Cierto pelirrojo estaba apoyado en el marco de la ventana de su despacho, observando como su pareja estaba recostado en el césped bajo de un árbol en compañía de su amigo.
Ya había pasado dos días desde que conoció al padre de Demian. En todo ese tiempo no hizo ningún movimiento en contra de la víbora de Alicia; la razón era simple, quería desesperarla mientras esperaba su llamado. Sus pensamientos fueron interrumpidos al momento en que sus hombres piden permiso para entrar.
-Adelante- dijo el pelirrojo.
Por la puerta ingresaron sus tres hombres de confianza. Estos se coloraron a delante de él, esperando las instrucciones de su jefe.
-Bueno chicos ¿Qué han averiguado en todo este tiempo?
-El amante está tratando de investigarte, cosa que se le ha hecho imposible ya que me encargado de eso- dice el detective
-¿Por qué el repentino interés en saber de mí?
-Porque el señor Jorge Castillo canceló el compromiso, así que él piensa que es por tu culpa
-Así que me hizo caso mi suegro- sonríe de medio lado el pelirrojo- y el padre… ¿ha obtenido información sobre el engaño de su esposa?
-No, ella se encargó de que no sucediera. La muy maldita compro al informante de su esposo, ya que se dio cuenta que la iba empezar a investigar- el pelirrojo solo suspira fastidioso.
-Bueno, no soy de esas personas en dar vueltas al asunto. Con mas que te demores en realizar tu siguiente movimiento, más oportunidades tiene tu contrincante en derrotarte; es por eso que quiero ver a esa mujer destruida.
-¿Qué pasara con su amante?- pregunta su sicario.
-No crees que sería bueno convertirlo en un esclavo para el comercio negro. Hay aprenderá hacer una mascota muy sumisa- sonríe malévolo. En sus ojos azules solo se podía apreciar la frialdad que en esos momentos sentía- Por otro lado esta esa víbora y su hijo, que por cierto ¿Cuántos meses tiene?
-Siete meses y tres semanas- le responde su detective
-Ok, lo he decidido. William, dile a Matías que envíe las fotos por mensaje al celular del padre de Demian. Una vez que lo vea sé que echará a esa mujer de la casa y cuando lo haga quiero que la dejen inconsciente para así hacerle una cesaría y quitarle su hijo.
-¿Entonces qué haremos con el hijo de ella? – pregunta sorprendido el castaño de su amigo
-Lo daremos en adopción a una buena familia, ya que él no tiene la culpa de tener a esos padres. Por otro lado a la perra la torturaremos que deseara estar muerta y en eso te encargaras tu Sergio con tus hombres.
-Sera todo un placer.
-Ahora empiecen a moverse- todos asintieron a las órdenes dadas por su jefe y se retiraron del lugar.
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Cierto azabache estaba en el jardín recostado en el césped observado el cielo; en esos momentos su estado de ánimo no era el mejor de todos y eso su mejor amigo se dio cuenta.
-¿Qué es lo que te sucede, Demian?- le pregunta el castaño estando sentado al lado del pelinegro.
-Nada…
-¿Acaso no confías en mí?
-Solo… que hoy es un día en el cual es especial para mí.
-Que yo sepa hoy no es tu cumpleaños.
-Pero si el de mi madre.
-Oh…emm- Dylan no sabía que decir para poder subirle el ánimo a su amigo pelinegro
-Iré a verla, hace tiempo que no lo hago- se levanta decidido- si preguntan por mi dices que… -se rasca la cabeza indeciso- mejor diles la verdad.
-Está bien, no te preocupes.
El de ojos zafiros se aleja del lugar, dirigiéndose a donde se hallaba su madre. Por el camino se detiene en una florería comprando en ella unas flores de Lirios color azul y blanco, las favoritas de su progenitora.
Cuando llega al cementerio suspira de tristeza; empieza a caminar entre las lapidas hasta que se detiene en una que decía: “Marie Moya Velásquez. Esposa amada y querida”. El azabache se arrodilla y le limpia la poca suciedad que estaba en el lugar que yacía su madre.
