El viento resoplaba por las inmensas paredes de una cueva situada en lo bajo de un valle húmedo, en el cielo se podía divisar un satélite natural que acompañaba silenciosa los pasos de dos pequeños que caminaban por un camino lleno de lodo
Ambos niños se habían quitado los zapatos y caminaban descalzos, la mayor tomaba la mano del menor para guiarlo ya que pese a la luz de la luna aun había obstáculos que no podían ser vistos por sus ojos debido a la profundidad del valle
- Seyryu aun vienen detrás de nosotros – decía el menor mirando hacia atrás
- Se ve que no se cansan – decía la mayor con cierto cansancio – tenemos que perderlos de vista
- ¿Seyryu lo que hicimos está bien? – pregunto el menor apretando la mano de la mayor con cierta duda – ¿estas segura que hicimos lo correcto?
- No se trata de si fue lo correcto o no Tarwolf – la mayor se paró y observando alrededor suyo continuo – si nos hubiésemos quedado junto a mama ellos definitivamente lo hubieran matado y después a Yuuri y a ane-sama, no teníamos otra opción
- ………lo siento – el niño bajo la mirada con cierta resignación
La mayor sonrió y tomando al niño en brazos lo cargo causando un sonrojo en el menor que aún no se acostumbraba a las acciones de su hermana
- Dejemos de pensar en ello y vamos – la mayor había encontrado un atajo cerca de un árbol frondoso – agárrate fuerte Tarwolf y no te sueltes por nada
El pequeño se dio cuenta de que sus perseguidores los habían alcanzado y los rodeaban, en sus manos tenían muchas armas además de redes y varias sogas
- No irán a ninguna parte niñatos – el que parecía ser el líder vio el atajo y se puso en medio de este para impedirles el paso
- ¿crees que podrás evitarlo? – los ojos de la mayor aún seguían rojos y estos eran más intensos que antes
- Tengo mucha confianza en ello – el líder destapo su rostro y dejo ver una cara destrozada y llena de cicatrices – he luchado toda mi vida y esta es la prueba, unos niños no me supondrán problema
- Con que si – los ojos de Seyryu comenzaban a temblar y con ello el suelo también – detenme si puedes
En unos segundos el suelo comenzó a retumbar y se fue partiendo por todos lados, los hombres hacían maniobras para evitar ser tragados, ese instante basto para que la oji-rojo se abriera paso entre ellos y tomara el atajo del árbol
Al pasar por el lado del líder de aquellos hombres Seyryu sonrió burlonamente para luego irse rápidamente corriendo lo que sus piernas le permitían
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El amanecer se hacía presente en la tierra y con ella un par de ojos se abrían junto al cantar de unos gorriones
- Buenos días Arthur – Shiro se encontraba acariciando la cabeza del que había despertado mientras lo tenía descansando en su regazo
- Shiro…….. – el rubio se levantó y agarrándose la cabeza intento parar el dolor de cabeza que lo acosaba
- Deberías descansar un poco más – el castaño al verle tan mal lo sujeto de los hombros y lo obligó a que se acostara de nuevo – tu estado está empeorando cada día mas
- ……está bien…... – el rubio escucho al castaño y recostándose de nuevo volvió a quedar dormido
- Lo siento Arthur – el castaño tapo al rubio con una manta y luego salió del lugar donde se refugiaban
Shiro se encontraba pensativo mientras recogía algunas ramas para hacer una fogata, habían pasado años desde lo sucedido con Ivon y aún no habían hallado algún método para traerla de regreso
El cuerpo de Arthur cada día se debilitaba más y eso ocasionaba que durmiera por más tiempo del normal, pensando en ello empezó a recordar la primera vez que su cuerpo se resintió, cuando por primera vez sintió su cabeza estallar y cuando comenzó a poseer su cuerpo como si de un objeto se tratase
HACE UNOS AÑOS ATRÁS
- Shiro – un rubio llamaba suavemente con su mano desde detrás de un árbol a quien se encontraba recogiendo hiervas en el bosque
- ¿Qué pasa Saber? – respondía el castaño mientras se acercaba al rubio con animo
- Arthur – replico el rubio
- ¿ehh?...... – el castaño lo miro extrañado por esas palabras
- Arthur Shiro – volvió a decir el rubio mientras lo tomaba de los hombros – ese es mi nombre recuérdalo
- ……..siento eso, aun no puedo acostumbrarme a la idea – el castaño aun lo seguía llamándolo como siempre lo hacía y muchas veces olvidaba que la persona que estaba frente a él era otro ser
- Tranquilo con el tiempo podrás acostumbrarte – el rubio lo soltó y tomo las hiervas que traía en manos – déjame ayudarte con esto
- Está bien Sab…….Arthur – Shiro se sonrojo al verlo y no pudo sentirse un poco tonto por todo eso
Ambos regresaron juntos mientras hablaban de cosas insignificantes por todo el camino, era un ambiente muy ameno y lleno de alegría
Después de unos minutos caminando llegaron a una cabaña echa de troncos y algo de lianas, se adentraron en ella y dirigiéndose a una habitación improvisada se sentaron al lado de unas mantas donde reposaba una joven
- Han pasado cinco días y aun no despierta – suspira Shiro mientras arreglaba los cabellos de la joven
- Puedes estar seguro que lo hará – el rubio comenzó a moler las hiervas y haciéndolas hervir en una tetera espero que estas estuvieran listas
- El gran señor del bosque arriesgo mucho por nosotros – comento el castaño mirando la palma de su mano – ¿me pregunto si estará bien?
