El día comenzaba para el joven castaño de ojos claros quien trabajaba como panadero y todas la mañanas se levantaba temprano a hornear su pan que vendía a la gente del pueblo , sin embargo habían sucedido varios altercados que provocaban terror , ya que el alcalde Sagaki –sama solía acusar de brujería a la gente que le desagradaba enviándolos a la hoguera , a Takaba no le agradaba nada de eso , los brujos le parecían gente peligrosa la cual causaba miedo .
-Akihito, no me digas que otra vez vas a alimentar ese gato negro de las montañas – el mejor amigo del castaño comentaba con preocupación
-ay Kou, no es que yo lo alimente, pero el gatito viene casi todos los días y… si no le doy de comer me siento un poco culpable.
-no se Akihito, como están las cosas puede ser peligroso, recuerda que el alcalde está enjuiciando a la gente sin motivo, y tú no dejas de frecuentar a ese animal, no se me olvida que el otro día te peleaste con unos niños porque lo estaban apedreando.
-si Kou, pero es que eso no está bien, digo que sea un gato negro no quiere decir que sea malo ni nada –aseguraba el ojiceleste con una sonrisa.
Cuando de repente se escucharon ruidos provenientes del bosque del cual saltó un elegante gato negro.
-waaaa-gritó el atónito pelinegro.
-cálmate Kou, es solo una gato –vociferó sin poder contener la risa ya que su amigo se había asustado con un animalito.
-no estoy asustado…pero será mejor que me vaya… Akihito por favor deja de alimentar ese animal, dicen que los gatos negros son compañía de los brujos… y no quisiera que te involucrarás en algo turbio –explicó a su amigo mientras este alimentaba al minino
-…no te preocupes Kou, estaré bien –aseguró el joven de manera tranquila.
-ajá-sin más su amigo se marchó dejando a Takaba con el gato.
Akihito reflexiono sobre lo que había dicho su amigo.
-¿tú crees que deba dejar de darte de comer?-inocentemente preguntó al gato quien lo vio fijamente y para su sorpresa contestó:
-no, la verdad es que el pan que horneas te queda muy bien –miau
El castaño palideció y sintió como sus piernas se entumecían, pero aun así comenzó a caminar hacía a atrás y sin querer tropezó cayendo al rio y tras golpearse la cabeza con una roca perdió el conocimiento.
-uhy creo que lo asusté –dijo en voz alta el minino dando un salto para situarse sobre el joven –Asami -sama ¿Qué hacemos ahora?
Al instante apareció un hombre alto y fornido que usaba una capucha
-por eso te dije que no te acercaras a las personas Kirishima, pero nunca escuchas… aunque…- observó fijamente al castaño quien tenía un golpe del cual emanaba sangre.
El brujo se inclinó para ver más de cerca el rostro de Akihito ya que desde hace tiempo lo acechaba de lejos, debido a que acompañaba a Kirishima al sitio de encuentro, pero jamás lo había tenido tan cerca.
Colocó su mano sobre la herida y está sano al instante.
-¿lo dejamos aquí?-preguntó Kirishima.
-…no, lo llevaremos a casa.
El gato lo vio con sorpresa, ya que su jefe no era muy solidario y no acostumbraba ayudar a personas que no practicaran o mantuvieran una relación con la magia, era muy extraño y no pudo evitar preocuparse porque que el castaño lo había defendido y arriesgado su imagen por auxiliarlo de los mocosos que le habían atacado .
-Asami-sama… por favor no le haga daño recuerde que…-pero el pelinegro lo interrumpió.
-tranquilo Kirishima, no le voy a hacerle nada –paso su mano por la cabeza del minino -…pero hay algo que quiero experimentar con él.
Pues recordó el sentimiento que lo había y continuaba invadido desde el primer día que vio al chico de ojos claros, y que además su corazón no podía dejar de latir al estar cerca de él , así que sin más lo cargó y se dirigieron a las montañas en donde habitaba todo tipo de criaturas mágicas .
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Asami colocó cuidadosamente el frágil cuerpo del castaño sobre la cama y se dio cuenta que no podía dejar de apreciar su belleza, era un joven realmente apuesto de piel suave, cabellos castaños que resplandecían con la luz del sol, además de sus hermosos ojos que simulaban ventanas al cielo.
Akihito comenzó a moverse y al despertar frotó sus ojos.
-… ¿en dónde estoy?-preguntó con temor.
-en las montañas del norte…-contestó el pelinegro quien aunque estaba nervioso por entablar conversación con Akihito disimulaba a la perfección con su singular tono de voz que expresaba indiferencia
-¡estas bromeando!, ¿En las montañas del norte?, ¿Por qué me trajiste aquí?...¿eres un brujo?-dio un salto y se puso de pie .
Akihito estaba muy asustado, todo lo que sabía de los brujos era su infinita maldad y su deseo por acabar con las personas normales, además de que eran seres que desconocían la piedad y cualquier otro sentimiento humano.
Asami simplemente lo observó e intentó descifrar que era lo que le atraía de él.
-tranquilo Akihito, Asami –Sama es uno de los tres magos oscuros más poderosos del mundo y no tiene deseos de lastimarte –comunicó Kirishima.
