HEROE DE LEYENDA
Siempre en la oscuridad….
- Sasuke kun – Sakura agito el brazo de su prometido en un intento por llamar su atención. – quiero ramen
Se mordió el labio inferior al pedir aquello. No era sano, pero tenía hambre… llevar un Uchiha dentro le quitaba mucha energía. En un primer momento el azabache la hubiera ignorado, como venía haciendo últimamente a pesar de saber que después iría a traerle lo que le pidiera
“lo haces por tu hijo”
Se repetía como mantra, pero en esta ocasión al escuchar el pedido de su novia, dio un respingo.
“Ramen”
Sakura bajo la mirada sonrojada, casi sintiéndose culpable por ese antojo, tantas veces se lo había reprochado a Naruto… y ahora, era ella la que moría por un poco de aquella comida chatarra.
Sasuke solo sintió una punzada en el pecho, había intentado comunicarse con su dobe, había ido a su apartamento, pero no había podido localizarlo. Se sintió celoso de Shikamaru ya que él podía estar todo el día en compañía del rubio, apretó los puños enojado, tenía incluso planeado quitarle su hijo a Sakura en cuanto este naciera…. Irse con su dobe y cuidarlo entre los dos, pero luego la pelirosa le había salido con la idea de casarse y fue entonces cuando Naruto cortó toda comunicación con él. Pero era consciente de que todo era culpa suya, y la putada que le había hecho al rubio…. Jamás se lo iba a personar, menos aun si llegaba a enterarse de lo que planeaba para su retoño,
“A pesar de todo teme…. Jamás les voy a poder odiar a ti y a Sakura- chan…”
- Sasuke-kun… en verdad quiero ese ramen….
Apretó los labios y asintió poniéndose de pie, con pasos lento salió del barrio Uchiha y se dirigió al Ichikaru, con un poco de suerte tal vez se encontraría con Naruto allí. Sin embargo al llegar y ver el local vacío soltó un suspiro triste. Con menos ganas que antes se acercó hasta el dueño del pequeño puesto y le pidió un plato para llevar.
- Disculpe Uchiha-san – una muchacha de pelo marrón se le acerco temerosa – usted es amigo de Naruto… m-me preguntaba si lo ha visto últimamente.- su tono de voz bajo al decir lo último.
El dueño les Ichikaru miro a la muchacha angustiado, al Uchiha era al último al que debían preguntarle aquello, porque él lo sabía… ese muchacho había lastimado a Naruto, la mirada del rubio se lo decía, después de todo él le vio crecer aprendiendo a leer los gestos que este hacía.
Jalo a su hija del brazo y se inclinó delante del azabache.
- Perdone la indiscreción de mi hija – dijo firme, Ayame solo le vio sorprendida pero imito el gesto de su padre. Entendía por qué su padre se cerraba en ese aspecto, es solo que ella estaba tan angustiada, no vio a su cliente número uno en días, sabía que al ser su hokage tuviera más ocupaciones… pero ni con la Guerra se ausentaba tanto.
- No tiene por qué – le respondió Sasuke,
Con el gesto estoico que siempre se cargaba, levanto la bolsa con el platillo de sakura.
Al parecer Naruto no había ido ni siquiera a comer al ichikaru, se sentía culpable, todo aquello lo había provocado el, se apresuró mucho al presionarse a sí mismo con el tema de su descendencia, y para su mala suerte Sakura había estado en el momento justo para que el cayera preso de sus deseos, y ahora tenía ahí la prueba de su error, pero también su más grande ambición, su hijo, el hijo que Sakura gestaba.
Quiso desviarse de su destino e ir a la casa del rubio, no se dio el valor, así que solo volvió hasta su casa.
Una ansiosa pelirosa le esperaba en la puerta, y prácticamente le arrebato el paquete de las manos en cuanto lo tuvo frente a ella.
Casi se tropezó al entrar a la cocina, su estómago le pedía a gritos el caldo.
Aspiro el aroma del caldo, casi soltando un gemido de placer, ¿Así era como se sentía Naruto?
El ramen en esos momentos era lo más delicioso que existía.
Cuando termino de comer volteo a ver a Sasuke, este estaba cabizbajo, con las manos juntas apoyadas encima de sus rodillas, ella solo suspiro y se acercó para sentarse a su lado, poso una de sus manos en su espalda y le susurro suave – ¿Ya le diste nuestro regalo a Naruto? – vio como los ojos negros se cerraban, meneando la cabeza negativamente. – mañana iremos los dos, y se la entregaremos. No tienes por qué preocuparte, ha de estar muy ocupado… hasta para sus amigos.
