Hace mucho mucho tiempo atrás, cuando las dimensiones aún no se habían fusionado y estas permanecían inmutables e incorruptibles, un reinado que había durado milenios fue desapareciendo misteriosamente, lo que fue una vez un gran reinado se convirtió en ruinas, más la vida de su gente prevaleció
Pasaron cientos de años para restaurar su reino en ruinas y consiguieron hacerlo mucho mas rápido de lo que habían esperado hacerlo, habiendo completado su meta esta gente fue desapareciendo poco a poco dejando solo aquellas ruinas
Un reino restaurando más sin gente que lo habite, un triste destino para aquellas tierras las cuales estuvieron imperturbables durante muchos años, mas estas no permanecieron así eternamente
Un día en el horizonte un pueblo fue a llegar a este reinado, sin refugio ni comida y con la gran pena de ser frágil encontró refugio en las mismas
Poco a poco y con el pasar de los años fueron bendecidos por la tierra y lo que habitaba en ella, para ellos fue una oportunidad de vivir una vez más
Este pueblo vio gratamente durante cientos de años en paz, más las personas caen y fue así que su reino cayó con ellos, guerras y batallas destruyeron aquel oasis, sangre, odio, tristeza y remordimientos tiñeron la tierra junto con los mares
El cielo ensombreció y con ello el corazón de sus habitantes, lentamente fueron perdiéndose y olvidaron que un día aquel hermoso reino brindaba colorido a la vida, lentamente ese hermoso mundo se tornó gris y con ello nació una raza fría que anhelaba la preservación…………………..
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- Dorrul – llamaba una figura gris en medio de la noche, resonando su voz en la cabeza de un joven el cual se encontraba caminando en un prado
- Mande Magnel – contestaba el joven que se arrodillaba a la nada mientras tocaba su pecho
- Es la voluntad de Kuroame que cumplas tu misión – exponía potente la voz de la figura
- Así lo hare Magnel – el joven apretó con fuerza su puño – no he de fallar y si lo hiciera cumpliría mi pacto de vida
- Dorrul – llamaba otra vez la figura esta vez con una voz más dulce – aprecia el presente, vive de tus instintos e ignora tu cautiverio
- …….me es imposible Magnel – el joven bajaba la mirada mientras tocaba su hombro izquierdo con fuerza – estas alas que no sirven para volar son escudos que protegerán su magnífico ser, esta vida que fue salvada por su benevolencia será cautiva por la eternidad por su toque
- Dorrul – la figura con cierto tono de nostalgia en su voz sonrió mientras hablaba – sea el destino una herramienta nuestra y no seamos nosotros herramientas del destino, recuérdalo bien
- Lo tendré gravado en mi ser Magnel – el joven con su dedo pulgar escribió en su hombro su juramento ante quien admiraba con su vida
- Ve con cuidado mi hijo y vuelve al refugio de mis alas
Después de que la figura dijera estas últimas palabras el joven se levantó y emprendió su viaje hacia su objetivo y nada haría que este fallase en su misión
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Mientras en otro lugar
- ¿Sey-chan has sentido cosas extrañas últimamente? – un preocupado rubio interrogaba a su hija mientras que la revisaba de pies a cabeza
- ¡¡ ¿Ma-ma me está pasando otra vez?!! – la chica estaba asustada por el repentino cambio en sus ojos – ¡¡me verán mama, estoy segura que me verán tengo miedo mama!!
- Tranquila Sey-chan todo está bien – el rubio abrazo a su hija que se encontraba más que aterrada y no podía dejar de llorar – no pienses en ello solo siénteme Seyryu, estoy aquí
- Ma-ma………….
