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¿Casado? ¡¿Contigo?! por kiyoko kotomi

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Notas del capitulo:

Hola otra vez, sé que dije que no actualizaría más, pero pasaron un montón de eventos afortunados y desafortunados en mi vida, pero creo que todo está resuelto n.n y bueno, al fin puedo continuar el fic.

¡En fin, espero que las lindas personas que una vez me apoyaron sigan aquí y disfruten el capítulo XD!

 

Todo era oscuridad, o al menos eso era lo que veía hasta que percibió un sonido que lo despertó.

-celdas de energía recargadas-habló la voz grave de su computador.

-¿eh?- parpadeó repetidas veces para aclarar su visión-¿Qué pasó?-preguntó débilmente una vez que su visión estuvo clara, para luego percatarse de que no estaba en esa horrible fiesta, sino en su laboratorio y no solo eso, además un cable estaba que previamente conectado a su PAK, le era retirada.

-se quedó sin energías-respondió con simpleza el computador, cosa que extrañó a Zim, ya que esperaba que su equipo se burlara o algo así, pero si lo dejó pasar.

-es extraño, el grandioso Zim no necesitó una recarga de energía en mucho tiempo-comentó sobándose la cabeza por un ligero dolor que sentía, seguramente por el brebaje que recordó haber ingerido-¿sucede algo?, ¿Por qué no le respondes a tu amo?-preguntó extrañado por el silencio.

-¡p-por nada!

-y a todo esto, ¿dónde está el Dib?

En ese momento, si el computador fuera una persona o al menos un ser vivo, se notaría con claridad que se sobresaltó y estaba bastante incómodo.

-…él fue quien lo dejó aquí.

-bien, iré a buscarlo.

-ehm, yo no lo haría si fuera usted.

-¡no le dirás a tu amo que hacer o que no hacer!-en ese preciso momento se levantó rápidamente quitándose la fina tela que le cubría el torso y…deseó no haberlo hecho-¡oh…por…Irk!

-¡el amo está desnudo!-señaló GIR, quien acababa de ingresar al laboratorio.

-GIR trae algo para Zim-ordenó muy avergonzado-¡¿Qué significa todo esto?, equipo, no era necesario…!

-¡¿realmente cree que lo verdaderamente importante aquí es el que esté desnudo?!-señaló.

Zim en ese momento se percató de que, efectivamente, no solo estaba desnudo sino que además tenía unas marcas púrpuras extrañas en todo el cuerpo, sobretodo en el cuello. Aquellas marcas parecían ser procedentes de mordidas y eran dolorosas-debí adivinarlo-dijo cabizbajo.

-¿Amo?-preguntó su equipo temiendo lo peor.

-…-no dijo nada por un instante hasta que exclamó-¡el humano me atacó cuando estaba en pleno estado de inconsciencia!

Si, el amo era bastante ingenuo.

Zim trataba de recordar que era exactamente lo que pasó pero aún le dolía la cabeza de solo intentarlo... Necesitaba hablar con el descerebrado cabezón en este instante.

-¡¿Dónde está él?! ¡Es obvio que no fue muy lejos!-dijo colocándose la ropa que GIR le trajo.

-usted lo dijo, bueno, está encerrado en su habitación.

-¡ya me oirá!-refunfuñó y se dirigió a tal lugar sosteniéndose de lo que podía en el camino porque al parecer el enemigo realmente lo dejó bastante lesionado y ni siquiera podía caminar con normalidad.

Una vez que llegó hasta la puerta, siendo ayudado por GIR a subir las escaleras, golpeó la puerta insistentemente.

-¡humano cabezón, Zim te ordena que abras la puerta!-exigió, mas no obtuvo respuesta del interior-¡es todo, GIR, te ordeno que tires la puerta abajo!

-pero Mary se enojará, dijo que no lo molestara.

-¡yo me molestaré el doble si no lo haces!

-¿y porque usted no lo hace?...oh-recordó algo y se rió.

-¡¿te burlas de Zim?!-lo fulminó con la mirada-¡muévete lo haré yo mismo!-dicho esto trató de golpear la puerta con las pocas fuerzas que le quedaban, pero fue en vano y eso solo empeoró su dolor.

-¡¿Qué es lo que quieres Zim?!-se oyó un grito del otro lado de la puerta.

-¡Zim quiere saber qué es lo que le hiciste anoche!-soltó directamente gritando, no percatándose de que quizás los vecinos podrían escuchar por el alto volumen en su voz.