Ella también se sentía mal, desde que habían anunciado su compromiso su amigo no fue a visitarles ni una sola vez, lloro preguntándose a sí misma el porqué de esa actitud, esa noche quería pasarla en compañía de todos sus amigos, en especial de Naruto, ya que él le había traído de vuelta a su Sasuke.
Malditas hormonas, quería empezar a llorar otra vez pero se contuvo de hacerlo, su maestra le advirtió que no lo hiciera, su hijo podría sufrir las consecuencias de sus emociones negativas, y eso era lo que menos quería, amaba a su retoño, a esa pequeña cosita que hicieron Sasuke y ella.
Le protegería con su vida, sin importarle nada.
******Menma****** hijodelSasuNaru*****
El silencio lo es todo
Cuando Karin se levantó aquella mañana sonrió contenta, tenía un buen presentimiento, Orochimaru había salido de la cueva hacia una semana y no volvería hasta nuevo aviso, ocupado en una nueva investigación. Como era su costumbre desde que habían dejado a Sasuke en Konoha salió a dar una vuelta en los alrededores, todo ese aire pacifico la relajaba, aspiro el aroma del agua del arroyo al que se dirigía, sintiendo las pequeñas energías de los animalitos que se escondían por su cercanía.
Se sentó en la orilla del pequeño riachuelo y se concentró, juntando las manos, buscando un chakra en especial, aquel tan puro y cálido que le encantaba sentir, una mueca de enojó se formó en su rostro, no lo encontraba, casi se puso a gruñir, resultaba muy raro, pero si sentía el chacra de Sasuke, se suponía que esos dos siempre paraban juntos en todos lados, además por lo que sabía este fue nombrado hokage al fin, no podía salir de su aldea. Soltó un poco más de chakra, entrando en un estado de concentración aún más profundo y fue entonces cuando lo sintió
- No puede ser… - abrió los ojos impactada, dudando de su poder por primera vez, volvió a hacer el intento, sin embargo el resultado fue el mismo.
Su chakra favorita no solo estaba débil, sino que estaba interconectado con otro pequeño, pero no era del zorro, era un chakra nuevo, absorbió esa sensación, le gustó mucho el tipo de energía que desprendía, era aún más puro que el de Naruto. Estiro la mano al aire queriendo tocarlo.
- Una criatura…
Juugo que pasaba por ahí con un recipiente vacío, escucho sus últimas palabras, no era su naturaleza ser curioso pero se acercó hasta ella, tocándole el hombro. Karin salió de su ensoñación y le miro perdida.
- Que quieres – Juugo le señalo el bol que cargaba, ella solo asintió entendiendo – tenemos que regresar a la cueva.
Se encogió de hombros y se arrodillo para coger agua, camino detrás de Karin y ambos se adentraron nuevamente en su hogar temporal.
- Dijiste criatura allí fuera – emitió sin poder contenerse más. La pelirroja se quedó quieta en su lugar, - ¿a qué te referías?
- Aun no estoy segura – Juugo enarco una ceja, se pone que ella mejor que nadie sentía las energías – solo… que arg! – Karin empezó a dar vueltas en la estancia, - el jinchiruki está muy débil. – Juugo empezó a entender el porqué de su preocupación. El rubio les encantaba a los tres, pero aún más a Karin, ya que ambos eran de la misma familia. – y además… creo que está formándose algo dentro suyo, algo que le quita todas las fuerzas, incluidas las del nueve colas – su Mirada normalmente tranquila se tiño de temor, ¿Era acaso un Nuevo enemigo?
- ¿Robándole la energía de qué manera?
- Se las absorbe desde dentro- cruzo las manos tras su espalda – a lo que me refiero, es que al parecer… él está gestando
Juugo abrió la boca sorprendido, eso era lo último que esperaba escuchar, rebusco palabras en su mente, pero no soltaba frase alguna.
Era sencillamente imposible de creer.
- ¿¡Que el rubio que?! – el grito de Suigetsu les alerto a ambos y voltearon a verle, Karin retrocedió asustada. Orochimaru se encontraba en la entrada de la cueva, y al parecer había escuchado todo.
Lo último que vio antes de empezar a hiperventilar fue la codicia brillando en esos ojos dorados
******Menma****** hijodelSasuNaru*****
En sus ojos apagados
hay un eterno castigo
“
- Voy a dejar mi puesto de hokage – soltó un bufido exasperado, Naruto no podía estar hablando en serio.
- No, no lo harás- le reprocho con la Mirada, fue entonces cuando se dio cuenta, Naruto estaba temblando, dejo su comida a medio terminar, agradeció ser ninja, ya que de no serlo el rubio se hubiera golpeado contra la mesa.
