Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Al fin y al cabo no somos nada. por HimikoBl

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

‘’Lo arruiné’’ pensé para mí mismo.

Cerré la puerta tras de mí y me deje caer al piso, de seguro las enfermeras que pasaron junto a mí pensaban cosas como ‘’pobre, ese tipo sí que es una molestia’’ o ‘’de seguro estará agotado de tener que aguantar semejante temperamento’’ pero nada era cierto, yo solo me encontraba terriblemente avergonzado, trate de mantener la calma lo más que pude, después de todo debía ser un profesional y hacer bien mi trabajo pero fue inevitable.

Ya no quería seguir molestando a nadie así que preferí terminar mis rondas por mí mismo, de seguro Leenalie ya estaría cansada de tener que cubrir  mis turnos, pase por todas las habitaciones que me correspondían pero al llegar a la de Kanda rogué que estuviese dormido, abrí la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido puesto que ya eran casi las una de la madrugada. Para mi suerte Kanda se encontraba en los brazos de Morfeo, me quedé observando su rostro por unos momentos, parecía tan tranquilo, incluso podía notar que esbozaba una pequeña sonrisa mientras dormía. Los días siguientes pasaron tranquilos, bastante incomodos, pero tranquilos, nuestras conversaciones con Kanda se limitaban a saber cómo iba evolucionando su enfermedad, mis visitas se habían terminado tan rápido como habían comenzado, lo único que agradecía era que la enfermera a cargo de los baños de Kanda había vuelto.

Entré a la habitación de Kanda sin saludar, ya ni eso podía hacer a causa de la vergüenza, hice mi trabajo como era debido y salí sin más. Ya había pasado una semana tras el vergonzoso ‘’incidente’’ ninguno de los dos trató de entablar algún tipo de conversación desde lo sucedido y a la vez lo agradecía, no sabría qué hacer si Kanda me preguntara sobre lo que había pasado. Estaba en una de mis rondas habituales cuando escuche que uno de los pacientes había sufrido una crisis, traté de restarle importancia debido a que no quería involucrarme con ninguno de mis pacientes, y conociéndome terminaría encariñándome con alguien de estado terminal para luego terminar como un tonto llorando por alguien que ni conocía

Eran pasado las cinco de la tarde y me encontré con Leenalie, la cual me dedico una extraña sonrisa que no supe cómo responder.

Allen, lamento lo de tu amigo, espero que se recupere pronto- dijo, y yo no supe que responder

¿De qué hablas?-

Amm… el de la habitación 21 ¿es tu amigo verdad?

Kanda… ¿Qué sucede con él?

¿No te habías enterado? El sufrió la crisis fue él… ya lo estabilizaron pero creo que está bajo observación- ¿era enserio? Era su maldito enfermero ¡y nadie me aviso de nada!

Me disculpé con Leenalie y Salí rumbo a la habitación de Kanda, al entrar pude notar su palidez, se veía realmente mal, estaba dormido así que me acerque con cuidado de no despertarlo, toqué su piel, sus manos era como un glacial, ya sabía que el pelinegro no era una persona ‘’cálida’’ pero aquello era demasiado, tome sus manos para depositarlas bajo las mantas, pero al levantarlas pude ver que comenzaba a abrir sus ojos.

Lo siento, pensé que tendrías frío, no quise molestarte- dije despacio

Descuida… Sí tenía algo de frío- su voz se oía tan despacio y suave que pensé que en cualquier momento volvería a caer dormido, pero no fue así

Ayer estabas bien, ¿quieres decirme que pasó?- los doctores habían comentado que él se había negado a seguir con los tratamientos, que incluso se había desconectado de las sondas e implementos, y como podía ver aun habían restos del desastre que había armado dentro de su poca movilidad, era impresionante pensar de donde había sacado fuerzas para aquello.

Luego de oír mi pregunta Kanda se quedó completamente en silencio, parecía ido, se notaba que aun se encontraba bajo el efecto de algunos sedantes.

¿Qué esperas que te diga?

No lo sé –respondí cabizbajo

¿Sabes cuánto tiempo llevo postrado en esta maldita cama?... claro que no, tan solo llevas unos cuantos meses trabajando aquí… pues te cuento, llevo más de un año esperando un jodido trasplante que nunca llegará, así que para que seguir alargando las cosas.