Pero el castaño no asimiló ni una palabra de lo que le intentaba explicar el minino, ya que se encontraba en un shock total al nuevamente escuchar hablar a un gato.
Así que dio una bocanada de aire y rió –esto no es real, esto es un sueño…”eso es”, es un simple sueño, porque los gatos no hablan y... y yo no puedo estar en la montaña más peligrosa del mundo, con un brujo –repetía y tartamudeaba mientras daba vueltas esperando despertar de la terrible pesadilla que para su desgracia era la realidad.
De pronto sintió como el mago le sostuvo fuertemente del hombro y rodio su cintura a la vez que cortaba sus ridículas oraciones con un beso cargado de pasión que provocó un escalofrió en ambos cuerpos.
-¿¿¿de eso se trataba el experimento??? –pensó Kirishima antes de marcharse para darles privacidad.
(Volviendo con los enamorados)
Akihito comenzaba a resentir la perdida de oxígeno pero el mayor se oponía a liberar tan exquisitos labios, así que continuó saboreando el paladar del castaño con su lengua ansioso por descubrir aquello que le cautivaba.
Finalmente el castaño lo empujó molesto e intentó huir, pero Asami lo empujó haciéndolo caer sobre la cama para enseguida posicionarse sobre él.
-¡¡¡DEJAME!!!-gritó con todas su fuerzas mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.
En ese momento Asami se dio cuenta que Akihito no poseía nada especial, más bien “él era un ser especial”, y deseo con todo su corazón poseerlo.
-Takaba Akihito…-susurró lascivamente en su oído lo que estremeció al menor.
-¿Cómo, como sabes mi nombre?-continuaba forcejeando.
-he estado vigilándote y…hoy por fin serás mío.-hizo un signo desconocido con su mano y Akihito fue incapaz de moverse.
-¿Qué me hiciste?, ¿Por qué no puedo moverme?
-relájate, romperé el conjuro de inmovilidad cuando hayamos terminado.
-¿terminado?-repitió el aterrorizado castaño.
- ¿que no es obvio? , esta noche vas a ser solo mío, ah por cierto… mi nombre es Asami Ryuichi, en caso de que quieras gemir mi designación.
-sabía que los magos eran malvados, pero ignoraba que también fueran unos depravados.
Asami ignoró las ofensas de Akihito y comenzó a desnudarlo poco a poco mientras acariciaba suavemente su pene y depositaba besos en su cuello.
-ahh, mn ya ,ya deten…mn te-el menor intentaba tranquilizarse pero era imposible , el brujo simplemente lo estaba volviendo loco .
-Akihito, vas a sentir tanto placer que no querrás apartarte de mí nunca –contempló el cuerpo totalmente desnudo de su castaño que se encontraba erecto.
-que ni se te ocurra –advirtió Takaba al ver que Asami estaba a punto de llevarse su miembro a la boca.
- va a gustarte –colocó su mano sobre la base del sexo de Akihito para después introducirlo a su boca y comenzar a succionarlo al mismo tiempo que su lengua acariciara tan delicioso manjar.
-ahh, mmg ,a,asa-mi ,mn –El pelinegro sonrió al escuchar su nombre y algo impaciente separó las piernas del castaño para insertar dos dedos en su entrada.
-ahhh, que, diablos, me duele …
Las mejillas de Takaba se humedecieron al igual que el cabello del mayor quien no pudo resistirlo más y colocó la punta de su pene en la entrada de Akihito para deslizar su miembro sutilmente hasta entrar por completo dentro del castaño y así comenzar con ligeras embestidas.
Ahhh, ahhh, ah, ah amm- Akihito no podía hacer otra cosa más que apretar fuertemente sus ojos, los cuales estaban libres del hechizo.
Continuó las embestidas sin piedad alguna, saboreaba cada parte de su cuerpo que tenía a total merced, jamás se imaginó que tener sexo con un humano fuese tan placentero, su miembro se mantenía caliente, palpitante y apretado.
Finalmente el pelinegro se vino dentro del castaño y este sobre el pecho del mayor. Asami buscó los temblorosos labios de Akihito dándose cuenta de que no había sentido las manos del chico sobre su cuerpo.
-… ¿Akihito?-llamó a su niño, pero al parecer había desfallecido en medio de tanto placer, el pelinegro acarició suavemente su rostro y después sus manos, imaginando como se sentiría un abrazo correspondido.
-suéltame , yo, yo odio a los brujos –susurró Takaba entre sueños, rompiendo el corazón del hechicero quien se vistió y retiró dolido por las palabras de Akihito, después de todo Asami estaba casi seguro que una vez que le mostrara cuanto lo quería este lo aceptaría , pero por sus palabras eso se había vuelto un hecho inadmisible.
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Una vez que Akihito recobró el sentido se sintió asqueado de recordar todo lo que el brujo le había hecho sentir ¿placer?
-…!imposible! …yo, yo … ¡YO LO ODIO!-se negó totalmente a la idea de que el hechicero Asami Ryuichi le pudiese gustar así que tomó su ropa y sin vacilar se marchó de dicho lugar.
