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El chico que hablaba con las estrellas. por DNA

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Notas del capitulo:

Holi!

Lamento la tardanza pero aquí los siguientes dos capítulos que espero les gusten.

No estaba seguro de cómo había pasado de estar llorando en los brazos de Sehun a estar en la cocina, únicamente recordaba que Sehun había dicho que tenía hambre luego de que el lograra calmarse y ahora ambos estaban ahí con un delantal cada uno y con demasiados ingredientes para preparar algo.

-¿Sabes cocinar?-le preguntó Sehun luego de sacar tres barras de mantequilla de la nevera.

-No-respondió suavemente.

-Bueno…yo tampoco pero seguramente no puede salirnos tan mal-rió-Además mi celular con este video que encontré sobre algo llamado “Rollos gourmet” nos dirá que hacer sin que ninguno muera en el intento-aseguró con una sonrisa.

-Pero... ¿y si sale mal?-preguntó inseguro.

-Claro que no, esto será bueno-afirmó el peli plata muy seguro de sí mismo.

Ambos se pusieron manos a la obra para preparar lo que sería su desayuno, la blanca cocina rápidamente término manchada con harina y muchas otras substancias luego de que se pusieran a mezclar los ingredientes, el resultado final no fue más que una horrible pasta de aspecto pastoso que Luhan no estaba muy seguro que debieran meter al horno.

Sehun sin embargo no había dejado de repetir que todo estaba bien y que eso sería delicioso, ambos se sentaron pacientemente a esperar que su desayuno estuviera listo pero diez minutos después el horno comenzó a expulsar humo negro, ambos se pusieron de pie alarmados cuando el fuego inició y salieron corriendo de la cocina.

-¡MORIREMOS!-gritaba Sehun que corría al frente.

-¡T-te dije que era mala idea!-le recordó.

-¡Espera no puedo dejar que la casa se incendie o mi hermano va a matarme!-dijo antes de dar la vuelta y correr de vuelta a la cocina.

-¡Sehun, no!-llamó tratando de detenerlo pero se había ido-¡¿Por que a mí?!-lloriqueó para luego correr hasta el baño más cercano llenando con agua el jarrón más grande que había tomado de la sala de estar.

Apenas pudo lograr moverse sosteniendo el pesado objeto hasta la cocina de la cual salía humo, entró y con los ojos cerrados con fuerza arrojó el agua del jarrón escuchando un quejido, abrió los ojos y entonces vio a Sehun empapado sosteniendo un extintor, el fuego se había apagado y lo peor de todo no era eso sí no el hecho de que había arrojado el agua del lado equivocado.

-L-lo siento de verdad-dijo totalmente avergonzado.

Sehun rió divertido ante la graciosa situación y se acercó a Luhan para revólver su cabello, Luhan tenía las mejillas totalmente rojas cuando lo miró y eso lo hizo sonreír aún más.

-Bueno supongo que ya no podemos desayunar aquí y que debo irme a cambiar para que nos vayamos a conseguir comida-Luhan asintió lentamente-Muy bien entonces espérame aquí, no tardó-sonrió antes de irse.

Luhan lo vio alejarse aún sintiendo sus mejillas calientes, recorrió con la mirada lo que quedaba de la cocina y se sintió mal por la persona que luego tendría que limpiar eso aunque lo extraño era que aunque esa era una mansión en perfectas condiciones aún no había visto a nadie ahí más que a Sehun y dudaba que fuese él solo quién mantuviera así de impecable ese lugar.

-Luhan ya estoy listo-lo escuchó llamarlo desde la sala y se apresuró a ir a reunirse con él.

Él le sonrió ampliamente en cuanto lo vio y Luhan no pudo evitar sonrojarse, Sehun tomó su mano y lo guió hacia afuera de la mansión.

-Iré por nuestro vehículo-informó antes de alejarse nuevamente.

Luhan no apartó su mirada del camino que Sehun había seguido hasta que lo vio regresar con ¿una bicicleta?, Sehun le sonrió en cuanto volvió a estar a su lado y él lo miró confundido.

-¿Quieres manejar o vas de pasajero?-le preguntó divertido.

-Yo...no sé andar en bicicleta-confesó tímidamente.

