- ¿Dónde estamos? – preguntó Zoro tras un largo rato caminando en la nieve.
- Según mis cálculos – respondió Franky mirando el mapa – cerca de la frontera con Corea.
- ¿Vamos a ir andando hasta Japón?
- ¿Eres idiota? Hay un mar de por medio, no podrías hacerlo ni aunque quisieses – respondió Sanji – Iremos en barco desde la costa coreana.
- ¿Vamos a recorrer Corea andando? - dijo Zoro sarcásticamente
- No, estúpido, iremos en bus.
- No quiero volver a subirme a un tren en mi puta vida – comentó Franky, llevando a Chopper en brazos una vez más.
- En bus. Fantástico.
Las relaciones grupales no es que hubiesen mejorado mucho a pesar de ese momento íntimo, por llamarlo de alguna manera, en el tren.
Finalmente, encontraron un lugar en el que hacer un descanso hasta la estación de autobús: un pequeño puente cubierto en el que sentarse un rato. Además, parecía un oasis en medio de la nada, hasta el tiempo allí había mejorado. Ya no estaban rodeados de capas y capas de nieve, se trataba de un clima más otoñal.
- Oh, Rrrrrrooooooobin… ¡SUUUUUPEEEERRRRR! ¡Franky está en camino!
- ¿Quién es Robin? – preguntó Zoro.
- ¿Qué quién es Robin?¡Es una mujer de armas tomar!, es algo siniestra y sexy.
- Es un tierno pastelito, una taza de chocolate caliente tras un largo paseo por la nieve, un decadente pastel relleno de nata montada, oh, Robin-chwan…
- Sanji-bro, que es una persona, no un souflé...
- No sé para qué pregunto – respondió el espadachín.
- Es una de las consejeras de Mihawk, confía mucho en ella.
- Pensé que íbamos a verle a él. ¿Cook?
Sanji, que estaba pensando en un plan de huída, pues parecía que iban a descubrir el plan, reaccionó ante la voz de Zoro.
- Nadie puede ver a Mihawk si no pasa primero por Nico Robin. Ya sabes, si no cree que seas tú…
- ¡¿QUÉ?! ¡No me dijiste que tenía que demostrar nada en Rusia! ¡Esto no entraba en el trato! – respondió Zoro acercándose al cocinero e invadiendo su espacio vital hasta estar casi nariz con nariz con él.
- Vale, vale, tienes razón en eso por mucho que me joda admitirlo. Hay otra parada en el viaje antes de descubrir quién eres realmente – contestó el rubio acortando más si era posible la distancia, mirándole a los ojos y sintiéndose algo incómodo por ello.
Zoro debía sentir lo mismo porque se apartó una zancada de el hacia detrás - Soy un vagabundo huérfano que no sabe comportarse, como TÚ dices, ¡¿cómo voy a demostrar una mierda?! – Se dio la vuelta y fue junto a Franky y Chopper, que estaban en el puente.
- Bro, estás muy tenso. ESTÁIS muy tensos. – sacó una guitarra de madera - ¿quieres que toque algo?
- Casi que no, pero lo agradezco igualmente.
- Muy bien – dijo, y guardó la guitarra de nuevo en la maleta.
Un agradable silencio les rodeó, hasta que Franky volvió a hablar.
- Yo era miembro de la corte imperial, ¿sabes?
- ¿En serio?
- ¿Por qué iba a mentirte? – respondió con una sonrisa y Zoro se la devolvió.
Y volvieron a compartir el silencio, hasta que Sanji se les acercó.
- ¿Listo para convertirte en Roronoa Zoro?- A lo que él respondió con un gruñido gutural y se alejó.
- No queda nada para ti allí atrás, bro, sigue andando, todo está en Japón.
Tras unos segundos pensativo, el aludido respondió – Muy bien, ¿qué tengo que hacer?
(Franky)
En palacio vivías muy feliz
(Zoro)
¿En un palacio fui… muy feliz?
(Franky)
Es verdad.
Un caballo tenías para ti.
(Zoro)
¿Sólo para mí?
(Franky)
De un color
(Sanji)
Sin igual.
(Franky)
Tu ausencia de orientación…
(Sanji)
Fue sin parangón.
(Zoro)
¿Hice mal?
(Sanji)
Un follón.
(Franky)
Alguna vez mereciste un buen sermón.
(Sanji)
Si miras hacia atrás
(Franky)
Tu gran verdad sabrás.
(Franky y Sanji)
Hay mucho que enseñar, pon atención y aprenderás.
(Zoro)
Vamos allá.
(Franky)
Bien, anchos hombros bien atrás.
(Sanji)
Erguido vas.
(Zoro)
¿Cómo va?
(Franky)
Bueno…
(Sanji)
Y al saludar
(Zoro)
¿Qué va a pasar?
