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Mi pequeño Charles//Mi pequeño Erik por Dark_Gaara

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Notas del capitulo:

¡Hola~! Debo admitir que hice aquello que prometí a mi misma no hacer: cambiarme de plataforma. He actualizado mis historias en Wattpad, en donde estoy como@Veneno13. Sin embargo, recordé que es horrible cuando uno solo está en una plataforma y dejan de actualizar los fics, así que si veo que hay lectores que solo están aquí, seguiré actualizando. Esto es un sondeo (?)

Si Erik hubiese tenido su tamaño normal, probablemente la mente de Charles hubiese estallado. Para suerte del telépata, los pensamientos indignados y llenos de veneno del polaco pertenecían a un cerebro de menos de diez centímetros. Y, aún así, Charles sentía pequeñas chispas estallar: Erik estaba furioso.

“Cálmate, Erik” le pidió con la mente, pues no quería que Hank se diese cuenta lo enojado que estaba el polaco, aunque era bastante probable que lo pensase.

Erik no le respondió, probablemente enfrascado en su odio hacia su mala suerte y la incompetitividad del científico.

-Hank…-comenzó Charles, intentando superar su propia sorpresa.

-Ven, pasa. Pasen. Hablemos adentro.-les pidió.

 Ignorando los pensamientos asesinos de Erik, Charles entró en el laboratorio. Una vez que su amigo cerró la puerta, lo miró seriamente.

-¿Qué quieres decir con que Erik no podrá recuperar su tamaño normal inmediatamente?-preguntó más seco de lo que hubiese querido.

-No es tan grave como suena.-comenzó el científico, y de pronto los pensamientos de Erik se intensificaron aún más.

“¡¿No es tan grave?! ¡No será tan grave para ti, gigantón ingrato! Cuando recupere mi tamaño veremos si no era tan grave…”

“Basta, Erik.” y fue una mezcla de pedido, súplica y orden.

-¿Podrías explicarte antes de que Erik reviente mi cabeza, por favor?

-Oh, Erik, no te preocupes.-dijo Hank mirando al pequeño. Incluso midiendo diez centímetros, la expresión de furia de Erik le generó un poco de temor.-Les explicaré. La cura está basada en el contenido genético particular de cada sujeto. Ya que la mutación del mutante que los atacó se impregna directamente en las células…

-Hank.

-La cura que hice solo servía para ti.-resumió.- El proceso para otra cura es similar, pero necesitaré material directamente de Erik, y realizar el proceso otra vez. Tenemos a favor no tener que pensar cómo hacerlo, lo que reduce el tiempo, pero no es como si pudiera aplicarle la misma sustancia que a ti. Porque tienen células diferentes.

 Charles y Erik sopesaron la información recibida. Ninguno dudaba, en verdad, de las capacidades intelectuales de Hank, y, ciertamente, lo que decía tenía mucho sentido. El problema es que ninguno lo había contemplado, y eso los decepcionaba un poco. 

-Entiendo.-dijo al fin Charles, sabiendo que, al menos en eso, Erik y él acordaban.-¿Cuánto crees que tardarás en hacer una nueva cura, apta para Erik?

-No mucho, en verdad.-y sonrió soberbiamente.-Piensa que solo nos llevó un día la tuya y no sabíamos de qué se trataba la mutación. El problema es que…-y parecía un poco incómodo.- se me han agotado ciertos materiales necesarios.-Ante la palidez de Charles, se apresuró en aclarar- No son difíciles de conseguir. De hecho, hoy iba a ir a la ciudad a comprarlos.

“¿Y por qué sigues aquí parado, entonces?” preguntó hoscamente Erik.

-Erik, compórtate.-y sin darse cuenta habló con su voz alta.

Hank se sorprendió un momento, pero luego comenzó a reírse. Los dos lo miraron sin comprender.

-Cierto, Erik al menos puede comunicarse contigo. Pero eso sí puedo arreglarlo.

