Un sonido sordo seguido de voces que susurraban palabras bruscas, eso era lo que podía escuchar un rubio a duras penas, él estaba en un estado semiconsciente de lo que acontecía a su alrededor, mas solo podía escucharlo
- Perfecto, ahora que los tenemos a ambos es hora de comenzar – dijo lo que parecía ser la voz de una mujer
- Fue demasiado fácil el capturarlos – dijo la voz de un hombre que se encontraba en el lugar – ¿Por qué no lo hiciste tu misma?
- ¿tú por qué crees? – dijo irónicamente la mujer – recuerda de que no puedo tocarlos, además de que si me acercara a ellos se darían cuenta de mi presencia y se pondrían en guardia
La mujer al ver que el hombre no se convencía del todo por sus palabras dio por terminado ese tema, se encogió de hombros y se fue acercándose a Arthur, quien podía oír como sus pasos se acercaban hacia el
- Dejemos esto para después – volvió a decir la mujer mientras se inclinaba hacia el rubio viéndolo detenidamente – ahora necesito que los encierres por unos cuantos días a lo mucho
- ¿Cuánto tiempo será? – pregunto el hombre mirando los cuerpo que tenía en frente
- Por lo menos una semana – respondió la mujer mientras se levantaba y salía por la puerta
- Entiendo
El hombre del lugar así lo hiso, encerró a ambos prisiones, una vez terminada su labor salio del lugar dejando solos a sus invitados
- ´´está muy oscuro……..``
Arthur que recobraba la conciencia poco a poco, al igual que su movilidad por fin pudo abrir sus ojos
Lentamente fue recorriendo con su visión aquel lugar en donde habían caído presos
Al principio no pudo distinguir mucho debido a la oscuridad, más cuando su vista se acostumbró vio que el lugar era mucho más pequeño de lo que pensaba, talvez media unos cinco metros en todas las direcciones creando una especie de caja
Ellos estaban casi al fondo de la habitación……….ellos estaban…..ambos…..cuando Arthur se dio cuenta de que eran dos, se arrastró hasta donde estaba Shiro
El castaño tenía una grave herida en el pecho, en donde había sido incrustada la flecha, más aun pese a la gravedad de la herida Shiro seguía vivo, eso alivio a Arthur pero también le preocupo
Puede que haya sido suerte que no muriera por aquella herida, pero eso sería demasiada suerte y Shiro no la tenía, algo no estaba bien
- Shiro…..Shiro…. – llamo suavemente el rubio al oído de castaño quien seguía inconsciente – vamos Shiro levántate……
Fue inútil, el castaño no reaccionaba, su cuerpo aún seguía dolido y no podía moverse aún, más Arthur tenía que sacarlo de aquel lugar ya que viendo el lugar, sino trataba al castaño este podría sufrir de alguna infección y eso sí que lo mataría
Se levantó aun con las piernas temblorosas y comenzó a buscar alguna salida posible del lugar, sabía que no la encontraría tan fácil pero era mejor intentar que no hacer nada
Mientras esto sucedía en la celda o calabozo, los capturadores se encontraban hablado
- ¡¡Es casi un milagro el pode tenerlo tan cerca de mí!! – hablaba la mujer fuertemente como celebrando una victoria inalcanzable – ¡¡tanto tiempo lo he soñado y ahora está al alcance mío, qué alegría más grande la mía jajajajaja!!