Asami no tardó mucho en regresar topándose con su animal de compañía en la entrada de la casa.
-¿jefe, no estaba con Takaba -kun?
-…No… debe seguir dormido.
Sin embargo al adentrarse a la casa se dieron cuenta que el castaño se había marchado.
-demonios, ¿A dónde rayos fue?-cuestionó el enfurecido pelinegro.
-quizás quiere regresar al pueblo.
-¡eso nunca!, él es mío ahora…lo quiera o no es mío…
-… ¿Asami –sama , que pasara si se encuentra con los otros hechiceros?-el minino se preocupó ya que recién se había topado con Tao la lechuza del brujo Fei Long.
-eso no sucederá –aseguró el pelinegro al abandonar la cabaña en busca de su niño.
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Las piernas de Takaba no lograban estabilizarse de imaginar que moriría en las montañas, fuera de su hogar y lejos de sus amigos.
-oh Kou, debí escucharte, ahora seguramente moriré solo y abandonado…bueno al menos ya no moriré virgen ¡waaa, que diablo estoy diciendo!-vino a su mente el rostro del hechicero -…Asami Ryuichi…
-¿Qué hace un joven hechicero como tu fuera de casa?…-resonó una voz, pero por más que el castaño intentó ubicar su procedencia no lo consiguió.
-¿Quién…eres? –decidió responder y no contradecirlo.
De pronto revoloteó una preciosa lechuza blanca quien era la que le estaba hablando.
-soy Tao familiar del hechicero Fei Long.
Akihito intentó contener su terror, pero el semblante lo traicionó al palidecer de pies a cabeza haciendo sospechar a la lechuza.
-…oye niño si realmente eres brujo muéstrame tu marca de clan.
-¿eh? ¿Mi marca de clan?...si, bueno, yo , emm-Akihito intentó buscar una excusa, sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir como alguien le sostenía la mano y la elevaba dejando a la vista su palma.
-tú no eres un hechicero –confirmó un hombre de largos cabellos negros que le sostenía la mano con fuerza.
El castaño tragó saliva y jaló su mano para liberarse y moverse lejos del hombre que le amenazaba con la mirada.
-…Tao, creo que deberías enseñarle a este humano la importancia de la honestidad.
Atendiendo dicha orden, el ave se balanceó directamente al castaño rasguñando su rostro, Akihito ante dicha agresión golpeó la lechuza en defensa propia provocando la furia de Fei Long.
-cómo te atreves a lastimar a Tao, ahora si sabrás lo que es hacer enfadar a un hechicero.
Con ayuda de la magia oscura levantó a Takaba por los aires y rompió ambos brazos arrancándole un grito desgarrador que de inmediato fue notado por Asami que sin más acudió en su auxilio.
-detente Fei Long –exigió a su compañero.
-¿Asami?, ¿Conoces a este humano? –respondió molesto mientras mantenía al castaño en los aires.
-sí y te lo advierto, si no lo dejas ir matare a tu animal de compañía –le mostró la lechuza blanca que mantenía cautiva dentro de una prisión de luz purpura, vigilada por Kirishima
-…dime Asami, ¿Cuál es tu relación con este niño?
-eso no es de tu incumbencia…
Ambos hechiceros se miraron fijamente, Fei Long sabía a la perfección que Asami era un brujo cruel que mataría a su lechuza sin tentarse el corazón, por lo que decidió dimitir.
-…de acuerdo, regrésame a Tao –liberó al castaño haciéndolo caer al suelo al mismo tiempo que la jaula se esfumaba y la lechuza volaba hacia él.
-…si vuelvo a toparme con ese mocoso… “lo mato”-advirtió el pelilargo antes de marcharse.
-Akihito –kun ¿estás bien?-preguntó el gato al ver sus heridas
-…si, Kirishima ¿verdad?
-¿ya no te doy miedo?
-…creo que sólo eres un gato que habla….y al parecer aquí todos los animales lo hacen - intentó forzar una sonrisa.
-no vuelvas a salir sin permiso ¿entiendes?-pronunció Asami en tono frio inclinándose para sanar al cuerpo de Akihito.
-sólo quiero regresar a mi casa.
-olvídate de eso, me perteneces y no volverás jamás a ese pueblo…-decretó ayudándolo a ponerse de pie.
-… ¿por qué estás tan interesado en mí, yo no soy brujo ni nada por el estilo?-el castaño cuestionó su tan lúgubre futuro. Sin imaginar que esa pregunta ya se la había formulado el pelinegro una y otra vez sin poder conseguir una respuesta lógica así que sólo dijo:
-tu destino es permanecer a mi lado Takaba Akihito, y no puedes ni podrás hacer nada para escapar de mi lado.
Akihito movió la cabeza a modo de negación –siempre intentaré volver a casa, nunca me rendiré.
Kirishima se sorprendió, ya que era la primera vez que alguien se enfrentaba al pelinegro con tanto valor
-¡oh! , ¿En serio? …entonces sólo hay que darte algo de orejas y cola –movió su mano y al instante le hizo aparecer unas tiernas orejas de gato al igual que una cola.