El científico se acercó  a una mesa llena de cosas. Comenzó a rebuscar algo en una pequeña caja, hasta que al fin lo encontró. Cuando se dio vuelta con el pequeño objeto en la mano, Charles no tardó en reconocerlo.

-¿Un micrófono? ¿Estás seguro?-preguntó con una sonrisa burlona.-Me estoy ahorrando para mí las cosas que Erik estaría diciéndote en este momento.

Hank pareció dudar un segundo. Sin embargo, se acercó al pequeño con determinación.

-De cualquiera manera yo buscaré la cura, así que tengo cierto poder.-dijo con una sonrisa soberbia mientras colocaba con cuidado el pequeño micrófono.

Enseguida el aparato amplificó el gruñido que salió del polaco.

-¿Alguien más va recordarme mi debilidad?-preguntó con molestia.

-¡Buenos días!-saludó una voz alegremente, como respondiendo a la pregunta de Erik.

Ninguno tuvo que decir nada para reconocer la voz de Raven.

-No quiero que nadie más sepa de esto.-murmuró Erik con una voz que no admitía réplicas.-Y si descubro que alguien más se enteró, se las verá negras cuando recupere mi tamaño.

-¡Erik!-le dijo indignado, pero también en un susurro.-¡Estamos hablando de mi hermana!

-¿Y a mí en que me afecta que sea tu hermana?-le espetó con frialdad.

Charles lo miró atónito durante unos segundos. Hasta hace unos días…no, ¡horas! Erik le parecía un ser amable y dulce que se preocupaba por él. ¿Por qué había cambiado tanto como para despreciarlo así, tan abiertamente? Los ojos verdes se clavaban en él con intensidad, serios y fríos. No estaba bromeando. Charles se mordió el labio inferior, sintiéndose dolido e impotente. Los pasos de alguien acercándose lo devolvieron a la realidad, y solo atinó a guardarse –literalmente- a Erik en el bolsillo del pantalón, esperando que no se enojase por ello. Antes de que la metamorfa apareciese en el laboratorio llegó a intercambiar una mirada con Hank, quien lo miraba completamente confundido.

“¿Pasó algo con Erik?” le preguntó telepáticamente.

Charles se sobresaltó. Generalmente solo usaba ese tipo de comunicación con Erik, y casi que se había acostumbrado a que solo él le dirigiese pensamientos específicos. Miró a Hank con sorpresa, pero este estaba saludando a Raven con un abrazo.

“No.” respondió secamente, sabiendo que eso y decir “sí” era lo mismo.

-Oh, lo siento, no pensé que tenías compañía…-la voz de su hermana lo devolvió a la realidad.-¡Charles!

El mencionado miró a su hermana sin comprender su súbita reacción. Ella se acercó con un rostro a la vez confundido, preocupado y enojado.

-Bu-buenos días a ti también, Raven.-e intentó parecer tranquilo.

-¿Tartamudeaste? Charles, ¿qué está pasando?-y miró a Hank con reproche, como si le ocultara algo, antes de volver a su hermano.-¿Qué haces tan temprano en el laboratorio de Hank?

-Yo podría preguntarte lo mismo, ¿no crees?

-No juegues conmigo, Charles Xavier. ¿Qué ocurre? ¿Te sientes bien?-y, con un dejo de horror en la voz, agregó-¿Estás sufriendo algún efecto secundario?

Charles abrió los ojos con terror ante el temblor en la voz de su hermana, que había llegado hasta su mirada. Maldijo internamente a Erik por ser tan idiota de no permitir que los demás viesen que había empequeñecido.

-¡No, no! Estoy bien Raven, en serio.-le aseguró rápidamente.

-No sería la primera vez que me ocultas algo.-y se cruzó de brazos, ofendida.-¿No habías dicho que habías aprendido la lección? ¿Qué luego de todo un día con Erik cuidándote y preocupándose por ti, mientras Hank y yo nos esforzábamos por curarte, habías entendido que no debes controlarlo todo siempre?