-¿De verdad?-preguntó sorprendido, hasta donde él sabía casi todo el mundo sabía andar en una bicicleta.

-D-de verdad-afirmó avergonzado.

-Bueno entonces tú serás el pasajero y ahora sé a dónde iremos-dijo sonriente.

-¿A dónde?-preguntó curioso.

-Al parque, ahí podremos desayunar y comenzáramos con tus clases.

-¿Cla-clases?

-Sí, yo voy a enseñarte a andar en bicicleta-informó emocionado.

-¡¿Q-qué?!

-Voy a enseñarte a andar en bicicleta-repitió.

-Pe-pero yo no...

-No tienes nada de que preocuparte Luhan, yo voy a estar a tu lado todo el tiempo y no voy a permitir que caigas-prometió.

-Es...está bien-respondió en un susurro.

-Perfecto entonces en marcha, sube-indicó recibiendo una mirada confusa de Luhan-Oh, es verdad-rió-¿Ves esas cosas que sobre salen a cada lado de la rueda trasera?

-Sí.

-Bueno pues ahí van tus pies, uno de cada lado-explicó.

-¿Y...si me caigo?-preguntó inseguro.

-No caerás-afirmó-Tú puedes sostenerte de mis hombros y yo también prometo ir despacio-aseguró con una brillante sonrisa.

Luhan sintió nuevamente como los extraños latidos de la noche anterior y esa mañana volvían a su pecho, sus mejillas se sentían calientes y había un nudo en su garganta por lo cual sólo pudo asentir a lo dicho por el peli plata, se colocó tras la bicicleta poniendo primero un pie sobre esa cosa que Sehun le había señalado antes, miró al frente sintiéndose nervioso cuando se dio cuenta que tenía que poner sus manos sobre los hombros de Sehun.

Estiró sus manos indeciso hasta poner primero su mano izquierda en el hombro izquierdo de Sehun, él giró su rostro para mostrarle una amplia sonrisa que lo llenó de confianza para que también posara su mano derecha sobre el hombro ajeno, se apoyó en él y finalmente consiguió subir su otro pie.

-¿Listo?-le preguntó cuando lo vio en posición.

-No vayas muy rápido por favor-suplicó asustado.

-No lo haré-aseguró.

Luhan dejó salir un pequeño gritito y cerró los ojos con fuerza cuando la bicicleta comenzó a moverse pero luego de un rato todo estaba bien y comenzó a parecerle realmente divertido el viaje, Sehun iba despacio como había prometido y eso más el suave viento que le hacía cosquillas en el rostro lo hicieron sonreír durante todo el viaje hasta que finalmente llegaron, Sehun espero a que el bajara para finalmente bajar él también de la bicicleta y dejarla recargada en un árbol.

-Bien, espérame aquí mientras voy a conseguir nuestra comida-dijo rápidamente antes de dar media vuelta.

-No, Sehun todavía no te doy...-lo vio correr hasta cruzar la calle-Dinero-susurró lo último.

Luhan miró a todos lados nervioso, no le gustaba salir y sentía algo incómodo, vio pasar a un par de chicas que lo miraron de pies a cabeza como si fuera un bicho raro para luego reírse y lo único que a Luhan se le ocurrió hacer fue agachar la mirada sintiéndose ridículo.

-¿Cómo es posible que fenómenos como él se atrevan a salir a la calle?-dijo una de ellas riendo.

-No puedo creer que algo tan feo pueda existir-se burló su amiga.

La sucederá roja que usaba siempre parecía algo invisible e inútil que no lo protegía en absoluto de las burlas, tuvo que quitarse sus lentes cuando su visión se empañó esperando así no seguir viendo a esas chicas, su cabeza estaba agachada y su cabello lo ocultaba de las miradas ajenas que lo hacían sentirse insignificante.

-OMG, mira que chico tan guapo-escuchó decir a una de ellas.

-Y está solo-dijo la otra con emoción.

-Sí pero, ¿qué hace?-dijo sorprendida por algo que hacia ese chico que estaban viendo.

-Luhan-habló Sehun haciéndolo estremecer, se apresuró a ponerse nuevamente las gafas y alzó la cabeza para verlo-¿Qué pasa?-le preguntó preocupado.

-¿Porque está hablando con ese perdedor?-murmuró con molestia una de las chicas.

