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Un Amanecer junto a ti por Sheshire

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Notas del capitulo:

Hola jóvenes, creo que ya se me pasó el lag :v ando súper ocupada, no he podido leer mis fics :c pero aquí les traigo un sensual capitulo lleno de recuerdos y emociones, prepárense para lo que viene(¿? Hee~hee Sin más, disfrútenlo

 

¡A leer!

Capítulo Octavo:

 

Oportunidad

 

 

La oscuridad abarcaba toda la habitación, el peli-plata estaba sentado de frente al azabache, el silencio reinaba entre los dos, la tención se podía cortar con cuchillo, los dos se miraban fijamente, no había palabra alguna, parecían estar valorando los pro y los contra a toda velocidad, un paso en falso sería fatal, de igual forma para los dos, para el azabache eran indescifrables los planes del general, incluso era una sorpresa completamente el que éste haya venido hablar en son de “cooperación mutua” es decir, ¿Por qué Sephiroth querría trabajar con él? ¿Era tan incansable su objetivo? Aun intentando razonar detenidamente, era incapaz de saberlo, a pesar de ser un frio calculador, esta vez, había pasado algo fuera de lo común, ¿En verdad podía confiar en él? No, ni pensarlo, lo mejor sería suponer que tenía intenciones dobles.

-¿Y bien? –Preguntó el menor sereno y frívolo, con una mirada calculadora en su rostro.

-Lo que dije, deseo que cooperes conmigo.

-¿Para qué?

 -Estoy… un tanto cansado de que mi existencia se base en solo servir a esa corporación, mis recuerdos, mi vida e incluso mi existencia misma se vio afectada por ellos; si trabajando junto a ti, me logro deshacer de esas basuras… estaré dispuesto a trabajar junto a ti, sin embargo sabrás que una vez hecho mi cometido, tu también serás escoria ¿No? No soy ni tu aliado ni tu enemigo por ahora, pero tú me puedes proveer información y demás cosas… ¿Qué opinas?

 ¿Era idiota? Una estúpida proposición, en lo que a él respecta, eso no le conviene en absoluto, es más todo lo contrario, ¿Por que aceptaría tal cosa?

-¿Qué gano yo?

-Bien, supongo que esto te parecerá divertido… estoy dispuesto en ayudarte sin pretextos en, lo que sea que hagas…

Otra vez, no había previsto eso, ¿En verdad? Este sujeto era sumamente extraño, pero fascinante a la vez, si su corazón no le perteneciera a Elizabeth, de pronto… -Soltó una pequeña risa, que iba aumentando a una fuerte carcajada.

-Así que… básicamente te tengo que ayudar y ¿te tendré completamente a mis servicios? –Al acentuar tanto la última frase, Sephiroth pareció incomodo y frunció el seño en son de molestia, haciendo que el azabache soltara una risa contenida, incluso en su confusión, se divertía.

-Básicamente si… -A pesar de que su orgullo le dictaba que despedazara a ese individuo por siquiera en hacerle esa pequeña broma, se contuvo y respiró profundo, no se podía dejar provocar, no si quería que su cometido fuera impecable.

-Bien, acepto.

-Bien.

 

-Entonces Sephiroth… ¿En qué te puedo ayudar? –Preguntó divertido.

-Por ahora, centrémonos en ti.

-Humph.

Ahora recordaba, que antes de entrar a esa habitación a atender a su invitado de honor, había hablado con la joven  de cabellos dorados quien le servía, algo en esa conversación le había llamado la atención, algo que, quizá Sephiroth podría contestarle a su interrogante.

-En… en el combate anterior, un pelirrojo se interpuso en el camino, según dice mi sirviente, parecía estar muy interesado en Valentine. –Afirmó mirando fijamente al general quien yacía frente a él.

-Sí, eso parece.

-¿Sabes… por qué?

-Según sé, esos dos… son amantes. –Dudó al decir esas palabras, y su mirada se fijó por un instante en el suelo.

-Mmm… ¿Y, tienes algo que ver ahí?

-¿Algo que ver? En absoluto, mi relación con él, se desvaneció desde el momento en que decidí mostrarme ante ustedes.

-¿Ante él? Solo te pregunté sobre ellos, no alguien en específico. –Agregó divertido.

-Sobre ese sujeto, Valentine… No sé quién es, y realmente, no me interesa. –contestó indiferente.

-Entonces ¿Tu relación es… era, con el pelirrojo?

-Éramos compañeros.

-Ya veo.