-¡¿puedes guardar silencio?, estoy…tratando de…mmm…leer un libro!-se excusó aún sin dar la cara.

-¡lo harás después de explicarme porque me atacaste de esa manera cuando estuve inconsciente, ¿tienes idea de cuánto le duele a Zim su…?!

-¡habla más bajo, por Venus, todos podrán oírte!

-¡no me importa que los descerebrados humanos se den cuenta de que me apenas sí puedo caminar por tu culpa!

-¡Zim!-regañó.

-¡¿abres la puerta o…?!-y antes de que dijera más, el humano ya lo había metido a su cuarto tapándole la boca para que evitara decir ciertas cosas-¡solo cierra la boca, ¿quieres?!-

-…-quitó la mano que le impedía hablar-¡¿Por qué me hiciste esto?!

-… ¿realmente no recuerdas nada?-preguntó incrédulo el humano.

-¡¿te estaría preguntando si el grandioso Zim lo supiera?!

-y si te digo que las mordidas fueron porque…un perro te mordió, ¿me creerías?

-sí y lo mataría enseguida.

-¡eso no es cierto amo, cuando llegué no había ninguno, además solo estaba con Mary, en su cuarto, ¿no lo recuerda?, no dejaban de gritar!-mencionó el robotito por el otro lado de la puerta, al parecer nunca se fue.

Dib se golpeó mentalmente, pero luego se percató de que el irken se mantuvo pensativo.

-ahora que lo mencionas, GIR, creo que sí recuerdo algo…

De repente algo vino a su mente y, al parecer, fue algo bastante fuerte puesto que se mantuvo en silencio por un largo instante.

Recordó una extraña sensación de que le daban en todo el cuerpo… ¿besos?, si mal no recordaba así se llamaban y sí, sabía que eran esos; además fueron acompañados de mordidas dolorosas. Sorprendido, dirigió la mirada hasta el lecho, ahora arreglado, pero al parpadear le hizo recordar lo desarreglado que estaba antes, y revivió aquella escena en la que alguien se atrevió a invadir su espacio personal, tocándolo, dejándolo vulnerable de tal manera que…ni siquiera ropa llevaba. Podía volver a sentir esos toques impúdicos en su zona baja, el cómo lo acorralaban y no podía huir, el calor que le inundaba y una extraña sensación que prefería no recordar, pero que se resumía en dos simples palabras…el ser invadido.

Creyó que todo había sido un extraño sueño o algo parecido, puesto que su ropa se encontraba en el laboratorio, mas cuando avanzó un poco, notó que uno de sus guantes estaba en el suelo…y fue entonces que todo se armó como rompecabezas en su mente.

 

…Él no fue atacado de la manera que pensaba, de eso estaba seguro, quizás era ingenuo pero no  tonto.

 

-¡¿Qué pasó realmente, gusano?!-preguntó más solo para escucharlo por parte del humano, no para confirmarlo.

-…-Dib no podía siquiera elevar la mirada, realmente…ni él supo que lo orilló a hacer eso… ¿o tal vez sí?

-¡te ordenó que me lo digas ahora!

-¡tú me besaste, ¿no lo recuerdas?!-se apresuró a decir, tratando de sonar intimidado, aunque eso sólo hizo que Zim se enfadara aún más.

-¡no lo hice!

-¡sí lo hiciste, ¿o vas a negar que yo hago que no pienses bien?!-trató de imitar las mismas palabras que oyó de Zim.

-…-eso lo tomó realmente por sorpresa, ¿realmente dijo aquello?-¡pues no era cierto!

-¡sí lo era, admítelo!

-¡¿ah sí?, pues eso no te dio el derecho de…hacer eso!

-¡ni yo sé cómo pasó ¿sí?, solo…todo estuvo en blanco y no pude contenerme, pero si quieres podemos hacer como que jamás pasó!

-…-Zim increíblemente ofendido le dio un golpe en el rostro, como si el coraje haya disminuido su dolor y le permitiera dar ese golpe.

-¡auch!-se quejó sobándose la mejilla por el inmenso dolor, esperaba que no dejara marca-¡¿Qué es lo que quieres entonces?!

-desde ahora…nada de ti-abrió la puerta y salió sin dirigirle la mirada, fue entonces que al parecer ya estaba casi curado, todo gracias a su anatomía irken y su recuperación más rápida que la de los humanos.

