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Un Amanecer junto a ti por Sheshire

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Notas del capitulo:

Hola, hola, ¿Cómo han estado? ¡Primero que nada! ¡Feliz Navidad! Gracias por seguir el fic hasta aquí, no había podido actualizar, debido a que estaba de viaje, y no había internet, pero como había dicho hace mucho tiempo, terminaré el fic, cueste lo que cueste.

 

Les recomiendo leer nuevamente el Fic, a algunos capítulos les agregué un poco de salseo, claro está entre Sephiroth y génesis, el próximo capítulo será el final de un Amanecer junto a ti.

 

Gracias a todas esas personas que dejan sus comentarios: “PorAhoraNoTengoCuenta” Un besote para ti, preciosa; Anónimo: Alias Gerardis; MeGustaElPan mi maría Kristina; Nel Rhapsodos Gracias señorita por tus criticas <3; Sakurai Neko; y LonelyLakel, gracias por comentar mi fic, de veras, Gracias.

 

Sin más, ¡A leer!

Capítulo Décimo:

 

Lluvia de Sangre

 

 

La luna alumbraba en lo alto del cielo, la suave brisa azotaba los verdes y grandes árboles, los sonidos se habían detenido para Cloud, quien yacía en el suelo mirando el cielo, pensando en lo que había ocurrido hace unos minutos, él había sido derrotado en menos de treinta segundos, esto le hacía cuestionar su sostén físico y lo mediocre que era con su entrenamiento junto a Angeal, el cual era interrumpido por su amante quien parecía darse cuenta fácilmente del cansancio que esto le provocaban, en verdad que era estúpido pensar que él le podría hacer frente al mayor SOLDADO de Shin-ra Sephiroth, sin embargo Cloud, no parecía darse cuenta que su amante también había sido despachado en un santiamén, aun no había visto el cuerpo colapsado del moreno, quien estaba justo a su lado.

Incluso si quería voltear a mirarlo, el dolor abarcaba su mente y su cuerpo, haciendo casi imposible realizar cualquier tarea, mientras se lamentaba y reconocía lo patético que era, por otra parte, Zack se hacia un camino hacia él, luchando con gran determinación contra el dolor.

Los cortes de Lyon siempre eran de igual forma, bellos y limpios, al tiempo que impredecibles e imparables, al menos para ellos, pues, no sabían si cuando Sephiroth se llegara a enfrentar contra él resultara de igual forma, después de todo, era Sephiroth.

Al llegar al cuerpo de su amando se encontró aliviado al ver que aun seguía vivo y consciente, la felicidad se apoderó de la mente del moreno y con la fuerza que aún le quedaba, se alzó sobre Cloud y depositó un largo y profundo beso en los labios del rubio, haciendo que este se sorprendiera pero de igual forma correspondiera.

No obstante quería alejar a su amante lo más lejos posible de ese hombre, no quería pensarlo, pero, si Génesis o Angeal cayeran, el en verdad temía que se abalanzara sobre ellos, haciéndolo presenciar la muerte de la persona que más amaba en el mundo, eso le aterraba por completo, pero las últimas fuerzas que habían en él, las había gastado en ese ridículo beso, que en su tiempo había disfrutado como agua en el desierto, pero que ahora le parecía estúpido haberlas gastado en eso y no en intentar alejar al Cloud del alcance de ese hombre, aunque si te pones a pensarlo detenidamente, realmente no habrían llegado lejos en el actual estado en que se encontraban ambos, así que ahora le parecía más sensata la idea de estar recostado en el pecho de su mantén manteniéndolo cerca  de él, para así poder al menos hacer algo si llegase a ocurrir lo que el mas temía.

-Z-Zack… -habló Cloud, entre suspiros, con la respiración entrecortada.

-¿Dime…? –respondió el mayor suspirando, sonando como un susurro.

-Pesas… demasiado. –intentando bajar la tensión, Cloud intentó bromear, formando una sonrisa en sus labios.

-He, he, perdóname… pero, no me puedo mover. –Pese a que Zack había entendido perfectamente la broma, sabía que el poner peso al cuerpo herido de Cloud, era contraproducente, así que su voz involuntariamente estaba llena de culpa.

-Sólo, bromeaba… amo tenerte cerca mío.

-Lástima que sea en estas condiciones, pero a mí también me encanta tenerte abajo mío –Comentó entre sonrisas y suspiros de dolor.

-Tonto. –Cloud Sonrió avergonzado, posando su dedo índice y corazón en los labios de Zack, quien en respuesta le depositó un beso a éstos; haciendo que Cloud los regresara a sus labios y los besara también. –Te amo.