-Aun no me dices tú objetivo.

-¡Oh! ¡Es cierto! ¡Lo había olvidado! –Posando una de sus manos en sus labios, rió inocentemente.

>>Bien, te contaré…

>>Hace unos cuantos años en mi ciudad natal, lejos de estas tierras, una catástrofe pequeña y desconocida en otras partes del mundo sucedió, en ese entonces yo era un joven normal,  sin ningún propósito en realidad, vivía la vida por vivirla, perdiendo la noción de mi existencia, mi único propósito era el mantenerme con vida, no había nada ni nadie de que preocuparme; pero un día, cierta corporación empezó una caza, de, “Ejemplares” para bien o para mal, ahí estaba yo, sin nadie que me protegiera, o al menos quisiera hacerlo, mis padres al ver que su vida corría peligro me entregaron a ellos, sin poner ni un poco de resistencia, solo les faltó decir “Aquí tienen, se lo encargo” –Rió inocentemente, nuevamente.

>>No pudo importarme menos su comportamiento; al parecer el objetivo de la corporación era crear, el humano perfecto, sin embargo, la mayoría de sus preciados ejemplares fallecían uno a uno, al intentar introducir en sus cuerpos, aquella sustancia nociva que podría ser la clave para su cometido; incluso a mi me llegó el momento ¿Sabes? Un dolor increíblemente fuerte recorría mi cuerpo, haciéndome pensar que, incluso esa pútrida casa donde solía vivir, era mejor que eso; impotente y con ira, quería mandar todo a la mierda; a mis padres, a esos científicos que me veían agonizando, a esas basura de personas que solía encontrarme en mi ciudad natal, mi vida, todo; no obstante, fui uno de los pocos que sobrevivieron a la primera dosis, Para mi suerte ¿No?

>>Para hacer un resumen, mi juventud fue un infierno completo; con una excepción, en ese lugar, había alguien igual que yo, había logrado superar todas las dosis, aun así, había algo diferente en ella… ella, era radiante, a pesar de lo mucho que sufría siempre respondía con una sonrisa, pese al duro entrenamiento, y los maltratos que recibía, siempre les agradecía. No lograba comprender su comportamiento e, intentando llegar a hacerlo, la observé de muy cerca, sin pensarlo, me iba volviendo adicto a su sonrisa, a su voz y cálida risa, a sus hermosos cabellos castaños y sus ojos azules como el mar; ella al enterarse de mi presencia, y conociéndome más a fondo, también correspondió mis sentimientos, y ese infierno lentamente se iba convirtiendo en una hermoso y amplio pastizal, que ella y yo recorríamos; mi forma de pensar había cambiado, ya no pensaba en que el dolor que sentía físicamente era mi perdición, ahora, era una prueba de que realmente estaba viviendo junto a ella; no obstante, esa felicidad se quebró, se quebró en mil pedazos, irreparablemente, ellos, me la habían arrebatado, poniendo una estúpida excusa, diciendo que, al obtener tan buena respuesta de su ya frágil cuerpo, cambiarían de droga, lo sabía, sabía que ella no lo soportaría, mi mente se nubló, mi cuerpo se estremeció, y sin llegar a pensar con cabeza fría, la llevé lejos de ahí… grave error, al poco tiempo nos encontraron, nos acorralaron y, al ver que yo fui quien la incito a dejar el lugar, apuntaron sus armas hacia mí, no pude evitar sonreír en ese momento, la única cosa buena que había vivido hasta ese momento, era conocerla a ella, no me arrepentía de nada, tal vez, en lo único que me arrepentía era en dejarla atrás…

>>Sin embargo, pese al haber escuchado los disparos, al haber aceptado mi muerte y al haberme despedido de ella, mi vida no terminó allí, estupefacto y temiendo lo peor abrí lentamente mis ojos, viendo la escena que me marcaría de por vida, frente a mí, estaba ella, la suave brisa azotaba sus cabellos, mientras que el amanecer salía a flote, y la luz dorada comenzaba a brotar, el color rojo invadió mi mente, y mi cuerpo, ella había utilizado su cuerpo como escudo, alguien por primera vez me había protegido, hubiese sido mejor el jamás desear que alguien hiciera eso, y menos a consta de su vida, mi cuerpo despertó al instante, y atrapándola antes de que cayese al suelo, la atrapé en mis brazos, viendo así las últimas gotas de su vida.

