La espuma del jacuzzi lo cubrían totalmente, el agua estaba tibia y el lugar olía a vainilla y a jazmín haciendo todo mucho más agradable, sus manos tomaron un poco de la espuma que había ahí y la colocó frente a su rostro soplando suavemente haciéndola volar.
Nunca había usado un jacuzzi a pesar de que había uno en casa de su padre y de alguna forma sé lo había dicho a Sehun esa mañana mientras desayunaban, por eso estaba ahí en ese momento, cuando regresaron a casa luego de haber desayunado juntos en su restaurante favorito, Sehun lo había llevado a la que ahora sabía era la habitación principal, él le había preparado el baño y tan sólo recordar eso tenía a Luhan totalmente sonrojado, Sehun había cumplido algo que había querido hacer hace tiempo y Luhan ni siquiera se lo había pedido, era algo sumamente adorable y eran ese tipo de detalles los que hacían que Luhan sintiera como si se hubiera sacado la lotería por ser el novio de Sehun.
-Luhan-llamó Sehun entrando al baño sin siquiera llamar.
-¡Sehun!-chilló avergonzado hundiéndose hasta la cabeza en la espumosa agua con olor a vainilla y jazmín.
-¿Pasa algo malo?-preguntó desconcertado el peli plata por la actitud de su novio.
-¡E-estoy bañándome, n-no puedes entrar!-dijo abochornado.
-Pero quiero saber que película quieres ver-explicó como si lo que estaba haciendo fuera de lo más normal y natural del mundo.
-¡Cre-crepúsculo, a-ahora vete!-ordenó.
Sehun frunció el ceño mientras salía con calma de baño, odiaba esa película y la verdad era que no la tendría de no ser porque Donghae la había dejado ahí luego de obligarlo a verla con él, una idea llegó a su cabeza, si eso salía bien no tendría que ver esa película y con ese pensamiento en mente regresó al baño escuchando nuevamente como Luhan gritaba y se sonrojaba hasta las orejas.
-¡Ve-vete!-exigió su muy adorable y avergonzado novio.
-Acabo de pensar algo-dijo.
-¡Lu-luego me dices vete!-ordenó.
-Lay te vio sin ropa y eso no está bien, se supone que únicamente yo puedo, ¿me equivoco?-cuestionó recibiendo una mirada de miedo de Luhan-Ponte de pie-pidió.
-¡N-no hare tal cosa!-sentenció.
-Pero Lay te vio sin ropa-repitió.
-¡N-no es así, fue en toalla y e-es diferente!-sentenció.
-Bien-asintió y tomó del lavamanos la toalla que antes había llevado para Luhan-Usa esto y ponte de pie-pidió una vez más.
-¡N-no!-repitió.
-Sí no lo haces yo voy a elegir la película que yo quiera-amenazó con el ceño fruncido.
-¡Hazlo tan sólo vete!-suplicó.
Sehun sonrió con malicia al haber conseguido sin problemas lo que quería aunque ya que lo había conseguido en ese momento quería otra cosa, Luhan lo observaba atentamente en espera a que se fuera pero no lo hacía y en su lugar comenzó a acercarse sorprendiendo a Luhan que retrocedió dentro del agua cuando lo vio cada vez más cercarse y mostrando esa sonrisa.
Se pegó a la pared tan lejos como pudo de la orilla pensando que de esa forma iba a estar seguro pero sus esperanzas huyeron por la abierta puerta del baño cuando vio a Sehun entrar al jacuzzi importándole nada que su ropa se mojara por completo.
Luhan retrocedió más lo cual resultó inútil porque ya estaba contra la pared, Sehun estaba peligrosamente cerca y él buscaba desesperadamente algo para cubrirse para así evitar que Sehun lo viera desnudo o lo violara, realmente no sabía que era lo que él pretendía hacerle con exactitud, sus mejillas ardieron y cerró con fuerza los ojos cuando la mano derecha de Sehun acarició su rostro con parsimonia.
-Tranquilo-murmuró con mucha suavidad, la misma con la que lo acariciaba-No voy a hacer nada indebido-aseguró pero a esas alturas Luhan no sabía que había más indebido que eso-Bésame, Luhan-pidió.