- No te entusiasmes tan rápido – advirtió el hombre al ver como la mujer se descontrolaba por la emoción
- Está bien – termino por calmarse la mujer y sonriendo se tocó el pecho para decir – es hora de sacar a ese corazón de ese hermoso y casi perfecto cuerpo jujuju
Dicho eso la mujer sonreía maliciosamente se dirigió hacia una especie de habitación que era particularmente gigante
Casi parecía una catedral dentro de una especie de castillo antiguo perfectamente conservado por el tiempo
En el lugar se podría apreciar unos vidrios muy hermosamente colocados en todo el lugar, tenían diversas formas y colores, además de un centro con unos símbolos un tanto extraños en medio de aquel lugar
La mujer se adentró al lugar y se colocó en el medio de este frente a los símbolos, tomo una daga que tenía cerca de la cintura y sacándola la coloco cerca de su nuca
Con sus manos tomo todo su cabello y recogiéndolo en una cola baja lo corto con la navaja, para luego lanzarlo hacia donde se encontraban aquellos símbolos, en donde el pelo de la mujer comenzó a ser tragado por una especie de sombra
- La próxima te daré algo aún más delicioso
Decía la mujer al mismo tiempo que se alejaba del lugar después de haber guardado aquella daga
- La próxima vez será un cuerpo humano jujujujuju
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- ¿Ken no tienes hambre? – preguntaba Riva a su pareja al verlo jugar con las frutas que le había dado para que pudiera alimentarse
- ….tengo hambre……pero…. – el pelinegro solo dejo las frutas de lado y viendo nuevamente a Riva dijo con una voz dulce – no puedo comerlas mientras estoy alimentando a nuestro bebe, es un tanto extraño jejejeje
Riva lo miro un tanto anonadado, el verlo con ese hermoso niño en brazos mientras este tomaba leche del pecho de Ken hacia que se sintiera muy feliz
- Aun no me puedo creer que este aquí – comento el dichoso padre quien veía como él bebe se concentraba en beber de ese pezón con hambre
- Jajajaja pues créelo que ahora mismo está apretando fuerte y me da cosquillas
Riva al ver tal acción se acercó al pelinegro y se puso a apreciar aquella escena de más de cerca, no quería perderse ninguno de esos bellos momentos
- es hora de que avancemos – irrumpió Anissina a la pareja saliendo de unos matorrales detrás de ellos
- está bien, vamos en unos segundos – dicho eso la pelirroja se adentró de nuevo en aquellos matorrales desapareciendo de nuevo
Ambos tomaron sus cosas y se encontraron de nuevo con Anissina y Rena quienes también tenía todo preparado, de esa manera los cuatro retomaron su camino
- aun no sé qué estamos haciendo – dijo Riva al ver que Rena los llevaba por un camino que daba muchas vueltas y no daba señales de acabar – ¿está bien que sigamos por aquí?
- Tu confía en mi Riva, en un dos por tres y llegamos a nuestro destino – dijo la pelirroja mientras hurgaba algo circular en sus manos
- ¿Cómo estas tan segura Anissina? – pregunto esta vez Rena quien también estaba al igual que Riva nerviosa por ver la interminable senda que tenía delante
- Jujuju estaba esperando que preguntaran eso – e inmediatamente le brillaron a la pelirroja que inmediatamente mostro lo que traía en manos – este mi nuevo invento, ´´el guiador de atajos seguros-kun``
Todos al escucharla quedaron un tanto nerviosos por el nombre, aun cuando estaban acostumbrados a sus extremidades, sus inventos nunca significaban algo bueno más al contrario eran sinónimo de desastre
- Con este pequeño podremos llegar a nuestro destino seguros y sin tener que sufrir ningún percance, es algo maravilloso aunque……
Esa pausa helo a los presentes, ya que sabían que aquella pelirroja comenzaría buscar una víctima para su invento, por lo cual retrocedieron instintivamente
- ¿Por qué se alejan tanto? – dijo Anissina acercándose a ellos – este invento no necesita que usen sus energías en el
- Que alivio – suspiraron los tres quienes se relajaron bajando su guardia, grave error
- …..este no lo necesita pero si mi otro invento – para cuando termino de decir esas palabras Riva ya se encontraba acorralado y sin escapatoria – te presento a ´´el mejora tus habilidades por un dia-kun``, ahora vamos tienes que probarlo
- Noooooooooooooooooooooooooooooooooo
Riva había caído presa de la inventora loca, para cuando la pelirroja término con el hombre este parecía un zombi y no daba señales de vida
- Esto….Anissina? – llamo el joven madre a la mujer quien lo miraba sin culpa alguna
- ¿Qué pasa Ken? – atendió a sus palabras la pelirroja – ¿te sientes mal?
