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Un Amanecer junto a ti por Sheshire

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Notas del capitulo:

Hola jóvenes de dios, la diosa os ha traído un nuevo episodio, lleno de poesía de Loveless (Amo eso) en este capítulo, le digo, asumo que el próximo será el final, eso creo, jeje, bueno, para los que no sepan, Loveless, es el libro de poesía que lee Génesis, el libro pertenece al mundo de Final Fantasy Crisis Core, En sí, el libro habla de Los dones de una diosa, y tres individuos que van en busca de estos.

 

Solo era una aclaración por si algo(¿? Sin más dilación.

 

¡A leer!

Capítulo Noveno:

Confesión.

 

 

 

 

No hay nada frente a mis ojos, solo el color blanco, no soy capaz de distinguir si estoy vivo o muerto. Camino, Camino, no llego a ninguna parte, no escucho nada, no veo nada, yo, me he perdido, ¿Yo? ¿Quién soy? No lo sé, ¿Qué era? ¿Humano? ¿Animal? No lo recuerdo, ¿Si sigo caminando encontraré a alguien o algo? No quiero estar en este lugar, no hay nada ni nadie aquí, ¿Soy… importante para alguien? No lo sé, y si es así ¿Esa persona me estará buscando también? Llevo años caminando, y no llego a ningún lugar, no tengo hambre ni sed, ni sueño, yo… ¿No existo?

-¿Qué es esto? ¿No recuerdas?

-¿Quién eres?

-Vamos, ¿Desde cuándo te volviste tan débil?

-¿Débil? Pero ¿Quién eres…?

-Incluso te olvidaste de mí, que patético.

-¿Dónde estás?

-En tu interior, inútil.

-¿En mi interior? ¿Cómo es eso posible?

-Que idiota, mira que olvidar lo que eres, por un objeto tan patético, has caído muy bajo… Vincent Valentine.

-¿Vincent Valentine? ¿Es ese mi nombre? ¡Dime tu nombre!

-Que le vamos a hacer, te lo diré, pero esta vez, grábalo bien en tu memoria…  Mi nombre es Chaos…

-¿Chaos…?

Un fuerte dolor de cabeza invadió mi mente, haciendo que cayera al suelo, es insoportable, miles… miles de imágenes se manifiestan frente a mí, van demasiado rápido como para distinguirlas, deténganse, no más, alguien… deténganlas…

Todo se volvió negro, abrí lentamente mis ojos, ya no estaba el vacio blanco tan aterrador, ya no podía escuchar la voz de Chaos, ahora estaba en un laboratorio, ahí estaba ella, sentada, sintiendo su barriga donde se encontraba su hijo, sí, era Lucrecia, mi amada Lucrecia, ¿Mi amada Lucrecia? ¿Mía? No, no es así, ella nunca fue mía, ese feto, no es mi hijo tampoco, aun así la amaba, y por eso, no aceptaría que jugaran con la existencia de ese pequeño, ¿Quererlo proteger fue la gota que rebosó el vaso? ¿Fue por eso que obtuve mi castigo? ¿Fue... fue por amarla? Pues no me arrepiento.

La escena frente a mis ojos nuevamente cambió, ahora estaba ahí yo, supongo que mi yo del pasado, frente a mí, estaba ese bastardo engreído, el culpable de todo, Hojo, ¡Ah! Ya recuerdo esto, fue cuando me opuse a la idea de experimentar con el hijo de Lucrecia, y donde ese hombre me asesinó, convirtiéndome en un monstro, introduciendo a Chaos en mí ser, experimentando con mi cadáver, haciendo  que la ira del individuo se desatara, destruyendo todo a su paso, utilizando mi cuerpo.

Recuerdo el sentimiento al ver la escena que había cometido, no la soporté, la idea de lastimar a alguien preciado para mí, no dudé en encerrarme en ese ataúd, la escena cambió, otra vez, fue cuando Cloud y los demás me encontraron, cuando vi por primera vez a Sephiroth, sí que se parecía a mi amada, no obstante él no sabía que ella era su madre.