-Hola mamá te traje tus flores favoritas…-le deja los Lirios - sabes en todo este tiempo me has hecho mucha falta, pero he conseguido salir adelante como tú lo hubieras querido.
Por el lugar corre una briza, provocando que los cabellos negros del doncel se muevan. En el cementerio no había ninguna persona, solo estaba él hablándole a su querida madre.
-He conocido a una persona que se ha convertido en mi pilar al cual puedo sostenerme cuando estoy por decaer en la depresión. Él no es igual al chico que te conté antes de irme a otro país, de hecho es todo lo contrario a él. Se llama Carlos Babussi y no deberías de temer solo porque pertenece a la mafia italiana, es muy tierno y sobreprotector, lo amo demasiado. Mañana te lo presentare como se debe para que le conozcas, así que ya no te preocupes por mí porque tengo a muchas personas que me cuidan y me quieren.
Siguió conversando con su madre, hasta que vio que se acercaban dos personas a donde él se encontraba.
-Demian viniste visitar a tu madre- le dice una mujer mayor de pelo negro al igual que el de él.
-Tía y prima, no esperaba encontrarlas por aquí- se levanta y las abraza.
-Vengo a ver a mi hermana por su cumpleaños
-¿Cómo has estado mi primito favorito?
-Sabes que soy tu único primo, ¿cierto?
-Es solo un decir- se ríe
Estuvieron un largo rato en el lugar hasta que las dos mujeres se retiraron sin antes ofrecerle al azabache ir con ellas, cosa que rechazo ya que quería estar un rato más ahí.
Cuando el ojos zafiros se dio cuenta de lo tarde que era se despidió de su progenitora. Ya estado afuera del cementerio empieza a caminar a dirección a la residencia, pero su andar es detenido por verse rodeado de hombres corpulentos con trajes negros y lentes del mismo color que sus vestimentas.
-¿Eres Demian Castillo?- le pregunta el hombre que estaba al frente de él.
-No… se han equivocado de persona, con permiso- trata de avanzar pero otro hombre se le cruza por su camino deteniéndole. El que le hablo saco una foto y le miro detalladamente
-Es él, aprésenlo- tras decir esas palabras, los hombres de traje negro se apresuraron en atrapar al azabache que intentaba de huir, pero sus esfuerzos fueron en vano; unos de sus atacantes le cubrió la nariz con un pañuelo en el que tenía cloroformo, solo basto unos segundos para que el ojos azules callera inconsciente en los brazos de sus atacantes.
Los atacantes ingresaron con el azabache al coche que les esperaba unos pasos donde estaban y uno de ellos llamo a su jefe para informarle que ya estaba hecho el trabajo.
Unas horas antes del secuestro.
Un hombre mayor se encontraba en su despacho revisando unos documentos hasta que se da cuenta de que recibe un mensaje de un desconocido. Cuando decide ver el contenido, su esposa ingresa sonriente a la oficina de su marido.
-Amor ¿Qué es lo que haces?, sabes hoy quiero ir a comprar algunas ropas para nuestro hijo así que necesito algo de dinero ¿me podrías prestarme tu tarjeta?- le pregunta sentándose al frente de su esposo. Este no le dirige la palabra, cosa que extraño a su esposa- ¿sucede algo, cariño?
-¿Te gusto revolcarte con tu amante todo este tiempo y reírte de mí, Alicia?- le dice en tono frío
-¿De qué hablas? ¿Me estas acusando de serte infiel? - se hace la ofendida
-Ese papel de dolida ya no sirve conmigo, pero si quieres que te refresque la memoria con gusto te muestro estas imágenes- le muestra las imágenes que estaban en el mensaje- Estas perfecta en esa cama teniendo relaciones sexuales con Antonio Giordano.
-Jorge esas fotografías están adulteradas. ¡Yo no soy esa mujer!- le dice nerviosa y alterada.
-¡Ya deja de mentir de una vez por todas!- azota las manos al escritorio- Quiero que te vayas de mi casa y mañana mismo mi abogado se contactara contigo para el divorcio. No te quiero ver nunca más en mi vida.