Su menudo cuerpo femenino no pesaba casi nada, se preocupó por eso, no sabía si Naruto comió algo aquella mañana, tres días sin hacerlo no era nada sano. Levanto su cuerpo y lo recostó en el sofá con cuidado, tenía que pedir ayuda a alguien, él no sabía nada de embarazos y mucho menos aun de los cuidados médicos que estos requerían. Solo habían tres ninjas médicos lo suficientemente fuertes y capaces como para llevar el extraño caso de su amigo.
Tsunade, que se encontraba de viaje con Shizune, sus dos primeras opciones quedaron descartadas, luego venia Sakura, pero con ella no podía contar. Así que también quedaba descartada…
Ino… era su mejor amiga, ¿pero podía confiar en ella?, por esta vez tendría que hacerlo, no tenía a quien más acudir, sin ser ninja medico podía asegurar que la fiebre que presentaba su amigo era muy alta como para dejarla pasar. Humedeció un paño y se lo coloco en la frente, cubrió su cuerpo con una manta.
Tendría que ir por Ino o Naruto no saldría de esta.
“
- Mocoso – el zorro estaba jadeando por el esfuerzo, aquel maldito engendro le arrebataba una cantidad impresionante de chakra. – ¡mocoso! – sus colas chocaron entre sí, llamando la atención del rubio que dormía
- Mmm? – no tenía el valor suficiente para abrir los ojos, le dolía todo el cuerpo.
- Se me está saliendo de las patas, pronto me quedare sin energía y tu cría morirá
El rubio, ahora rubia, gimió adolorido, el kyubii no podía estar hablando en serio. Apoyo las palmas en el agua y con el cuerpo temblando intento ponerse de pie, no logro hacerlo, sus piernas le fallaban, irremediablemente cayo, su acción se repitió un par de veces más, a punto de volver a caer sintió la calidez del pelaje del zorro, le gustaba cuando le abrazaba con sus colas. Entrecerró los ojos y trato de enfocar la mirada, aguantándose el llanto.
- Kurama… - echo la cabeza para atrás, no podía sostenerse por sí solo, se sentía inútil – no me importa si yo muero esta vez, quiero que le salves – enterró las uñas en las palmas de sus manos, - sálvale, yo no importo – su peluda cabeza se hizo para atrás, negando fervientemente.
- Si tu mueres, yo muero – le dijo – además… el gyuki tenía razón… no te puedo dejar morir por que me importas
Una risa débil escapo de los labios de su contenedor, envolvió más sus colas entorno al rubio y apoyo su cabeza allí, dejando que Naruto le acariciara el hocico.
- Quieres tanto a tu cría que si te mueres, jamás te perdonaras a ti mismo – Naruto asintió dándole la razón – no quieres condenarle a la soledad que tu pasaste… encontraremos una solución, te lo prometo, ambos vivirán
El héroe de leyenda, pertenece al sueño de un destino
“
No le costó mucho encontrar a Ino, como siempre ella estaba en su florería, le pidió hablar a solas y se la llevó hasta la puerta de su casa, Ino le siguió curiosa sin refutar, estaba anocheciendo así que no se preocupó por los arreglos que tenía pendientes, ya los haría mañana.
- Te vez horrible – le dijo, intentando sonar agradable, y así poder romper ese silencio tenso. Shikamaru negó
- Para lo siguiente que te voy a pedir, necesito tu total discreción – fueron sus primeras palabras – nunca nadie debe enterarse de esto, es un secreto que quiero me prometas, te llevaras a la tumba.
La rubia le escucho incrédula, y le juro total silencio, entonces su amigo procedió a contarle todo con lujo de detalles, no tenía por qué ocultarle nada, cualquier palabra omitida podría ser perjudicial. A medida que el relato avanzaba Ino lloraba con más ganas, no se podía terminar de creer lo que había hecho Sasuke… y Sakura, se suponía que eran amigos! en aquel momento empezó a odiar a ambos, ya no pediría ser madrina a Sakura. Se asustó al enterarse del enorme poder del zorro y un nudo se formó en su garganta al enterarse de los abortos que había sufrido Naruto. Shikamaru la abrazo hasta que ella estuvo calmada, entendía los sentimientos de Ino, él se sintió igual en un primero momento, nadie estuvo para Naruto cuando este más los necesitaba.
- Déjame entrar a verle – le dijo la rubia limpiándose las lágrimas del rostro. Shikamaru le dejo pasar, el rubio seguía en la misma posición en la que le había dejado hace una hora. – oh dios… Naruto
De nueva cuenta Ino empezó a llorar, acercándose hasta Naruto se arrodillo frente a él, temerosa de tocarle. Su rostro sudoroso, y la palidez de su piel le asustaron, sus labios estaban agrietados y debajo de sus ojos habían unas sombras oscuras, la imagen demacrada de la rubia se le grabo en la mente. Enterró las uñas en la carne de sus piernas para espabilar, tenía que dejar el sentimentalismo atrás, respiro profundo y una vez se sintió lista concentro chakra en sus manos y las poso en el vientre aun plano de Naruto. Shikamaru le veía atento, concentrado en su labor de cambiar los paños húmedos de su frente.