Otra vez, todo cambió, era un día lluvioso, estaba dentro de un lugar cálido, estaba recostado en una cama, había algo frente a mí, tal vez eso era lo cálido… Kadaj, ya recuerdo este día, fue cuando él se separó de mí,  a pesar de que lo amaba, a pesar de que daría todo por el, nuevamente, no tenía el derecho de elegir con quien estar, nuevamente tendría que tragarme mi soledad entera, sin hacer el más mínimo quejido, estaba bien, no le rogaría, no lo obligaría, no haría nada al respecto, nada.

Ahí estaba Génesis, al parecer se me iba a declarar,  lo interrumpí, mintiendo, ya no quería estar mas solo, si tenía que mentir sobre mis sentimientos, bien lo haría,  esta vez, no dejaría que nadie me arrebatara a mí amante, nadie, sin embargo aunque dije eso, él parecía estar enamorado de otro, ni más ni menos que de Sephiroth, el hijo de mi primer amor, que irónico, aunque, no importaba, no iba a perder ante él.

Ahora era de noche, Génesis estaba a mi lado, y parecíamos estar rodeados, nos dispararon, tomé a Génesis, nos envolvimos en mi capa, les disparé desde dentro, hice caer a unos cuantos, ellos se asustaron y pararon el fuego. Sentí algo cálido en mi pecho, seguido de un insoportable dolor, ¿Cómo es que pasó tan rápido? No lo sabía, mi mente se nubló, mi cuerpo colapsó, escuchaba un vago sonido de una espada blandiéndose hacia algo de hierro, escuchaba los quejidos de una mujer, y los gritos de Génesis, lo siguiente que supe, fue un ridículo dolor, haciendo que deseara estar muerto, no sentí nada más… lo último que escuché fue mi nombre.

Ahora ya lo sabía, ¿Estaba muerto? Ni idea, lo que sabía es que ese fue su ultimo día con conciencia, al final, no pude ser feliz completamente, ni una sola vez, negando la existencia de ese demonio en mi interior hacían peor las cosas, negándome estar entre multitud, conteniendo mi poder y sentimientos, patético, si Chaos tenía razón, era un inútil y patético ser, al menos; si todavía me es posible pedir un último deseo, deseo por una última vez, ver a Kadaj, a mi Kadaj…

-…Cent…

-¿Qué? ¿Quién está ahí?

-Vincent…

-Esa voz… No es posible.

-¿Dime, este fue el resultado de haberte dejado marchar con ese hombre?

-Kadaj… ¿Kadaj?

-Bien sé que me equivoqué, pero, en verdad, estoy tan arrepentido de haberte dicho todo eso.

-No tienes la culpa…

-Si yo hubiese sabido, que esto iba a pasar, yo…

-Pero no lo sabías, no tienes la culpa.

-Yo, realmente te amo, Vincent, tanto que haría lo que fuera por ti, pero… por favor… vuelve conmigo, no me importa si estas con otro, despierta, abre los ojos, dime que ya es muy tarde para retractarme, dime al menos que me odias, pero… ¡Pero déjame escuchar tu voz por última vez!

-Yo también te amo, jamás te odiaría, aun… aun no es tarde.

-De verdad… que soy un tonto… Vincent….                                                                                            

>>Por favor… háblame….

-Kadaj…

 

 

 

>>>>>>>>>>>>>>۞<<<<<<<<<<<<<<

 

                                                                                                                                                             

 

 

-¿Y bien? ¿No me atacarás?  Tal vez no lo sepas, pero en este talismán, tengo la vida, o más bien, el ser du tu lindo amante. –Comentó el azabache emocionado.

-Lo sé muy bien.

-¿Entonces? ¿No te interesa?

-Eso, puede esperar.

-Hay algo más importante ¿eh? ¿Sabes?, si me aburro mucho, puede que destruya este talismán, supongo que sabes qué pasará si lo hago ¿no…? –Comentó el pelinegro mientras acariciaba suavemente su mentón, de forma pensativa.

-Ni se te ocurra, solo atenderé un asunto pendiente con Sephiroth. –Contestó sereno Génesis.

-No es necesario, si él está aquí, no veo el punto de intervenir. –Hablando finalmente Sephiroth.

-Claro que lo hay, aun necesito hablar contigo. –Contestó irritado.

-No tengo nada de qué hablar con ustedes. –Afirmó mientras cerraba lentamente los ojos.