Ambos fueron capaces de escucharla y Sehun frunció el ceño cuando vio como la luz en los ojos de Luhan se apagaba, miró con odio al par de arpías que insultaban a su preciosa estrella y sonrió internamente al verlas asustarse.

-Para su información él es la persona más hermosa y dulce que yo he conocido y un par de brujas como ustedes no son dignas ni de respirar el mismo aire que él así que esfúmense-ordenó viendo con satisfacción como ellas salían corriendo.

-Sehun-susurró Luhan tímidamente-Muchas gracias.

-No me agradezcas-sonrió de vuelta.

-Pero tú me defendiste de ellas.

-Sí pero esa fue la promesa que te hice, yo voy a cuidar de ti pequeña estrella-le recordó haciendo que volviera a sonrojarse-Ahora vamos que tengo nuestra comida-anunció levantando una bolsa y tomando la mano de Luhan para ir a buscar un lugar donde comer tranquilamente.

-Sehun la bicicleta-le recordó.

-Es verdad-sonrió soltando la mano de Luhan para dejar que fuese por la bicicleta y poder seguir su camino.

Luego de un rato ambos estaban sentados bajo un gran árbol, Sehun abrió la bolsa sacando todo lo que tenía, Luhan lo miró curioso antes de abrir su boca sorprendido.

-¿Cómprate esto en McDonals?-preguntó.

-Así es pero, ¿no me dirás que eres de esa clase de personas que viven obsesionadas con mantener la figura y no pueden ni permitirse algo como esto por lo menos de vez en cuando, verdad?-Luhan negó rápidamente-Perfecto-sonrió-Uva ¿cierto?-dijo entregándole una botella de jugo.

-¿Cómo supiste?-preguntó sorprendido.

-Adivine-se encogió de hombros.

Ambos tomaron lo que iban a comer para finalmente llevar algo a su estómago luego de casi haber incendiado la cocina horas antes, Luhan tomó un pequeño paquetito de cátsup tratando de abrirla pero no funcionaba.

-Déjame a mí-dijo Sehun extendiendo su mano para que Luhan le diera el paquetito.

Luhan se lo entregó y lo miró esperando a que lo abriera, lo vio tener dificultades hasta que finalmente lo intentó con los dientes pero debido a fuerza utilizada todo el contenido del paquetito término sobre el rostro de Sehun.

Luhan lo miró primero muy asombrado pero al final no pudo controlarse y dejó salir una fuerte carcajada que tomó desprevenido a Sehun ya que había conseguido con muchas dificultadas pequeñas sonrisas de parte de Luhan pero ahora él estaba ahí riendo con fuerza, era realmente precioso cuando se reía y aunque había hecho el ridículo valía la pena si esa  la recompensa.

-L-lo lamento-dijo entre risas-Creo que ya no quiero cátsup-siguió riendo.

-Lo imagine-rió también.

-Ven deja que te ayude-Sehun asintió rápidamente y permaneció realmente quieto mientras dejaba que Luhan limpiara su rostro con una servilleta mientras aún reía.

-Tu risa es bonita-aseguró.

Luhan detuvo todos sus movimientos y bajó las manos para comenzar a retorcer nerviosamente la servilleta manchada con cátsup, jamás le habían dicho algo como eso y no sabía cómo responder.

-¿Dije algo malo?-preguntó preocupado.

-No es...tan sólo...nunca me habían dicho eso, todos dicen que soy realmente feo cuando rió y por eso yo no…no me gusta hacerlo-admitió.

-Pero que tontería, tu manera de reír es linda-aseguró.

Luhan sonrió tímidamente y nuevamente sus mejillas se tiñeron de rojo, miró a Sehun que tenía el ceño fruncido y entonces fue capaz de darse cuenta de lo hermoso que él era, esas chicas habían dicho la verdad sobre Sehun y Luhan se preguntó entonces porque un chico como él quería ser amigo de alguien tan aburrido e insignificante.

-Esas chicas hace un rato dijeron que tú eras muy guapo y tienen razón-murmuró.

-¿Te parezco guapo?-preguntó curioso y algo avergonzado.

-Sí-respondió suavemente.

-¿Por qué te parecería guapo yo sí soy un chico?