-¿Qué diablos es esto, tengo orejas ¡y cola!, ¡ soy un fenómeno!- gritó asustado por su aspecto felino.
-¡oye! no tiene nada de malo tener orejas y cola –alegó el ofendido minino negro que le veía con burla, -supongo que eso te ganas por desafía al gran hechicero Asami Ryuichi –dijo para sí.
-te equivocas Kirishima, al menos tu eres un gato normal, yo, yo, yo soy un humano, no se supone que tengamos esto …–cubrió las orejas de minino que salina de su cabeza al mismo tiempo que se dejaba caer en el suelo pesimista de imaginar su regreso al pueblo, en donde seguramente lo quemarían vivo por su aspecto de gato.
-no pongas esa cara, a mí me parece que te ves muy lindo.-expresó el pelinegro provocando que el menor se molestara y pusiera de pie para exigirle la disolución del sortilegio.
-regrésame mi forma humana – tomó de la camisa al mayor.
-por supuesto…-rodeo la cintura de Akihito –en cuanto este lindo gatito tome su leche –insinuándole una mamada, lo que hizo que el castaño se ruborizara y sus orejas se agacharan.
-que ni se te ocurr…-nuevamente fue silenciado por un beso del mayor quien le robó el aliento y se dio cuenta que el castaño no le era tan indiferente como quería hacerle creer.
-…eres de lo peor Asami Ryuichi…
-dime algo que no sepa –limpió la saliva de Takaba que se deslizaba por su barbilla en consecuencia del beso.
De mala gana y muy triste por su nuevo aspecto Akihito terminó retornando a la cabaña del mago que amenazaba con robar su corazón.
----una semana después ---
-¿Qué no te aburres de estar todo el día en este lugar?-preguntó el castaño a Kirishima quien se divertía molestando a un grillo.
-miau-pues de hecho yo casi nuca estaba en casa, pero ahora alguien tiene que cuidar de ti -miau
-así que Asami te obliga a vigilarme todo el día, y eso que sólo me he escapado cuatro veces.
-… Akihito deberías agradecer que no te pasó nada, aunque siempre me divierto mucho con las reacciones de Asami-sama cuando le digo que te fuiste.
Comentario que llamó la atención del menor.
-¿Asami se preocupa por mí?
-claro chico, cuando te escapas siempre se me queda mirando como si quisiera matarme y dice: se supone que tenías que cuidarlo, mientras sale corriendo, ya que Fei Long juró matarte y ten por seguro que si te encuentra solo no la vas a contar –miau.
-mmm en realidad esto se arreglaría fácilmente si yo regresara a mi casa – decía frotando sus simpáticas orejas de gato.
-olvídalo Akihito, cuando Asami –sama pone sus ojos en algo nada lo hace cambiar de opinión y creo que para tu mala suerte mi jefe te echo el ojo…
-pero , desde la primera vez que estuvimos juntos él no ha vuelto a tocarme , bueno no es como si yo quisiera , pero no le veo sentido a que me tenga encerrado y nunca este aquí …-dijo para sí Akihito, sin comprender motivo de encierro .
-estoy de regreso –informó el recién llegado quien fue ignorado por el menor al voltear su cara en dirección contraria.
-Bienvenido Asami-sama -el minino se inclinó educadamente.
-deberías aprender buenos modales de Kirishima…-agregó el pelinegro al dirigirse directamente hacia Takaba para obligarlo a verle.
-Bienvenido, ¿ya me puedes dejar en libertad? –sonrió hipócritamente.
-NO… pero…-colocó su mano sobre la mejilla de Akihito con intención de besarlo, pero antes de unir sus labios se detuvo y simuló que no había sucedido nada, provocando en Takaba un sentimiento de desilusión .
-Asami-sama ya que usted está de regreso, ¿podría salir?-pidió Kirishima al mayor quien accedió gustoso por pasar tiempo a solas con Akihito, ya que aunque no le hiciera nada siempre podía gozar de su compañía, debido a que si intentaba algo y el menor lo rechazaba tendría que enfrentar nuevamente el terrible sentimiento de entrega unilateral .
-esto es muy aburrido…-reprochó Takaba mientras se dirigía a la ventana de la cabaña que daba vista a un cielo repleto de estrellas que iluminaban la noche brindando un toque romántico a los enamorados.
Sin poder evitarlo Asami se sintió reiteradamente atraído por el castaño quien sintió los ojos del mayor y volteo a verle.
-¿tu…estabas con Kirishima el día que lo atacaron?, o ¿cómo es que me conoces?-las preguntas surgieron de la nada causando sorpresa en Asami ya que Akihito era de pocas palabras más cuando se trataba de él.
Sin embargo el pelinegro lo vió como la oportunidad perfecta de acortejarle y hacerlo caer en sus redes de amor, sin imaginar que el castaño ya estaba cautivado por aquellos ojos dorados.