Con cuidado Ino retiro los largos mechones rubios de su camino, y paso por el pecho del rubio hasta llegar a su cabeza, soltó un suspiro aliviada. – ambos están bien – Shikamaru sintió que podía volver a respirar. – pero están muy débiles, tenemos que buscar una manera de hacer que consuma energía de una fuente externa de chakra.
Ambos se pusieron de pie, la respiración irregular de Naruto les mantenía alerta, atentos a cualquier cambio, no se percataron de la pequeña víbora que reptaba hasta la rubia recostada metiéndose dentro de la manta que le cubría, deslizando su escamoso cuerpo se enrosco en torno a su vientre y saco la lengua, agitándola en el aire, su amo tenía razón… una cría estaba creciendo allí dentro
“
- Algo me está presionando el estómago – dijo Naruto tras un largo minuto de silencio, se sentía mucho mejor, una energía cálida había sido traspasada a su cuerpo desde su vientre hasta su cabeza. – ¿algo malo le pasa a mi bebe? – sus orbes azules miraron preocupados a Kurama. Este negó
- Ambos están bien – respondió distraído, seguía pensando, buscando una manera de poder dividir su energía para poder mantener a su contenedor con vida.
Dividir su energia
Dividir
Como lo había hecho el cuarto hokage, encerrando su mitad dentro de sí mismo y la otra dentro de su hijo, no habría problemas si lo hacía nuevamente, puesto que su otra mitad se había vuelto a unir a él cuándo lucharon con Madara. Pero… ¿dónde encontraría a alguien con ese dominio de sellos para poder hacerlo?.
- Mocoso, no sabes de la existencia de algún otro Uzumaki? – Naruto le miro pensativo, él era último de los Uzumakis, junto a la subordinada de Orochimaru
- Solo estamos Karin y yo- le respondió
- Tenemos que encontrarla… es la única manera de salvarte a ti y a tu cría.
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Ino se quedó toda la noche en su casa, atenta a cualquier cambio, junto a Shikamaru ambos sentados frente al rubio, ninguno podía conciliar el sueño, agotados para cuando llego el amanecer, se alegraron cuando Naruto abrió sus enormes ojos azules y les sonrió cansado.
- Gracias Ino – la aludida levanto la cabeza y de un salto se encontró frente a Naruto, tocándole todo el cuerpo, la rubia recostada se sonrojo por tal acto. – para ya Ino
Con una risita nerviosa se separó de Naruto y volteo a ver a Shikamaru, Naruto se encontraba más estable.
- No me mires así Shika – Ino volvió a prestarle atención – entiendo que hayas recurrido a Ino, te agradezco que haya sido ella. – ambos miembros del equipo ino-shika-cho entendieron aquello no dicho por Naruto
“gracias por no decírselo a Sakura”
- Muero de hambre ttebayo – dijo sujetándose el estómago – quiero un enorme tazón de tomates con sopa de miso
Shikamaru le miro incrédulo, Ino solo atino a soltar una carcajada, nunca en su vida se había sentido tan contenta por ir a preparar una ensalada.
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Encerrado en el tiempo ha perdido el valor
Fue Juugo quien sostuvo a Karin en el aire, dejando que el agua que había traído para su desayuno formara un charco en la roca. Suigetsu quiso golpearse por idiota, fue por su grito que Orochimaru les escucho. Miraba asustado como este empezaba a hacer sellos y una pequeña serpiente aparecía en sus manos, susurrándole algo que no logro oír, esta se hizo humo, desapareciendo de su vista.
Se volteo acercándose a Karin, esta no paraba de temblar, empezó a hacerle aire con un trozo de tela que había cogido de por ahí.
Orochimaru espero paciente a que la pelirroja se calmara, mirando sus uñas distraídamente, maquinando mil ideas en su mente, un nuevo Uchiha estaba a punto de nacer, un Uchiha nacido del jinchiruki de nueve colas, la excitación recorrió su cuerpo, había prometido comportarse al final de la Guerra, pero esta situación rompía todos los tratos que hizo con los de la hoja. Necesitaba apoderarse del mocoso que estaba en el vientre del rubio.
- No le hagas nada – fue el débil sonido que salió de la boca de Karin – por favor Orochimaru-sama, se lo ruego – arrastro su tembloroso cuerpo hasta el pelinegro, este solo le miraba desde arriba, inmune al rostro lloroso de la Uzumaki.- es una energía demasiado pura… no debe ser corrompida!
