Drawn in you.
Edward seguia preocupado por el Honou no renkinjutsushi. Maldecia cada segundo trascurrido en aquel horrible tren, cada instante de ese viaje imprevisto y molesto.
¿Porque le habia pedido el taiza tener aquella platica justo la noche antes de que el partiera?
Era demasiado sospechoso. Pedirle qu fuera a solas y lo que hablaron... recordaba cada palabra.
Habia sido una noche fria y sin estrellas, neblinosa. Lo habia citado en el bar donde, si mal no recordaba, solita citarse con Hughes-san.
Cuando Edward llego, para su sorpresa, el taiza no habia bebido ni una gota de nada.
-Hola, Hagane no. ¿pedimos algo?- habia sido su (singular) saludo.
-Si, un cafe, bien cargado me estoy helando.
-Dos spressos- ordeno el taiza.
Luego se quedo mirando al vacio hasta que las bebidas llegaron.
-Eh, taiza, ¿de que quieres hablar? (tengo sueño)
-Hagane no, Edward san ¿Que lograste cuando intentaste la trasmutacion humana de tu madre?
A Edward aquella pregunta le helo la sangre en las venas. Miro a Mustang de hito en hito, entre asustado y enojado, buscando la menor señal de provocacion por parte del militar. Mas solo habia una triste ¿soledad? en su mirada.
-Algo que no era humano. Yo... yo... hize un homunculo.- respondio con la cara muy seria.
-Pero... tu madre, ¿se parecia a ella?
-No, era un monstruo.. pero ahora...
-¡Ahora que Edward!- lo agito
-La secretaria del Fuhrer se parece demasiado a ella, y es un homunculo.
-¿es ella???
-No, no es ella, es un monstruo, taiza, ¿porque me preguntas esto?
-La trasmutacion humana...
-Aquello fue... como tocar a las puertas del cielo y ser arrojado al infierno. Esa culpa vivira en mi para siempre.
-Pero, ¿te arrepientes de haberlo hecho?
-No lo se- Edward se cubrio la frente con la mano- no lo se.
-Cuando trasmutaste... ¿que ocurrio?
Edward lo miro largamente antes de responder.
-Aquello se me mostro. Me enseño todo lo que puede saberse sobre la alquimia, y mas aun. Me mostro a mi madre pero me la arrebato antes de poder tocarla- el pecho de Mustang subia y bajaba agitado conforme oia las palbras de Edward - luego me pidio el precio justo por lo que me habia otorgado, el precio justo por el cuerpo de mi madre fue ... el cuerpo de mi hermano. Luego me pidio el precio justo por el conociemiento ke me habia dado, y me pidio lo que yo mas apreciaba de mi cuerpo, una de mis piernas... no tengo nisikier amis propias piernas con cuales seguir caminando...
-¿y tu brazo?
-Me lo pidio a cambio del alma de Alphonse.
Mustang asintio y se quedaron en silencio un rato mas, Edwar pensando en si hbria hecho bien en decirselo...
-Taiza, aquello es realmente el infierno. No puedes imaginarte como duele, y no me refiero al momento en el que te mutilan.
-El infierno- sonrio Mustang-¿porque sera que todos los laquimistas que significan algo para mi viene de ahi?
Edward se quedo sin saber que decir.
-Taiza-- comenzo, tomandole un brazo ymirandolo a los ojos, como diciendole sea lo ke sea que pienses ahcer no lo hagas.
-Ya es tarde, Edward. Deberias irte a dormir, tu viaje continua mañana.
-¿que hay de ti taiza?
-Mi viaje ya termino.
-Aun no eres taizoto.
Mustang se levanto sin responder y salio. Ya en la puerta le agitro la mano y le dijo:
-Sayonara, Hagane no.
Eso ahbia sido hacia tres dias, y ahora que regresaba estaba dispuesto a ir con el estupido Honou no a decirle que la mayor estupidez que podria comenter era imitarlo. Se le habia ocurrido que el taiza deseaba trasmutar a Hughes san.
"No lo hagas Mustang, no puedes transmutar algo que ya no existe..."
Ese era el pensamiento de Edward, sin embargo en central, antes aun de platicar con el el Honou no renkinjutsuschi ya ahbia reunido todos los elementos necesarios para hacerlo.
Solo habia querido platicar con el para saber si, aunke fuera por un momento, tendria la dicha de ver de nuevo a Maes.
Y ahora sabia que le pediria "Aquello" a cambio. Era ironico, pensaba Roy Mustang.