-Igual yo… mi Cloud.

 

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El vasto e interminable espacio blanco donde se encontraba, no parecía tener final, luego de escuchar las tristes palabras de Kadaj, se había determinado a salir de ahí, pero la incógnita  naciente de la nublada mente del azabache era, ¿Cómo? Incluso si no era posible lo intentaría, tenía que hablar con su amado peli-platinado; en verdad que moría de ganas de besarlo y abrazarlo, pero en ese lugar desconocido no podía lograrlo.

Aun no saciaba la incógnita de si estaba vivo o muerto, sin embargo esto no parecía importarle en lo absoluto, Vincent parecía estar completamente aferrado a la idea de besarlo, así sea desde el mas allá.

-Qué lugar tan agotador. –Comentó mirando a su alrededor.

-Ni que lo digas. –Comentó la gruesa voz de Chaos, desde el interior de Vincent.

-Pensé que ya no querías hablar conmigo.

-Pues pensaste mal, Valentine, solo deje de hacerlo para darle paso a tus recuerdos y para hacerte llegar la voz de ese mocoso.

-¿Por qué me ayudas?

-¿Ayudarte? Me estoy ayudando a mismo, no quiero pasar el resto de mi vida en la conciencia inexistente de un hombre cuyo propósito en la vida en completamente nulo.

-Claro que tengo un propósito, y es el mantenerte encerrado y atado. Y aunque logremos salir de aquí, seguirás estando prisionero en mi conciencia.

-Mi querido Vincent, cuan inocente e ingenuo puedes llegar a ser, ¿En verdad crees que ti, Vincent Valentine, perdedor y fracasado, incompetente e inútil, me podrás mantener cautivo? No seas insolente mocoso, y más bien agradece que puedas utilizar mi poder.

-Si es verdad todo lo que dices, ¿Por qué aun no escapas?

-Mi poder fue reducido por aquel bastardo, el científico estúpido que asesinó a esa mujer y me introdujo en ti.

-Solo son excusas.

-Sigue pensándolo, disfrutaré arrebatarte lo más preciado para ti con tu cuerpo, mientras tú miras desde la perspectiva en la que me encuentro yo ahora.

-No sucederá, Chaos.

La fuerte carcajada de éste se escuchaba en eco en la cabeza de Vincent, quien en un intento inútil, lo ignoraba, tratando de concentrarse en buscar una forma de volver a la realidad, para así, poder tomar nuevamente las riendas de su vida y manejar mejor sus sentimientos, dejar de titubear y negarse a sí mismo.

Pero parece que el camino de enfocarse era largo, y lo parecía que la respuesta fuera tan sencilla como esperaba, pero estaba dispuesto a luchar, por Kadaj, por Génesis y por él mismo, debería indagar en lo más profundo de sus vastos conocimientos; debido a tantos años que ha vivido los ha adquirido, si bien se sabe que la mitad de estos años fueron enmarcados en aquel ataúd en la mansión Shin-ra, eso no le quitaba los años que había trabajad como turco, y lo que había aprendido al escuchar a Lucrecia. A pesar de nunca había escuchado hablar de un estado de trance en donde su conciencia estuviera activa mientras su cuerpo no.

-un momento... ¿Estoy... En coma?

-¿Y hasta ahora te das cuenta? Vaya idiota.

-No lo mencionaste incluso cuando lo sabías.

-Sé muy bien todo lo que le pasa a tu cuerpo, absolutamente todo Valentine, incluso esas descargas eléctricas que despiertan en tu entrepierna cuando piensas en ese mocoso peli-platinado.

-Silencio.

-Aunque... En verdad se siente bien... Y me sorprenden los pensamientos lascivos que puedes llegar a tener.

-Silencio...

-Quien iba a pensar que un chico tan reservado como tú, llegaría a ser tan depravado y salvaje al pensar en sexo.

-¡Que te calles!

-Ha,ha ¿Que sucede Vincent Valentine? ¿Te molesta escuchar la verdad? ¿O acaso te molesta el saber que yo también siento lo que tú sientes? Respecto al placer y el dolor claro, no entiendo esas ridiculeces como el amor y eso.

-Cállate.

-Pides que me calle, pero bien sabes que mis palabras son verdaderas; no podrás ocultar lo que sientes ante mí, eres un libro abierto de par en par para mi, pues a diferencia de los ignorantes humanos el que una raza como ustedes sea “reservado" no presenta ninguna dificultad para mí.

-¿Y? Eso no me concierne, hoy estás muy hablador.

