Después de un buen rato entre cambios y más cambios de ropas por parte de los españoles al fin quedaron listos para ir al gran lugar donde se celebraba el cumpleaños de Tahuantinsuyo. Aunque en todo el camino los españoles solo se la pasaban mirando la magnífica decoración de oro del lugar así como a las nativas más hermosas que habrían podido imaginar, mientras tanto los dos pequeños se la pasaban hablando entre susurros.
-¡¿Por qué demonios el abuelo los trajo hasta aquí?! Son bastante raros y..-
-Pero hermanito no veo que sean malas personas además ese tal España no es tan mala gente-
-Ha.. a veces el abuelo y tu llegan a ser tan desesperantes –
-Hay Bulibya deberías dejar de ser tan malhumorado- Así Piru dio un breve abrazo a su menor hermano mientras se ría-
-….¡QUE NO HAGAS ESO!-Mostro un leve sonrojo el de ojos oscuros para luego salir corriendo hacia otro lado-
-Bueno Perú que tal si nos llevas hasta tu abuelo, quiero darle una felicitación de cumpleaños-Y así como de la nada apareció España quien ya estaba con aquellas ropas incaicas.. y la verdad Perú comenzaba a pensar de que no se veía nada mal..-
-No es mala idea y no es Perú, lo mejor será darnos prisa si queremos darle un buen regalo de cumpleaños-Se apresuró el de ojos dorados quien ya estaba jalando de un brazo al español hacia el trono de su abuelo.
-Es un placer volvernos a ver Tahuantinsuyo-Murmuro España inclinando un poco su cabeza en señal de respeto –
-Señor España usted no tiene que acerco eso por alguien a quien vamos a-Y de nuevo Francisco fue interrumpido por la mirada de España.
-Me da gusto de que respetes mi autoridad España, eres como un invitado más siéntete libre al igual de sus compañeros de disfrutar ese banquete a celebración mía- Y si Tahuantinsuyo era muy amable como en ocasiones muy despistado para darse cuenta de algunas cosas.
-Claro que lo haremos…-“Claro que lo haremos” se repetía el español internamente mostrando una ligera sonrisa.
Ya al día siguiente después de mucho celebrar los aldeanos volvían a sus tareas habituales, algunos están en la agricultura, textileria, pesca , entre otros mas por lo que el pequeño Piru al ver el empeño que ponían sus habitantes había decidido ayudar en una de esas labores. Por lo que cuando comenzó a correr para salir a hacer sus labores se topó con España y el resto.
-Oh pequeño Peru a dónde vas con tanta prisa, pensaba que tal vez al resto de mis hombres y a mí nos podrías dar un paseo por los alrededores-
-Me gustaría pero tengo labores que debo de cumplir-
-¿Pero no eres de la “realeza”? ¿No se supone que tienes sirvientes que hagan eso?-Cuestionaron a la par Francisco y el resto de sus compañeros.
-Si, pero mi abuelo impuso normas que todos sin duda alguna debemos de seguir y una de esas tres es no seas flojo por lo que pienso ayudar en todo lo que pueda-
-Ya veo, eso es algo por demás encantador e importante asi que déjame ayudarte en tus labores Perú-
-¿Estás seguro España?-
-Claro que si de esa manera podre pasar mas tiempo contigo- Y con esa respuesta el español guiño levemente el ojo mostrando una sonrisa amigable. Pero esta acción hizo que el pequeño moreno se sonrojara levemente además de que provoco que naciera un brillo en sus hermosos ojos dorados.
-Está bien entonces vamos-
-Y..¿A dónde iremos a hacer tus labores?-
-Ya lo veras- Y después de unas cuentas horas España se había arrepentido de seguir al pequeño porque no solo hizo una cosa sino varias pero con un gran de dificultad notable, así que ahora estaba cansando, agotado y sudando a mas no poder. Los dos llegaron a una pequeña colina para poder descansar cosa que agradeció el de ojos verdes quien solo se tiro boca abajo rendido por el cansancio.
-Nunca pensé terminar así de cansando-
-Nunca pensé que tuvieras tan poco físico a pesar de tener “buen cuerpo”- Comenzó a burlarse el pequeño pero no espero que España se le saltara encima terminando el debajo de este.-Que haces.. esto es extraño- La verdad que se sentía extraño, su rostro estaba rojo por la acción inesperada del contrario.
-Es una venganza aparte de eso quería notar de cerca porque tus ojos son como la tarde.. mejor dicho como el oro- España comenzó a acercarse más y más al rostro del moreno estando a una distancia diminuta – Si , son del color del oro-
-España ya no hagas eso el rostro arde- Casi suplico Piru, dado que no conocía mucho la sensación del sonrojo pensaba que estaba a punto de enfermarse o algo peor.- Suficiente- Sin pensarlo más empujo a España a un lado dejando a este mismo desconcertado.
-Al parecer te pones nervioso con la cercanía, será porque ambos somos países-
-¿Países? Yo soy una tribu-
-Es casi parecido por así decirlo-Respondió el español que al ver el rostro confundido e inocente del moreno no pudo evitar sentir ternura y querer abrazarlo cosa que hizo en pocos segundos-de verdad eres fácil de abrazar Peru-
-….-El moreno solo suspiro ahora mas sonrojado que antes, en toda su vida solo su hermano y abuelo lo habían abrazo como lo hacía ahora el español haciendo que algo en su pecho comenzara a brincar.
Pero el moreno no era el único que sentía eso, el español comenzaba a sentir algo por el pequeño cosa sorprendente, asi que solo agito su cabeza negándolo, el no había venido a buscar algún sentimiento, el había venido con un propósito y sabia muy bien cual era asi que soltó al pequeño y se paro violentamente- Ya se hace de noche, que tal si regresamos –
-Si, será lo mejor mi abuelo y hermano deben de estar esperando- Trato de excusarse para poder pensar en otra cosa y bajar el rubor de su rostro
Y en esa pequeña colina a inicios de la noche dos personas de dos diferentes mundos, dos diferentes edades, dos diferentes objetivos se comenzaron a preguntar si tal vez, solo tal vez podrían llegar a ser más cercanos.