-¿En que piensas?-le preguntó Sehun cuando se dio cuenta de que no le estaba prestando atención.
-¿Y-yo?
-Sí, tú-respondió con obviedad.
-E-en nada-dijo nerviosamente.
-Luhan-llamó Sehun cruzándose de brazos mirándolo con reproche.
-Yo...lo que pasa es que...estaba pensando en algo muy raro que pasa con Xing luego de que lo vi la vez que cenamos con Minseok hyung y Jongdae hyung-mintió a medias.
-¿Qué pasó, te hizo algo?-preguntó seriamente.
-Nada malo sólo...sólo se comporto muy extraño y también me dijo algo sobre un tal Xen-explicó e inmediatamente Sehun se alteró y sujeto sus hombros para que hacer que lo mirara.
-¿Te hizo algo?, dime la verdad Luhan, ¿él te hizo daño?-exigió saber, repentinamente parecía muy preocupado.
-No Sehun, ya te dije que sólo actuó muy raro-repitió confundido.
-Menos mal-suspiró aliviado-Luhan, pone atención, ya no puedes seguir compartiendo habitación con Lay así que el lunes a primera hora pedirás un cambio-instruyó.
-¿Por qué?-preguntó aún más confundido.
-Porque no puedes seguir con ese tipo, podría lastimarte, Lay está enfermo, tiene un trastorno de identidad disociativo, Xen es su segunda personalidad y es muy peligroso-explicó.
-Pero él no me hizo nada-aseguró.
-Que no lo haya hecho no quiere decir que no va a intentarlo, Xen está loco, trató de mutilarme con unas tijeras cuando teníamos siete, no voy a dejar que te arriesgues por eso no discutas y haz lo que te digo-pidió.
-Pero...Xing había estado bien, ¿por qué ahora?-preguntó confundido.
-No sé y no me importa tan sólo aléjate de él-sentenció.
-¿Crees que haya sido por qué yo lo rechace?-murmuró sintiéndose demasiado culpable.
-Luhan escucharme-exigió.
-Tranquilo Hunnie-sonrió-Nada malo va a pasarme, no te enojes-pidió dándole un beso en los labios para borrar su ceño fruncido.
-Cuídate, es lo único que pido-Luhan asintió rápidamente-Ven vayamos a comprar helado-propuso.
Luhan asintió y lo siguió rápidamente, ambos caminaban tranquilamente tomados de la mano, Sehun estaba diciéndole algo pero una vez más Luhan dejó de prestar atención perdiéndose en sus pensamientos.
Los días y semanas habían transcurrido maravillosamente para él, todo pintaba perfecto en su mundo y aunque también había tenido problemas con sus amigos y malos ratos no podía quejarse porque eso lejos de afectar ayudaba a que su relación con Sehun fuese más y más fuerte, en verdad que no podía pedir más de lo que tenía.
Era completamente cociente de lo malo que era que Lay no le dirigirá la palabra aunque eso podría ser bueno dado la condición de su amigo, también estaba lo furioso que estaba Baekhyun por el hecho de que había rechazado a Lay, o saber lo mal que estaba que sus amigos pensaran que estaba loco y que Sehun no era más que un producto de su imaginación, todo eso era horrible y lo sabía a la perfección pero le daba igual, estaba tranquilo sabiendo todo eso y siendo capaz de seguir el camino que había elegido por su cuenta.
Tal vez los demás dirían que era un estúpido por estar dejando que sus amigos se alejaran todo por su novio, se lo había cuestionado antes decidiendo entonces que tampoco estaba bien que sus amigos no confiaran en él dándolo por loco a la primera oportunidad, cuando se lo había dicho a Sehun él le dijo que podrían darle la cara a sus amigos para cerrarles la boca y aunque había agradecido inmensamente el gesto se negó, él no tenía porque probarle nada a nadie y Sehun tampoco tenía que arriesgarse a más problemas con su hermano mayor, no iba a permitirlo y tampoco iba a seguir intentando que le creyeran porque sabía que era inútil y estaba harto de la desconfianza de los otros, si no querían creerle estaba bien por él .
-Luhan-llamó Sehun pero él estaba tan sumido en su pensamientos que no lo escuchó-Tierra llamando a mi pequeña estrella-llamó una segunda vez pero el resultado fue el mismo-Hey precioso-intentó una tercera vez susurrándole al oído.
-¿E-eh?-Luhan salió de su trance dándose cuenta de lo cerca que Sehun estaba, sus mejillas se tornaron rojas y por instinto retrocedió.
Sus torpes pasos provocaron que se tropezara con sus propios pies terminando en el suelo con un doloroso golpe sordo.
-Hannie, ¿estás bien?-llamó Sehun preocupado, él se arrodilló a su lado ayudándolo a incorporarse hasta que estuvo sentado en el suelo sobando su nuca.