Luhan abrió los ojos de a poco viendo como Sehun estaba cerca pero a una distancia prudente al mismo tiempo, sabía que debía estar más rojo que un tomate maduro y aún así se atrevió acercarse procurando que Sehun no tocara ningún lugar prohibido hasta que finalmente sus labios estuvieron unidos a los de Sehun que con delicadeza acunó su rostro moviendo apenas sus labios sobre los suyos.
El beso apenas duró unos segundos y luego de eso Sehun salió del jacuzzi tan rápido como entró, Luhan estaba ya lo suficientemente sonrojado por lo que había pasado como para hacerlo aún más pero lo hizo en cuanto vio cono toda la ropa de Sehun se pegaba a su cuerpo.
-Eres demasiado tierno-aseguró avergonzándolo más sí es que eso era posible-Y yo elijó la película, no tardes-dijo y se fue como si nada mientras él sentía ganas de ahogarse en ese instante.
Cuando finalmente logró recuperarse y fue a reunirse con Sehun, él ya lo esperaba en el sofá frente al televisor, al verlo entrar abrió sus brazos recibiéndolo felizmente en ellos.
La película comenzó y aunque Sehun parecía muy entretenido con ella Luhan no demoró en aburrirse y comenzar a sentir sueño, Sehun no tardó en notarlo por lo que pausó la película cuando comenzó quedarse dormido.
-¿Aburrido?-preguntó enternecido con lo tierno que Luhan se veía tallando con su mano uno de sus ojos en un esfuerzo por mantenerse despierto.
-Cansado, creo que fue el jazmín-respondió con voz somnolienta.
-A la cama entonces-dijo poniéndose de pie.
-Es medio día aún-le recordó-Además tú querías ver está película-murmuró apenas porque realmente estaba por quedarse dormido.
-No importa, puedo verla después, vamos-indicó poniéndose de espaldas a él con la clara invitación a que subiera a su espalda.
Luhan no se hizo del rogar y permitió que Sehun lo cargara hacia la habitación, estaban a medio camino cuando él se detuvo un momento antes de cambiar de dirección.
-¿No vamos a la habitación?-preguntó luego de un pequeño bostezo.
-Acabó de pensar en algo-respondió.
Luhan asintió a la respuesta cerrando los ojos apenas lo que él creyó eran unos segundos y al abrirlos nuevamente se encontró en el interior de la habitación de las estrellas, Sehun lo puso en el suelo para luego cerrar la entrada y también el tragaluz permitiendo así que las estrellas comenzaran a brillar.
-Pensé...que aunque nos hemos besado varias veces nunca nos hemos besado estando aquí y tenía que hacerlo porque este es nuestro escondite después de todo-explicó.
Luhan sonrió de una forma tonta cuando lo vio acercarse, sus dedos estaban rozando apenas un costado de su rostro, labios apenas tocándose y él cerró los ojos instintivamente cuando finalmente Sehun unió sus labios del todo, como era de costumbre Sehun fue quien comenzó con ese suave movimiento parecido a las caricias mientras el correspondía torpemente imitando lo que Sehun hacia.
Los labios de Sehun sabían a las palomitas de caramelo que había estado comiendo hacia unos instantes atrás, sus brazos se envolvieron en el cuello del peli plata que tenía sus propios brazos alrededor de su cintura, estando ahí y de esa forma era como no tener noción del tiempo, todo el mundo había desaparecido y únicamente quemaban ellos solos.
-Veo estrellas-susurró Luhan cuando el beso sé rompió y el mundo volvió a existir, había una sonrisa imborrable en su labios que contagió a Sehun.
-Yo también, huele a vainilla y jazmín e incluso puedo besarla-susurró también y su corazón se hincho de alegría al escuchar la risa de su Luhan, su hermosa risa provocada por él.
-Eso es más impresionante-aseguró.
-Lo sé-asintió-Ahora vamos para que puedas dormir mi pequeña estrella-Luhan asintió cuando Sehun tomó su mano para guiarlo a la que era su cama cuando decidían dormir ahí.