-… aquel día Kirishima había bajado al pueblo por órdenes mías –comenzó a acercarse al menor - …y unos niños comenzaron a lanzarle piedras hiriéndolo, no puedo negar que me moleste, ya que el que ataquen a tu familiar es algo inaceptable para un brujo, pero antes de que yo pudiera intervenir…apareciste tú y lo defendiste, a causa de eso los chicos comenzaron a lanzarte las piedras a ti… ¿por qué lo defendiste? …
–…la verdad nunca me imaginé que el gato resultaría mascota de un hechicero, yo sólo…no quería que le lastimaran, parecía que querían matarlo…
-…entiendo…-se colocó al costado del castaño deseoso por continuar escuchando su voz -…Akihito ¿Por qué odias la hechicería?-causando que el menor encogiera los hombros y su semblante reflejara tristeza.
-…es complicado, de donde yo vengo siempre hieren a las personas porque practican magia, ya que eso está prohibido…y por eso pienso… que sería mejor si la magia no existiera.
-en otras palabras me odias por usar magia y deseas que desaparezca.-comentó Asami en tono frio a la vez que se alejaba de Takaba, pero repentinamente el castaño lo tomó por la capucha evitando que se apartara.
-¡NO!...bueno, yo, yo no me refería a ti…-avergonzado por su reacción soltó la capucha de Asami sin poder evitar que sus mejillas se ruborizaran, pues el pelinegro lo ponía muy nervioso, y terminó clavando su mirada en el cielo del cual comenzaron a desprenderse las estrellas.
-waaau, mira Asami las estrellas se están moviendo –sonreía emocionado de ver tal acontecimiento.
-sí, es muy hermoso…parece mágico ¿verdad?...
Haciendo reflexionar al menor sobre el verdadero significado de la magia, ¿algo hermoso? Quizás.
-bueno, yo… –sintió como la mano del pelinegro rozaba la suya provocando que su corazón se acelerara.
-¿sí?- continuaba acortando espacio entre ambos.
-…tal vez yo no odie la magia –se sintió incapaz de apartar sus pupilas de los hermosos ojos del hechicero.
-¿entonces?- susurró frente al menor.
-…crees que puedas enseñarme a…atrapar estrellas…
-yo puedo bajarte la luna y el sol mi lindo gatito.
Sin más se apoderó de la boca del castaño obligándolo a jugar con su lengua dentro y fuera de la cavidad.
-mnh Asami- enredó sus manos en el cuello del pelinegro que lo mantenía sujeto por la cintura
-¿tienes hambre?-preguntó el mayor.
-…pero no sé cómo hacerlo…
-yo te enseñaré.
Y dispuesto a aprender el castaño movió la cabeza positivamente robándole una sonrisa al mayor.
Asami se sentó en la cama y desabrochó su pantalón para después separar un poco las piernas y darle accesibilidad al menor quien se arrodillo frente a él apoyando sus manos sobre las fuertes piernas de Asami.
-hazlo Akihito –pidió el mayor, aunque el castaño comenzó a preocuparse ya que se dio cuenta que el pene de Asami era muy grande y que tal vez no le iba a caber en la boca, aun así tomó el miembro para lamber la punta y comenzar a repartir besos desde la uretra hasta la base provocando que el cuerpo de Asami se pusiera rígido y su mano se situaran sobre los cabellos del menor aplastando sus vistosas orejas de gato.
-mmn, lo estás haciendo muy bien…
Alago que invitó a Takaba a introducir el miembro de Asami en su boca y comenzar a succionar como si esperara ser alimentado de esa fuente, apretaba fuerte lo labios y acariciaba el pene de Asami con su lengua hasta que el pelinegro no lo resistió más y se dejó venir dentro de la boca de Akihito, que por su concentración en mamar se bebió toda la esencia expulsada del miembro de Asami.
-… ¿tenías mucha hambre mi lindo gatito? …-acarició su rostro y pidió que abriera su boca para apreciar los restos de semen que se encontraban en su cavidad.
-…es una verdadera lástima, pero te prometí que cuando bebieras tu leche rompería el hechizo así que…-se preparó para regresarle su forma humana pero Takaba lo detuvo.
-…si quieres puedo tener orejas otro rato –dijo muy avergonzado, deseoso de continuar agradándole al hechicero ya que constantemente le decía que se veía muy lindo con orejas.
-…no dejas de sorprenderme Takaba Akihito –en un movimiento rápido colocó al menor sobre la cama y comenzó a besar su cuello.
-Ahh, ah asami , mmmn-continuaba aferrado al cuello del mayor.
-¿Qué sucede Akihito?, ¿por qué estas temblando?-preguntó el pelinegro al notar como el cuerpo del castaño vibraba.
-…es que…no se –dudó el confundido ojiceleste.
-¿será que me tienes miedo?-farfulló mientras pellizcaba y enrojecía los delicados pezones del menor.
-…te ofendería si te digo que no…
Contestación que alegró al pelinegro.
-…me molestaría si dijeras que si –unió sus labios con los del castaño, deseo por satisfacer su fantasía sexual de ser uno con su pequeño y lindo gatito.
-…Takaba voy a penetrarte…-el castaño sólo fijo su mirada en los ojos del mayor dándose cuenta que había estado anhelando ese momento.
-…ahm Asami…no lo hagas tan fuerte.