-Sí...lo siento-murmuró con una sonrisa avergonzada.
-No, fue mi culpa, no pretendía asustarte-aseguró apenado.
-Está bien-sonrió-Tú no hiciste nada-dijo restándole importancia.
-¿Señor se encuentra bien?-preguntó la amable encargada de la tienda que había visto el accidente y había ido para asegurarse que el guapo rubio se encontrara sin ninguna herida de gravedad.
-Estoy bien, muchas gracias y lamento el alboroto-dijo dándole una cordial sonrisa, ella se sonrojó visiblemente lo cual no pasó desapercibido para Sehun que frunció el ceño.
-De-déjeme ayudarlo-dijo la chica que trató de tomar la mano de Luhan para ayudarlo a levantarse.
-Él tiene quien lo ayude, no te necesita-masculló Sehun adelantándose a ella para tomar la mano de su novio y ponerlo de pie de un tirón.
-Es...yo...
La chica comenzó a tartamudear lo cual sólo lo hizo enojar más, comenzó a caminar hacia la caja sin soltar la mano de Luhan para pagar lo que habían comprado y salir de ese lugar cuanto antes, sintió un tic nervioso al ver a la chica plantarse frente a ellos una vez más con su estúpida sonrisa que trataba de llamar la atención de su Luhan.
-Hola soy Hyemi, ¿encontró todo lo que buscaba?-preguntó ella con esa chillona e irritante voz.
-Sí, muchas gracias-respondió educadamente Luhan mientras le entregaba todo lo que iban a llevar, Sehun tuvo un momento verdaderamente difícil mientras que se aferraba a su casi nulo autocontrol al verla usar eso como excusa para tocar a su novio.
-¿Sería todo?-volvió a hablar la coqueta y molesta tipa.
-Sí-respondió su novio de esa forma tan amble que odiaba que usara con los demás además de una preciosa sonrisa que no soportaba que le mostrara a cualquier desconocido y menos si dicho desconocido era una molesta chica que buscaba algo con él.
Su ceño se acentuó aún más mientras veía como Luhan le extendía a esa chica el dinero para pagar, ella lo tomó al igual que la mano de Luhan negándose a soltarlo aunque él intentó quitar su mano, ella incluso apretó un poco mas fuerte los dedos de Luhan que tenía como sus prisioneros.
-Yo...-las mejillas de ella estaban ruborizadas y odio el segundo en que Luhan hizo lo mismo sonrojándose también-Salgo a las cuatro y...
-Luhan-llamó y cuando él se giró a verlo unió sus labios demostrándole a esa mujer que Luhan era suyo.
Luhan tenía los ojos abiertos como platos, todo su rostro era de color rojo en esos instantes mientras él permanecía más que concentrado en degustar con satisfacción los dulces labios que únicamente él podía tocar.
Se alejó de los labios de su novio una vez que estuvo satisfecho del sabor de ellos, la chica estaba pálida como una hoja de papel debido al shock, le sonrió con arrogancia y tomó las bolsas con lo que habían comprado en ese pequeño local al cual jamás en la vida planeaba volver.
-Quédate con el cambio-le dijo por último tomando la mano de Luhan para finalmente abandonar la tienda.
La sonrisa que portaba mientras caminaban de vuelta a casa era de completa satisfacción a diferencia de Luhan que no había dicho absolutamente nada desde que habían abandonado el lugar, también seguía con el rostro rojo.
-Celoso-murmuró.
-Ella te coqueteaba y no iba a dejar que eso pasara frente a mis narices-afirmó.
-Sabes que no le hubiera hecho caso aunque me invitara a salir-aseguró, por alguna razón tenía ganas de reírse cuando Sehun se giró para mirarlo de frente con cara de odio a todo el mundo.
-Ya lo sé mi pequeña estrella, yo confío en ti, es sólo que...-suspiró dramáticamente-Yo no confío en los demás, ellos siempre te están mirando y yo no lo soporto, odio que lo hagan-Luhan se mordió el labio inferior para no reírse de los absurdos celos de Sehun dejando que continuará con lo que trataba de decirle-¿No te gustaría volver a vestirte como antes?-preguntó esperanzado.
-Nop-negó divertido.
-Pero eras mortalmente lindo, lo juro, te veías muy bien con tus gafas, tu cabello un poco largo y con esas inmensas sudaderas, lucias abrazable-aseguró.
-¿Abrazable es una palabra?-cuestionó divertido.
-No sé pero tú lucias así-sentenció.
-¿Ya no luzco abrazable ni mortalmente lindo?-preguntó con el único propósito de molestar a Sehun.
-Sí, todavía luces así-asintió.
-Entonces no veo la necesidad para cambiar-dijo escuchando como el peli plata se quejaba.