Charles sintió una punzada ante las palabras de su hermana. Y, curiosamente, supo que Erik también la sentía.

-Lo sé, por eso te aseguro que no te estoy mintiendo.-la tomó por los hombros, mirándola fijamente.-Dime si miento. No tengo efectos secundarios.

Raven achinó los ojos, sin estar del todo convencida. Algo en la mirada apagada de Charles le gritaba que no, que no estaba bien. Pero conocía demasiado bien a su hermano como para saber que no le diría nada si ya le estaba asegurando de esa manera tan intensa que se encontraba bien. Le dirigió una última mirada a esos ojos tristes, y volteó, sorprendiendo a su hermano.

-Hey, Hank, ¿por qué vino Charles a verte al laboratorio tan temprano?

Mierda, Raven era inteligente. Y perceptiva. Charles miró a Hank, esperando que no metiese la pata. Pero el científico solo miraba a su mujer amada, y el oji azul supo que no era capaz de mentirle, y menos si lo miraba de esa manera tan suplicante. En algún punto, Charles lo agradeció, pues apreciaba que Hank no fuese capaz de mentirle a su hermana.

-Erik.-fue todo lo que dijo Hank.

Raven alzó una ceja, sin comprender que ocurría.

-¿Qué tiene que ver…?

-Yo vine a preguntarle a Hank algunas cosas por si Erik empequeñecía.-la interrumpió, sonando más calmado. Había logrado retomar su postura, o al menos lo suficiente como para tranquilizar a Raven.- ¿Recuerdas que nos dijo que Erik también había estado expuesto a la mutación así que podía empequeñecer? Quería asegurarme de algunas cosas por si eso llega a pasar.

Su hermana lo miró procesando sus palabras, pero Charles supo que le creía.

-¿Y por qué tan temprano?-cuestionó, porque era lo único que no cuadraba.

-Ya sabes cómo es Charles con Erik.-salió Hank al ¿rescate?- Si es sobre protector con todos nosotros, su preocupación por Lehnsherr no tiene nombre.

Charles fulminó con la mirada a Hank, porque encima el maldito sabía que tenía ¡al propio Erik! En su bolsillo, escuchando todo. Sus mejillas se volvieron rojas, y eso fue todo lo que Raven necesitó para creer el cuento. Rió animadamente, ya calmada.

-Lo sé, lo sé. Hubieras empezado por ahí bobo, ¡me preocupaste en vano!-le reprochó.

-Lo siento, es solo que sabes cómo se pondría Erik si los demás se enteran de que puede estar en una situación desfavorable.-explicó sin mentir.

-Bueno, pero te tiene a ti, el mutante más poderoso del mundo a sus pies, no tendría por qué preocuparse.

Esta vez Hank rió animadamente, más aún sabiendo la verdad del paradero de Erik. Charles sólo atinó a mirar a su hermana con vergüenza, nervios y molestia.

-Eso no es cierto.-y ante la expresión burlona de su hermana, agregó.-Bueno, me preocupo por él, ¡por todos! Y lo sabes mejor que nadie.

-Oh no, no, no.-y acompañó con su dedo, negando juguetonamente.-No te pongas en plan de hermano mayor. No creo que te gustase ser el hermano mayor de Erik. A menos que te vaya el incesto, y como tu hermana me gustaría saber si…

-Me acostaría con Hank antes de tocarte un cabello, cariño.-la interrumpió Charles.

De pronto sintió una fuerte oleada de sentimientos negativos. Por un momento pensó que provenían de Hank, sin embargo, se percató de que no: venían directamente de Erik. Y vaya si eran intensos. Casi como le molestase demasiado aquella idea de Charles y Hank juntos.

-Hey, a mí no me metan en esto.-pidió amablemente Hank, pero sin estar enojado, pues quería a ambos hermanos y le gustaba ver que la tensión se había desvanecido.-Dejen de causar alboroto en mi lugar de trabajo.