- Puedes estar seguro de ello Shiro – ni bien dijo eso el agua comenzó a hervir y el rubio al ver eso sirvió el contenido en una taza – después de todo es un ser que ha existido por cientos de años o mas
- Sería bueno que estuviera con nosotros – el castaño se levantó y tomando un paño limpio los brazos de la joven al igual que su frente – puede que conociera un método para despertar a Ivon
- Aun si lo hiciera es imposible encontrarlo ahora – el rubio enfriando la taza dio de beber el contenido a la joven – se fue a un lugar fuera de nuestro alcance
- Ya veo……..
Después de atender a la joven ambos jóvenes se fueron a dormir, más uno no podía conciliar del todo el sueño y en medio de la noche salió a dar un paseo
Estuvo caminando un buen rato mientras observaba las estrellas e intentaba despejar su mente, sin tener resultado alguno se sentó en la hierba del lugar
- Si no duermes adecuadamente será malo para tu salud – una voz lo llamo suavemente
- Shiro eso también te lo digo a ti – el rubio le dirigió una sonrisa mientras el castaño se sentó a su lado
- Jajaja bueno sin ti a mi lado no puedo conciliar el sueño – al darse cuenta de lo que había dicho Shiro se puso totalmente rojo y sin saber que decir
- ………gracias por eso – el rubio no supo cómo reaccionar e intento cambiar el tema al ver al castaño incomodo – mira esas estrellas Shiro
- ¿cuáles? – el castaño agradeció ese gesto por parte del rubio y le siguió la corriente
- Las de la izquierda – señalo con su dedo – se parecen a un campo de cruces
- Jajajaja pero que ideas tienes Sab…..Arthur – ciertamente aún no se acostumbraba a ese nombre
- Puede ser per------
- ¿Arthur que te pasa? – de pronto el rubio se agarró de la cabeza mientras intentaba ahogar notorios quejidos – vamos di algo Arthur, ¿estás bien?
- ………..Sh…Shiro……
Al momento en que el castaño se acercó a ver que tenía, el rubio lo derivo hacia la hierba y con un aliento agitado lo miro con una cara sonrojada
- Arthur……..
El castaño al ver la figura del rubio quedo encantado y extrañamente termino excitándose por ello, el verlo con la cara roja con esa agitación y con esa mirada deseosa se perdió en los ojos azules del joven
El rubio al ver que Shiro no se resistía además de que este se sonrojaba y desviaba la mirada tímido sucumbió a deseos incomprensibles en su cuerpo
- Shiro…….lo siento……
En la mente del rubio lo que estaba a punto de hacer era imperdonable, dejarse llevar por la lujuria de su cuerpo era incorrecto
- …..Shiro…..yo………
Había pasado tanto tiempo desde que volvió a tener su cuerpo masculino que había olvidado las necesidades del mismo, había olvidado que su cuerpo era débil a la fragancia de los cuerpos y también el había olvidado el cómo mantener sus deseos ocultos
El aire, el viento, el calor del momento, la sensación del tacto del cuerpo de Shiro comenzaban a excitarlo, el sentir el cuerpo tembloroso del castaño ocasionaba que las manos del rubio se movieran por si solas por el pecho del mismo
Al sentir las manos del rubio el cuerpo del castaño se tensó y se puso aún más rojo, con todas sus fuerzas se aferró a la hierba y evito mirarlo a los ojos como si su vida le fuera en ello
- ………mírame……Shiro………
Arthur con ambas manos atrajo el rostro del castaño y besándolo en la frente le susurro palabras dulces que derretirían a cualquiera
- Shiro……..te deseo……se solo mío……..