(Franky)
Apretón pero cortés
(Franky y Sanji)
Comportarse fácil es
(Franky)
Si yo he sabido hacerlo
Tú sabrás hacerlo
(Sanji)
Hay en ti recuerdos
(Franky y Sanji)
No hay más que verlo
(Franky)
Fíjate en mis pasos con virtud
(Franky y Sanji)
Y sabrás hacerlo tú
(Franky)
A ver, los codos, ponte bien
(Sanji)
No sorbas esa anchoa
(Zoro)
Y, ¿qué más da la anchoa?
(Franky)
Así lo dice un Roronoa
(Sanji)
El samovar
(Franky)
El caviar
(Zoro)
¿Después a descansar?
(Franky y Sanji)
No sin antes recordar
(Franky)
Si yo he sabido hacerlo
(Sanji)
Si él sabe cómo hacerlo
(Franky)
Tú sabrás hacerlo
(Sanji)
Tú sabrás hacerlo
(Franky)
Pon tu clase en ello
(Franky y Sanji)
Aprende a hacerlo
(Franky)
Un pequeño cambio
(Franky y Sanji)
De actitud
Y sabrás hacerlo tú.
(Franky)
Ahora hay que memorizar los nombres de la realeza.
Primero está Donquixote Homing
(Sanji)
Con Matriarca Donquixote
(Franky)
Luego Otohime
Y el viejo tío Neptuno con su vodka
(Sanji)
¿Nos sigues, Marimo?
(Zoro)
No
(Franky)
El barón Dalton
(Zoro)
¿Era?
(Sanji)
Un armario empotrado
(Franky)
El conde San Jalmack
(Zoro)
Tenía...
(Sanji)
bigote
(Franky)
El conde San Mjosgard
(Sanji)
Rey de Arabasta
(Franky)
Se ha vuelto gordo, el muy patán
(Zoro)
Su hija era Vivi-chan
(Franky)
¿Cómo sabe de Vivi-chan?
(Zoro)
Si tú has sabido hacerlo
Yo ya puedo hacerlo
(Franky)
Eso es sorprendente
(Zoro)
Está en mi mente
No es un simple cambio de actitud
(Franky y Sanji)
Nadie aprende como tú.
Si yo he sabido hacerlo
(Zoro)
Si yo he sabido hacerlo
(Franky y Sanji)
Tú sabrás hacerlo
(Zoro)
Tú sabrás hacerlo
(Franky y Sanji)
No será difícil
(Franky, Zoro y Sanji)
No hay más que verlo
(Franky)
Es un simple cambio
(Franky, Zoro y Sanji)
De actitud
(Franky y Sanji)
Sólo hay que quererlo
(Zoro)
Muy en serio
(Franky, Zoro y Sanji)
Y sabrás hacerlo tú
Tras coger un bus hasta la costa, cogieron un barco mercante que iba hasta las costas niponas. A Zoro le entusiasmaba el mar, pero el camino había sido largo y estaba sudando como un pollo, por no hablar de que sus ropas apestaban y estaban sucias y raídas, como las de un vagabundo, evidentemente. Por lo que se dio una ducha rápida, y cuando acababa de salir prácticamente, llamaron a la puerta.
- ¿Quién es? – respondió mientras se secaba la cara con la toalla.
- Yo
Era el cocinero, su voz era inconfundible.
- Tienes que ver esto, sal, venga.
- Tsk… voy.
Se anudó la toalla a la cintura y salió secándose la cabeza con otra toalla más pequeña, pero aún caían gotas por su escultural torso.
A Sanji se le cayó el cigarrillo de la boca, y casi deja caer lo que traía en los brazos, cuando le vio, pero se recompuso lo más rápido que pudo.
- Toma – carraspeó mirando hacia otro lado– póntelo – y le lanzó el paquete, haciendo que Zoro soltase la pequeña toalla que tenía en la mano, para evitar que el paquete cayese al suelo.
- ¿Qué es?
- Un globo aerostático, ¿tú qué crees? No puedes ir con las pintas que has traído hasta aquí a partir de ahora. Tienes una imagen que dar. Tsk… sólo póntelo, ¿quieres?
- Como quieras – respondió el espadachín encogiéndose de hombros.
- Bien – contestó de la forma más natural posible el rubio, aún frente a él.
- Mmmm… no es que pretenda echarte pero... tengo que quitarme la toalla para vestirme – comentó cautelosamente, pero Sanji parecía no pillarlo así que optó por ser algo más brusco – que estoy desnudo de cintura para abajo.
- Oh, OH, joder, vale, sí, esto, am... – se dirigió hacia la salida sin saber muy bien qué decir, encendiéndose otro cigarrillo y cerró la puerta tras de sí - ¡Estaremos en cubierta, ven cuando estés listo! – gritó desde el pasillo.
Zoro se encontró sonriendo un poco para sí, pero sacudió la cabeza en señal de negación y volvió a fruncir su ceño.