-J-Jorge no me puedes hacer esto, estoy esperando un hijo tuyo.
-¿Cuándo te cansaras de mentir? Sé que ese hijo no es mío, y por si lo fuera pediré la custodia completa de él. Ahora lárgate antes de que saque yo mismo de aquí.
-Te arrepentirás Jorge por lo que me estás haciendo- se larga del despacho azotando la puerta antes de irse. “¿Ahora qué hago?”
La embarazada se encontraba desesperada en su habitación, todos esos años en los cuales planeo quedarse con la fortuna de los castillos se arruinaron por completo, ahora ya no quedaba nada. Toma su celular y llama a su amante para informarle lo sucedido.
-Antonio estamos en un grave problema, Jorge ya sabe de nuestra relación- le dice afligida.
-¿Pero cómo pasó?- le pregunta exaltado
-Por unas fotografías que le llegaron por mensaje a su celular. Yo te dije que hace un par de días me estaban extorsionando y ahora no sé qué haremos.
-Al parecer hay que empezar el plan B.
-¿Qué es lo que quieres hacer, Antonio?
-Por el momento ven a mi casa, mi chofer te ira a recoger y aquí te contare todo.
-Está bien- se corta la llamada y Alicia empaca lo más que puede en su maleta.
Una vez lista sale rápidamente de la mansión, dirigiéndose al auto que le esperaba en las afueras de la casa. El chofer le abre la puerta y ella se adentra en los asientos traseros del coche; espera que guarde la maleta en el maletero y que ingrese al auto para así manejar hacia la mansión de los Giordanos.
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-Marcelo hay que adelantar lo que teníamos planeado. Se hará hoy mismo, así que llama a los hombres que contrataste para hacer este trabajo y que empiecen ahora mismo.
-Como usted ordene, joven Antonio- se retira de la habitación.
El del de ojos color miel se sienta en el borde de su cama, entrelazando sus manos y pensando las posibles consecuencias de sus actos. “Todo saldrá bien, nada puede fallar, además es un inofensivo doncel y su padre un empresario que ni siquiera sabe cuidar a su hijo”. Sus pensamientos son interrumpidos por la presencia de su amante que acababa de ingresar a su habitación.
-Antonio- le abraza
-Alicia ¿no tuviste complicaciones en salir de la mansión?- la mujer deja de abrazarle y le mira directamente a los ojos.
-No, solo me hecho de la casa, y además quiere el divorcio. Me dijo que si mi bebe es suyo, me lo quitara; pero no podrá hacerlo, ya que es tuyo el hijo que estoy esperando. Ahora ¿Qué haremos?
-Confía en mí, ya tengo un plan- en eso tocan la puerta e ingresa el mismo hombre que momentos atrás estaba con el ojos color miel.
-Joven Antonio, me han informado que todo salió como lo planeado. Ahora “él” se encuentra en la bodega abandonada de la empresa de su padre.
-Bien, ahora puedes retirarte luego te mandare a llamar para realizar el siguiente movimiento
-Con su permiso Joven- sale por la misma puerta que ingreso.
-¿Se puede saber que has hecho?- le pregunta su amante.
-Tengo secuestrado al hijo de tu ex esposo.
-¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?! ¡Nos has metido en gran problema!
-Claro que no, nadie sabrá que fui yo el que secuestro a ese doncel.
-El primero que sospechara Jorge será en mí o en ti. ¡¿Es que acaso no piensas?! Además ¿qué ganaremos en secuestrar a ese inútil de Demian?
-Lo que haremos será envenenar a Jorge, así quedara como único heredero Demian. Todos pensaran que el dueño de las empresas Castillos murió por un infarto al corazón, mientras que su hijo está desaparecido.
-¿Qué harás con ese inútil?
-Primero le daré una lección a ese mocoso por rechazarme, después hare que firme un documento que diga que renuncia a la herencia y por ultimo lo mataré.
-Me gusta cómo suena ese plan, pero ¿Cómo envenenaremos a ese maldito de Jorge?
-Maritza, tu fiel sirvienta nos ayudara en todo.
-Eres todo un genio, amor mío.