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¿Casado? ¡¿Contigo?! por kiyoko kotomi

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Notas del capitulo:

Hola a todos, otra vez, sé que me tardé, pero no es porque yo quise, sino porque no hubo tiempo con todas las cosas que tengo que hacer, pero bueno, para compensar mi ausencia decidí hacer este capítulo más largo para ustedes XD, así que gracias por su paciencia, espero que les guste y se pongan cómodos, porque si yo me tarde mucho tiempo en escribirlo, supongo que ustedes se tomarán todavía más tiempo en leerlo n.n


¡He aquí el décimo capítulo, gente bonita (TTOTT)!

 

¿Sería sencillo fingir que estás bien al estar junto a la persona que quieres, sabiendo que te hizo un daño irreparable sin saber que te lo hizo, y te tienes que aguantar las ganas de vengarte con tal de que no se entere?

Bueno, pues es lo que le pasó a Zim, claro que el mismo sabía lo difícil que era hacerlo pero debía admitir que de todas las formas en las que su estúpido humano pudiera haberse enterado…hubiera preferido que no hubiese sido de aquella forma en la que sucedió…

 

 

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Pasaron los días de suspensión y los estudiantes de la maestra Bitters volvían a la horrible institución, algunos de ellos estaban más relajados que otros, ¿qué puedo decir?, algunos niños consentidos siempre serán consentidos, mientras que otros fueron regañados o castigados por sus “incomprensibles” padres.

Lejos de ellos, llegaba el par de raritos, ambos ignorantes de que en estos últimos días había surgido un rumor que los involucraba y que les perjudicaría más temprano que tarde.

Bueno, eso era lo de menos, lo único que le preocupaba ahora al amante de lo paranormal era lo que ocurrió hace unos pocos días con el irken.

-¿estás seguro de que estás bien?, todavía no me contaste porque actuaste de esa manera.

-oh, bueno, ni yo mismo lo sé, seguro fue algo pasajero…

-no lo creo, además todavía no me explico porque no te dio un electrochoque cuando me golpeaste, eso es extraño-mencionó y Zim solo rió con nerviosismo, realmente esperaba no “escupir la sopa”, al menos no hasta que sea un buen momento y no hubiera un montón de micos babosos riéndose de él…

 

 

 

Esperen un momento, ¡¿los micos babosos estaban riéndose de él?!

Prefirió ignorarlo, hasta que entró al salón, donde todavía continuaban con esa acción. Quería aniquilarlos a todos, pero sabía que el Dib no lo dejaría y realmente no quería pelear con él, no después de que se habían reconciliado y que ahora tuviera una clara desventaja.

 

En cuanto todos llegaron, la maestra, que ahora estaba presente, llamó la atención de todos para hablar.

-¡espero que ahora si midan las consecuencias de sus acciones!-advirtió, pero de repente, sonrió maquiavélicamente-¡a pesar de que esa solo era la primera parte del castigo, ¿qué creían?, ¿qué iba a dejar que se salgan con la suya?!

A todos les dio un escalofrió con solo ver su rostro.

-¡hoy van a darme mil vueltas por toda la escuela y luego llegarán aquí para que les deje la tercera parte del castigo que será hacer un resumen de este libro!-en ese instante, sacó un enorme libro que decía “la historia del mundo”-y luego harán una conclusión que sea digna del nivel académico en el que están y si no lo hacen, pues…se las verán conmigo.

Todos tragaron saliva, debieron adivinar que la señorita Bitters jamás los dejaría sin un verdadero castigo.

-¡¿y qué esperan?, vayan ya a cumplir con su castigo!

-p-pero usted no es la maestra de gimnasia-uno mencionó con temor en su voz.

-¡¿Qué sucede?, ¿realmente quieres que también sea la maestra de gimnasia?!

-¡no!-todos gritaron al unísono asustados.

-¡entonces háganlo antes de que sean cinco mil!

Todos salieron despavoridos de allí y fueron a cambiarse para correr. Si, este sería un día difícil.