-Luuuuuuhan-lloriqueó abrazándolo positivamente.
Luhan comenzó a reírse con ganas correspondiendo el abrazo de su infantil novio, era algo tan nuevo y único para él saber que ahora había alguien en su vida que lo quería tanto como lo hacía Sehun, esas enormes pequeñas acciones siempre lo hacían sentirse como la persona más amada del universo y esa sensación era inexplicablemente maravillosa.
-Me aplastas-dijo entre risas.
-¿Cuan malo crees que sería si te secuestrara y te ocultara del resto de la humanidad?-preguntó con el ceño fruncido aún.
-Muy malo-aseguró-Pero gracias por intentar-murmuró, sus manos se pasaron en los hombros de su novio para hacer que se agachara un poco y le dio un beso en la mejilla-Bien ahora vámonos.
Sehun se quedó en la misma posición mientras Luhan comenzaba a andar, sus dedos rozaron su mejilla y una sonrisa estúpida se extendió en sus labios mientras observaba al chico que tenía en sus manos su felicidad, se apresuró a alcanzarlo pasando un brazo por sus hombros, no quería que lo de antes en la tienda se repitiera después de todo.
No demoraron casi nada en estar de regreso en la casa, Luhan no podía dejar de reír ante la insistencia de su novio porque usara una máscara que lo ocultara del perverso mundo que trataba de robárselo, sabía que todo era broma y amaba demasiado cuando Sehun se dedicaba a hacerlo reír.
-Sólo digo que sería bueno que probaras usarla-seguía diciendo Sehun cuando entraron finalmente.
-Sehun que bueno que volviste, ¿cómo has estado?
Sehun tan sólo escuchar eso llevó su mirada a esa familiar voz, se paralizó cuando sus ojos se encontraron con los de ese hombre que le sonreía tiernamente, lo cual no era más que una máscara que ocultaba al ser más perverso que Sehun conocía.
-Sehun, ¿quién es él?-escuchó la voz de Luhan a su lado y mirar sus curiosos ojos tan sólo empeoraron todo.
-Sehun, vine a verte pero como no estabas decidí esperar-explicó el hombre acercándose a ellos-Oh, veo que tienes invitados-sonrió al ver a Luhan y eso le congelo la sangre.
Estaba paralizado, su cerebro había dejado de funcionar y su corazón comenzó a latir demasiado rápido mientras su mirada seguía en ese hombre alto de cabello negro y la mirada de amabilidad más falsa del mundo.
-Tú debes ser el famoso Luhan, Junmyun ya me había hablado de ti-comentó sin borrar su sonrisa tranquila.
-Seguramente no le dijo cosas buenas-murmuró Luhan.
-Bueno...digamos que no está muy de acuerdo con tu amistad con Sehun pero es obvio que eres un buen chico, yo de verdad me alegro que seas amigo de Sehun-aseguró.
-Bueno...gracias supongo-trató de sonreír pero falló sin poder evitarlo, ese hombre le resultaba demasiado inquietante, le recordaba a alguien pero no lograba hacer una conexión con la persona a quién le recordaba y Sehun estaba insoportablemente callado.
-Ah, pero que mal educado soy, no me he presentado-soltó una suave risa que le resultó preocupantemente conocida-Mi nombre Sehyung, soy el padre de Sehun-se presentó.
Todo encajó entonces, la respuesta a esa pregunta de por qué le resultaba familiar esa persona estaba ahí tan simple como mirar a ese hombre y luego a Sehun, sus facciones eran parecidas, los mismos ojos, su risa similar, ese hombre era casi idéntico a su novio pero eso no tenía ningún sentido porque Sehun le había dicho que su padre había muerto cuando era niño entonces... ¿quién era ese hombre?
Él extendió una mano hacia Luhan y sólo de esa forma logró reaccionar, su propia mano tomó la de Luhan con fuerza obligándolo a ir tras su espalda ocultándolo de él y de cualquier retorcida idea que tuviera para seguir torturándolo, no importaba si él lo lastimaba pero era seguro que no iba a dejar que llegara a su Luhan.
-¡Alejarte de Luhan!-ordenó.
-Hijo tranquilízate, yo únicamente estaba saludándolo-explicó con calma.
-¡No me llames hijo, no tienes y jamás tendrás ese privilegio!-elevó aún más la voz, cuando él lo llamaba hijo su estómago se resolvía, no podía soportarlo.
-¡Oh Sehun no me hables en ese tono, soy tu padre lo quieras o no!
La imponente y severa voz de su padre por poco lo hace retroceder, miró hacia atrás encontrándose con Luhan que estaba más que confundido, todo eso no debía estar pasando y no estaba seguro de poder explicarle todo a Luhan, tenía que hacer que ese hombre se marchara y entonces podría hablar con Luhan.