-Bien, te dejaré al pelirrojo, me quedaré con los demás. –Dio media vuelta Lyon mientras le dedicaba una sonrisa picara a Sephiroth.

Mientras que veían marchar al azabache, sus miradas se juntaron nuevamente, la tensión aumentaba, Génesis parecía querer decirle algo pero no sabía cómo, Sephiroth bien sabía lo que éste le quería decir, y aunque se lo lograra decir, ya no daría vuelta atrás, ya no había retorno, solo quedaba completar su cometido o fracasar, pero cualquiera de las dos opciones las tendría que cumplir solo.

-¿Qué era lo que me querías decir? –Preguntó con indiferencia.

-Sephiroth, ¿en verdad deseas esto? Que tú y yo nos enfrentemos.

-Todos parecen muy impactados, ¿No les cabe en la cabeza? No me importa en absoluto.

-Ya lo sé, lo sé muy bien.

>> 
No hay sueños, ningún resto del honor 
La flecha ha salido del arco de la diosa”
 

-Loveless, canto IV. –Agregó divertido Sephiroth.

-Veo que aun lo recuerdas, sin embargo, sé que en verdad tú no deseas esto.

-Seguro de ti mismo, humph, y ¿Por qué crees eso?

-Angeal, me lo dijo, dijo lo que sentías por mí.

-…Hizo algo absurdo, todo hubiese ido bien si seguías en la ignorancia.

-¿A qué te refieres?

-Si nunca hubieras sabido lo que en ese entonces sentía por ti, solo habrías venido por aquel talismán ¿No?

-¡Claro que no! Incluso si me odiaras vendría por ti, una y otra vez, las que hagan falta, puede que tengas razón, una de las razones por las que vine fue por ese talismán, yo no fui capaz de proteger a Vincent, pero, la razón más importante eres tú.

>>Sí, me di cuenta muy tarde, e incluso le mentí a Vincent, pero ya no puedo hacerlo más, no te pudo mentir a ti, ni a mí mismo, la razón por la que estoy aquí eres principalmente tu, tu voz, tu rostro, tu cabello, tu hermosa personalidad, tus finas manos, tu esbelto cuerpo, yo te amo Sephiroth más que a nada en el mundo, más que a nadie en el mundo, daría mi vida por ti, y mucho más, iría a los confines del infierno solo a buscarte a ti, y a nadie más, te amo.

Sus ojos reflejaron sorpresa, incrédulo, y molesto por pensar en que Génesis le había dicho eso pensando que, así él volvería; de verdad que Angeal, había dicho algo innecesario, no importaba ya.

-Claro.

-¡Créeme por favor! Lo digo enserio, te amo, te amo, por favor…

-Basta ya.

Se abalanzó hacia Génesis, éste lo miró con dolor, pero no movió ni un solo musculo, no se defendió ni tampoco atacó, y, antes de llegar a tocar la cabeza de Génesis detuvo su espada.

-¿No piensas atacar?

-No, si hiriéndome, logras perdonarme y creerme, dejaré que lo hagas.

-No necesito eso.

Un fuerte sonido nuevamente interrumpió su conversación, el humo y polvo que brotaba de la tierra, mientras se iba disipando, el suelo lentamente se iba tiñendo de color rojo, se encontraron con dos cuerpos que yacían en este, eran Cloud y Zack,  mientras que Angeal parecía bastante herido deteniendo los ataques del en perfecto estado oponente, Génesis se inclinó con su espada a atacar, pero cuando estaba a punto de hacerlo Sephiroth se interpuso.

-Tu oponente soy yo.

-No te atacaré, déjame ayudarle a Angeal.

-No lograras hacer nada, nuevamente, no serás capaz de proteger a nadie.

-Es mejor que verlos morir.

Sephiroth se quedo de pie, mirando fijamente al pelirrojo quien le dedicó una sonrisa y pasó corriendo por su lado a prestarle ayuda a su compañero, el general solo se limitó a observarlos, de antemano sabía que posiblemente vería las muertes de sus ex-compañeros.