El mayor sonrió y comenzó a bajar el pantalón de Akihito quien ya se encontraba firme e insertó su dedo índice en la entrada del castaño quien se estremeció y aunque sus ojos amenazaban con derramar lágrimas de excitación, intentó controlarse rodeando fuertemente la espalda de Asami .
-ahh, ahhh, uh asami , aahh –gemía sin poder controlarlo al sentir como el pene de Asami lo invadía haciendo arder por dentro.
-…Akihito mmn sólo relájate –susurraba en su oído mordiéndolo con lujuria, deseoso por comérselo, comenzó con las envestidas, ligeras, lentas y precisas.
Asami y Akihito se perdían poco a poco en el calor del otro complementándose como uno sólo, ni humano, ni hechicero, simplemente amantes enardecidos por el contacto del otro.
-ahh asa, asa-mi ya …ya no puedo –sin más se vino salpicando el pecho de Asami, quien de igual manera sembró su semilla en el interior del castaño .
Takaba quedó exhausto en los brazos de Asami quien estaba muy feliz de haber confirmado el amor correspondo entre ambos.
-¿qué ocurre? –preguntó Asami al notar como Akihito se acurrucaba en su pecho.
-…sólo estoy cansado…
-entonces duerme que yo velare tus sueños –con ayuda de la magia moví la cobija que había terminado en el suelo y cubrió el cuerpo de su castaño.
Mientras se mantenía despierto y deseoso porque Takaba recuperara sus fuerzas para continuar la entrega, lo que era difícil ya que el menor no tenía tanta resistencia.
De pronto se escuchó el rechinar de la puerta y Kirishima saltó a la cama en donde se encontraba Akihito y Asami abrazados.
-…¿me perdí de algo?-interrogó el sorprendido minino ya que había dejado a ambos en malos términos, y casi estaba seguro que Akihito pretendería huir y Asami se molestaría e intentaría hechizarlo o encerraría en una prisión de luz , en vez de eso los encontró muy tranquilos sobre la cama .
-…no sé a qué te refieres…-sonrió descansando su barbilla en el cabello de Akihito.
-ajá…creo que Takaba finalmente se rindió…
El mayor sólo cerró los ojos mientras el gato se acomodaba a los pies de ambos para dormir.
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La luz del sol terminó por despertar a Takaba, mostrando su ya recuperada forma humana, pues aunque se negaba a obtenerla, Asami era consciente de la promesa que le había hecho y no acostumbraba fallar.
-…Asami…
-…por fin despiertas, comenzaba a preocuparme –dijo el mayor paseando sus dedos por el cabello de Akihito.
-tú tienes la culpa por no haberme despertado.-se cubrió la cara intentando evitar que Asami viera su sonrojo.
-…no quería irme hasta que estuvieras consiente.
-¿ya te vas? –descubrió un poco su rostro para verle.
-ya sabes que no permanezco en casa, así que pórtate bien y no le causes problemas a Kirishima –pidió a su niño mientras se levantaba de la cama.
-…Asami…-el mayor volteó -…no nada.
-no te preocupes voy a regresar, así que espérame aquí-le robó un beso y se marchó, dejando al menor en controversia, se había enamorado de un brujo, aunque lo cierto era que Asami no era malvado, o mejor dicho no le había mostrado ese lado suyo.
-¿Por qué tan pensativo Aki-kun? –interrogó el felino.
-…Kirishima, ¿crees que sería posible salir? –pidió ya que deseaba conocer más sobre la magia.
El gato talló un poco sus bigotes -…mmm no lo sé, ¿estas intentando escapar? –Podría ser un truco -dijo para si el minino.
-te juro que no planeo escapar, además tú me vas a acompañar.
Kirishima creyó que no habrá problema si permanecía al lado de Akihito, así podía vigilarlo perfectamente, por lo que salieron de la cabaña a los alrededores, el gato conocía muy bien los sitios de riesgo y obviamente no llevaría al joven a esos lugares.
Pero mientras caminaban tranquilamente comenzaron a resonar gritos que rogaban por auxilio.
- ¡ayúdenme, alguien por favor, ayuda!-Akihito de inmediato reconoció la voz, era su mejor amigo por lo que corrió a ver si estaba en lo correcto topándose con el chico quien colgaba de un árbol que daba a un precipicio.
-es Kou –confirmó al minino que lo reconoció como el chico que acompañaba en todo momento al castaño, además de ser quien le había aconsejado al menor retirarse de los gatos negros.
-vámonos su destino es morir…- el gato aseguró indiferentemente.
-estas bromeando es mi amigo, tenemos que ayudarlo.
-¿ayudarlo?, ¿Él te ayudo cuando te apedrearon aquella vez?-ya que recordó la manera tan cobarde en la que su supuesto amigo le había ignorado mientras lo atacaban.
-¡Kirishima! …Kou es mi amigo…
-eres un idiota…vamos de una maldita vez –ambos corrieron a auxiliar al chico.
-¡Kou, Kou, te vamos a ayudar!-confirmó el castaño buscando un método para auxiliarlo.
-¡Akihito, sabía que estabas vivo!- su amigo lloraba de alegría y culpa ya que se sentía muy mal por haber perdido contacto con Takaba, debido a eso emprendió una búsqueda de rescate, la cual había terminado al muy mal.