-En verdad que no eres para nada inteligente.

-Pensé  que yo era un libro abierto hacia ti, sé muy bien que me estas ofreciendo tus “habilidades" para lo que sea que sirva.

-¿Y bien? ¿No estás interesado?

-¿Que ganas tu al brindar me tu habilidad?

-Humph, el sello se irá debilitando entre más la uses, después de todo estás permitiéndome salir poco a poco.

-No la usaré, pero “gracias" por la invitación.

-... Es tu decisión, algún día la necesitarás.

Concluyendo así la conversación Vincent continuó su camino sin rumbo, para llegar a ningún lugar en específico y así poder delirar alguna situación en la que él podría escapar de aquel lugar, si así pude llamarlo, sin embargo la esperanza que yacía en su corazón tras escuchar las palabras de Kadaj se desvanecía lentamente, haciendo que sus sentidos agotaran en aquel lugar donde el cansancio es nulo completamente, era como estar muerto en vida, sin poder sentir nada, ni siquiera la suave sensación del viento contra sus poros, ni siquiera poder escuchar el sonido de sus pisadas, sin poder sentir los latidos de su corazón, el no sentir desgaste físico era agotador incluso en su ironía, no poder ver más allá del color blanco, e incluso no poder saber el norte, sur, este u oeste, no poder escuchar, sentir, percibir u oler nada, era abrumador; hacían que el azabache pensara en rendirse, pero al recordar por quienes luchaba contra el agotamiento mental en el cual se envolvían sus sentidos, recuperaba la fortaleza para seguir avanzando en una lucha interminable por descubrir una salida; pues Vincent no sabía que sus intensiones eran imposibles, por más que su fuerza de voluntad tomará el control de sus pensamientos nuevamente, su alma no regresaría a su cuerpo, después de todo, está muy lejos de él.

 

 

 

Los estruendos que se estaban desatando no muy lejos del lugar en que se encontraba en ese momento, le ponían lo nervios de punta, agitando sus dedos sobre la pasta de arriba de los controles de mando, la mirada de preocupación se dibujaba en su rostro, y frunciéndole el ceño a su impotencia, hablaba en voz baja, casi a murmullos incomprensibles, se podía percibir que era una especie de plegaria, tal vez, estaba repitiendo una frase de esperanza para sí mismo, y así poderse convencer que su amante volvería sano y salvo, que le diría que todo había salido bien, y le regalaría un beso en los labios además de un abrazo, tal vez, en el pelirrojo había un mal presentimiento que invadía de incertidumbre su ser, las ganas de correr hacia el lugar donde se encontraba Angeal corría por sus venas, a través  de su sangre, moviendo sus piernas casi como si tuvieran vida propia, pero al salir unos cuantos metros más allá del helicóptero, se detuvo de golpe, recordando la promesa que hacía unos minutos atrás había hecho con Angeal.

-Reno, tengo un favor que pedirte.

-Si es que me quede aquí a esperar tu muerte, ni loco.

-Escúchame atentamente, según Génesis además de Sephiroth se encuentra otro oponente, hay una gran posibilidad de que sea igual de fuerte a Sephiroth, incluso más; es decir, puede que no volvamos.

-¡Por eso mismo! ¡¿Crees que me sentaré a esperar a que tú...?! A que tú, mueras...

-No estoy diciendo, que es una misión imposible, pero puede que llegamos sumamente heridos, y sólo te tenemos a ti para pilotear el helicóptero, si te llegan a herir, dime ¿Quien va a conducirnos de vuelta a casa?

-pero yo... No quiero perderte.

-igual que yo, jamás me perdonaría si te pasara algo, te amo reno, y por esto mismo quiero que me prometas que pase lo que pase, nos esperaras en este lugar, y que cuando vuelva me regalaras un beso.

-...Yo... Yo... Te amo, y por eso, te lo prometo, por favor, vuelve, ¡No, tienes que volver Angeal Hewley, no te perdonaré si no vuelves! ¡Y en una pieza! ¿Eh? ¿Te quedó claro?

-Humph, Como ordenes -dijo mientras fundía sus labios contra los del menor, rosando con su lengua sus labios, pidiendo permiso para entrar, y, los labios del pelirrojo por acto reflejo se abrieron, la lengua juguetona de Angeal, entraba y salía, recorriendo cada centímetro, degustando cada sabor y jugueteando libremente con la lengua de Reno, la cual bailaba al son del compás con la dominante. Tras romper su vínculo un  abrazo fuerte y largo fue la última caricia de entre los dos, y susurrando hacia su amante Reno imploró.