 

 

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Había pasado varias horas y fueron cada vez más las personas que ya no pudieron con el ejercicio, pero como no podrían librarse del castigo, y no preferían hacerlo, tuvieron que arrastrarse por sus propios medios.

Dib en cambio estaba realmente fresco, después de tantos años de persecución, ¿quién no estaría en forma? Oh, sí, incluso buen físico tenía, ¿quién lo diría?

-¡apresúrense sacos de carne!-gritó la maestra con su típica capa negra que le ayudaba a protegerse del sol.

Bueno, afortunadamente ya estaban a punto de acabar, solo unas doscientas vueltas más…o eso es lo que querían creer.

Zim en ese entonces estaba bastante cansado, ¿cómo era posible?, ¿el grandioso Zim cansado, cuando antes podía rebasar al resto con facilidad? Realmente odiaba estar así y más cuando notó que algunas chicas corrían más rápido que él para acercarse a su Dib, solo para contemplarlo mejor.

Por su mente, pasaban mil formas de torturas para dichas féminas, pero eso no le sirvió de mucho  ya que ahora tenía la vista borrosa, seguramente se desmayaría. Miraba alrededor, necesitaba escapar de ese castigo, afortunadamente se le ocurrió algo al cabo de unos segundos.

-¡esto servirá!-pensó y sonrió con malicia, para luego poner tranca a uno de los estudiantes, detrás de él, que cayó de todas las gradas por las que ahora estaban bajando.

-¡¿y ahora qué?!-rezongó molesta la maestra y vio que se trataba de…-¡Keef, inútil, ve a la enfermería para tratarte esas heridas de una buena vez!

El pelirrojo, adolorido se levantó del suelo apenas, mientras Zim planeaba escabullirse en el alboroto que hacían los demás al acercarse al susodicho.

-¡Zim, debes acompañarlo!-ordenó la arcaica profesora.

-¡¿Qué?!¡¿Por qué Zim tiene que acompañarlo?!-se quejó el irken.

-¡porque vi cómo le pusiste tranca, así que no te niegues y acompáñalo antes de que sufras las terribles consecuencias!

¿Realmente todos eran mejor que él en las amenazas?

-¡bien!-se resignó y simplemente se fue junto al atorrante pelirrojo.

-¡¿y ustedes que ven?! continúen con el castigo!

Dicho y hecho, todos continuaron con lo que hacían.

 

 

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-te perdono, Zim, estoy seguro de que no querías hacer eso, eres un buen amigo y estoy seguro de que fue un accidente-siguió parloteando siendo ignorado por su acompañante.

-¡bueno, al menos funcionó!-pensó, tratando de no arrepentirse de haber hecho lo que hizo.

Luego de unos minutos de trayecto, notó que sus penurias se acabarían, allí estaban las letras que tanto estaba anhelando encontrar.

-oh vaya, llegamos a la enfermería, parece que esta es la despedida-anunció contento el irken sin poner hipocresía en su voz.

-disculpe, me temo que tendrá que esperar con él, puesto que la enfermera no está, pero estoy segura que llegará en unos minutos-intervino la secretaria, que se encontraba limando sus uñas despreocupadamente.

Zim apretó ambos puños con frustración queriendo acabar con aquella mujer que tuvo que decir tales palabras.

-¡si, será divertido, Zim, podremos hablar de muchas cosas que no pudimos hablar por mucho tiempo!

Oh sí, el irken solo se limitó a maldecir su suerte una y mil veces.

 

 

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-bien, montón de inútiles, ya que aún hay tiempo antes de la salida y me tomé la libertad de pedir los libros para cada uno de ustedes, se pondrán a hacer el resumen justo ahora y más les vale acabarlo o no irán a sus casas.

Todos, bastante cansados por el previo castigo, sólo golpearon sus cabezas contra la mesa y otros planeaban la manera de escapar del lugar.

-¡y respecto al par de inútiles en la enfermería, pues, si es que el daño no fue tan grave, también tendrán que hacer el castigo en su casas!