Una risa burlona lleno la estancia,
- No sé por qué crees que me importa tu opinión – hizo una pausa indiferente, estaba ansioso por las nuevas noticias que le traería su invocación. – levántate, quiero que vayan a monitorear el desarrollo de Mitsuki.
Orochimaru se internó en la cueva, dirigiéndose hasta su habitación.
Los tres ex miembros de Taka se miraron entre sí, tenían que buscar una manera de alertar a Sasuke sin que Orochimaru se enterara.
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Para escapar de su celda
el héroe sin ilusión.
Bajo la atenta mirada de Shikamaru e Ino, Naruto se terminó el tazón entero de tomates, le supo a gloria, y le subió el ánimo, se sentía radiante.
- Gracias por la comida – ambos asintieron – bien, Shikamaru por favor baja mi capa y el sombrero, tenemos que ir a trabajar, de seguro hay muchos pendientes
Ino se levantó molesta, dispuesta reclamarle, pero al sentir el toque del pelinegro en su brazo cerro la boca.
- Iré por ropa a mi casa Naruto – el rubio la miro confundida- hasta entonces no te muevas, no puedes andar por ahí con la ropa de la novia de Shikamaru.
Su boca formo una o enorme, entendió la implicancia de esa frase, Ino tenía razón, Shikamaru estaba comprometido con Temari, él ahora estaba en el cuerpo de una mujer. No había que ser un genio para negar su mal comportamiento.
- Esperare ttebayo, pero date prisa
No pasaron más de veinte minutos para cuando Ino estaba de vuelta. Con la mirada ilusionada, Shikamaru reprimió un temblor y se retiró para alistarse también. Las mujeres eran problemáticas y no quería lidiar con los caprichos de Ino. Naruto se dejó levantar y muy sumisamente se dejó vestir por su amiga, se sentía como muñeca, pero se divertía a la vez, le puso un conjunto negro con naranja, acentuando sus curvas, la camiseta naranja con el largo vestido negro le hicieron recordar a la ropa que su madre usaba el día en que el nació, se tocó el pelo distraídamente, y por un instante quiso ser pelirrojo como su progenitora.
- Ahora el peinado – Naruto solo sonreía ante el entusiasmo contagioso de su amiga, era lo menos que podía hacer después de robarle tanta energía.
Con sumo cuidado Ino tomo entre sus manos los mechones rubios ligeramente más oscuros que los suyos y empezó a desenredarlos con el cepillo que traía consigo, debatiéndose de entre si debía hacerle una trenza o una cola. Hasta que lo recordó… dos coletas, así era como Naruto aparecía con su jutsu sexy, y le daba genial. Tarareando empezó a dividir su pelo en dos e hizo las coletas, arreglo su flequillo rubio peinándolo hacia un lado. Contenta con el resultado se alejó un par de pasos, Shikamaru silbo sorprendido. Naruto se cubrió el rostro sonrojado.
- No te atrevas a decir nada Nara – aun con el rostro sonrojado le fulmino con la Mirada – sigo siendo tu hokage ttebayo, y sigo siendo hombre.
Se levantó y estiro la mano hacia Shikamaru, este le paso su capa. Naruto se la coloco, le daba un poco más grande, un par de centímetros más y se arrastraría, se colocó el sombrero, para ocultar su cambio y se encamino hacia la torre, respondiendo con un simple gesto de las manos a los saludos que recibía.
******Menma****** hijodelSasuNaru*****
Sakura revisó por última vez su imagen en el espejo, se veía impecable, justo como la futura señora Uchiha debía ser. Sasuke ya la esperaba en la puerta, con un paquete en mano, la peligrosa se acercó hasta el sonriente y se paró de puntitas para besarle la mejilla.
- Ya quiero ver a Naruto – soltó emocionada – espero que le guste nuestro regalo
Sasuke le dio la razón y ambos se encaminaron a la torre, algunas personas les saludaban, otras simplemente les ignoraban aun descontentos con el regreso del traidor a su aldea, pero conformándose, porque el poderoso linaje ocular de los Uchiha no se perdiera ni se fuera a otra nación ninja. Él se sentía nervioso y rezaba por que Naruto estuviera en su oficina ese día, extrañaba sus hermosos ojos azules. Necesitaba verle una vez más.
- ¿Crees que el negro haya sido apropiado? – el Uchiha la miro de reojo, sin prestarle verdadera atención – a él le gusta el naranja… por eso me preguntaba si el negro sería lo más adecuado
- Le gustara- dijo Sasuke – el cinturón es naranja.