Bostezó cuando estuvo acostado sobre el suave colchón, Sehun se le unió poco después envolviéndolo en sus brazos atrayéndolo a su cuerpo, Luhan no se opuso de ninguna manera, sabía que Sehun adoraba dormir abrazándolo y él también lo amaba porque de esa forma era mucho pero mucho más cómodo.
*****
Yixing.
Su único pensamiento desde hacía mucho, su pequeño dongsaeng con la sonrisa más bella del mundo entero, ese amor unilateral que lo torturaba cada día más y aunque él era el único que podía arreglar aquel problema no se atrevía porque había demasiado en juego además de que ahora sabía perfectamente que jamás sería correspondido porque su niño ya tenía a otra persona en su corazón.
Luhan.
Ese pequeño que había salido de la nada y no sólo le había quitado la atención de su Yixing sino a su hermano menor también, no era su culpa y sabía que Luhan era un niño bueno todo eso lo tenía más que claro pero no podía evitar guardarle algo de rencor al pequeño que para él era un intruso y un ladrón.
-Suho oppa-llamó la dulce vocecita de Hana-Esto no me gusta-se quejó con su voz algo quebrada.
-Tranquila princesa ya casi término-aseguró tomando la última jeringa que clavó con en el brazo de la pequeña intentando ser lo más cuidadoso posible.
La pequeña Hana era una pequeña de cinco años que estaba ahí por padecer leucemia, era sometida a varias pruebas y diversos tratamientos a diario, ya no había remedio para su enfermedad pero sus padres no soportaban la idea de perderla y por eso tomaban cualquier cosa que les diera una esperanza de poder ver un día más como los ojos de su pequeña se abrieran sin darse cuenta que de esa forma la atormentaban mucho más.
Ella ya no podía con ese estilo de vida y estaba cansada, le había dicho a él más de una vez que estaba lista para irse, que no tenía miedo de morir y que quería hacerlo en casa donde podía despedirse de mamá y papá, Suho la quería mucho y ella decía estar enamorada de él, también era su confidente, su pañuelo de lágrimas y según ella su ángel guardián, la cuidaba tanto como podía, era lo menos que podía hacer.
-Listo-anunció dándole una bella sonrisa-¿Cómo te sientes princesa?
-Mejor que antier pero peor que ayer-respondió con su suave y agotada voz.
-¿Quieres que la enfermera te de algo para sentirte mejor?-preguntó afligido.
-No…dormir...quiero dormir-pidió, estaba pálida, negras ojeras bajo sus preciosos ojos y aquella débil mueca que pretendía ser una sonrisa, verla de esa forma le rompía el corazón y saber que no podía salvarla lo hacía sentirse inútil.
-Bien, te dejaré descansar-con mucho cuidado acarició su cabecita, ella le había dicho que antes tenía una cabello muy bonito, largos rizos negros había dicho ella pero ellos se habían ido con la quimioterapia.
-Gracias-sonrió-Suho oppa-lo llamó antes de que saliera-Cuando veas a XingXing oppa dile que le agradezco mi unicornio-Suho sonrió ampliamente viendo como ella abrazaba el tierno unicornio que Yixing le había regalado hacia una semana atrás, asintió rápidamente viéndola acurrucarse con su muñeco antes de irse.
Salió finalmente de la habitación y caminó con calma hacia donde estaba su casillero, había terminado ya y podía irse a casa a descansar un poco, había pensado en visitar a Sehun pero habían tenido una fuerte discusión unos días atrás y sabía que su hermano menor no iba a recibirlo.
-¡Myunnie hyung!-escuchó un chillido antes de tener a su hermoso ángel abrazado a él.
-Hola mi ángel-saludó correspondiendo el afectuoso gesto del menor.
-Papá me dijo que habías terminado hace quince minutos pero me alegra mucho haberte encontrado todavía aquí-dijo con su maravillosa sonrisa, tan perfecta y única.
-¿Y eso?-preguntó curioso.
-Necesito tu ayuda-dijo con gran emoción.