- No…..pero Riva se encuentra bien? – al terminar de decir esto el hombre se levantó de golpe
- Como puedes ver, se encuentra en buen estado – dijo Anissina dándole una palmaditas en la espalda – bueno es hora de continuar, mis queridos bebes nos llevaran a salvo hasta nuestro destino, en marcha
Tanto como Rena como también Ken solo soltaron un largo suspiro y continuaron su camino
Unos pocos días después se encontraban de regreso en las tierras donde se encontraba cautivo Conrad, quien al verlos de regreso les dio la bienvenida y les invito a que comieran para reponer fuerzas
- Gracias por la comida Conrad – agradeció la castaña al anciano mientras se llenaba el estomago
- Es un placer, su compañía es muy grata para mi – respondió el hombre con una sonrisa
Al mismo tiempo que comían y dejaban sus cosas para descansar un joven se acercó al anciano, le mostró su respeto y se sentó a su lado
- ¿Has disfrutado de tu estadía en otras tierras? – pregunto el anciano al joven que asintió con la cabeza
- Son tierras muy grandes – comento alegre sabiendo que el anciano gustaba de los relatos – los caminos son interminables y la naturaleza extensa
- Ya veo……. – después de oírlo Conrad se quedó conforme con lo que había vivido aquel joven, pero ahora se tenía que enfocar en otra cosa – ¿cómo te fue con tu relación con ellos?
- Al principio me notaban – dijo un tanto decaído el joven – pero a medida que pasaba el tiempo fueron olvidando mi presencia, ellos ya no pueden verme
- Entonces fue otro fallo – Conrad solo bajo la mirada resignado al hecho de aquel joven no podía escapar de ese lugar, eso significaba que él tampoco podía hacerlo
- Conrad – llamo Rena al anciano y este fue hacia donde ella estaba
- ¿Qué pasa Rena? – el anciano intento olvidar aquel hecho que le hiso ver aquel joven y se centró en la joven que parecía tener problemas
- Esas cosas que estabas vigilando – la castaña se dejo de rodeos y fue directo al punto – ¿siguen ahí?
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MIENTRAS EN KUROAME
- Mi señor Saralegui los preparativos están listos – informaba Natlly al gobernante quien se encontraba sentado en el habitual jardín de Magnel
- Ya veo – el rubio platinado bajo la taza que tenía en manos y la dejo en la mesita que se encontraba ahí con muchos bocadillos – Natlly
- Si, mande mi señor Saralegui – el rubio platinado alzo la mirada y con una voz clara y serena dijo
- Comienza la purga de clanes – dicho eso cerro los ojos apoderándose de un nuevo pecado
- A sus órdenes mi señor
La mujer salió del jardín y se dirigió hacia una habitación dentro del castillo en donde yacían muchas personas esperando por su orden de partida
Natlly les dio una orden para cada uno y con ello todos los presentes se fueron, dejando a la mujer en un estado de duda pero también de ansiedad
- Todo sea por el bien de nuestra tierra
Se susurró para si la mujer que aún no podía dejar de sentirse culpable por las muertes próximas de muchos pero muchos seres
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EN LAS TIERRAS VERDES
Aik y Haru seguían teniendo problemas con su atacante, mientras que la magnel intentaba liberarse la gobernante de esas tierras se enfrentaba a esos infantes que no dejaban de aparecer uno tras de otro
- Gha………déjame – una patada hacia el rostro de aquel ser blanquecino hiso que le soltara el cuello
- Tenemos que hacer algo más que perder el tiempo con ellos – dijo la gobernante de las tierras verdes mientras luchaba para no ser herida
- Coff…….coff…..cofff…… – la magnel aún se recuperaba de la asfixia cuando nuevamente ese ser blanquecino se acercó a ella rápidamente
Apenas y pudo esquivarlo, más la cosa se estaba poniendo pesada y peligrosa, ya no podía seguir reprimiéndose, al menos no con ese ser tan peligroso
- Madam coff…….es mejor que se retire del lugar – advirtió la magnel a la gobernante la cual sin pedir ninguna explicación, no desperdicio su tiempo y se alejó de ese lugar
Mas los pequeños seres intentaban impedir que la gobernante escapara, más esta era más rápida y ágil por lo que pudo pasarlos y llegar a una distancia segura
Al para vio como a sus espaldas dos fuerzas chocaban una con la otra, poniendo a la tierra a temblar
El enfrentamiento estaba parejo, más el cansancio hacia efecto en el cuerpo de la magnel quien por mucho tiempo había estado fuera de combates o enfrentamientos de vida y muerte
- Por el momento creare una barrera
La gobernante al ver como el daño colateral hacia estragos en el lugar, tuvo que evitar que se este se expandiera más, por lo que reforzó la misma con otras dos capas de árboles y lianas gruesas llenas de espinas
- Ven…….