Luhan sabía que aquello era algo extraño porque ambos eran hombres además de que prácticamente se acaban de conocer pero había una razón para que Luhan creyera que otro hombre era guapo y tenía que ser honesto aún cuando existiera la posibilidad de que Sehun no quisiera verlo jamás luego de que le dijera.

-Porque...lo eres y cualquiera lo notaría y aunque yo fuera heterosexual seguramente lo seguiría creyendo-murmuró despacio.

-¿Te gustan los hombres?-Luhan asintió con la cabeza agachada esperando que Sehun lo insultara y se fuera como todos los demás-No me gustan las chicas tampoco-dijo Sehun.

Luhan levantó la mirada rápidamente encontrándose con la sonrisa amable de Sehun y otra vez su corazón comenzó a latir de forma extraña sin ninguna explicación.

-A decir verdad creo que soy asexual porque no me gustan las chicas pero tampoco los chicos, nunca me he enamorado ni tenido una relación ni nada, yo incluso detesto socializar por eso no tengo amigos-explicó tranquilamente-Tal vez no me creas pero tú eres la única persona con la que he tomado la iniciativa de hablar y la verdad…la verdad me gusta estar contigo-dijo con una sonrisa brillante y otra vez sus ojos eran dos bonitas medias lunas.

Luhan lo miraba asombrado pero feliz, nunca había tenido amigos tampoco y nadie en mucho tiempo lo había hecho sentir tan especial y aceptado como lo estaba haciendo Sehun, ese chico extraño que se había metido a la fuerza a su vida y que ahora le ofrecía sin más todo lo que siempre había buscado, tuvo que quitarse las gafas para quitar con la manga de su sudadera las lágrimas que amenazaban con caer y luego levantó su rostro sin molestarse en ponerse nuevamente las gafas.

-Tú...tú también eres mi único amigo y...en verdad me divierto mucho contigo-dijo con una brillante sonrisa.

Sehun miró asombrado la preciosa imagen de Luhan entonces, sus ojos estaban cerrados, sus mejillas estaban ligeramente ruborizadas y la sonrisa más bonita del mundo estaba dibujada en su angelical rostro, sintió entonces un ligero calor en su rostro y cosquillas en su estómago.

Desvío la mirada de Luhan cuando él abrió los ojos y volvió a ponerse sus gruesas gafas, dio una gran mordida a su hamburguesa para no tener que hablar viendo de reojo a Luhan que también había empezado a comer y sonrió cuando notó como Luhan también lo hacía.

-Bien ahora que ambos comimos es hora de comenzar tus clases-anunció el entusiasmado peli plata.

-Pe-pero...

-¡A la bicicleta!-dijo tomando su mano para arrastrarlo hasta la bicicleta.

-Sehun-llamó nervioso.

-No tengas miedo Luhan, yo voy a cuidarte así que no pasará nada, vamos tienes que subir-indicó.

-Bien-susurró resignado.

Subió a la bicicleta sin problemas poniendo sus manos que comenzaban a sudar sobre el manubrio, miró a Sehun que le sonreía tranquilamente antes de acercarse, una de sus manos se puso sobre su espalda y la otra sobre el manubrio para sostenerlo.

-Tus pies en los pedales-pidió.

-Sehun-lloriqueó.

-No voy a soltarte-prometió.

Luhan asintió inseguro haciendo lo que Sehun le pedía, subió primero su pie derecho al pedal y luego de un largo rato finalmente también puso su pie izquierdo en el otro pedal, la bicicleta se tambaleó y Luhan cerró los ojos asustado esperando caer pero nada pasó.

Abrió primero uno de sus ojos viendo que todo estaba bien, parpadeó un par de veces antes de mirar a Sehun que le sonreía dulcemente y pudo darse cuenta entonces que Sehun era quién lo mantenía en su sitio impidiendo que cayera.

-Pedalea-indicó.

Movió sus piernas lentamente y la bicicleta comenzó a moverse también muy despacio aunque se tambaleaba por completo.

-Muy bien, lo haces muy bien-lo animaba Sehun haciendo que poco a poco el miedo a caer se fuera.

Luego de lo que parecieron tres eternas vueltas Luhan finalmente bajó de la bicicleta, una sonrisa enorme estaba plasmada en sus labios y su corazón latía de pura emocionó.

