco; la otra foto era de él durmiendo y se veía el perfil de Atobe mirando hacia otro lado a su costado. Dejó a Jirou en la cama con cuidado, lo tapó y se acercó a la foto. Los jugadores sabían muy bien que a pesar de la altivez del capitán, casi nunca dejaba que le tomaran una foto, por lo que se sorprendió de que alguien se hubiera tomado la molestia de captar ese momento.


- Es una bonita foto, ¿no crees?


- Pero no hay nada en especial –ni se sobresaltó por la voz del castaño detrás de él, todavía en la cama.


- Claro que lo hay. Estás tú, Kei-chan –sonrió con un poco de sueño.


- Yo no lo pondría de esa forma.


- ¿Ah, no?


- No. Tú eres el especial –se volteó para dirigirse al rostro del castaño, el cual sonreía a medias y le pareció que no habría nada más hermoso que eso. Tomó el rostro del dormilón con sus manos, le dio un beso delicado y Jirou sólo cerró los ojos; sin embargo, había algo más que no lo dejaba tranquilo.


- Kei-chan, creo que tengo fiebre.


- A ver… –le midió la calentura de su frente con su mano y efectivamente sintió cómo estaba hirviendo–, llamaré a tu madre.


- Está bien.


Atobe fue y la llamó, y no tardó en venir con un vaso de agua y unas pastillas, al parecer, la señora andaba siempre preparada.


- Atobe-kun, necesito pedirte un favor enorme.


- Dígame.


- Mañana en la mañana debo viajar donde está mi hijo mayor, por lo que no va a haber nadie que cuide a este pequeño –dijo mirando con ternura a su hijo–. ¿Podrías cuidarlo tú por esta semana?


- Bueno, yo… –vio el rostro preocupado de la señora– por supuesto.


Esa noche ambos cuidaron a Jirou, hasta que Atobe se fue a su casa prometiéndole a la señora que iría temprano a verlo y fijarse de que tomara las pastillas. Realmente no tenía muchas responsabilidades, por lo que tener a Jirou bajo su cuidado no iba a ser ningún problema.


O eso creía.

Notas finales:

Sólo diré que va a ser toda una travesía cuidar del dormilón :3 Espero sus reviews para que me cuenten si les va gustando n_n.


¡Nos vemos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).