Lyon parecía divertido al ver que el pelirrojo dejó de lado al peli-plata para pelear con él, por alguna razón se sintió importante, aunque bien sabía que ese no era el caso, venía a ayudar al pelinegro que muy pronto iba a colapsar, pero, debía felicitarlo, nadie había durado tanto en enfrentarse a él.

-¿Ya Sephi no quiere jugar contigo?

-No, ahora me puedo concentrar en ti.

-¡Oh! Me halagas –Comentó divertido mientras hacia una leve reverencia hacia él.

Lyon se abalanzó hacia el más débil, Angeal; bien pueden decir que no tiene honor al atacar al más débil, eso no le podría importar menos, ahora mismo, solo le importaba el divertirse y no más. La palma de la mano del azabache se extendió, y unos destellos empezaron a brotar, no era materia, era algo completamente desconocido, aquella luz se dirigió hacia Angeal nuevamente, pero esta vez, Génesis se interpuso, cortando la luz en dos, ésta exploto justo a su lado, haciéndolo gemir de dolor.

-Ups, se me olvidó decirles que, el destello divino explota al hacer contacto con un cuerpo. –Rio inocentemente mientras inclinaba su cabeza en son de disculpa.

-M-Maldito… –Entre suspiros y lamentos fue lo único que atinó a decirle el moreno.

-Angeal, Retrocede, estas muy herido.

-No podrás… tu solo. –Reclamó mientras se ponía nuevamente de pie.

-Tranquilo, estaré bien.

Esta vez, la mirada de odio se dirigió hacia Sephiroth quien se encontraba recostado en uno  de los arboles observando la pelea, el moreno quería golpearlo, necesitaba reaccionar, se puso nuevamente en posición de combate, esta vez, hacia Sephiroth.

-¿Vas enserio? ¿Hewley? Estas mal herido, ¿Acaso te quieres suicidar?

-Calla, Traidor…

-Humph.

Angeal se abalanzó hacia Sephiroth, sus movimientos eran predecibles y lentos, Sephiroth no hacía más que esquivarlos, no le atacaba, había intuido que no habría necesidad de atacarle, solo dejarlo cansarse con sus propios movimientos.

Al tiempo, en efecto sucedió, Angeal colapsó agitado en el suelo no podía mover un solo músculo, su respiración se podía escuchar notoriamente, Sephiroth solo lo miraba con diversión, y volvía a ver la pelea que se estaba desatando enfrente de él.

Lyon, por supuesto iba ganando la pelea, estaba presionando notoriamente al pelirrojo, blandía su espada con una enorme sonrisa en el rostro, mientras que en el rostro de Génesis empezaba a brotar aquel liquido rojo, cubriendo sus hermosos ojos azules, la respiración del comandante cada vez aumentaba, y en su mente pensaba en que, Sephiroth tenía razón, el no podía proteger a nadie, pensar esto lo desconcentro, y su oponente blandió su espada por última vez, decidiendo que ese sería el golpe final, apuntó a su corazón.

-La guerra de las bestias provoque el fin del mundo, la diosa descenderá del cielo.
Con sus alas de luz y oscuridad extendidas, nos guiara hacia la dicha y su don será eterno

 –Génesis decidió que esas serían sus últimas palabras, devolvió una última mirada a su amado, quien lo miraba con indiferencia; lo que causó un profundo dolor en el pecho de Génesis.

Ya había entregado su espíritu ante el oponente, sabía que su vida terminaría en aquel instante, en esa noche fría, cuya luna alumbraría el fin de su existencia. No obstante no sucedió, sintió un líquido cálido en su rostro, y al abrir los ojos se llevó una sorpresa desgarradora.

Notas finales:

¿Y bien? Ajá, Ajá, ¿Qué les pareció? La confesión de Génesis estuvo suelta lo sé, pero es decir, por más que profundizara su amor por Sephiroth de igual forma este no le iba creer ¿O sí?

 

Para los que no entendieron, Vincent está en coma, y pues estaba en una especie de limbo, no recordad nada, y la presencia de Chaos lo ayudó, y ahí fue cuando escuchó los comentarios que le hizo Kadaj mientras estaba de visita en el hospital.

 

Me encanta Chaos :v

 

Gracias por leer, y seguir el fic hasta aquí, Nos leemos en el próximo.

 

¡Saludos!


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