Sakura asintió contenta con su respuesta y entraron a la torre, nadie se dignó a saludarles allí dentro, cada uno concentrado en sus propios quehaceres. No se sintieron ofendidos, ambos conocían el agitado movimiento administrativo dentro de la torre.
Cuando llegaron a la puerta se detuvieron un momento, Sakura se agitaba con facilidad, así que Sasuke le permitió tomar un respiro. Dentro de la oficina se oían risas, pero no reconoció la de Naruto, quizás ese día tampoco lo encontrarían allí.
Levanto la mano y toco la puerta, una vez autorizado empujo el trozo de madera que le separaba de su rubia obsesión, y lo vio allí, en compañía de Nara y Yamanaka… ¿porque estaba usando su jutsu sexy?
- Naruto! – el grito de la pelirosa silencio las risas- ¡malagradecido, te estuvimos buscando todo este tiempo! – Naruto parpadeo ante sus reclamos y bajo la Mirada.- además, ¿qué haces con ese estúpido jutsu? Quítatelo. Tenemos algo importante de que hablar.
Callo sus reclamos al sentir la furibunda mirada de Ino, no entendía por qué la observaba de esa manera, pero siendo las rivales que eran, Sakura le atribuyó ese gesto a la envidia, porque ella se quedaría con Sasuke.
El carraspeo de Shikamaru interrumpió su guerra de miradas, Sakura enojada cruzo los brazos y miró a su novio que no le quitaba los ojos de encima a Naruto, sintió celos.
- Lo siento Sakura-chan, tenía mucho trabajo pendiente – se sintió envidiosa por la cantarina voz que tenía Naruto en esos momentos. – y con respecto al jutsu, pues…
- No es algo que te importe – Ino levanto la voz llamando la atención de todos, avanzo hasta colocarse al lado derecho de Naruto, en un gesto protector y territorial. – mejor dinos, a que viniste
Sakura retrocedió dolida ante la frialdad de sus palabras, con el dorso del vestido que llevaba se limpió las lágrimas que empezaron a caer.
- Solo quería darle un regalo a Naruto – el aludido se sintió culpable al ser el causante de las lágrimas de la pelirosa, estaba a punto de levantarse, pero sintió el peso de la mano de Ino en su hombro, instándole a quedarse quieto en su lugar – será mejor que te lo entreguemos ahora mismo… no quiero causarte más inconvenientes Naruto –
Ante sus palabras Ino sonrió burlona, Sakura no lograba entender todo ese resentimiento que le transmitían los ojos de su amiga/rival, solo atino a esconderse detrás del Uchiha, que se había mantenido en silencio hasta ese momento, embelesado con la imagen que le brindaba el rubio, como varón, como mujer… siempre se veía hermoso. Sintió el suave toque de Sakura en su espalda, avanzo un par de pasos hasta ubicarse frente al rubio, estiro la mano y la mantuvo en el aire, en espera
- De parte mía y de Sakura – dijo, aun perdido en Naruto, recorriendo cada parte de su cuerpo a la vista – es para la boda – soltó sin pensar y al instante se arrepintió al ver los ojos azules apagados.
- Está bien teme – antes de que Naruto recibiera el paquete, Kno se le Adelanto y lo tomo ella, Sasuke frunció el ceño enojado, ¿qué derecho se creía ella que tenía?
Estaba a punto de cometer una estupidez por culpa de sus celos cuando un halcón entro por la ventana, se paralizo, aquella ave era de Orochimaru, la reconocía, la había usado muchas veces para comunicarse con Karin, Juugo y Suigetsu. Estiro la mano y el ave se posó allí, estirando la pata en espera de que el azabache tomara el mensaje. Un tenso silencio lleno la oficina mientras Sasuke desenvolvía el pequeño trozo de papel
Orochimaru lo sabe, el ira tras tu hijo,
Tienes que protegerle
La letra era de Suigetsu, todos le miraban atentos, intrigados por aquel mensaje que había puesto pálido al Uchiha. Este retrocedió y abrazo protectoramente a Sakura.
- Orochimaru vendrá por mi hijo Naruto - Shikamaru se acercó también hasta el rubio al ver el dolor en su mirada, Sasuke era un completo imbécil – tienes que proteger a Sakura – la nombrada empezó a llorar aferrándose al chaleco de Sasuke. Naruto se sintió desfallecer
- No te preocupes Sasuke – una sonrisa amarga se formó en su rostro, sin embargo su ex novio ignoró ese gesto muy ocupado con su prometida – yo les protegeré a ella y a tu hijo. Ahora vete, llévala a tu casa, esta alterada. Mandare un grupo de ambus para su protección
El Uchiha asintió a sus palabras y agarrando a Sakura de la mano, ambos se retiraron, dejando el despacho del hokage silencioso.