Algo le dijo al adolescente que debía impedir que se fuera y aclararan algunas cosas, pero sabía que lo único que conseguiría sería toda la furia del irken, así que hizo lo mismo que Zim y se alistó para otro día de escuela, claro, sabía que para él era vital guardar las apariencias.

 

Al parecer no lo resolverían hasta más tarde.

 

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Minutos más tarde…

 

Una vez en la horrible institución, que por mágica razón ahora se encontraba impecable después de lo de anoche, ambos se dirigieron directamente al aula a sentarse en sus respectivos lugares. Al entrar vieron que la mayoría seguía con resaca y llevaban lentes de sol, al menos ellos estaban algo mejor, de no ser por su “problema”.

Dib, por primera vez, sintió que la “eskuela” sería su única salvación para distraerse de todo lo que pasó y estaba por pasar.

 

En ese momento, ingresó la maestra bastante malhumorada al parecer. Luego de dar un muy frio saludo, se acomodó en su escritorio y fulminó a todos con la mirada.

-¡¿creen que no me di cuenta del incidente de anoche?!

Todos tragaron duro y mantuvieron el silencio.

-¡quiero saber quién fue el responsable de todo esto, den la cara, cobardes!

Nuevamente, nadie dijo nada, aunque la tensión era más en los responsables.

-¡¿no dan la cara, sucias ratas?, bien, entonces no me queda más remedio que suspenderlos a todos!

Todos dieron un suspiro de alivio, al parecer la política de la eskuela que había cambiado a través de los años sobre no a la agresión física los había ayudado.

Mientras los demás se alegraban por unos días sin clases, Zim estaba aún furioso y Dib incomodo, como siempre, la suerte jamás estaría de su lado…ahora lo único que necesitaba saber era sí al menos Zim le perdonaría y se llevarían como antes mínimamente.

 

Todos salieron casi festejando por la decisión de la maestra, o así fue hasta que una conversación se dio en el que nuestros protagonistas eran el tema principal.

-¿Qué les pasa a esos dos, últimamente están bastante juntos?-habló uno mirando al par que se ignoraba.

-sí y Zim está actuando bastante extraño también-le respondió su compañero.

-¿tú crees que…?

-no lo sé, pero al parecer sí-se formó una sonrisa maliciosa en su rostro-quizás hay algo más entre ellos, después de todo, siempre fueron raritos.

-¿entonces que planeas hacer?

-no lo sé, pero nunca es tarde para destrozar una reputación-dijo finalmente y caminó hacia la salida acompañado por su cómplice en el crimen, sin desaparecer sus sonrisas maliciosas.

 

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En una galaxia lejana…

 

Exactamente en una sala enorme donde lo único que importaba era que unos cuantos soldados estaban frente a sus líderes escuchando atentamente a lo que decían. Al parecer estos no estaban muy contentos.

-como sabrán, hace un tiempo atrás conquistamos un planeta en el cual sus habitantes poseían unos objetos muy raros que no fueron sometidos a muchos estudios, puesto que desaparecieron al poco tiempo de obtenerlos, pero creemos que pueden ser un arma mortal-explicó el Más Alto Rojo caminando de un lado para otro, o levitando, mejor dicho-es por eso que nos deshicimos de los responsables que resultaron ser dos de nuestros esclavos, que sorpresa-dijo sarcásticamente-y como los demás están ocupados aún en sus conquistas, ustedes serán enviados a buscar a los que poseen estos objetos por el momento.

Eran cinco los que estaban presentes y parecían no ser de los mejores soldados.

-ah sí, y si no vuelven  con esos objetos mejor ni vuelvan, porque serán aniquilados-amenazó el más Alto púrpura mientras comía una de sus dichosas golosinas.

Los soldados se miraron con rivalidad, al parecer eran de bajos rangos y necesitaban cumplir con la misión para lograr algo de respeto.

-hagan todo lo que haga falta-finalizó Rojo con suma seriedad.

 

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Continuará…

Notas finales:

Espero que les haya gustado, realmente quise compensar todo el tiempo perdido y ya sé, no hice un lemon hard, pero más adelante podría hacerlo, ya saben, cuando esten más conscientes jejeje.


Cualquier sugerencia, duda, golpes o tomatazos son bienvenidos en sus bellos reviews, si es que hay alguno, claro.


¡En fin, hasta la próxima!


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