>>La corporación logró su objetivo, mi cuerpo reaccionó, disfruté el despedazarlos, arrebatándoles lo que más querían frente a sus ojos, extinguiendo hasta el más mínimo aliento de su existencia, aunque, incluso haciendo eso, no logre superar mi tristeza, y, ahí es donde va mi punto; la deseo ver otra vez, y hacer todo lo que no pudimos hacer mientras que ella vivía, así que buscando en los nauseabundos laboratorios de esos sujetos, encontré un libro, era la respuesta, la forma de cómo revivir a un humano, y así lo estoy haciendo, para ello necesitaba el alma de Vincent Valentine, y el de muchas personas más, además de una sustancia, que irónicamente fue por la que precisamente huimos, Irónico ¿no?

-¿Sabes si va a funcionar? –Finalmente hablando, Sephiroth preguntó atento.

-No lo sé… pero, no importa, lo debo intentar.

 

 

>>>>>>>>>>>>>>۞<<<<<<<<<<<<<<

 

 

 

Caminando por el vasto y oscuro bosque, pequeños diluvios de luz  desprendían las pequeñas luciérnagas haciendo lucir una hermosa vista, el olor a humedad hacía más placentera su estancia allí, de no ser por lo que estaban seguros de lo que sucedería más adelante, lo disfrutarían detenidamente; posiblemente se tendrían que enfrentar ante Sephiroth,  no obstante eso ya no importaba, no podrían retractarse, aunque no quería hacerlo tampoco, si fuera por él, hubiese venido solo si así lo dictara la ocasión, para su suerte, sus compañeros lo siguieron en su descabellada idea, deseando lo mismo que él, no con la misma necesidad, pero lo hacían.

Aun no podía perdonarse, la culpa aun lo consumía y desgastaba, es por eso que había venido, para expiar sus pecados, no, no era eso, el comandante ya se había dado cuenta de que el también sentía algo por Sephiroth, el venía a traer de vuelta a su amado, si aun lo podía llamar así. A unos pocos pasos de donde había aterrizado en helicóptero dejando a Reno a su cargo, se encontraba la mansión, se veía tétrica desde fuera, parecía más un castillo que una mansión, con sus techos empinados, paredes de un hermoso ladrillo gris, que mostraba pequeños brillos a la luz de la luna que aun no lograba posarse en lo alto del cielo, sus puertas altas y de aspecto resistentes, hacían pensar a Zack que sería aun mas difícil de lo que creían, no obstante, no desaceleraron ni un solo paso, al estar frente a la gran puerta, se dieron cuenta de que esta se abría lentamente, dejando salir un chillido estremecedor.

Al mirar detenidamente en el interior, se veía perfectamente la cabellara lacia y platinada del general, la cual, al estar ya fuera, se ondeaba con la brisa, moviendo de igual forma los innumerables arboles a su alrededor, una cara de inseguridad se instaló en el rostro de Génesis, haciendo sonreír nuevamente a Sephiroth.

Angeal parecía molesto por la actitud de su ex-compañero, no toleraba que tratara de esa forma a su “supuesto amor” cada vez, la idea de alguna segunda intención que tenía el general al haberlos traicionado se iba desvaneciendo, tal vez, el poder que tenia se le había subido a la cabeza y acabó en corromper su corazón y pensamientos, frunciendo el ceño se iba acercando lentamente al peli-plata, quien no parecía prestarle mayor importancia.

-¿Por qué nos traicionaste, Sephiroth? –Preguntó sereno pero a la vez irritado.

-¿Se tomaron la molestia de venir hasta aquí para hacerme esa estúpida pregunta? –Comentó divertido mientras agitaba su mano llamando a Masamune.

Zack y Cloud se pusieron en posición de combate, mientras miraban de forma irritada al general, quien les devolvía una mirada divertida, mientras que la ira iba aumentando en Angeal, Génesis parecía aun más decaído que cuando habían llegado, Sephiroth estaba frente a él, y no tenía idea de cómo traerlo de vuelta a sus brazos, aunque, tal vez, el ya no tenía ese derecho.

-Sephiroth… yo… Lo siento. –Comentó el pelirrojo  casi con la voz fracturada.

-¿Lo sientes? –Una pequeña risa salió de sus labios, aumentando notoriamente por el eco que hacía en el bosque.

>>¿Qué sientes? ¿Que seas tan inútil de no poder proteger a ese hombre? O tal vez ¿De que ni siquiera pudiste protegerte a ti mismo? –Las palabras de Sephiroth clavaban fuertemente en el pecho del comandante, mientras que hacían hervir la sangre de sus otros tres acompañantes.