Ino se agacho preocupada, Naruto tenía la Mirada vacía, no sabía que decirle, así que se limitó a abrir los brazos y recibir el cuerpo de la rubia, ambos estallaron en lágrimas. Entre temblores que sacudían su cuerpo Naruto se sujetó el estomago
- No viene por Sakura … el viene por mí –
******Menma****** hijodelSasuNaru*****
El silencio lo es todo
Se encontraban reunidos en la entrada de la cueva, ya era de noche, temblaban de frio pero se aguantaban esperando las órdenes del Sannin. Este estaba con una sonrisa de oreja a oreja.
- Mi querida Karin tenía razón – dijo al fin, con la pequeña serpiente reptando por su cuello – el jinchiruki de nueve colas esta preñado.
Karin se cubrió el rostro, maldiciendo su habilidad para detectar chakras.
- Partiremos de inmediato, no me puedo arriesgar a que ellos se percaten – Juugo arrastro a sus compañeros hasta dentro, Karin estaba a punto de llorar culpable.
Se detuvo a pensar con cuidado, tenía que salvar al hijo de Sasuke, aun a costa de su vida. Se lo prometió a Kimimaro antes de morir, protegería a Sasuke de todo y de todos… y ahora alargaría esa promesa hasta su hijo.
- Karin, tienes que calmarte – le dijo sujetándole de los hombros – te necesitamos lucida para esta misión – Suigetsu a su lado le dio la razón – protegeremos la vida del hijo de Sasuke.
La mirada rojiza de Karin estaba empañada con las lágrimas contenidas, se quitó sus anteojos se limpió los ojos con furia
- Aun a costa de mi propia vida… - su Mirada se tornó decidida – salvare al Uzumaki que viene en camino
Suigetsu les sonrió con sus afilados dientes.
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Tal como le había prometido a Sasuke, enviaron un grupo de ambus hasta el barrio Uchiha, Ino no se separaba de su lado, encerrados en su oficina Shikamaru selecciono otro grupo de ambus y jounins para la protección personal del hokage.
Naruto reconocía las energías de los que se encontraban allí presentes, Sai, Kiba, Lee, Kakashi y Yamato se escondían en las sombras de su despacho, tensos, en espera del anunciado ataque. Nadie se atrevió a preguntarle por su aspecto. Ino los había callado con una mirada. Quiso llamar también a Hinata, pero con su byakugan descubriría rápidamente el estado del rubio.
Shikamaru estaba con los ojos cerrados, apoyando el mentón en sus manos entrecruzadas, había ordenado la evacuación de la gente de la aldea. Mandado protección a la casa Uchiha, pero frente a él se encontraba el principal objetivo del ataque, nadie lo sabía salvo ellos tres, no iba a negar el miedo que sentía. Los únicos que podía equiparar el poder del Sannin eran Naruto, pero este no podía usar su chakra sin lastimarse a sí mismo, Sasuke que estaba en su casa con su futura esposa y Tsunade… maldición, ¿en qué momento había decido que podía dejarla irse de viaje tan campante?
Esperaron pacientes y el amanecer llego, solo Naruto había dormitado, Ino le pasaba energía disimuladamente, tratando de calmar los nervios del rubio, si tenía una recaída ahí mismo nadie lo dejaría pasar por alto. Ella misma se sentía débil por darle de su energía al rubio.
Eran las 11 de la mañana cuando la primera explosión se dejó oír, todos se pusieron alertas, Naruto cogió el paquete que le habían traído sus amigos y lo abrazo temeroso, cerró los ojos al sentir el llamado del zorro en su mente.
- La Uzumaki está con ellos – le dijo el zorro, su Mirada estaba ansiosa – tenemos que buscar una manera de hacer que coopere con nosotros
Los gritos de los jutsus pronunciados le sacaron de su mente, Orochimaru estaba entrando en la aldea, Naruto se mordió el interior de las mejillas, respirando hondo. Llamo la atención de todos sus guardianes al ponerse el sombrero. La mirada asustada de Ino le hizo sentir culpable.
- Tenemos que movernos ttebayo – los ambus saltaron hasta rodearle- protegeremos al descendiente Uchiha. Todos al frente, Ahora!
Con la orden de su hokage dada los ambus desaparecieron de allí, Shikamaru e Ino se le acercaron a la vez,
- No puedes Naruto! - le grito su mano derecha – no estás en condiciones de luchar!!- Ino le secundaba con su mirada angustiada. Naruto les dio un abrazo a cada uno por separado.