El castaño no hallaba nada que le fuera útil por lo que terminó trepando el árbol situándose una rama arriba de la que colgaba su amigo y así poder jalarlo.
-demonios espero que Asami –sama nunca se entere de esto –decía para si el gato mientras se aferraba al pantalón de Akihito.
Finalmente Takaba logró salvar a Kou y ya en el suelo lo cuestionó.
-Kou eres un idiota ¿cómo se te ocurrió venir a esta montaña?, ¿Sabías que hay un montón de hechiceros que son entre pervertidos y malvados?-mientras zarandeaba a su compañero y dejaba escapar lágrimas de dicha en consecuencia de su rencuentro.
-lo siento Akihito pero es que tu desapareciste sin decir nada y creí que algo malo te había pasado, luego recordé al gato y decidí venir.
-si claro te felicito, pero temo que morirás antes de que puedas regresar a tu pueblo –dijo Kirishima a modo de burla.
-waaaa, este gato habla, Akihito ¡¡¡el gato habla, habla!!!! –dio un brinco y se colocó detrás de Takaba.
-sí, bueno, por aquí todos los animales hablan así que no te asustes, su nombre es Kirishima.
-¿Kirishima?-el joven pelinegro vio con duda a su amigo -…estos animales no responden a nombres Akihito, tenemos que irnos, vamos-tomó fuertemente la mano del menor.
-no Kou, yo me quedo.
Respuesta que impresionó tanto a Kirishima como a Kou.
-Akihito ¡¿qué rayos estas diciendo eres idiota o qué?! , tu eres un humano no perteneces a este lugar, van a matarte –reprochó su amigo a la vez que tiraba de él.
-¡ya te dije que NO! …yo… si tú quieres podemos ir con Asami y pedirle que te ayude a volver al pueblo.
-¡imposible Akihito, no me iré sin ti!, ¿y quién rayos es Asami?
-él es un brujo, pero me a… protegido y estoy seguro que te va a ayudar.
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Asami llegó a la cabaña y se molestó al notar que Kirishima y Akihito no estaban.
-ese mocoso, se volvió a escapar –pasó por la mente del pelinegro quien se disponía a buscarles, sin embargo fue interrumpido por Mikhail el mago de la luz, entre comillas por que también se consideraba malvado.
-Asami ¿vas de salida…?
-Mikhail ¿qué haces aquí?-extrañado por su visita ya que no sólo era el hechicero de la luz sino que también se encargaba de mantener las cosas tranquilas en las montañas, sin duda era muy poderoso.
-…sólo vine a visitarte…porque hay rumores que resguardas a un humano y tú sabes que eso es algo imprudente y que mi deber es deshacerme de tan desagradables plagas…
Después de todo Asami agradeció en silencio a Kirishima por haber sacado de la casa a Takaba.
-no sé a qué te refieres, si quieres entra a mi casa, no encontraras nada.
-te equivocas Asami yo no vengo a buscar a ese humano…pero desde hoy todos los hechiceros de la montaña tiene ordenes de matar a cualquier pueblerino que se atreva a entrar a las montañas, sin piedad…
Las pupilas de Asami se contralleron en un segundo al imaginar que su castaño podía estar en peligro.
-deja de quitarme el tiempo y lárgate de una maldita vez –exigió el ojimarrón impaciente por encontrar al menor.
El rubio se apartó seguro de haber cumplido el encargo de Fei Long que consistía en amenazar a Ryuichi.
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Por su parte Kou y Takaba continuaban discutiendo.
-¡no seas estúpido Akihito y regresa conmigo! –tomó fuertemente el hombro del castaño.
-Kou si sigues insistiendo voy a golpearte…-amenazó el menor.
-no digas tonterías yo seré quien te golpee si no me das un motivo real de ¿Por qué quieres quedarte en este sitio?
Akihito comprendió que debía ser sincero con su amigo para que accediera a marcharse.
-está bien…yo estoy enamorado de un hechicero y no creo que pueda vivir sin él… sin Asami Ryuichi.
Frase que fue escuchada por Asami dejándolo perplejo.
-¡vuelve en sí! –Resonó una cachetada–…eres mi mejor amigo y tienes que ser razonable tú y él pertenecen mundos distintos -sujetó con fuerza el cuello de la camisa de Akihito – ¡entiéndelo!
Arrancándole un suspiro, el pelinegro comprendió que lo que ese joven decía era verdad, Akihito era un humano, alguien que podía extinguirse con facilidad y que estaría más seguro con los suyos.
-Kirishima…
Akihito volteó al percibir la voz de Asami y fue a su lado.
-Asami él es mi amigo Kou y… bueno tu ¿tú crees que podrías ayudarlo a regresar?-el mayor actuó frio y colocó su mano en el hombro de este para sellar un hechizo de invisibilidad que daría efecto en criaturas mágicas, así lograría bajar sin problemas.
- no estoy interesado en ayudar a nadie, y mucho menos si es conocido tuyo –haciendo que Akihito se extrañara, ya que justo creyó haber forjado un vínculo especial con Asami.