- …………………………
Al escuchar eso los ojos del castaño se abrieron con lentitud y con duda dirigió su mirada a Arthur quien al verlo sonrió
- ………eres mío…….solo mío……………..
- …..si……..Arthur………….
En ese momento Shiro dejo de pensar, ya no quería hacerlo, se dejó llevar por las palabras del rubio y sin más se entregó a él, aun si era una mentira, aun si era solo un sueño o un error por parte del rubio el castaño quería atesorar ese momento eternamente en su memoria, aun si solo era un capricho de una noche
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EN OTRO LUGAR
- Murata estamos retrasados es mejor que apresures a este tonto de Riva – ordenaba de mala gana Rena mientras caminaba con malhumor
- Si, a este paso terminaremos perdiendo un gran espécimen por culpa de ese incompetente – apoyaba Anissina que seguía a Rena muy tranquila
- Entiendo eso pero – Murata dirigió su mirada hacia donde se encontraba el chico mencionado que estaba más que cansado – recuerden que Riva es-----
- Eso no me interesa Murata – decía firme Rena – el decidió seguirnos por su cuenta así que tiene que poder aguantar nuestro ritmo al menos
- Totalmente de acuerdo Rena – decía Anissina – si no puede aguantar una caminata tan simple como esta no poder usarlo más adelante en mis experimentos
- ………..veré que hago con el – decía Murata con una gotita en la cabeza al ver la frialdad y el desinterés por parte de ambas chicas ante el pobre chico
- Ahaaaaa – Rena soltó un suspiro al ver como el chico intentaba seguirlos pese a estar cansado – Murata quédate con Baka Riva, Anissina y yo investigaremos el lugar mientras recupera el aliento
- Se lo agradezco mucho Rena-sama
- Es Rena solamente – la chica se dio la vuelta y seguida de la pelirroja desaparecieron del lugar dejando solos a ambos chicos
Murata se acercó al chico que se encontraba agotado en medio del suelo, lo tomo del brazo e hiso que se apoyara de el
- Riva si no puedes mas solo tienes que decirlo – regañaba Murata con mala cara al chico – si sigues así vas a salir lastimado
- Jejeje mi Ken es tan lindo – el chico no prestaba atención a lo que decía Murata al contrario solo se reía – quiero que mi Ken me mime
- ……..eres tan…… – Murata sabía lo que significaban esas palabras – está bien pero solo serán 5 minutos
- Jejeje mi Ken – ni bien Murata dijo esas palabras Riva comenzó a besarlo tiernamente tratándolo como lo más preciado para el
Estuvieron varios minutos así, Riva devoraba cada parte de la cavidad de Murata mientras disfrutaba del sabor de su lengua, las manos del chico apresaban su cintura y lo allegaban a su cuerpo
- Es suficiente Riva – Murata lo alejo con calma de él mientras el chico ponía una cara triste – sabes que no podemos hacer nada más que esto
- Pero no fue suficiente para mí – el chico puso carita de perrito abandonado lo cual causo gracia en Murata – a veces siento que tú y yo----
- Oigan déjense de tonterías – interrumpió Rena con una arruga en la frente – te dije que podía descansar no que se pusieran acaramelados Murata
- Rena no seas mala – se quejaba el chico ante la interrupción de la chica – dame unos minutos más, no seas tacaña
- Cállate Baka Riva – la chica le dio un golpe en la cabeza haciendo que este se callara – no tenemos tiempo para esto, Anissina encontró algo muy interesante
- ¿Rena-sama dejaste a Anissina sola? – preguntaba preocupado Murata conociendo en los problemas en que se metía la pelirroja
- Está bien – decía la chica de lo más serena – no la deje sola
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EN LAS TIERRAS DE KUROAME
Por los grandes pasillos de un castillo, se encontraba paseando una figura imponente, todos los que la veían pasar bajaban sus cabezas en señal de respeto y temor
- Magnel – una voz la llamo con mucho temor por interrumpir su paseo
- ¿Qué ocurre? – Magnel se dio la vuelta y envolvió al hombre con una mirada asfixiante – habla
- Me…me han mandado a buscarla – dijo temeroso el hombre – las calamidades solicitan su presencia en la morada del oráculo……
- No temas – dijo Magnel mientras se dirigía en dirección opuesta – no he de castigarte por ser un leal mensajero
La figura se fue del lugar caminando lentamente hacia fuera del castillo con dirección al puerto de lugar y al igual que en el castillo todos los que vivían en el lugar mostraban sus respetos y temor ante la figura
Llego al puerto y se dirigió hacia una especie cúpula en medio de aquel mar que era de un color plomo trasparente, lo que conectaba con esa cúpula era un puente hecho de piedras negras que solo Magnel era capaz de pisar
Llego a la cúpula y sentándose en el medio de esta comenzó a pronunciar canticos antiguos que hicieron que el lugar se llenara de una neblina espesa
Después de que la neblina rodeara el lugar Magnel levanto la mano y comenzó a escribir palabras en el aire las cuales se gravaron en forma de fuego negro en el techo de la cúpula
- He acudido a vuestro llamado como lo solicitasteis – decía Magnel a seres espectrales que la rodeaban – ¿qué es lo que Magnel puede hacer por Kuroame?