-No ser capaz de protegerte a ti. –Afirmó mientras levantaba la mirada con determinación.

-¿A… mí? ¿Dices? ¿A mí?  Humph, ¿Qué te hace pensar que necesito de tu protección?

-El hecho de que estés frente a nosotros como tus enemigos, eso demuestra que te has perdido.

-No me he perdido, he decidido hacerlo.

-¿Por qué?

-Lo sabrás…

Abalanzando su espada a Génesis, se reía eufóricamente, mientras que el pelirrojo no puedo ser capaza de mover ni un solo músculo, haciendo que Cloud lograra detener a duras penas el ataque de Sephiroth, atrayendo la atención de éste, y con un rápido movimiento con Masamune, lo lanzó lejos, causando un gran impacto de su cuerpo contra el suelo, arrancando la hierba a su paso; Angeal aprovechando la guardia baja del traidor, se abalanzó con una espada estándar de SOLDADO, raramente utilizaba la Buster Sword, pero intuía que tarde o temprano la tendría que usar.

-Otra de tus lindas espadas de juguete ¿no? ¿Hewley? –Comentó divertido Sephiroth mientras el cruce de sus espadas se detenía, haciendo fruncir el ceño al moreno.

En el minúsculo segundo en que despegó su espada de la de Angeal, fue atacado por otro individuo desde atrás, deteniéndolo fácilmente, por supuesto; se trataba de Zack, quien lo miraba con profundo odio, lo cual divirtió más al ángel de una sola ala, Sephiroth se mostraba relajado, incluso siendo atacado por sus ahora enemigos  a la vez, no parecía ponerle mucha dificultad, al tiempo que, Génesis se daba cuenta de que no podría convencer a Sephiroth por las buenas, se regañó internamente, e hizo un roce de su mano hacia su espada cerrando los ojos mientras lo hacía,  las runas, que se lograban mostrar por la luz de la luna, adquirieron un brillo propio, esto era el indicador de que el pelirrojo se había puesto serio, y frunciendo el ceño se abalanzó contra el peli-platinado, dando rápidos y constantes sus movimientos, haciendo por fin retroceder a Sephiroth, logrando hacer que este también aumentara la presión.

La batalla se prologaba, y los espectadores no podían intervenir, impotentes se limitaban a solo observarla, mientras que, otra presencia se acercaba lentamente del mismo lugar de donde había salido Sephiroth hace unos minutos atrás, un fuerte sonido atrajo la atención de los que estaban batallando uno a uno, y un grito desesperado abarco el momento.

-¡Cloud! –Gritó Zack mientras corría hacia donde había caído su amante.

El rubio se encontraba en el suelo, de su cabeza brotaba sangre a montón, y se estaba agarrando uno de sus brazos, reflejando profundo dolor. –La cara de preocupación invadía el rostro de Zack. Mientras intentaba atender al herido, la misma presencia que le había atacado a Cloud, se había situado justo al atrás de él.

Cogiendo a su amante en brazos a penas y pudo esquivar el ataque del azabache, que ahora perfectamente se le podía ver el rostro.

-No era necesario que vinieras… Lyon. –Comentó molesto Sephiroth.

-¿Querías que te dejara a estos lindos chicos solos para ti? Ni pensarlo, hace mucho tiempo no destripo  alguien. –Sus ojos empezaron tornase carmesí mientras entre lamia su labio inferior.

-Tch. –Una pequeña e inaudible queja salió de los labios del general, llamando la atención de Génesis quien se encontraba justo a su lado.

-¡Oh! ¡¿Tú eras el pelirrojo que estaba con Vincent?! ¿No? –Agregó emocionado el azabache.

-Así es. –Contestó serio.

-Hump, así que… ¿Buscas esto? –Sacando un talismán rojo fuego de su bolsillo, y dejándolo caer mientras lo sostenía de la cadena, sonreía.

Los ojos de todos se abrieron, incluso Sephiroth estaba sorprendido, ¿Por qué traería algo importante hasta sus enemigos? Estaba subestimando completamente  sus ex-compañeros, o tal vez, en verdad era un monstruo; sea cual sea el caso, debía aprovechar ¡Esta era su oportunidad!

Notas finales:

 

 

¿Qué les pareció? ¿Confuso? Gracias a tooodas esas personas que dejan pequeños consejos de mejora, sobre todo a Marria-sama que guía a este cordero por el camino de la luz, I love you Marria

 

¡Nos leemos después!

 

¡Saludos!


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