Lo lamento, nunca pensé que llevaras tanto tiempo…-

¡No sientas lastima por mí!-

No, no quise decir eso…- dije nervioso, no quería que Kanda se exaltara aún más

Si ya terminaste de inmiscuirte puedes largarte, no me apetece ver tu cara de lastima-

No es lo que crees, nunca quise hacerte sentir peor, tan solo pensé que hablar las cosas te ayudaría.-

Pues ya viste que no ayuda en nada, así que vete-

No Kanda… pasaré la noche aquí si es necesario, sé que no soy la mejor compañía, pero al menor déjame intentar acompañarte

¿Acaso no entiendes? De seguro tu cerebro de Moyashi no te deja entender las cosas ¡Quiero estar solo!-

No supe en que momento me armé de valor, pero de pronto mis brazos se encontraban rodeando el cuello de Kanda.

Por favor, déjame permanecer a tu lado…-

¿Por qué haces esto?- preguntó más calmado

Porque… me preocupas y quiero que estés bien- luego de eso ninguno de los dos intentó separarse, no sé cuánto tiempo permanecimos en aquel abrazo, pero sentía una paz enorme y esperaba que Kanda se sintiera de igual forma

///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Al cabo de un tiempo en garre del Moyashi se hizo más suave y comprendí que estaba cayendo en brazos de Morfeo, de seguro se encontraba realmente cansado, sin notarlo su rostro fue cayendo junto al mío, podía ver sus largas pestañas y aquella cicatriz que siempre me había intrigado, acaricie la suave piel de su rostro dejándome llevar por aquella rojiza marca, su respiración era suave y tranquila, yo también anhelaba dormir de aquella forma, pero lo que tenía frente a mí era algo completamente atrayente, nunca había podido observar su rostro tan detenidamente, traté de no pensar en lo bello que se veía, cuando logré oír un leve susurro proveniente de sus labios. ‘Kanda…’- luego de eso finas lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, me encontraba completamente descolocado, quería saber que había hecho en aquel sueño como para hacerlo llorar, mi corazón no dejaba de latir con fuerza.

Allen… debes volver a tu casa- dije moviéndolo levemente, ahora se encontraba apoyado en mi regazo y claramente mañana no se encontraría bien si dormía de tal forma, acaricie su rostro por última vez –Allen…- llame nuevamente.

Mmm… ¿qué sucede?- preguntó semi dormido

Debes irte, no puedes dormir aquí – al oír aquello de incorporó rápidamente

¿En qué momento me dormí?- miro su reloj detenidamente- ¡Maldición!, ya pasó el último tren a casa –

¿y qué piensas hacer?-

Aun no es demasiado tarde, tal vez le pida a Leenalie que me acepte en su casa-

¿La enfermera que está enamorada de ti?

No hay ninguna enfermera enamorada de mí

¿Acaso no haz notado como te mira, o la sonrisa que trae cada vez que le pides que cubra tus turnos?

Somos amigos, a ella no le gusto-

Fue la primera en venir corriendo cuando te desmayaste, incluso parecía que fuera a llorar de no ser por los enfermeros-

No digas eso, solo somos buenos amigos, es normal que nos preocupemos entre nosotros

Yo no lo veo así

¿Estas celoso porque iré a dormir a casa de una chica?

¡Sí, maldición! ¿Acaso es tan difícil de entender?- estaba completamente molesto, y ni siquiera sabía por qué, aquellas palabras habían salido de mi boca por si solas.

Para que estés más tranquilo, Leenalie vive con su hermano, además nunca intentaría algo con ella, es como una hermana para mí, y si quieres puedo cambiar mis turnos, tal vez así se te quita un poco ese mal humor- respondió, ¿acaso había entendido mal? ¡A mí no me importaba esa maldita enfermera!

¿A dónde iras?- pregunté al verlo dirigirse a la puerta.

A buscar un lugar donde dormir-

Puedes usar el sofá si quieres…-

Odio tus cambios de humor, ya te dije que no iré con Leenalie- !cuando entendería que no quería que se acercara a esa enfermera porque era una ofrecida¡

Antes… ¿Qué era lo que soñabas?- pregunte cambiando el tema

Ahh! ¡Es enserio! ¿Cómo puedes cambiar de tema tan fácilmente?

¿Me dirás que soñabas?

Está bien...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).