- Has servido bien a estas tierras como representante nuestro – decía uno de los espectros mientras que los otros miraban en silencio – ha llegado el momento de elegir un sucesor
- Sabéis muy bien que aún tengo una vida larga – decía Magnel con cierta ironía – ¿Qué os hace tomar esta decisión?
- Ciertamente vivirás una larga vida – exponía el espectro – más hay la posibilidad de que dejes estas tierras muy pronto
- ¿a qué os réferis?, ¿Qué habéis visto con vuestro ojos? – pregunto Magnel mirando con cierta inquietud al espectro
- Kuroame ha perdido algo valioso – el espectro se acercó a Magnel y mostrando su mano cadavérica le entrego una gota de cristal – la fuerza del oráculo se nos fue arrebatada
- Ciertamente eso es un problema – comento Magnel preocupada – si es verdad pronto Kuroame caerá en la ruina
- Exacto – el espectro se alejó de ella
- Entiendo lo que tengo que hacer – Magnel se levantó del suelo y después de volver a hacer el ritual del principio salió de aquella cúpula
En el puerto estaban esperando los siervos servidores de Magnel quienes estaban en espera al escuchar que recibió el llamado de las calamidades, seres espectrales que moraban en Kuroame y velaban por esas tierras
Ni bien dio un pie en el puerto todos sus siervos se arrodillaron ante su presencia
- Veo que os enterasteis del llamado – decía Magnel al verlos tan nerviosos
- Si Magnel nos lo permite queremos ser su escudo – los siervos levantaron la cabeza mostrando una mirada suplicante
- Mis alas son para protegeros – decía Magnel al mismo tiempo en que les acariciaba el rostro – no para conservarse puras y ocultas
- Pero Magnel nosotros solo queremos servirle – exponía uno de los sirvientes más joven
- Y yo os lo repito – Magnel les dio la espalda y con voz firme volvió a recalcar – mis alas son para protegeros
Las cosas estaban decididas para Magnel y no había vuelta atrás
- Dejare el cuidado de Kuroame a Saralegui – esas palabras estremecieron a los sirvientes – sé que es duro para vosotros pero es necesario
- Jajajajaja creo que se preocupan demasiado – la voz del susodicho se hiso presente en el lugar poniendo de malhumor a los sirvientes
- Es grato poder tenerte aquí Saralegui – decía Magnel al mismo tiempo que el rubio platinado besaba su mano – veo que puedo contar con tu rapidez como siempre
- Pues claro Magnel – decía con mucha satisfacción el rubio platinado – pese a que somos enemigos si es por el bien de Kuroame no me importaría ser uno de tus perros
- Es grato saber eso – Magnel soltó un suspiro en señal de alivio
Si bien tenían rencillas desde el pasado, al único que podía confiarle el reino era a él, ya que al igual que Magnel ambos amaban Kuroame más que a nada y harían todo por mantenerlo a salvo
Después de eso Saralegui se fue del lugar deseando buen viaje a Magnel que ahora tenía el deber y la misión de encontrar lo que habían perdido
Luego de hacer los preparativos correspondientes Magnel se dirigió al portal que conectaba las diferentes dimensiones, luego de unas recomendaciones de Saralegui se adentró dentro del mismo y fue al lugar en donde se encontraba lo que había perdido y era esencial para su pueblo