-Cuídate, por favor... Te amo.

-lo haré, no te preocupes, todo saldrá bien, tu también debes cuidarte; Te amo mucho, mi Reno.

-Jeje, ve no tienes tiempo que perder. -dijo sonriendo mientras le daba unas pequeñas palmaditas al trasero del moreno.

-¿Me estás provocando? -dijo mientras caminaba hacia su destino dándole la espalda al camino y mirando al pelirrojo, con una amplia sonrisa en el rostro.

-tal vez...

 

 

 

>>>>>>>>>>>>>>۞<<<<<<<<<<<<<<

 

 

Las primeras gotas empezaban a caer del ahora nublado cielo, tomando fuerza rápidamente golpeaban el suelo con fuerza, la briza también aumentaba, haciendo sonar las hojas de los arboles como un estruendo, bajo sus pies, gracias a la lluvia había un enorme charco de sangre, y frente a él, se arremolinaban las finas hebras de cabello platinado que tanto amaba ver, al mirar a su espalda podía ver la espada de Lyon, atravesando a Sephiroth, como si de una hoja de papel se tratara; el miedo y pánico se apoderaron de sus sentidos, sus piernas empezaron a temblar y desfallecer, al igual que sus brazos, sus ojos ardían con fervor, y su garganta era un nudo de dolor, y con un hilo de voz, entrecortada logró atinar.

-Se…phi…roth, ¿Por… qué? –pronuncio lentamente Génesis, intentando contener las lagrimas que se le escurrían por los ojos.

-Estoy… bien, sólo, aléjate. –Dijo entrecortado, mientras sacaba la espada de su pecho.

-N-No, ¡No!

-Te dije… ¡Aléjate! –Tomando a Génesis por el rostro, y lanzándolo con fuerza lejos de ellos, estampándolo contra uno de los arboles, mientras Génesis estaba aturdido por el golpe, aprovechó a enfrentar a Lyon, quien lo miraba con diversión.

-Vaya, vaya, ¿Quién diría que sucedería tan rápido?

-Así que te lo esperabas… ¿Eh?

-Te veo bastante bien para haber sido apuñalado por mi espada, no se esperaba menos de ti, Sephiroth.

-Déjate de halagos.

Abalanzando su espada hacia Lyon, quien parecía detenerla con facilidad, pese a tener una herida de tan magnitud, Sephiroth no perdía su elegancia al combatir, la rapidez seguía siendo la misma, pero se podía apreciar a simple vista que estaba perdiendo demasiada sangre, la lluvia solo estorbaba los movimientos del general, quien parecía respirar con dificultad, los ataques de Lyon se hacían más rápidos y constantes haciendo retroceder a Sephiroth; Quien mantenía su postura altiva y serena, intentando atacar con normalidad, pero, debido a la gravedad de la herida que cada vez se abría más, sus movimientos eran predecibles y lentos, pero tenían la fuerza necesaria para hacer retroceder un poco al azabache.

 

Por otro lado, Génesis estaba recostado en el suelo, levantando su pecho con una de sus manos, mientras con la otra se tocaba la cabeza, los sonidos que podía percibir, los escuchaba lejanos debido al aturdimiento, y a pesar de que su mente estaba a punto de colapsar, aun tenía la cordura de saber que no debía desmayarse, no sin ayudar a Sephiroth, que probablemente si el caía, moriría.  Así que levantándose un poco, logró sentarse recostando su espalda contra el árbol, que estaba atrás de él; mirando con intranquilidad, forzaba su vista a distinguir que sucedía, cuando la neblina que se posaba en su iris se marchó, puedo divisar a Sephiroth en el suelo, apoyado en sus codos, intentando ponerse de pie nuevamente, mientras que el azabache alzaba a su espada para así dar el corte final.

-¡Noooo! –Gritó Génesis con las últimas fuerzas que reposaban en él, atrayendo la atención de Lyon.

-Humph, ¿Él… es importante para ti, Seph? Bueno, es obvio que lo es, para que recibas una estocada abiertamente debe serlo ¿No….?

-Detente…

-¿Esperas que lo haga? Quiero ver tu cara de desesperación.

-No lo hagas… Por favor.

-¿Hoh? ¿Por favor? Ese no eres tú, Seph, ahora me dieron ganas de ver tu ira, dolor e impotencia. –Sonreía maliciosamente.

