ETERNO
By Dark
Capítulo 2
— »†« —
Ser médico, es el sueño que desde niño siempre anheló.
Al principio fue un poco difícil, teniendo en cuenta que su hermano mayor también es uno, o que la gran mayoría de los hombres en su familia han destacado en la noble área de la salud y el cuidado. El mejor ejemplo es su padre; Fugaku, un gran médico cirujano reconocido en muchas partes del país y aunque lo niegue, su hermano Itachi, el mejor neurólogo de las últimas generaciones en la familia Uchiha. Siempre lo admirará en secreto, jamás admitiría estar fascinado con la pasión que demuestra en su trabajo, o la profesionalidad que imprime cada vez que debe lidiar con un caso realmente complicado, y mucho menos aceptará que a pesar de estar siempre detrás de él, es su más grande ídolo.
Pero él no quiso estar siempre detrás de su padre o de su hermano, por lo que se decidió a una de las áreas que, a su parecer, es de muchísimo más cuidado y dedicación que el resto de las otras; pediatría. Pertenecer en esta especialidad de la medicina no es para nada sencillo, escuchar a los niños llorar podría partirle el alma a cualquiera. Tener que actuar rápido y eficaz cuando hay una emergencia es su droga de cada día, saber que debe salvar a todos los niños posibles es el aliciente con el que día a día se levanta.
A sus 28 años se considera todo un profesional. Cuidadoso, trabajador, responsable, pero… a pesar de toda su ética, no puede evitar sentir que hay algo que distorsiona toda esa perfección en su vida, "o alguien" piensa mientras camina a su habitación.
Con pasos lentos pero seguros se detiene frente a la habitación número nueve, "donde esta él", suspira y golpea suavemente.
– ¿Puedo pasar?- pregunta más por formalidad que por solicitar el acceso, de todos modos sabe que puede entrar cada vez que quisiese.
– Adelante- escuchó la respuesta a lo que parecieron largos segundos.
Suspiró conteniendo una sonrisa, era hora de verlo.
— x — x — x —
Sai es un chico extraño.
Aunque aún le falta un año para terminar la carrera (1), trabaja medio turno en el Hospital de la Hoja donde puede tratar a los niños como practicante, apoyando a los médicos y absorbiendo todos los consejos que éstos le dan. Como la Universidad se encuentra relativamente cerca, no se preocupa por los horarios, él es feliz sabiéndose útil.
Sai también encontró su vocación en la medicina, aunque no es como si hubiese tenido muchas opciones considerando la familia a la que pertenece, sin embargo eso nunca le desagradó ni lo tomó como un obstáculo porque desde adolescente sabía que su destino era curar a los niños. Siendo un Uchiha no se podía esperar menos de él, siguiendo los pasos de su querido primo Sasuke también se enfocó en la pediatría.
No es como el estereotipo del médico pediátrico; amable, educado, atento o sonriente, es más bien callado, serio, incluso inocente, despistado y lento en situaciones que no comprendía, algunas personas piensan que tiene un carácter huraño, incluso hasta agresivo. Lo cierto es que una persona de buen corazón, noble y educado, si se le definiera con una palabra, más bien sería indiscreción.
— x — x — x —
– ¿Cómo se siente mi paciente favorito?- preguntó acercándose a la cama y colocando la mano sobre su frente. – Creo que tienes temperatura- se aventuró a mentir, él sabía perfectamente que sus sonrosadas mejillas no eran producto de fiebre. – ¿Sientes alguna molestia?
– En absoluto doctor- le respondió nervioso, algo en su pecho se removió al mirar sus actitudes aún infantiles.
– Vamos, ya te dije que puedes llamarme por mi nombre- le recordó mientras se giraba para hacer anotaciones. – Sí me hablas de "usted" me haces sentir más viejo de lo que estoy.
– Sí, lo siento- le escuchó susurrar..
Cuando acabó sus anotaciones volvió a mirarlo, su cabello rubio alborotado cubriendo sus ojos, esos bonitos ojos azules que desde la primera vez que los había visto se habían quedado grabados a fuego en su mente, también mira sus manos, delgadas y lejos de tener el color bronceado de antaño, deseó con todas sus fuerzas poder hacerlo sentir bien, poder regresarle el color a esa piel marchita y desmejorada, deseó poder hacerlo sonreír para que olvidase por unos instantes su situación.
Deseó inclinarse y abrazarlo…
– Qué bonito dibujo- no fue consiente de lo que hacía, cuando reaccionó ya tenía el cuerpo inclinado hacia el joven, colocando la mano izquierda sobre la almohada. – Serás un gran artista, Naruto- y la mano derecha sobre la libreta de dibujo, casi rozando su pierna.
Deseó que esos ojos azules le mirasen…
– Muchas gracias doctor Sasuke- escuchó la voz temblar pero sin levantar la vista. Y en un acto reflejo, tomó la barbilla de Naruto para colocar su rostro frente al suyo, cerca, muy cerca.
– Sólo llámame Sasuke…- susurró sintiendo el cabello rubio acariciar su frente. – Por favor…- y la nariz respingada de Naruto hacer contacto con la suya.
Deseó poder besarlo…
— x — x — x —
Una de las cosas que más le gustan de ser practicante, es estar cerca de su primo y aprender de él, pero si se distraía y le perdía de vista jamás lograría su cometido. Por lo que revisando sus notas, recordó que a esa hora le tocaba la revisión al chico de la habitación nueve y con pasos largos se apresuró a llegar.
Mirando su reloj de pulsera notó que aún tenía tiempo de hacer la revisión con su primo, así que cuando llegó no se molestó en tocar y abrió la puerta adentrándose dos pasos.
– ¿Sasuke?
— x — x — x —
Jamás en su vida había tenido unos reflejos tan rápidos como lo que en ese momento experimentó, irguiéndose cuan alto es, tuvo que soltar a un muy sonrojado Naruto que lo único que pudo hacer fue cubrirse con las sábanas, lanzando por los aires el cuaderno de dibujo.
Por un momento creyó que su primo le gritaría o le reclamaría por lo que había visto, pero sólo se limitó a observarlo con esa mirada inexpresiva.
– Creo que no es buen momento- le escuchó decir después de los cinco segundos más largos de su vida. Si alguien pudiera definir a Sai con una palabra sería indiscreto. – Hablamos luego Sasuke, adiós Naruto- y cerró nuevamente la puerta.
O quizá inoportuno.
— »†« —
"Hay acciones que hablan un lenguaje silencioso, pero llevan consigo un mensaje eterno, lleno de un profundo sentimiento."
Anónimo.
Continuará…
- - - - - - - - - - - - - - - - - » »