En medio del sonido una voz llamo al ser blanquecino el cual respondió con una especie de llanto lastimero
- Por hoy es suficiente búsqueda, mañana continuaremos en otra parte
El ser blanquecino al escuchar lo anterior, aprovecho una abertura de la magnel y salió a toda velocidad de aquel lugar seguido por los pequeños seres que desaparecieron en la tierra
- Parece que lo que buscaban no se encontraba en estas tierras – comento Aiko al ver como el lugar volvía a su habitual tranquilidad
Al mismo tiempo Magnel curaba las heridas causadas en su garganta, las elimino y pudo ver cómo estas aun después de ser curadas dejaban marcas profundas
- ´´Ese ser es demasiado peligroso para dejarlo suelto`` – pensó la gobernante al verse rodeada por tanto cuerpos sin vida – ´´tengo que eliminarlo``
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El lívido, es algo que los seres humanos poseen y que pocas veces pueden controlar, el placer causado por el toque mutuo de dos personas más la necesidad irremovible de la reproducción hace estragos con la conciencia de las personas, y en este momento estaba haciendo añicos con la mente de una
- Tarw…..olf……
Freya quien ahora era preso de sus instintos, se encontraba dilatando a Tarwolf quien ya no podía producir ningún gemido al sentirse tan extrañamente caliente por las acciones del mayor
- Solo un poco más…
Después de haberlo estado preparando un buen tiempo, al fin Freya sintió que ya podía llegar más allá y penetrarlo
- Respira y relaja tu cuerpo Tarwolf
Susurro al oído del menor mientras se posicionaba entre las piernas del menor quien se encontraba todo rojo, con los ojos cerrados mientras cubría su boca por temor a dejar escapar sonidos indecentes
- Aquí voy….
Al rozar el miembro en la entrada del menor este de una patada mando volar al pelirrojo golpeándolo contra la pared de aquel lugar, dejando a Freya un poco atontado
Algo había despertado de lo más profundo de su ser, el sello que había puesto su hermana se había roto
- ¿Quién te crees que eres para tocarme? – hablo el niño mientras los ojos se le tornaban en un color rojo escarlata y su voz se tornaba más fría – ¿Cómo osas a mancharme con tus sucias manos?
- ¿Tar...Tarwolf…….? – para cuando Freya se había recuperado del golpe, se había dado cuenta de lo que estaba haciendo – …….lo siento……
- ¿crees acaso que solo con un ´´lo siento`` podras librarte de esta? – Tarwolf estaba actuando de manera extraña más por más extraño que fuera Freya lo seguía sintiendo como el, seguía siendo el mismo más lago había cambiado también
- …que es lo que tengo que hacer para-----
- Llévame de regreso – Freya fue interrumpido por el menor quien ahora se encontraba vistiéndose nuevamente con total serenidad – regrésame a mi tierra
- ¿quieres volver a la cabaña? – para el pelirrojo ese era el único lugar que podría llamar hogar mas no fue así
- Llévame a Kuroame
Esas palabras dejaron más que helado al hombre que no entendía de que estaba hablando el menor, el había nacido y sido criado en aquel bosque, ¿Cómo era posible que si quiera supiera de la existencia de esas tierras?
Mas al levantar la mirada Freya pudo notar que aquel niño ahora tenía el pelo de un color translucido, parecía que este fuera de cristal y eso le recordaba a cierto ser que moraba en aquellas tierras
- Tarwolf……..tu eres – el pelirrojo trago saliva antes de continuar, ya que no quería creer en ello –…….nuestro sagrado oráculo……?
- Llévame a Kuroame, es una orden
El pelirrojo no podía creer que fuera cierto, mas ahora entendía porque el recelo de Seyryu por mantenerlo virgen, ya que una vez perdiera su pureza este nunca más sería bienvenido en Kuroame
Freya al darse cuenta de ello sintió una gran rabia e impotencia, aun cuando ya habia desidido tenerlo, eso le era imposible para él, ahora Tarwolf se había vuelto inalcanzable para él, Freya se había vuelto un mero sirviente más sin derecho a tocarlo
- Tengo que ver a mi padre – dijo el menor al mismo tiempo en que salía de aquella habitación – muévete
- Como ordene sagrado oráculo
Tarwolf ya no era más el niño que conoció, se había convertido en una esencia completamente diferente más seguía preservando los recuerdos de lo que solía ser y de quienes solía amar