Mientras en el bosquecillo
- ¿Kasi puedes sentirlo?, ¿está cerca? – preguntaba el moreno a la pelinegra mientras intentaba seguirle el paso
- Aun puedo sentir un poco de su presencia – Kasi estaba preocupada y eso se mostraba a simple vista – hay que apresurarnos Yuuri
- Está bien, pero primero cuéntame que paso – ante las palabras del moreno la mujer empezó a recordar lo sucedido y contarle todo
Unos minutos antes de que se encontraran
- Tar-chan sal de aquí y avisa a Yuuri que un intruso cruzo la barrera – la peli-negro creo ráfagas de viento con sus manos y ataco en dirección de donde sintió que vino el ataque – lo detendré en este lugar hasta que lleguen
- ………no vayas a perder mama – el niño se levantó lo más rápido que pudo y agarrándose las heridas salió corriendo a informar de la situación al moreno
- Bien ya que el niño se fue – la pelinegro se rodeó de nuevas ráfagas cortantes y destrozo todo lo que había en su paso mostrando a una figura desconocida – tendrás que darme algunas explicaciones señor intruso
La pelinegro se puso en guardia evitando que aquel intruso encontrase alguna abertura por la cual pudiera atacarla
- ¿no vas a atacarme señor intruso? – provocaba la pelinegro al hombre que la miraba fijamente
- Estorbas – por fin salieron palabras de su boca – quítate
- No puedo hacer eso mi hermoso hijo se encuentra a mis espaldas – la pelinegro volvió a crear ráfagas de viento y dándole forma de cuchillas volvió a atacar con ellas
- Estorbo quítate – aquel hombre esquivo sin mucho problemas aquellos ataques dejando fastidiada a la pelinegro
- Eres muy escurridizo – la pelinegro seguía atacando sin tregua intentando asestar un golpe en aquel hombre – deja de moverte
El hombre y la pelinegro estuvieron buenos minutos de esa manera, Kasi atacaba y el hombre esquivaba, todo aquello estaba acabando con la paciencia de la pelinegro causando que esta se decidiera por un combate cuerpo a cuerpo
Se acercó al cuerpo del hombre y comenzó su lluvia de golpes, al principio estos eran desviados por el hombre pero esto no duro mucho
La habilidad de pelea de Kasi era alta y aquel hombre estaba sucumbiendo ante ella, un derechazo al estómago más una combinación de patadas hacia la cabeza junto con rodillazos hacia el tórax hirieron al hombre que tuvo que alejarse por estar en desventaja
- Vamos que aún no he calentado señor intruso – decía la pelinegro de lo más entusiasta
- Tengo que apresurarme – el hombre vio al cielo el cual empezaba a nublarse
- Te tengo – cuando el hombre se entretuvo con el cielo fue atacado por un rodillazo en la cara lo que lo dejo sangrando – jajaja fue fácil señor intruso
La sangre manchaban las manos del hombre el cual solo la veía sin ningún interés, limpiándose volvió a centrar su mirada en el camino que debía seguir
- Me queda poco tiempo – aun sin prestar interés por la pelinegro el hombre comenzó a correr hacia donde tenía la mirada puesta
- ¿A dónde vas intruso? – Kasi al ver como el hombre la ignoraba comenzó a seguirlo y cuando le dio alcance lo paro poniéndose delante de el – te dije que de aquí no pasas
- …………. – aquel hombre al ser interrumpido por la pelinegro se sentó en la tierra sobre sus rodillas y comenzó a murmurar algo
- ¿Qué haces----------
Del cuerpo del hombre una luz cegadora causando que la visión de la pelinegro sea nublada por el resplandor, mientras Kasi intentaba recuperar su visión sintió como un fuerte golpe llego a su vientre causando que se arrodillara por el dolor
Mas no se quedó en el suelo y con su pie barrio el terreno aun con los ojos cerrados esperando que aquel hombre siguiera aun en su rango de ataque, pero desafortunadamente ya se había alejado
- Te dije que estorbabas – la voz de aquel hombre sonaba rasposa y más gruesa que antes – no tengo otra opción
La pelinegro sintió nuevamente como un golpe asesto contra su cuerpo, pero esta vez no fue en el vientre sino en la espalda, luego siguió una patada directa a los muslos para luego recibir una paliza hasta dejarla fuera de combate
- Se acaba el tiempo – después de dejar a la pelinegro sin poder moverse el hombre se encamino nuevamente hacia donde había dirigido su mirada dejando a una muy frustrada pelinegro que intentaba incorporarse de nuevo
Regresando al presente
- No puedo creer que exista alguien capaz de controlar la luz – decía el moreno que seguía a la pelinegro aun con algo de duda en lo que había escuchado
- Ya ves Yuuri, tampoco me lo esperaba – la pelinegro aumento la velocidad – por eso tenemos que darnos prisa
- Tienes razón Kasi
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Mientras tanto en la casa del bosquecillo
- ¿Mama? – la voz de Tarwolf atraía la atención del rubio y la oji-rojo – ¿Dónde está mama?
