Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por perder el duelo (Counterpartshipping) por electroyusei

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Su cuerpo temblaba ligeramente. Las lágrimas caían una a una de sus grises ojos para posteriormente deslizarse por sus mejillas y finalmente caer al piso. Su pecho le dolía. Pero era su culpa. El mismo lo había provocado. Era un idiota. Un completo idiota. Lo había perdido. Sabía que esa persona no le correspondería. Lo tenía en su consciencia desde un inicio. Pero no hizo caso. Prefirió tener un momento de gusto y arruinarlo después, antes de seguir como estaba y estar junto a esa persona.

Y ahora estaba allí, en ese parque donde lo conoció, el mismo lugar donde todos comenzó. "Soy un idiota" se repetía mentalmente.

De repente los pasos sobre el pasto y hojas fueron oídos por Yuto. Pero era tarde, tenía que ocultarse y no lo lograría. Sobre el árbol en que estaba apoyado trató de esconderse. Nunca dejaba que las personas lo vieran en un estado vulnerable. Se sentiría como un débil. Pero no lo logró. Aquella persona lo llevaba observando desde hacía ya un buen rato.

-.-.-.-

-¡Yuto!-llamó el cabellos de tomate apenas llegó al parque. Estaba oscuro y apenas veía. Pero no le importó, tenía que encontrarlo a toda cosa. Empezó a recorrer todos los caminos posibles de aquel parque. No paraba de buscar. Estaba desesperado. Quería deshacer de una vez aquel mal entendido. Deseaba poder encontrarlo y abrazarlo.

Y Yuto fue nombrado notado por Yuta. Espera un momento... ¿ese que lo estaba abrazando era Shun?

-.-.-.-.

-¿Yuto?-preguntó cuándo estuvo lo suficientemente cerca de él. El mencionado solo atinó a sobarse los ojos con el afán de secarlos. No era para nada efectivo.-Yuto, sé que eres tú.-y se puso en frente de él. Apartó el rostro, sus mejillas mojadas y ojos hinchados lo delataban. Shun lo sabía. Sabía que su amigo había estado llorando.

Y lo abrazó. Sin más. Fuerte y algo cálido. A Yuto le recordó un poco a los que se daba ocasionalmente con Yuya, pero a diferencia de esos, los de Shun se sentían algo más fríos. Pero eran realmente escasos los que se daba con él.

El de los ojos grises trató de apartarlo. Pero el otro solo lo abrazó aún más. Por un rato más trató de separarlo, pero por lo triste que estaba perdió fuerza y al final termino por abrazarlo también. Pero aún así se resistía a sacar lágrimas. No quería seguir llorando, o al menos no en esos brazos.

-Shun... Vete...-logró decir Yuto.

-No seas orgulloso-respondió el de los ojos amarillos. Sabía que su amigo lo iría a rechazar, pero no se rendiría, él quería que no estuviera triste. Ya tuvo mucho tiempo de estar deprimido.

-Déjame, no quiero que me veas de esta manera-dijo calmándose un poco, seguía destrozado si, pero haría lo que fuese necesario para que lo lo vieran con una mirada de lastima.-Solo vete de aquí... Déjame sufrir solo...

-Siempre has hecho eso, crees que así estarás mejor-dijo mientras apretaba un poco ese abrazo.- pero lo único que hacer es destrozarte más y más. Déjame ayudarte, no tienes por qué cargar con esta carga solo.-a Yuto solo le dio un pequeño espasmo, pero inmediatamente después empezó a empujar con las pocas fuerzas que tenía a su amigo. No lo permitiría, no dejaría que vieran débil, solo quería seguir sufriendo sólo, era la única manera de no contagiar a los demás, de no hacerlos sentir mal por lo que él tenía que pasar, de...-Es por Yuya, ¿verdad?

Dio en el clavo.

En ese instante dejó de forcejear. Se quedó estático. Sus brazos cayeron a sus costados. Y las lágrimas empezaron a caer aún más frecuentemente. Su talón de Aquiles había sido roto. Y ya no podía hacer nada para que termine el dolor que ahora tenía en su corazón. Ahora era el momento de desaguarse en alguien más. ¡Al diablo con el orgullo! Ya no se puede hacer nada más.

Yuto asintió con la cabeza contra el pecho de Shun. Pero no correspondió al abrazo. Solo bajó los brazos y se dejó hacer.

Pasos. Pasos. Se oyen. Todos se oyen al azar. Pero en una dirección. Están cerca. Muy cerca. El pánico creció. Yuto empezó a escapar otra vez. Shun lo agarró por los hombros. Y lo miró directo a los ojos. Pidió en silencio que se calmara. Y pasó.

-Quédate aquí... Veré quién es... No te preocupes-susurró, sabía lo muy orgulloso que era su amigo. Y el que se hubiera suavizado un poco con él, no quiere decir que lo permitirá con todos.-No dejaré que te vean tan fácil...