-¿de qué hablas? –preguntó mientras Asami se dirigía a su amigo para sellar el mismo conjuro.
-que no me importa si te mueres o si te matan, sólo quiero que te vayas… regresa con este humano y no vuelvas nunca –rompiendo ambos corazones a la mitad.
-¿Por qué me dices eso? ¡Asami!-se dirigió a él con deseo de ver sus ojos y confirmar lo que estaba escuchando, pero el pelinegro desapareció con la briza del viento y al buscar a Kirishima este también se había esfumado.
-lo ves Akihito, ellos no tienen sentimientos, vámonos antes de que algo más suceda.
Y así ambos chicos bajaron la montaña regresando nuevamente al pueblo, aunque Akihito no podía dejar de pensar en el repentino cambio de Asami ¿Por qué lo había desechado sin explicaciones?, cuestionando el hecho tan cruel de enamorarlo y luego alejarlo.
-tranquilo Akihito ahora todo será como antes y no volverás a ver a ese hombre- provocando un inmenso dolor en el pecho del castaño , realmente no estaba seguro de poder vivir sin verle.
Sin embargo justo cuando se dirigían a sus respectivas casas unos oficiales los detuvieron ya que habían sido llamados por unos niños que les pillaron bajando de la montaña embrujada.
-oigan ustedes –ambos voltearon -¿es verdad que viene de la montaña?
-sí, pero no tenemos nada que ver con los brujos –contestó Kou temeroso de imaginar que moriría en la hoguera.
- es verdad, tu eres Kou el hijo del herrero…-sus ojos se posaron en Takaba –pero tú eres el panadero, tenemos noticias de tu desaparición desde hace una semana ¿en dónde estabas?
-en las montañas –respondió con la verdad ya que él no acostumbraba mentir , sin embargo ante dicha oración los guardias blanquearon y lo apresaron seguros de que se trataba de un hechicero, y Kirishima quien se encontraba vigilando a Akihito vio claramente como se lo llevaban preso, así que corrió de regreso a las montañas para avisar a Ryuichi.
Por más que Kou intentó convencer a los hombres de que Akihito no era un brujo, no lo consiguió ya que el castaño desmentía cada una de sus falsedades , y cuando los oficiales comenzaron a sospechar de Kou, Akihito admitió ser un brujo y exigió concentración absoluta, haciendo perder interés en su amigo .
La realidad era que el castaño tenia deseo suicidas al haber perdido el amor de su vida, no le cabía duda de estar enamorado del hechicero y no concebía una vida sin él.
Al llegar con el alcalde Sagaki-sama, este lo examinó y se dio cuenta de que no era un hechicero ya que todos los brujos tenían una marca extraña en la palma derecha.
-Takaba Akihito tú no eres brujo, pero ¿por qué un chico tan lindo como tu desea morir?-se acercó y acaricio su entrepierna -Akihito lo vio con desagrado, pues no era más que un farsante y asesino que le causaba asaco.
-sabes, yo estoy dispuesto a hablar a tu favor y dejar esto como lo que es un error…pero a cambio tú, bueno tú debes ser bueno conmigo…
Unió sus labios con los de Akihito que respondió con una fuerte mordida haciéndole brotar sangre de la boca al mayor. Sagaki se molestó ante su rechazo y desquitándose le propicio un puñetazo en la cara provocando una hemorragia nasal.
El alcalde salió de la oficina en la que se encontraba con Takaba y vociferó.
-Takaba Akihito en un brujo, preparen la hoguera.
De un momento a otro la gente se movilizó y juntó leña que apilaba en el centro del pueblo para quemar al castaño.
Akihito salió con las manos atadas vistiendo ropa blanca y los oficiales se encargaron de atarlo a un poste que de igual manera se ubicaba céntricamente. Sagaki se acercó y encendió la pila de madera que comenzó a arder, provocando la transpiración del castaño quien aun en su lecho de muerte no podía dejar de pensar en Asami.
-…ojalá estuvieras aquí –dijo sin querer en voz alta mientras levantaba su rostro cayendo en cuenta que todo se había paralizado, la gente estaba inmóvil, incluso las llamas habían dejado de arder.
Y entonces pudo vislumbrar al pelinegro al fondo de un callejón, Asami se dirigía hacia él y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba arriba de la hoguera desatando sus delicadas manos.
-Asami ¿Qué haces aquí?...creí que no te importaba si yo moría…
-idiota no por eso tenías que optar por el suicidio…además si te dejé fue porque no quería que estuvieras en peligro, estaba seguro que estarías mejor con los humanos.
Las manos de Akihito ya se encontraban libres para abrazar Asami acción que ejecutó en cuanto escuchó el motivo tan estúpido por el cual le había abandonado.
-…eres un…idiota, pero te amo y quiero estar contigo hasta el fin de mis días –besó con desesperación al pelinegro sin importarle que ardieran juntos en el infierno.
Asami sonrió y tomó la mano de su amado para marcharse en busca de un lugar donde pudieran disfrutar de su amor, que aunque fuera prohibido, confiaba en que podía afrontar cualquier percance, siempre y cuando tuviera a su amante.
-Tú siempre me pertenecerás Takaba Akihito…
Fin