Dib se molestó por el simple hecho de que tanto Zim como Keef, no volvían de la enfermería, por su mente pasaron varias cosas. Ninguna de ellas podría ser cierto… ¿verdad?

 

 

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Un montón de tiempo después…

-¡y por eso preferí comprar ese videojuego en vez del otro, pero luego me arrepentí y luego volví a la tienda para…!

El irken miraba hastiado a Keef, que solo hablaba, hablaba y hablaba, si lo mataba ahora, quizás nadie sospecharía.

Entonces se acercó lentamente a él.

-¿sabías que Zim es bueno haciendo masajes, Keef?-mencionó con una sonrisa maliciosa.

-¡wow, no lo sabía!

-bien, Zim te hará el gran honor de demostrarte lo bueno que es, de hecho, creo que acabaré con tu sufrimiento-dijo y puso sus manos en su cuello, faltaba poco para acabar con la persona que perturbaba su paz.

-buenas tardes, ya llegué-anunció la enfermera y Zim rápidamente alejó sus manos para que no lo inculparan de algo que todavía no cometió.

-¡Zim no hizo nada malo!-exclamó nervioso.

-ya veo, bueno, puedes retirarte si quieres, yo me haré cargo, jovencito-dijo la enfermera ignorando lo previamente dicho por el irken.

Dichas tales palabras, Zim salió del lugar inmediatamente y lo primero que vio fue el reloj en el escritorio de la secretaria.

¡Tres horas!, ¡se había pasado tres horas escuchando cada estupidez que salía de la boca de Keef! Bueno, al menos ya no tendría que correr y hasta había tenido tiempo para tomar un respiro en toda esa tortura.

Rápidamente se dirigió al aula, esperando lo peor, sólo para notar que los demás estudiantes estaban saliendo del mismo casi agonizantes. 

-¡¿Zim, cómo está tu compañero?, debido a como esté dependerá de si debes hacer el castigo o no!-anunció la maestra.

-oh, el humano Keef estaba al borde de la muerte-dijo tranquilamente.

-…-la maestra dudó, pero finalmente respondió-bueno, dadas las circunstancias, no harás el castigo-dijo y se fue ignorando las quejas de los demás por dicha injusticia.

En eso notó que Dib no estaba entre ellos, miró su anillo discretamente, no había temporizador, al menos eso significaba que seguía en el establecimiento, así que decidió buscarlo en el pasillo donde se encontraba su casillero y, efectivamente, lo encontró allí.

-así que aquí estabas, ¿por qué no estabas con el resto…?

-acabe más rápido que los demás-respondió cortante sin mirarle y siguió guardando sus cosas.

El más bajo miró confundido al humano, ¿por qué actuaba de esa manera?

-¿pasa algo?

-nada, ¿por qué preguntas?-respondió de la misma forma que antes.

-¡porque estás actuando como un idiota, por eso!

-…-dejó lo que hacía y, bastante ofendido, lo encaró-¡yo no estoy actuando como un idiota, ¿y porque te enojas de repente?!

-está bien, lo siento, no voy a gritar más-bajó la voz.

Eso extrañó al humano, primero Zim se enoja de la nada, ¿y ahora se resigna a su respuesta?

-mejor dime, ¿a ti que te pasa?

-¡nada y deja de hacer tantas preguntas!-volvió a su tono fúrico y le dio la espalda, cruzando los brazos.

-bien, supongo que quieres que responda primero a tu pregunta-cerró su casillero-¿Por qué tardaste tanto?

-¿a qué te refieres?

-¿estabas solo con Keef?, dime la verdad-exigió.

-sí, estaba solo con él, la enfermera no estaba y…

-¡¿estuviste tres horas solo con Keef?!

-¡sí, pero luego llegó la enfermera y me interrumpió cuando…!

-¡los interrumpió, no me digas!-le dio la espalda.

Zim estaba bastante confundido por el actuar de Dib, ¿y ahora que le picó al humano?

-¡¿Qué te sucede?!