Yuto solo asintió mientras se ocultaba detrás del árbol. Allí se sintió oculto entre las sombras. Agudizó un poco su oído para saber quién era. Pero nada pudo captar su sentido auditivo. Solo un par de murmullos. Pero de repente... Se oyó tan claro como el agua pura.

-¡Entonces dime dónde está! ¡Quiero ayudarlo!- Yuya, ese era su Yuya. Una sonrisa se posó en su rostro. Había venido a buscarlo, quería hablar con él. Le alegraba tanto en el alma aquellos pensamientos. El solo hecho de que Yuya estuviera allí le alegraba mucho. Pero esa sonrisa se le borró de su rostro. Sabía que el de los ojos rojos era su amigo, y uno muy querido, pero no sentiría algo igual. Solo había venido por qué quisiera corresponder, había venido por qué no deseaba perder la amistad que habían formado. Se decepcionó. Pero lo valoró, decidió acercarse y arreglar las cosas para agradecerle.

Paso a paso. Lento pero sin pausa. Así lo hizo. No quería ir. Su mente demandaba. Pero su corazón mandaba. Y de repente se oyó.

-¡Yo solo quiero apoyarlo! ¡Déjame hablarle!-exigió a gritos Yuya, Yuto abrió un pocos ya ojos al oírlo pero no Dojo nada. Solo avanzó.

-¡Deja de insistir de una vez!-Dijo Shun con tono irritado. Yuya solo negó. No iba a abandonar a su amigo, para nada.

-No sabes cómo ayudarle... ¡No sabes cómo hacerlo!-Le refutó con algo de rabia en sus palabras. Estaba desesperado, necesitaba ver s Yuto, y la intervención de Shun solo lo retrasaba más y más.-¡No sabes cómo hacerle sonreír!

Yuto por alguna razón sonrío. Yuya no era posesivo con nada. Y el que lo fuera con él le alegraba bastante, o al menos eso pensó. Shun resopló molesto y cerró los ojos. Acción que solo notó un enojado chico de ojos rojos, debido a que el de los ojos grises estaba atrás.

-Tienes razón-Dojo para sorpresa de los oyentes. Yuya abrió un poco los ojos pero volvió a fruncir el ceño, durante un segundo, pareció que su ojos se volvían más pequeños por el asombro, pero fue tan poco tiempo y tan repentino que no se alcanzó a percibir. Yuto abrió los ojos y detuvo un poco su andar para mirar a su amigo de arriba a abajo de espalda. Su presencia no se notaba mucho desde lejos puesto que era de noche y él era "el amo de la ropa negra". Por lo tanto Yuya no alcanzó a verlo.-No sé cómo hacer que Yuto sonría-prosiguió rompiendo con el incómodo silencio. El de los ojos grises incapaz de hablar siguió avanzando.-No tengo ni la más remota idea de cómo ayudarle a pesar de ser su amigo desde hace mucho tiempo.-Una chispa de culpabilidad se mostró en sus ojos, pero fue remplazada por una de venganza.-Pero al menos yo no soy el causante de sus lágrimas.

Ahora si en definitiva los ojos de Yuya se empequeñecieron. Empezó a temblar. Todos rastro de ira se fue por la borda. "Soy un idiota" pensó. El miedo se apoderó de él. Empezó a ver de un lado a otro desesperado. Fue como si un balde de agua fría le cayera directo en la cabeza. Y para colmo Yuto se había acercado lo suficiente como para poder ser visible.

Y esa fue la gota que colmó el vaso. Ver los rastros de agua en sus mejillas. Sus ojos cristalinos. Su cara de asombro al verlo allí. No pudo soportarlo.

Corrió. Salió corriendo hacia la salida del parque. Sería mejor así. No miro atrás. No se dio cuenta de que Shun no cambio la cara. No se dio cuenta de la mano se alzó en su dirección. Nos se dio cuenta de la cara de preocupación del chico que le gustaba tanto.

Ni siquiera se imaginó el momento en el cual Yuto empezó a correr en su dirección.

Lleno de arrepentimiento y de enojo hacia sí mismo, Yuya corrió a la salida del parque. En su cabeza solo sonaba una frase: "Soy un idiota". Y así por la eternidad. Estaba tan inmerso en sí, que tampoco se dio cuenta de que estaba en medio de la calle principal.

-¡Yuya!-Oyó de parte de Yuto. Ese grito, lo hizo parar y volverse hacia él. El de los ojos grises no se detuvo, siguió corriendo.-¡Yuya!

-Y... Yuto...-dijo en un hilo de voz. En eso momento mitotea cosa que no había notado antes. La fuerte y luminosa luz proveniente de su lado derecho. Se volteó. Lo último que vieron sus ojos fueron dos luces grandes de bus, acercándose a gran velocidad.

-¡¡YUYA!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).