-Por favor ve arriba y espera en mi habitación-pidió.
Luhan no respondió y la forma en que lo miraba le estaba desgarrando el corazón, quería llorar y suplicarle perdón de rodillas si ayudaba en algo pero hacer eso también podría ser un grave error frente a su padre.
-Por favor-suplicó.
Sólo entonces Luhan asintió lentamente, una pequeña pizca de alivio fue lo que sintió en su corazón cuando lo vio subir las escaleras y desaparecer de su vista luego de segundos que parecieron eternos, se volvió hacia su padre que también miraba el lugar por donde Luhan se había ido con su hipócrita sonrisa y le gruñó.
-Parece un buen niño-comentó.
-Lárgate-exigió.
-Hijo por favor...
-¡Deja el maldito teatro y lárgate!-ordenó.
-No hasta que hablemos-soltó com firmeza, Sehun tuvo que morderse la lengua para no gritar logrando calmarse lo suficiente como para no explotar.
-Habla-ordenó.
-Tienes que hablar con Junmyun para convencerlo de que es hora de dejar de ocultarte, eres el heredero de los Oh y es necesario que todos te conozcan de una vez, se que eres menor de edad aún pero es importante para tu futuro-explicó.
-No me interesa-respondió tajante.
-Tienes que hacerlo-insistió.
-No, tú no eres absolutamente nadie, no me das órdenes y si no quiero hacerlo no lo hago-su mirada firme y decidida clavada en los ojos de su padre, no podía ser débil, no con él.
-Soy tu padre-le recordó con un tono sombrío.
-Eso lo olvido en el instante en que madre le dijo que estaba embarazada, lo único que le interesa es lo que mi abuelo y mi padre construyeron, únicamente quiere mi herencia-acusó.
-Kim Siwon no era tu padre, ni siquiera era un hombre realmente-se burló.
-¡Cállate!-ordenó lanzándose sobre ese hombre que tanto odiaba.
Él no se movió y antes de que Sehun pudiese tocarlo el dolor punzante en su estómago hizo que sus rodillas se doblaron dejándolo arrodillado y adolorido frente a él, sus manos cubría su afectado estómago, le había sacado el aire y al alzar su llorosa mirada lo vio pararse derecho, recomponer su saco negro y alizar su cabello después del golpe que le había dado.
-Eres igual de molesto que el maldito anciano Oh-masculló mirándolo con asco-En fin, habla con tu estúpido hermanito y más te vale tener una respuesta positiva para mí o la próxima vez vendré con un camisa de fuerza para llevarte al bonito hospital psiquiátrico que está esperándote desde hacer mucho tiempo-Sehun apretó los dientes y los puños con impotencia a sabiendas que él realmente iba a hacerlo, nunca podría ganarle porque era una lucha de uno contra el ejército que su padre seguramente tenía.
-Haga lo que quiera-habló entre dientes.
-Me voy, dale mis saludos a Luhan, parece muy agradable, espero poder charlar con él en otra ocasión-dijo con su sonrisa de falsa amabilidad.
Sintió, en ese preciso segundo que su corazón se detuvo al escucharlo decirle esas palabras, lo conocía demasiado bien como para reconocer a la perfección cuando lo estaba amenazando y esa era una clara amenaza.
-¡No dejare que lo toques!-aseguró.
-¿No?-cuestionó con burla-Ni siquiera pudiste salvar a tu madre, ¿qué te hace pensar que con tu amiguito habrá una diferencia?-preguntó.
-Ya no soy un niño-le recordó.
-Pero estas solo y también estás loco, eres alguien inestable y quién sabe, podrías atacar a ese pobre chico un día de estos-dijo como si nada encogiéndose de hombros.
-Te odio-susurró rencorosamente.
-Yo te amo mi querido hijo-respondió con sarcasmo-Como sea, estamos en contacto-finalizó yéndose por fin.
Sehun dejó entonces que las lágrimas de rabia que había estado reteniendo salieran, era débil y eso era algo imperdonable para él, no podría enfrentar a su padre de esa forma y entonces tampoco podría proteger a las personas que amaba.
Luego de minutos que le resultaron eternos pudo recuperar la compostura y dirigirse hacia su habitación donde Luhan lo esperaba, nunca imaginó que sentiría tanta angustia antes de entrar a su propia habitación pero en esos momento estaba más allá de aterrado, tenía tanto miedo de lo que pusiera pasar entonces.
Abrió la puerta demasiado lentamente, Luhan se levantó de la cama sólo verlo pero no era esa mirada que siempre le enviaba, era una mirada llena de duda, desconfianza y confusión, algo que apenas podía soportar.
-¿Kim Sehun?... ¿Oh Sehun?... ¿quién eres en realidad?-preguntó, era más que obvio que ya no iba a aceptar más secretos.