- Tengo que hacerlo shika – se dio la vuelta dándoles la espalda a ambos, asomo el cuerpo por la ventana y de un salto se alejó de ellos aferrándose al regalo que le habían dado
Es mi deber como hokage, debo proteger la aldea con mi vida
******Menma****** hijodelSasuNaru*****
Orochimaru se relamió los labios, y empezó a formar sellos con las manos, llamando a su más poderosa invocación, la enorme serpiente apareció allí, silbando capto la atención de todos los shinobis de la hoja,
- Hacia la torre hokage Manda – emitió en un siseo- allí esta nuestro premio
Karin abrió los ojos sorprendida, no solo el jinchiruki estaba esperando un Uchiha, sino también la ninja médico que le había salvado la vida una vez. Se aseguró de comunicarles eso a sus compañeros, pero no tenían duda alguna, al Sannin no le importaba el otro Uchiha, él quería al contenedor.
- Tenemos que darnos prisa y encontrar a Sasuke – dijo ella, Suigetsu se detuvo
- Iré yo a buscarle, ustedes vigilen al jinchiruki. Karin y Juugo le vieron partir en dirección al barrio Uchiha, ¿Porque Sasuke no estaba con Naruto?
Cuando Suigetsu llego al barrio Uchiha tuvo que detenerse a pelear con varios ambus, gritando el nombre de sasuke, casi quedándose ronco por el volumen de su voz, no tenía tiempo que perder, si fuera otro momento se habría divertido de lo lindo derrotando a esos ninjas, pero ahora no era adecuado hacerlo. Grito aún más fuerte el nombre del Moreno y este salió de su casa, con Kusanagi en mano, detrás suyo estaba la pelirosa, aferrada al brazo del Uchiha, Suigetsu abrió la boca y vio sin creerse el gesto sobreprotector que tenía Sasuke para con la muchacha, bajo la mirada… Haruno estaba embarazada, Sasuke confundió su mensaje, estaba protegiendo a la persona equivocada. Retrocedió dándose cuenta de ese hecho, no podía quedarse más tiempo en ese lugar, ellos estaban a salvo, tenía que volver hasta la torre y proteger a su otro hijo, un hijo del cual, estaba seguro, Sasuke no sabía.
******Menma****** hijodelSasuNaru*****
- Naruto-kun – soltó Orochimaru en cuanto lo vio frente a él, jadeante, su sonrisa se ensancho al notar el cuerpo femenino del rubio – tienes algo maravilloso dentro tuyo…
Karin llego junto a Juugo y alcanzaron a oír las últimas palabras del sannin, la pelirroja se acomodó los lentes. Atenta a cualquier movimiento
- Que atrevido de tu parte venir sin escoltas – bajo de la cabeza de Manda y con pasos lentos se acercó hasta quedar frente al hokage – te vez Hermosa de esta manera – Naruto le miro asqueado por sus palabras pero decidió ignorarlas. – así que dime… podemos hacer esto por las buenas o por las malas.
Él era consciente de que si tomaba más tiempo en aquella charla, Sasuke no tardaría en aparecer y él no podía derrotarle, sentía su chakra a los lejos, quieto, aquello definitivamente estaba yendo demasiado bien para él.
- Quiero a Karin – dijo el rubio. Orochimaru le miro intrigado – la necesito – el rubio se acercó aún más, cerró los ojos y junto su frente a la del sannin, este le recibio quieto, era su día de suerte. Estuvieron así un par de minutos, ninguno atacaba. Karin tenía miedo, Juugo la sujetaba del brazo para impedirle acercarse.
Para cuando Orochimaru se separó del rubio, sus ojos brillaban extasiados. Estiro la mano acariciando los rubios cabellos y cuando llego a su cuello, este se aferró con fuerza, Naruto se dejó hacer, débil, casi sin fuerzas.
Los ambus junto a Ino y Shikamaru llegaron al lugar, Orochimaru sujetaba del cuello a su hokage, asfixiándole. Karin podía sentir el chakra de Sasuke acercándose. Miro asustada a ambos contendientes. Los dorados ojos de Orochimaru se posaron en ella y le sonrió con saña
- para salvar al pequeño Uchiha– una carcajada siniestra se dejó oír en la plaza – Naruto-kun debe morir.
Los ninjas de Konoha se lanzaron a atacar al oír esas palabras, Shikamaru empezó a hacer sellos para formar el jutsu de sombras, sujetaría a Orochimaru para liberar a Naruto, ningún ataque alcanzó a hacerlo.
Sasuke llegaba a plaza, Kakasi saltaba con el chidori formado. Ino soltó un grito desgarrador al ver como Orochimaru saltaba hacia atrás, al lado de los ex miembros de Taka, Manda enrosco su enorme cuerpo en Naruto, y empezó a reptar lejos de allí, lo último que oyeron fue el agónico grito de Naruto
Siempre en la oscuridad, la voz no tiene sentido.
Héroe en su propio olvido.