El azabache caminaba lentamente hacia Génesis, quien sabía que solo había prologando más  el sufrimiento de Sephiroth, ya no podía ver el futuro que anheló con aquel sueño en el pastizal de trigo, no podía divisar ningún futuro ya, sentía el no haberse dado cuenta de los sentimientos de Sephiroth a tiempo, sentía el no poder haber salvado a Vincent, ni a los demás que habían venido con él, en lo más profundo de su ser, quería morir junto a Sephiroth.

Con las últimas fuerzas que le quedaban se levanto hacia Sephiroth, y lo ayudó a incorporarse, mientras que Lyon estaba distraído yendo hacia Génesis, Angeal se había hecho camino hacia Sephiroth, quien al ver las intensiones del moreno se incorporó rápidamente, y en un ataque conjunto por la espalda intentaron ponerle fin a Lyon, quien se percato rápidamente y los detuvo.

-Buen intento pero, les falt~ -Lyon paró de hablar, y un hilo de sangre cayó desde sus labios, y su mirada se fijó hacia su pecho.

La espada de Génesis estaba atravesando a Lyon, justamente como él había hecho con Sephiroth unos minutos atrás, mientras que Angeal y Sephiroth caían nuevamente al suelo, Génesis respiraba con dificultad, temiendo que aun pudiera moverse, y así lo hiso, sacó rápidamente la espada de Génesis, y cortó rápidamente a Sephiroth, quien no dejó escuchar ni un solo quejido, solo compuso una mueca de dolor, y colapso en el suelo, sin siquiera perder la conciencia.

Cuando Lyon quiso abalanzarse hacia Angeal, Zack y Cloud intervinieron, haciendo dos cortes en forma de esquís, en conjunto, Lyon cayó de rodillas al suelo, y una voz femenina invadió el silencio.

-¡Señor Lyon! –Cassie, gritó mientras corría hacia él. –Todo está listo para partir señor.

-V-vámonos. –Cargándolo apoyado en sus hombros se perdieron entre los árboles, mientras que Zack hiso un amague para perseguirlo fue detenido por Angeal, quien se percató del estado de Sephiroth. Génesis corrió hacia Sephiroth, mientras que este miraba hacia el cielo, de forma serena y pensativa.

-Sephiroth, te pondrás bien, ya Angeal y los demás fueron en busca de Reno para traer los primeros auxilios.

-Sé realista Gén...

-¿Qué quieres decir con eso? –Se aferraba de la mano de Sephiroth, mientras lo cargaba con delicadeza sobre sus piernas.

-Lo que es, no sobreviviré…

-Calla, eres Sephiroth, si lo harás.

-Al final… No te pude hacer Feliz…

-¿Qué? Claro que lo hiciste.

-No… te pude… devolver… a ese sujeto…

-Eso ahora no importa…

-¿Así que… me amas…?

-Sí, te amo, como a nadie en este mundo.

Dijo mientras depositaba un beso, lleno de angustia y desesperación, mientras que Sephiroth solo sonreía y, mientras sus ojos se cerraban lentamente pudo afirmar…

-Gra…cias… te… amo…

-Y yo a ti…

>>¿Sephiroth? Hey, esto no es gracioso, ¿Sephiroth? Por favor abre los ojos…

>>Sephiroth… ¡¿Sephiroth?! ¡Angeal! ¡Angeal! Ayúdame… por favor… no permitas que muera…

Derramando por fin las lágrimas contenidas que había guardado desde que se sintió traicionado por la persona que más amaba salieron a flote, y, dándose cuenta de la verdadera intensión tras la traición de Sephiroth, era recuperar el talismán, lo cual  él pensaba que trayendo devuelta a Vincent le haría feliz, sin embargo no tenía que dar su vida por ello, Sephiroth solo quería la felicidad de Génesis, y en su afán, sus planes salieron fatal, las gotas de lluvia caían sobre ellos, dejando bajo sí, un enorme charco de sangre, que escurría de el pecho del peli-platinado, quien parecía plácidamente dormido en las piernas de Génesis; a su vez, el nudo en la garganta del pelirrojo se hacía cada vez más doloroso, sus lagrimas se confundían con las gotas de lluvia, pero para él, la lluvia no le refrescaba, para él era la lluvia de sangre de su amado, quien yacía en sus brazos.

Notas finales:

Bueno ya saben, espero sus comentarios, y nada de veras gracias por seguir el fic hasta este punto, me la he pasado de maravilla escribiéndolo, y leyendo sus comentarios, al terminar éste puede que comience uno de Cloud x Zack, como pareja principal ¿Que les parece? 

 

Bueno pues nada, les confieso que escribiendo la última parte a mi también se me hizo un nudo en la garganta.

 

Nada nos leemos en el próximo capitulo, besos

 

¡Saludos!


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