-Lo hice Sehun, yo realmente lo hice-dijo alegre.

-Lo vi, eres un gran alumno y seguro pronto podrás hacerlo sin ayuda-asintió viéndose falsamente serio.

-¿Lo dices de verdad?-preguntó emocionado.

-Por supuesto-afirmó.

-Muchas gracias Sehun-sonrió.

Una vez más aquella extraña sensación lo invadió mientras miraba a Luhan, no entendía aquello, ¿estaría enfermo?, se preguntó, miró a otro lado captando algo extraño a lo lejos, frunció el ceño y luego miró nuevamente a Luhan que lo miraba interrogante, no podían seguir ahí.

-Es hora de irnos-indicó tomando su mano para guiarlo a la bicicleta.

Él fue el primero en subir a la bicicleta y luego de estar seguro de que Luhan estaba arriba comenzó a pedalear de vuelta a casa, esperando no encontrarse con lo que ya sospechaba lo esperaba.

Al llegar finalmente a casa tomó nuevamente a Luhan de la mano para llevarlo hasta la bodega en el patio trasero y hacerlo entrar a ella.

-Quiero mostrarte algo así que espérame aquí hasta que vuelva y no te muevas-ordenó.

-Sí-respondió obediente Luhan sacándole una sonrisa, salió se la bodega dejándolo ahí mientras él iba a revisar al casa.

Al entrar por la puerta de la cocina se encontró con que está ya estaba limpia, maldijo por lo bajo y apresuró el paso hasta la sala de estar dónde se encontró con la persona que menos quería ver en ese momento.

-¿Dónde estabas?-preguntó el mayor con el ceño fruncido.

-Salí a dar una vuelta-respondió como sí nada.

-Sabes que no puedes salir-le recordó.

-No soy un prisionero, puedo salir-aseguró con molestia.

-¿Qué le pasó a la cocina?-continuó con su interrogatorio.

-Tuve un accidente intentando hacer el desayuno, es todo-se encogió de hombros.

-No te acerques a la cocina, no puedes-le recordó.

-Sí, ya sé que incluso para respirar tengo que tener autorización así que no volverá a pasar-Sehun resopló fastidiado ignorando la mueca de enojo del mayor.

-Sehun-llamó severamente.

-¿Sólo viniste a decirme que puedo o no puedo hacer o hay algo más?-preguntó fastidiado.

-Tu hermano mayor me envió para darte esto y recordarte que no olvides lo importante que es acudir este miércoles para hablar con Kangin-dijo extendiéndole aquel paquete que miró con odio y no tomó, el mayor suspiró con cansancio dejando el paquete sobre la mesita de centro antes de mirarlo otra vez-Ya sabes que hacer con eso-señaló el paquete antes de dar media vuelta y caminar hacia la puerta para irse.

-Sí-susurró.

-Casi lo olvido-se detuvo-Tu hermano también me pidió que te dijera que no va a poder venir hasta el próximo fin de semana-informó.

-Así que otra vez no tiene tiempo para mí-dijo mostrándole al mayor una sonrisa burlona y amarga-Esta bien, dile que no importa y que puede estar tranquilo, yo ya sabía que se iba a quedar con su adorado amor imposible-masculló entre dientes.

-Sehun sabes que no es así, es por la escuela-aseguró.

-Ahórrate tus mentiras y lárgate que tengo cosas que hacer-ordenó.

El mayor suspiró pesadamente antes de asentir y finalmente irse, Sehun miró la puerta durante largos minutos maldiciéndose porque aún cuando ya sabía que eso iba a pasar todavía seguía afectándolo, dio una respiración encaminándose hasta la mesita de centro de donde tomó aquel paquete que le había llevado el mayor, no se molesto en ver el contenido y simplemente lo tiró en el contenedor de basura de la cocina antes de salir por Luhan, abrió la puerta de la bodega encontrándolo igual que como lo había dejado y sonrió.

-Listo, vamos para que te muestre algo-indicó.

Luhan asintió y comenzó a seguirlo en silencio nuevamente al interior de la mansión, no sabía que podría querer mostrarle Sehun y mucho menos porque lo había encerrado en la bodega para eso pero Sehun era extraño y únicamente podía obedecerlo.

Notas finales:

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