-Entonces dile a Charles que deje de mentirme.-pidió infantilmente.

-Ya te dije que no te mentí, en serio estoy bi…

-No me refería a eso. Me refería a tu preocupación por Erik.-lo interrumpió.

-¿En serio vas a seguir…?-preguntó con cansancio.

-Sí, porque es muy tierno ver cómo te preocupas por ese hombre, pero parece que sintieras que está en graves problemas, y eso te pone nervioso.

-Raven, si Erik llega a empequeñecer, sería un problema. No es nada divertido estar en semejante situación…-explicó pacientemente.

-Pues tu no quedaste muy traumado. Casi diría que disfrutaste tener a Erik todo un día a tu lado, para ti solito.-y sonrió con suficiencia.

Charles sintió como sus mejillas ardían de vergüenza, pero en el fondo era otra la sensación que esa charla le estaba generando. Porque entendía a donde se dirigía su hermana, y no podía estar más equivocada.

-Pero porque Erik cuidó bien de mí. Sin él, habría sido terrible. Así que si a él le ocurriese…

-Justamente, no tendría de qué preocuparse, Charles…

-Es muy molesto no poder ni siquiera caminar en un cuarto sin cansarte y….

-…Porque aunque él no te hubiese cuidado…

-…No poder siquiera subirte  a un mueble sin que sea una hazaña…

-….Conociéndote, y sabiendo lo que sientes por Erik…

-…Depender de alguien para que te transporte y te cuide…

-…Es obvio que si le ocurriese a Erik tú lo cuidarías….

-Es agotador física y mentalmente y…

-Charles, basta, ya entendí, ¡pero tú cuidarías a Erik así que él no tendría de qué preocuparse!

-¡Eso haría, pero Erik jamás permitiría que yo lo cuidase!-gritó entre enojado y dolido.

 Durante un segundo, un tenso silencio reinó en el laboratorio. Charles estaba tan metido en la charla, en su tristeza y en su dolor por la frialdad de Erik, que había olvidado que justamente lo tenía en el bolsillo. Solo miró a Raven, que lo observaba confundida por el exabrupto, pues su hermano era un hombre muy medido: ni siquiera en las discusiones gritaba. Y allí estaba, con esa mirada intensa y los labios temblándole de impotencia. Y Raven….

Raven largó una carcajada sincera.

-Ay, Charles…-dijo entre risas, intentando calmarse.-Después del día que tuvieron juntos cuando tú empequeñeciste… ¡no, incluso desde antes! Sabes que Erik te permitiría que lo cuidases.

-Eso no…-quiso interrumpirla, pues había comprobado que Erik no lo dejaría.

-Oh vamos, Charles, siempre eres el primero en defender la supuesta amabilidad de ese tipo. No vas a retractarte ahora, ¿no? Porque después de que te cuidó todo un día creo que deberías darle algo de crédito.

-No es que no lo haga, pero…

-Además, tú cuidarías a Erik aunque él no quisiera. Si lo cuidas todo el tiempo con su tamaño normal.-rió otra vez, e imitando la voz de Charles, agregó-“¿Dónde está Erik?” “¿Por qué no bajó a desayunar si él siempre se despierta antes que todos porque como buen acosador conozco todos sus horarios?” “No lo juzgues así, él está muy lastimado y aún así hace su mejor esfuerzo al estar aquí con nosotros”…

La flamante imitación de su hermana se vio interrumpida por la risa de Hank, de quien ambos se habían olvidado, enfrascados en su íntima charla.

-Realmente lo imitas genial.-acotó sonriendo con diversión.

Charles pestañeó, y, al ver a Hank, comprendió por qué estaba en el laboratorio: para buscar la cura para Erik. ¿Y Erik? En su bolsillo ocultándose, por supuesto. Lo cual quería decir…¡que Erik había oído todo! Empalideció, luchando para no arrojar al mini Erik y salir corriendo de allí.