- Tar-chan despertaste – el rubio fue hasta donde estaba el niño y acariciándole la cabeza intento calmarlo ya que se puso nervioso al no ver a su madre en el lugar
- Wolf-chan mama – el niño intento levantarse y salir del lugar en busca de su madre pero fue detenido por la oji-rojo que lo abrazaba
- No puedes Tarwolf – el niño solo la vio un poco extrañado ya que esta estaba temblando
- ¿Seyryu………..?
- Vamos niños es mejor que salgamos de aquí – el rubio sintió como algo se acercaba e inmediatamente tomo a ambos y se dirigió fuera del lugar
Los tres corrían lo más rápido que podían, Wolfram iba por delante y detrás Tarwolf seguido de Seyryu, después de haber recorrido un buen tramo del camino el castaño cedió ante el cansancio y calo de rodillas, al ver eso Wolfram lo tomo en brazos y siguió corriendo junto a Sey
- Sey-chan toma ponte esto – el rubio alcanzo a su hija unos lentes de contacto que fue recibido por la oji-rojo aun corriendo – tenemos que ocultar tus ojos por el momento mientras el color se pierde
- ……..mama – Sey asintió y cuando se detuvieron para descansar se los puso ante la mirada curiosa de Tarwolf
Los tres descansaron cerca de un manantial y fue cuando sintieron como alguien más los observaba, Wolfram al darse cuenta de esa presencia volteo hacia donde la sentía y con dos leones de fuego a cada lado ataco en aquella dirección
- ¿Quiénes son intrusos? – del humo salieron cinco figuras vestidas de pies a cabezas con extrañas ropas de color rojo oscuro y cicatrices en todo el cuerpo
- Ese no importa belleza – uno de ellos se acercó a ellos lentamente – lo único que queremos es a esos niños, si nos los entregas no te haremos nada malo belleza
- ¿y se puede saber para qué quieren a mis bebes? – el rubio volvió a invocar a sus dos leones de fuego en modo de advertencia – dependiendo de su respuesta puedo carbonizarlos lentamente
- Jajajaja no te pongas tan engreído belleza – los hombres sacaron muchas armas de su cuerpo y se pusieron en guardia – sabes la verdad nos haces un favor al resistirte belleza, nosotros no podemos tocarte a menos que nos ataques jujuju
La cara de los hombres miraban con lujuria al rubio que sentía asco frente a ellos, ambos niños estaban aterrados y no sabían cómo reaccionar, Sey sabía que si seguían de ese modo terminarían lastimando a su madre
- Me voy a arriesgar por mis bebes – el rubio comenzó a atacar sin pensarlo dos veces haciendo que aquellos hombres retrocediera – ¡¡¡voy a quemarlos a todos!!!