-¡¿Qué estabas haciendo con él?!-preguntó, nuevamente encarándolo.

-…eso no te lo podría responder porque…

Dib solo se enfadó más por la respuesta y volvió a caminar ignorando al irken. Zim rogaba que no se le acabara la paciencia e iniciara otra pelea.

-¡¿Qué pasa contigo?!

-¡estabas solo con Keef tres horas, eso es lo que me sucede!

-¿ésta es una clase de juego que los humanos hacen?, porque no le veo ninguna gracia.

-¡no, me refiero a que…!-entonces tuvo que dar un suspiro largo para calmarse-¿Qué estaban haciendo los dos solos?

-él estaba hablando y simplemente quise callarlo…

-¿con un beso?-interrumpió, frunciendo el ceño.

-¡claro que no, quise acabar con él mientras nadie veía cómo iba a aniquilarlo!

En eso todas las personas a su alrededor lo miraron extrañados.

-¡cosa que no me atrevería a hacer en realidad!-exclamó sonriendo con nerviosismo y todos siguieron con lo suyo tras escuchar eso.

Dib en ese momento se sintió como la persona más estúpida en el universo.

-oh, bueno, eso lo explica todo-respondió algo avergonzado por sus conclusiones precipitadas.

-¡eres un tonto, ¿Cómo se te ocurre que haría eso?!

-oh, bueno…-y antes de responder, Zim siguió con su camino, ignorándolo como él previamente lo hizo. Sí, se lo merecía y lo sabía.

Luego vino un silencio incómodo que ninguno quiso romper, al menos no hasta llegar a la base.

 

 

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En la base…

Entonces cada uno siguió con sus cosas, no querían hablarse por el orgullo que cada uno poseía.

Mientras tanto, sentado en el sillón, Dib descansaba y vio en su celular varias llamadas perdidas de su padre y entre ellos un mensaje que decía:

si ya no quieres vivir en casa, bueno, puedo entenderlo, después de todo, es un tema delicado que todavía tenemos que solucionar, pero lo único que te pido es que, para mantenerte, lo menos que puedes hacer es trabajar en mi laboratorio

Él, hastiado por las insistencias de su padre, simplemente quiso apagar su celular, pero notó algo extraño en Zim cuando se sentó a su lado.

-¿ahora qué te pasa?-preguntó el humano cortante.

-ah, nada-respondió tratando de sonreír falsamente, cosa en la que era muy malo.

-bueno…-estaba a punto de presionar el botón de apagado del celular cuando…

-¿realmente no quieres trabajar para tu padre?-se apresuró a decir.

-no, ¿por qué debería?, después de todo, todavía tengo que cumplir mi sueño de ser investigador paranormal y…

-Dib, tengo que confesarte algo…pero antes de decírtelo debo aclarar que fue más tu culpa que la mía.

-¿Qué?-preguntó confundido al ser interrumpido, mas solo se limitó a escuchar a Zim por la curiosidad.

-…ocurrió algo terrible, ¿recuerdas lo que pasó ese día de la reconciliación?

-¿te refieres al día en que lloraste y te desmayaste?-se burló.

-¡Zim no lloró jamás!-gritó molesto, pero se calmó para proseguir-sí, ese día pero…de lo que quiero hablarte es del porque ocurrió eso.

Dib se puso serio y le prestó más atención al irken.

-habla de una vez, ¿A dónde quieres llegar con todo esto?

-…-cerró los ojos y respiró hondo-Dib-cosa…Zim está esperando un smeet.

 

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Continuará…

Notas finales:

Bueno, hasta aquí llegó este capi, ¿creen en el poder de los reviews?, pues les diré que si funciona… no, mentira, jajaja, no se preocupen, aún tengo varias ideas más para esta historia, todavía no acaba y no la dejaré así, nuevamente una disculpa por el retraso pero espero que lo hayan disfrutado.


Ya saben, si ustedes quieren aportar sus ideas, me sentiré feliz de escucharlos n.n


¡Hasta la próxima, lindas personas XD, espero sus reviews!


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