-De todas formas-y la voz del científico lo devolvió a la realidad-si Erik llegase a empequeñecer, y tú tuvieses razón Charles,  y no dejase que tú lo cuidases, sería un idiota.-y era raro oírlo decir un insulto tan solemnemente-porque tú has demostrado con creces que realmente te preocupas por él. Así que en tu lugar no me haría problema, pues evidentemente el problema sería de Erik.-y lo miró enigmáticamente.

Entonces Chales comprendió. Hank se había percatado de que la situación hipotética que le había planteado a Raven era cierta, pues lo había visto interactuar ese pequeño ratito en el laboratorio ante de que su hermana apareciera. O sea que lo que le había dicho, más que para él, eran directamente para el magnético. Aún si Erik era fuerte, y pronto volvería a su tamaño normal, Hank había preferido calmar a su amigo y reprender al rubio, porque probablemente se hubiese dado cuenta de lo dolido que él estaba. Charles le sonrió tímidamente, agradecido con el científico.

-Hank tiene razón.-lo secundó la rubia.-Y si Erik no se da cuenta, yo misma se lo haré saber.

Charles rió ante aquellas palabras. Hank y Raven reamente se preocupaban por él, y eso siempre bastaba para levantarle un poco ánimo.

-Lo sé, cariño, lo sé. Bueno, ya es hora de que me vaya.

 Quería retomar su anterior conversación con Hank acerca de los materiales que le faltaban para hacer la cura para Erik, pero Raven seguía allí, y no parecía tener intenciones de irse.

-Charles, iré a la ciudad algunos materiales que necesito para…un proyecto en el que estoy trabajando.-comentó Hank, como si solo le estuviese avisando al mayor que no estaría durante el día en su laboratorio.

Charles sonrió felizmente, cada vez más agradecido con Hank, si es que era posible.

-Oh, ¿puedo ir contigo?-preguntó emocionada Raven.

-¿No tienes que entrenar?-le preguntó Charles, sin poder contener su lado protector.

-No seas aguafiestas, Charles.-dijo revoleando los ojos.-Vengo entrenando todos los días. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando.

Hank lo miró, como si esperase su aprobación. Xavier suspiró.

-Bien, pero no se tarden mucho.-y el científico supo que en verdad lo decía por Erik.

-Vamos a desayunar y….

-Raven, en realidad tengo un poco de apuro. Realmente necesito esos materiales. Así que pensaba desayunar directamente en la ciudad…-explicó Hank, esperando que eso no desalentase a Raven de acompañarlo.

-No hay problema, entonces iré a mi cuarto a cambiarme.-y sonrió coquetamente antes de retirarse de la habitación.

Charles y Hank suspiraron a la vez, calmados de que todo haya salido bien, pues Raven era muy inteligente.

-Cuídala, por favor.-le pidió Charles.- Raven es muy dulce y a veces ingenua y…

-Tranquilo, Charles. Voy a cuidar de Raven y lo sabes.-y le sonrió para tranquilizarlo.

-Bien. Al menos sacaste algo bueno de todo esto, una cita con mi hermana.-y rió dulcemente. Luego, más serio, agregó-Pero nada de retrasarse por distraerse…

-¡Charles!-lo interrumpió, sonrojado. Se acomodó los anteojos para recuperar la compostura.-Solo compraremos lo necesario para la cura y volveremos enseguida a prepararla lo más rápido posible. Tú solo encárgate de cuidar a Erik.

-Bien. Cualquier cosa intenta contactarme mentalmente, estaré atento. Nos vemos, Hank.-se dirigió a la puerta, y antes de irse, volteó a ver al científico una vez más. Una dulce sonrisa se extendió por su rostro.-Gracias por todo.

 

Notas finales:

Espero sus reviews con críticas, comentarios, lo que sea.

¡Nos leemos~!


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