- Bien dicho belleza – los hombres estaban más que complacidos por la reacción del rubio y se preparaban para contraatacar
Los hombres esquivaban las flamas y por centímetros se iban acercando cada vez más Wolfram que intentaba alejarlos de los niños sin éxito, al sentir como esos hombres se acercaban más Sey comenzó a sentir algo dentro de su cabeza
Una esencia desconocida la invadía y un aroma familiar la inundaba, vio a Tarwolf y luego a Wolfram, los vio detenidamente y sin ningún aviso comenzó a correr llevándose consigo al pequeño castaño ante la mirada atónita de su madre que no pudo evitarlo
Los hombres al ver como ambos salían huyendo los siguieron a toda prisa dejando al rubio de lado mientras que por la espalda era detenido por alguien inesperado
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- ¡¡¡¡WOLFRAM SEY-CHAN TAR-CHAN!!!! – un moreno llamaba desesperado por toda la casa sin ninguna respuesta
- ¡¡¡respondan donde están Sey-chan, Tar-chan Wolfy!!! – lo mismo hacia la pelinegro que buscaba por todos los rincones del lugar
- ¡¡¡Kasi ellos ya no están aquí dirijámonos al manantial!!! – Yuuri salió por la puerta trasera de la casa y seguido por Kasi se disponían a abandonar el lugar en búsqueda de los tres
- Un momento – una figura se posiciono frente a ellos impidiéndoles el paso – no pueden continuar
- ¡¡ ¿Desgraciado dónde está mi hijo y los demás?!! – la pelinegro estaba furica al reconocer a quien le había atacado hace tan solo unos minutos – ¡¡¡habla infeliz voy a matarte!!!
- ¡¡¡Espera Kasi!!!! – la pelinegro fue detenida por el moreno – ¡¡¡tiene a Wolfram en la espalda!!!
Yurri se había dado cuenta de que aquel hombre llevaba a cuestas a su querido esposo el cual estaba inconsciente, la pelinegro al percatarse de eso se detuvo
- Descuiden está bien – el hombre lo tomo en brazos y luego lo puso en el suelo lentamente – tómenlo y váyanse de aquí
- ¿pero que estás diciendo? – Yuuri tomo de vuelta a su esposo y se puso delante de aquel hombre mirándolo fríamente – ¿acaso crees que soy capaz de abandonar a mi hija?
- Si no lo haces van a morir – el hombre no aparto la mirada y dirigiéndole la mirada a la pelinegro continuo – si quieren que sus hijos vivan tendrán que dejarlos por su cuenta ya que fue su decisión el irse solos
- ¡¡¡ ¿Qué mierda estas diciendo?!!! – la pelinegro no estaba para juego y tomándolo del cuello comenzó a asfixiarlo – o me dices donde están o caes muerto ahora mismo, ¿Qué prefieres?
La mirada de Kasi demostraba que iba en serio pero también lo hacia aquel hombre, no daría a torcer su brazo aun cuando le costase la vida el no hacerlo
- Está bien Kasi déjalo ir – el moreno se dio vuelta con Wolfram en manos y empezó a alejarse – vámonos
- ¿estás loco Yuuri? – la pelinegro no comprendía porque se alejaba el moreno – ¿acaso vamos a dejarlos?
- Puede que lo este Kasi pero – el moreno se dio la vuelta y mirando fríamente a la pelinegro hiso que su cuerpo se congelara – si algo les llegara a suceder destruiría este mundo en consecuencia, ¿está claro sirviente?
- Lo tengo presente mi señor – los ojos de Kasi se abrieron como platos al escuchar esas palabras de los labios del moreno – todo sea por la gloria de kuroame
- Tenemos que irnos Kasi – esta vez la pelinegro lo siguió sin decir una sola palabra más – tenemos que hablar con esa persona
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Mientras en una cueva húmeda y sin luz descansaban dos niños acurrucados mientras intentaban recuperar las fuerzas del cansancio que mermaba sus pequeños cuerpos
- …………¿Seyryu?
- Dime Tarwolf
- …………¿algún día podremos volver con mama?
- No lo se
- …………¿Seyryu?
- Dime Tarwolf
- ………….ellos están aquí
- ……….ya veo……..vamos……..
Aquella sería una noche muy larga para ambos niños que sin querer habían decidido recorrer un camino lleno de espinas y del cual solo la sangre era su testigo