-¿Mi ayuda?-Yixing asintió varias veces.
-¿Estas ocupado?-preguntó ladeando su cabeza en un gesto que le pareció demasiado adorable.
-No, recuerda que acabo de terminar-le recordó viendo con ternura como el menor se sonrojaba al darse cuenta de que sé había olvidado de eso aunque lo había dicho minutos atrás-Hana te envía saludos por cierto-dijo para cambiar de tema viendo con alegría como la sonrisa del menor volvía más amplia aún.
-La voy a visitarla el jueves que venga-aseguró-¿Harás algo saliendo?
-Pensé en ir a ver a Sehun pero peleamos recientemente y seguro no va a querer verme así que supongo que estoy libre-el rubio sonrió más que feliz y tomó su mano para comenzar a caminar rumbo a la salida.
-Entonces vendrás conmigo, necesito que estés conmigo hoy porque es un día muy importante ya que teme la decisión de mi vida-aseguró.
-Mi ángel espera-pidió frenando los pasos del menor.
-¿Qué pasa?-cuestionó con algo de impaciencia.
-Tengo que ir a cambiarme-explicó con una sonrisa divertida y el menor al ver que aún usaba la ropa del hospital no pudo evitar sonrojarse reír un poco apenado soltando su mano para permitirle ir a cambiarse.
Tardó apenas un par de minutos en cambiarse y luego salió a reunirse finalmente con su adorable rubio que lo esperaba con impaciencia, cuando salió Yixing tomó su mano al instante llevándolo rápidamente a la salida caminando en dirección al lugar donde estaban dos chicos que charlaba tranquilamente, uno era alto y su cabello era de un llamativo color rojo mientras el otro era más pequeño y su cabello era platinado lo que le recordó un poco a Sehun.
-¿En verdad me queda bien?-le preguntaba el chico de cabello platinado al más alto haciendo un gracioso puchero.
-Ya te dije que te ves increíble-respondió el pelirrojo resolviendo el cabello del bajito que sonrió brillantemente ante aquella acción.
-Chicos-llamó Yixing interrumpiéndolos-Miren, él es Kim Junmyun hyung-le dijo a ambos chicos-Hyung, ellos son Chanyeol y Baekhyun, son mis amigos, te había hablado de ellos antes-le recordó.
-Sí, lo recuerdo bien, mucho gusto chicos-dijo haciendo un reverencia que ambos chicos que lo imitaron rápidamente.
-El gusto es nuestro-dijeron a la vez.
-Bueno ya que se conocen podemos comenzar con el plan-anunció un muy entusiasmado rubio.
-¿Plan?-preguntó Suho que aún no comprendía que iban a hacer aunque por las expresiones de los otros dos menores ellos tampoco comprendían nada.
-Sip-asintió feliz-Ustedes serán mis cómplices el día de hoy, van a ayudarme a encontrar la más perfecta manera de declararme ante Luhan-anunció.
-¡¿De verdad?!-exclamó el feliz chico de cabello platinado.
-De verdad-afirmó, Baekhyun chilló emocionado y se lanzó sobre él para abrazarlo.
-Esa es la actitud Lay-felicitó Chanyeol.
Suho en cambio sentía como si acabaran de arrancarle el corazón, había una asfixiante sensación de vacío y tristeza en su interior, era como recibir la peor de las noticias pero aún con todo el dolor que oprimía su roto corazón se las arregló para sonreírle a su dulce Yixing cuando este lo miró.
-¿No me dirás nada hyung?-preguntó con un puchero abriendo sin darse cuenta mucho más la herida que Suho sentía en el alma.
-Por supuesto que sí-habló empujando lejos el nudo que sentía en su garganta-Tú sabes que si tú eres feliz yo lo soy aún más-aseguró abrazándolo con fuerza permitiéndose gozar secretamente del momento en que su ángel también lo abrazó.
Lo había decidido desde el segundo que fue consciente de aquel amor unilateral, lo más importante era la felicidad de su ángel y si Luhan lo era lo apoyaría en todo no importaba lo doloroso o difícil que fuera.